domingo, 16 de febrero de 2025

Plexopatía por radiación

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Plexopatía por radiación

J Hand Surg Am- ASSH
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Plexopatía por radiación
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Radiation Plexopathy – Journal of Hand Surgery

Resumen
La plexopatía braquial inducida por radiación representa una constelación de síntomas que se presentan de manera tardía debido a la fibrosis progresiva periplexal o lesión neural directa con desmielinización. La aparición de los síntomas suele demorarse meses o años después de la radioterapia. Los pacientes pueden informar dolor neuropático, debilidad o disfunción de las extremidades asociada con morbilidad y disminución de la calidad de vida. Las intervenciones quirúrgicas notificadas incluyen neurólisis del plexo, transferencias nerviosas y transferencia de tejido libre vascularizado. En esta revisión, nuestro objetivo es presentar al cirujano de mano en ejercicio una actualización y un análisis del estado actual de la literatura sobre plexopatía braquial inducida por radiación.

La plexopatía braquial inducida por radiación (BRIP) representa una constelación de síntomas que se presentan de manera tardía debido a una lesión nerviosa mediada por estrés oxidativo, neuroinflamación y posterior fibrosis periplexal.1,2 Aunque es poco común y cada vez menos común con parámetros de radiación más estrictos, los pacientes con BRIP pueden tener discapacidad funcional que altera la vida, dolor y alta morbilidad. La presentación tardía de los pacientes con BRIP presenta un desafío diagnóstico y terapéutico para los cirujanos de mano y nervios, ya que los síntomas se desarrollan en cualquier momento desde meses hasta años después del tratamiento inicial.2 Los pacientes pueden tener hallazgos avanzados de dolor neuropático, alteración sensorial y neuropatía motora en el momento de la consulta inicial. Este artículo proporciona una descripción general de la BRIP y revisa las intervenciones quirúrgicas propuestas para el manejo de esta desafiante afección.

Direcciones futuras
A pesar de casi seis décadas desde la descripción inicial de la BRIP, las intervenciones quirúrgicas para detener o mejorar los resultados aún son limitadas. Las conclusiones deben extraerse de estudios retrospectivos y no hay evidencia de alto nivel para orientar el consenso.37 Afortunadamente, los parámetros de radiación y las restricciones sobre la dosis segura de radiación han cambiado la incidencia de RIBP, y ahora es una entidad clínica poco común. Sin embargo, las opciones son limitadas para los pacientes que presentan síntomas progresivos. Nuestro conocimiento actual de los tratamientos quirúrgicos existentes solo puede reproducir de manera confiable la mejoría del dolor informado. Ninguna intervención existente ha demostrado ser beneficiosa para detener o revertir los déficits motores y la parálisis. Dado el posible deterioro mencionado anteriormente en la fuerza motora después de la mejoría inicial luego de las transferencias nerviosas distales, somos cautelosos al hablar sobre transferencias nerviosas distales con pacientes con RIBP. Es nuestra experiencia que un examen neurológico estable (idealmente respaldado por estudios electrodiagnósticos) durante 12 a 24 meses es ideal antes de ofrecer transferencias nerviosas distales. Incluso en estas situaciones, advertimos a los pacientes que los resultados aún pueden deteriorarse con el tiempo. El mayor impacto en la limitación de esta condición mórbida y debilitante ha sido establecer dosis efectivas de radiación para lograr el control oncológico mientras se limita el daño colateral al plexo braquial, tanto por reducción general de la dosis como por estrechamiento de la ventana terapéutica con la planificación tridimensional moderna. Desafortunadamente, los pacientes que presentan parálisis progresiva o hallazgos motores avanzados pueden no beneficiarse de la intervención quirúrgica y la evidencia existente no respalda la exploración del plexo braquial cicatrizado y la neurólisis con este objetivo clínico en mente.
Estudios animales in vivo prometedores sobre el papel de las células madre derivadas de tejido adiposo y el impacto en las cascadas neuroinflamatorias pueden eventualmente producir opciones futuras que mitiguen el impacto de la radioterapia mientras se evitan las comorbilidades asociadas a la exploración quirúrgica.37 La transferencia de grasa autóloga se ha utilizado para mejorar la calidad del tejido blando de la envoltura mamaria después de la radioterapia y la mastectomía.38 Es faResumen
La plexopatía braquial inducida por radiación representa una constelación de síntomas que se presentan de manera tardía debido a la fibrosis progresiva periplexal o lesión neural directa con desmielinización. La aparición de los síntomas suele demorarse meses o años después de la radioterapia. Los pacientes pueden informar dolor neuropático, debilidad o disfunción de las extremidades asociada con morbilidad y disminución de la calidad de vida. Las intervenciones quirúrgicas notificadas incluyen neurólisis del plexo, transferencias nerviosas y transferencia de tejido libre vascularizado. En esta revisión, nuestro objetivo es presentar al cirujano de mano en ejercicio una actualización y un análisis del estado actual de la literatura sobre plexopatía braquial inducida por radiación.

La plexopatía braquial inducida por radiación (BRIP) representa una constelación de síntomas que se presentan de manera tardía debido a una lesión nerviosa mediada por estrés oxidativo, neuroinflamación y posterior fibrosis periplexal.1,2 Aunque es poco común y cada vez menos común con parámetros de radiación más estrictos, los pacientes con BRIP pueden tener discapacidad funcional que altera la vida, dolor y alta morbilidad. La presentación tardía de los pacientes con BRIP presenta un desafío diagnóstico y terapéutico para los cirujanos de mano y nervios, ya que los síntomas se desarrollan en cualquier momento desde meses hasta años después del tratamiento inicial.2 Los pacientes pueden tener hallazgos avanzados de dolor neuropático, alteración sensorial y neuropatía motora en el momento de la consulta inicial. Este artículo proporciona una descripción general de la BRIP y revisa las intervenciones quirúrgicas propuestas para el manejo de esta desafiante afección.

Direcciones futuras
A pesar de casi seis décadas desde la descripción inicial de la BRIP, las intervenciones quirúrgicas para detener o mejorar los resultados aún son limitadas. Las conclusiones deben extraerse de estudios retrospectivos y no hay evidencia de alto nivel para orientar el consenso.37 Afortunadamente, los parámetros de radiación y las restricciones sobre la dosis segura de radiación han cambiado la incidencia de RIBP, y ahora es una entidad clínica poco común. Sin embargo, las opciones son limitadas para los pacientes que presentan síntomas progresivos. Nuestro conocimiento actual de los tratamientos quirúrgicos existentes solo puede reproducir de manera confiable la mejoría del dolor informado. Ninguna intervención existente ha demostrado ser beneficiosa para detener o revertir los déficits motores y la parálisis. Dado el posible deterioro mencionado anteriormente en la fuerza motora después de la mejoría inicial luego de las transferencias nerviosas distales, somos cautelosos al hablar sobre transferencias nerviosas distales con pacientes con RIBP. Es nuestra experiencia que un examen neurológico estable (idealmente respaldado por estudios electrodiagnósticos) durante 12 a 24 meses es ideal antes de ofrecer transferencias nerviosas distales. Incluso en estas situaciones, advertimos a los pacientes que los resultados aún pueden deteriorarse con el tiempo. El mayor impacto en la limitación de esta condición mórbida y debilitante ha sido establecer dosis efectivas de radiación para lograr el control oncológico mientras se limita el daño colateral al plexo braquial, tanto por reducción general de la dosis como por estrechamiento de la ventana terapéutica con la planificación tridimensional moderna. Desafortunadamente, los pacientes que presentan parálisis progresiva o hallazgos motores avanzados pueden no beneficiarse de la intervención quirúrgica y la evidencia existente no respalda la exploración del plexo braquial cicatrizado y la neurólisis con este objetivo clínico en mente.
Estudios animales in vivo prometedores sobre el papel de las células madre derivadas de tejido adiposo y el impacto en las cascadas neuroinflamatorias pueden eventualmente producir opciones futuras que mitiguen el impacto de la radioterapia mientras se evitan las comorbilidades asociadas a la exploración quirúrgica.37 La transferencia de grasa autóloga se ha utilizado para mejorar la calidad del tejido blando de la envoltura mamaria después de la radioterapia y la mastectomía.38 Es factible, aunque actualmente se desconoce, si el injerto de grasa a los tejidos blandos periplexales podría ayudar a proporcionar los beneficios teóricos de la revascularización que se plantea como el impulsor principal de las mejoras observadas con las transferencias de tejido libre. Se justifican futuras investigaciones para orientar el consenso sobre las indicaciones quirúrgicas y el tratamiento ideal que proporcione la máxima mejoría respetando la naturaleza hostil de un plexo braquial irradiado.ctible, aunque actualmente se desconoce, si el injerto de grasa a los tejidos blandos periplexales podría ayudar a proporcionar los beneficios teóricos de la revascularización que se plantea como el impulsor principal de las mejoras observadas con las transferencias de tejido libre. Se justifican futuras investigaciones para orientar el consenso sobre las indicaciones quirúrgicas y el tratamiento ideal que proporcione la máxima mejoría respetando la naturaleza hostil de un plexo braquial irradiado.

Radiation Plexopathy – PubMed

Radiation Plexopathy – Journal of Hand Surgery

Mosa A, Brogan DM, Dy CJ. Radiation Plexopathy. J Hand Surg Am. 2025 Feb;50(2):216-221. doi: 10.1016/j.jhsa.2024.09.026. Epub 2024 Nov 18. PMID: 39570222.

Copyright: © 2025 by the American Society for Surgery of the Hand. Published by Elsevier Inc.

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