VIOLENCIA Y PROBLEMAS MENTALES
El día viernes 3 del presente mes, desde el mediodía una noticia policial de inicio aparente intranscendente llegó a mantener en suspenso por más de siete horas a un sector de la ciudad de Lima, no era para menos: "43 rehenes"
Los perseverancia sensacionalista de los medios de comunicación audiovisual espoleaban el interés mórbido de la población, la rutina es fracturada, llevándonos a inquirir...
¿Dónde?
-En el emporio comercial "Gamarra", la agencia bancaria "Continental"-
No había nada de extraño de seguro perpetrado por un grupo de avezados delincuentes-
¿Desde qué hora? -
hace seis horas más o menos-
(de por sí ya era extraño, preocupante)
- Están cercados
¿Por qué no se habían entregado? ¿No había nada que negociar?
Me llevo a recordar pasadas noticias por cable informativo argentino toma de rehenes por malhechores - Siempre me he preguntado sobre la incoherencia del accionar.
Todos los canales locales lo transmitían en directo. Se podía apreciar los exteriores del banco y a través de la ventanas algunos rehenes mostraban rostro de terror tratándose de comunicar.
Se destacaba en medio del tumulto una luz intermitente fosforescente emitida por un artefacto electrónico adherido al pecho de un individuo encapuchado, desplazándose bruscamente a diestra y siniestra.
Todo hacía suponer que se trataba de un solo individuo el cual se comunicaba telefónicamente con un efectivo policial exigiendo exaltado "un helicóptero con gasolina para mil kilómetros de vuelo" - de hecho un guión de ciencia ficción descabellado
-huir ¿a dónde?
No había duda que estaba escenificando una fantasía de película.
No había evidencias de fanatismo terrorista político (S.L., MRTA, Serpa Cartolini) ni religioso (místico de salvación, viajes interplanetarios) personalidades psicopáticas (tipo francotiradores en las universidades USA) que explicara tangencialmente su accionar.
Más bien nos involucraba dentro una pesadilla onírica suicida y homicida donde el agresor se mostraba histriónicamente ataviado con efectos luminosos como un hombre-bomba amenazando la vida de los rehenes.
Dejaba en evidencia que estaba dominado por sus ideas delirantes dentro de un síndrome psicopatológico o en trance tóxico por una droga.
Definido el delirio como resultado de una profunda alteración de la personalidad, que produce una pérdida del juicio de la realidad, lo que hace que una idea errónea sea aceptada como verdadera con una intensa convicción subjetiva, desplegándose hasta constituir un auténtico sistema de ideas que se convierten en creencias y que por lo tanto coloca al hombre en quien se instaura fuera de la realidad, hasta el punto de constituirse dicho sistema en el eje de su vida y de su existencia, presentando por esa firme convicción sobre la que se sustenta los caracteres de ininfluenciabilidad e incorregibilidad.
Tratando de buscar evidencias... Se observa que los requerimientos del atracador se habían modificado insinuándose más acorde con la realidad "una camioneta y una moto lineal con liebre, es decir con otro vehículo que le abra paso, y salir con un grupo de rehenes, así como seis pollos para su consumo", aparentemente se estaba clarificando su estado de conciencia.
Algunas aristas de este episodio policial
1.- Mayor control en las licencias para portar armas de fuego, incluir en el requisito la evaluación por el Médico-Psiquiatra.
2.- Revaluar los mecanismos de persuasión policial ante un agresor que muestra desequilibrio mental.
3.- ¿Por qué no se detectó alguna evidencia de trastorno mental en el Servicio Militar Obligatorio?
4.- Se debería reevaluar la curricular escolar, la secundaria es nula en el objetivo de preparar técnicamente para desempeñarse y enfrentar la vida en una sociedad competitiva.
5.- La amplia cobertura sin un ápice de mesura de parte de los medios de comunicación. "Famoso", propósito (demencial o no) que quería alcanzar el agresor se encargó de forjarlo el periodismo.
Este joven de 26 años, según sus profesores excelente alumno en el colegio de su pueblo, viene a la capital presenta su primera frustración no ingresa a la universidad. Ante el fracaso no intenta a arriesgar, su fuerza anímica corroídas por la tragedia familiar, la invalidez de su padre como secuela de un accidente cerebro vascular que en su pobreza extrema consumió sus pocos ahorros.
Como bien apunta Conget, la formación de la identidad puede ser relativamente sencillo o complejo, breve o prolongado, satisfactorio o doloroso y puede constituir un éxito o un fracaso dependiendo de muchos factores. Quienes alcanzan el éxito pueden desarrollar una identidad armónica con sus potencialidades. No sin antes pasar por la etapa que Erikson denomina "confusión de identidad".
Los padres pueden desempeñar un papel importante al ayudar o frenar el desarrollo de un fuerte sentido de identidad.
Quienes no alcanzan el éxito como sucede con no pocos jóvenes, la adversidad sumada a las fuerzas sociales hipotéticamente logran anularlos y en este caso específico refugiándose en su mundo psicopatológico busca adoptar una identidad negativa, extraviada, envaneciéndose por tratar de lograr una inexistencia totalmente coherente, como cualquier delincuente.
Su amigo
Dr. Pablo Albán