Resumen
Las roturas del
tendón distal del bíceps son lesiones poco frecuentes que pueden
provocar limitaciones significativas en la fuerza de supinación del
antebrazo y la flexión del codo. Aunque el tratamiento conservador
produce resultados satisfactorios en muchos casos, el tratamiento
quirúrgico está indicado en pacientes con altas exigencias, trabajadores
pesados y deportistas. Se han descrito muchas técnicas quirúrgicas
diferentes, pero el porcentaje de complicaciones después de la cirugía
sigue siendo alto (casi el 25%). El propósito de este artículo es
describir nuestro abordaje quirúrgico preferido para las roturas agudas
del tendón distal del bíceps con una técnica asistida por artroscopia y
un método de fijación con anclajes de sutura. Creemos que esta técnica
puede reproducirse fácilmente y que podría conducir a una reducción en
la tasa de complicaciones porque es menos invasiva.
Tabla 1
Perlas y obstáculos
Perlas
- Pequeña incisión cutánea (justo proximal a la tuberosidad de la cabeza radial y centrada en el cúbito)
- Visualización optimizada de la tuberosidad bicipital
- Precisión en la colocación del ancla (extremidades proximal y distal del surco)
Obstáculos
- Se debe prestar especial atención a la incisión cutánea, ya que puede estar mal ubicada en el campo quirúrgico requerido
- No está indicada en casos crónicos
Tabla 2
Ventajas y desventajas
Ventajas
- Fácil conversión a técnicas abiertas estándar
- Disección quirúrgica menos agresiva de tejidos blandos y vasculares
- Menor tracción del retractor sobre nervios y vasos
- Lavado continuo de restos óseos
- Menor sangrado
Desventajas
- Mayor costo debido al entorno artroscópico
La rotura del tendón distal
del bíceps (DBT) es un evento poco frecuente que afecta principalmente a
individuos masculinos (>95%) con edades entre 35 y 55 años.1 En la
mayoría de los casos, la lesión ocurre con el antebrazo supinado y el
codo extendido o ligeramente flexionado con una carga excéntrica
aplicada.2 Los pacientes suelen experimentar dolor agudo e hinchazón de
la región cubital, y el diagnóstico se realiza con base en la evaluación
clínica y el examen ecográfico o la resonancia magnética.
La rotura
del DBT puede tratarse tanto de forma conservadora como quirúrgica. El
tratamiento conservador está indicado principalmente en pacientes con
roturas crónicas y aquellos que aceptan una reducción de la fuerza de
supinación y flexión del 40% y 30%, respectivamente.3,4 El tratamiento
quirúrgico permite a los pacientes recuperar la fuerza de supinación y
flexión y evitar la deformidad anatómica de un signo de Popeye
invertido. En el caso de lesiones agudas, se sugiere el tratamiento
quirúrgico (dentro de las 3 semanas posteriores a la lesión), pero se
han reportado buenos resultados clínicos con la reparación quirúrgica de
lesiones crónicas.5,6
Se han descrito muchas técnicas para la
reparación de DBT, y difieren principalmente en el abordaje quirúrgico
(1 incisión, 2 incisiones, artroscópica) y el método de fijación
(anclaje, botón cortical, tornillo de interferencia, túnel óseo).7,8
Todas estas técnicas han demostrado buenos resultados clínicos, y
ninguna ha demostrado ser significativamente superior a las otras
técnicas. Las tasas de complicaciones reportadas son altas (24,5% en
general, con 23,9% para 1 incisión y 25,7% para 2 incisiones), y estos
datos difieren entre las técnicas quirúrgicas utilizadas: la osificación
heterotópica se ha reportado como más frecuente con un abordaje
quirúrgico de 2 incisiones, mientras que la neurapraxia del nervio
cutáneo antebraquial lateral (LACN) se ha reportado con mayor frecuencia
con técnicas de incisión única.9,10
En 2013, comenzamos a realizar
artroscopia para reducir el nivel de invasividad quirúrgica tanto como
sea posible y, posiblemente, la tasa de complicaciones. Este artículo
presenta nuestra técnica quirúrgica asistida por artroscopia para la
reparación aguda de DBT.
En nuestra experiencia, esta técnica es altamente reproducible porque permite una fácil identificación del tendón roto con una incisión abierta y, al mismo tiempo, permite una buena visualización de la tuberosidad radial con el endoscopio. Otra gran ventaja es que en cualquier momento durante este procedimiento quirúrgico, es posible que el cirujano cambie a un abordaje abierto, asegurando al paciente un resultado óptimo después de la cirugía de cualquier manera. En nuestras manos, esta técnica también ha resultado ser más rápida que el procedimiento abierto estándar porque no se necesita tiempo para la disección para exponer la tuberosidad radial. Las perlas y los inconvenientes de nuestra técnica se presentan en la Tabla 1, y las ventajas y desventajas se enumeran en la Tabla 2. Sugerimos utilizar esta técnica asistida por artroscopia solo en casos agudos porque la presencia de tejido cicatricial en los casos crónicos requiere una disección anatómica más agresiva y no es fácil acceder a la tuberosidad radial.
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2212628724003049#fig4
https://www.arthroscopytechniques.org/article/S2212-6287(24)00304-9/fulltext
Distal Biceps Tendon Repair: An Arthroscopic-Assisted Technique With Suture AnchorsGuerra, Enrico et al.Arthroscopy Techniques, Volume 0, Issue 0, 103171
DOI: 10.1016/j.eats.2024.103171Also available on ScienceDirect
Copyright: © 2024 The Authors. Published by Elsevier Inc. on behalf of the Arthroscopy Association of North America.
User License: Creative Commons Attribution – NonCommercial – NoDerivs (CC BY-NC-ND 4.0) | Elsevier’s open access license policy
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