Fusión toracolumbar selectiva en curvas dobles de deformidad espinal en adultos con cirugía mínimamente invasiva circunferencial: seguimiento mínimo de 2 años
La discapacidad clínica asociada con la deformidad de la columna en adultos (CIA) ha sido bien documentada.1,2 Si bien las tendencias en el tratamiento quirúrgico han cambiado a lo largo de las décadas,3 no ha surgido un consenso claro con respecto a la estrategia de tratamiento óptima para esta población de pacientes.4 Esto es en parte atribuible a la naturaleza diversa del TEA, que abarca una amplia variedad de magnitudes, ubicaciones y formas de curvas.5–8
La morbilidad asociada con la corrección tradicional de deformidades9 ha llevado al desarrollo de técnicas intraoperatorias destinadas a evitar complicaciones, específicamente la prevención de la cifosis de la unión proximal (PJK)/fallo de la unión proximal.10–13 Aunque estas técnicas han sido ampliamente defendidas, su adopción parece han tenido una eficacia limitada.14 Esto ha llevado a otros autores a abogar por la cirugía mínimamente invasiva circunferencial (CMIS) como una alternativa a la cirugía abierta para la corrección de la CIA.15–18 La corrección con CMIS para la CIA se ha asociado con una reducción de las complicaciones19, pero se ha tradicionalmente limitado en su capacidad para manejar deformidades más complejas.19-21
Otra decisión de tratamiento debatida implica la selección de la vértebra instrumentada superior (UIV) para la corrección de la CIA.22–24 Muchos factores contribuyen a la selección de la UIV. Factores como la magnitud de la deformidad sagital, la magnitud de la deformidad coronal, el número de curvas, la flexibilidad de las curvas y la calidad ósea se citan como factores importantes en los algoritmos de tratamiento de muchos cirujanos.25–27 Los intentos de fusión selectiva con curvas fraccionadas28 o la escoliosis idiopática del adolescente han se han realizado,29 pero ninguna publicación describe los resultados clínicos de la fusión selectiva CMIS para pacientes con TEA con curvas dobles (deformidades coronales torácicas y lumbares).
Nuestra hipótesis es que limitar la fusión a las curvas torácicas y/o lumbares inferiores proporcionaría un beneficio clínico significativo sin un aumento de las complicaciones mecánicas. Informamos datos de resultados clínicos a 2 años con respecto a las curvas dobles de CIA tratadas con la UIV restante en la columna torácica inferior y/o lumbar. Además, se detallan los cambios recíprocos30 en la deformidad torácica no instrumentada.
La discapacidad clínica asociada con la deformidad de la columna en adultos (CIA) ha sido bien documentada.1,2 Si bien las tendencias en el tratamiento quirúrgico han cambiado a lo largo de las décadas,3 no ha surgido un consenso claro con respecto a la estrategia de tratamiento óptima para esta población de pacientes.4 Esto es en parte atribuible a la naturaleza diversa del TEA, que abarca una amplia variedad de magnitudes, ubicaciones y formas de curvas.5–8
La morbilidad asociada con la corrección tradicional de deformidades9 ha llevado al desarrollo de técnicas intraoperatorias destinadas a evitar complicaciones, específicamente la prevención de la cifosis de la unión proximal (PJK)/fallo de la unión proximal.10–13 Aunque estas técnicas han sido ampliamente defendidas, su adopción parece han tenido una eficacia limitada.14 Esto ha llevado a otros autores a abogar por la cirugía mínimamente invasiva circunferencial (CMIS) como una alternativa a la cirugía abierta para la corrección de la CIA.15–18 La corrección con CMIS para la CIA se ha asociado con una reducción de las complicaciones19, pero se ha tradicionalmente limitado en su capacidad para manejar deformidades más complejas.19-21
Otra decisión de tratamiento debatida implica la selección de la vértebra instrumentada superior (UIV) para la corrección de la CIA.22–24 Muchos factores contribuyen a la selección de la UIV. Factores como la magnitud de la deformidad sagital, la magnitud de la deformidad coronal, el número de curvas, la flexibilidad de las curvas y la calidad ósea se citan como factores importantes en los algoritmos de tratamiento de muchos cirujanos.25–27 Los intentos de fusión selectiva con curvas fraccionadas28 o la escoliosis idiopática del adolescente han se han realizado,29 pero ninguna publicación describe los resultados clínicos de la fusión selectiva CMIS para pacientes con TEA con curvas dobles (deformidades coronales torácicas y lumbares).
Nuestra hipótesis es que limitar la fusión a las curvas torácicas y/o lumbares inferiores proporcionaría un beneficio clínico significativo sin un aumento de las complicaciones mecánicas. Informamos datos de resultados clínicos a 2 años con respecto a las curvas dobles de CIA tratadas con la UIV restante en la columna torácica inferior y/o lumbar. Además, se detallan los cambios recíprocos30 en la deformidad torácica no instrumentada.
La
selección del nivel de la vértebra instrumentada superior (UIV) para la
deformidad espinal en adultos (CIA) sigue siendo controvertida. Aunque
se han descrito intentos de fusión selectiva para curvas fraccionarias o
curvas de adolescentes, ningún autor ha descrito la realización de una
fusión toracolumbar selectiva para CIA con curvas dobles. Este estudio
evaluó el impacto clínico de las construcciones de fusión selectivas
dentro de la columna torácica inferior y/o lumbar en la CIA con curvas
dobles.
Conclusiones: La fusión toracolumbar selectiva con CMIS para
curvas dobles de CIA puede proporcionar mejoras clínicas significativas.
A pesar de limitar las construcciones de fusión dentro de la columna
torácica inferior y/o lumbar, se puede observar una corrección
significativa en la curva torácica no instrumentada. La tasa de
complicaciones mecánicas fue baja y los resultados del seguimiento a 2
años sugirieron que las construcciones de fusión limitadas son opciones
viables para los pacientes con CIA de doble curva.
Anand N, Robinson J, Chung A, Gendelberg D, Jiménez-Almonte JH, Kahwaty S, Khandehroo B, Walker C. Selective thoracolumbar fusion in adult spinal deformity double curves with circumferential minimally invasive surgery: 2-year minimum follow-up. J Neurosurg Spine. 2023 Aug 11;39(5):636-642. doi: 10.3171/2023.6.SPINE23360. PMID: 37728379.
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