domingo, 26 de diciembre de 2010

¿La resistencia a la inmigración es sinónimo de racismo?


¿La resistencia a la inmigración es sinónimo de racismo?

Últimamente me hallo enfrascado en la lectura de un libro sobre falacias lógicas. Ya sabéis, esto es verdad porque lo dice tal persona (falacia de autoridad), estamos perdiendo nuestras raíces o nuestras costumbres (falacia de la sabiduría antigua), etc. Una de las falacias que más llama mi atención, sin embargo, es la que se refiere a que si rechazas algo automáticamente tienes miedo o sufres intolerancia hacia ese algo.
Donde más fácilmente aflora esta falacia es en el caso de la inmigración. Cualquier mínima reserva hacia la inmigración es interpretada, entonces, como un razonamiento tóxico.
Pero lo cierto es que solemos usar el racismo como comodín (al igual que el fascismo, la homofobia y otras), como metonimia del mal, como forma de boicotear el gusto, la reflexión o la evidencia científica del otro. De tal manera, muchas declaraciones son tildadas con estos epítetos políticamente alevosos de forma injustificada, lo cual provoca, como efecto secundario, una especie de autocensura: la gente intenta no decir lo que realmente piensa para no ser catalogado negativamente.
Por ejemplo, mucho racista en apariencia sencillamente es clasista: puede repudiar a los negros del Bronx pero adorar a Michael Jordan (que también es negro).

Por otro lado, la mayoría de la resistencia a la inmigración procede de la clase trabajadora. Así que, tal vez, lo que se manifiesta aquí no es racismo sino una actuación basada en el interés personal: resulta irrelevante si el que percibo como una amenaza para la conservación de mi trabajo es negro, amarillo o verde, lo importante es que es gente nueva dispuesta a desempeñar mi trabajo por un salario inferior al que yo percibo.
Tal y como señala el economista Tim Harford:
Los nuevos trabajadores resultan favorables para aquellas personas cuyos recursos se tornan relativamente escasos, ya sean esos recursos tierras o títulos universitarios; pero es entendible que los trabajadores ya establecidos se resistan al ingreso de nuevos trabajadores. De hecho, las personas que resultan más afectadas por las nuevas inmigraciones son los grupos previos de inmigrantes, cuyos salarios se tornan bajísimos.
Cuidado: no se está diciendo aquí que el razonamiento de la clase trabajadora sea correcto, ni que realmente los inmigrantes reduzcan las oportunidades laborales. Todo ello puede discutirse con datos y estadísticas, sosegadamente. Lo que se remarca es que mantener una u otra postura, a priori, no tiene por qué ser sinónimo de racismo o xenofobia.
Y que tildar automáticamente estos argumentos con semejantes epítetos enrarece el debate y no permite la valoración de las ideas en su justa medida: por ejemplo, el rechazo visceral a cualquier postura que atufe a xenofobia podría resultar, a la larga, contraproducente para nuestra economía.
De nuevo, Tim Harford:
Los inmigrantes cualificados hacen que los salarios de los nativos cualificados desciendan, y los inmigrantes no cualificados hacen que a los salarios de los nativos no cualificados les suceda lo mismo. En el Reino Unido, los salarios de los enfermeros del Servicio Nacional de Salud se han mantenido bajos debido a la afluencia de treinta mil enfermeros extranjeros. Allí, los inmigrantes tienen un cincuenta por ciento más de posibilidades que los nativos de obtener un título universitario. En contraste, en los Estados Unidos, que recibe una cantidad mucho mayor de inmigrantes no cualificados que el Reino Unido, son los salarios de los trabajadores no cualificados los que se han mantenido bajos: los ingresos de este grupo no han mejorado en treinta años.
Así pues, ante el desafío de reflexionar y discutir sobre cualquier asunto complejo, lo prioritario es evitar las falacias, los enconamientos y, sobre todo, los juicios de valor sobre la opinión del contrario. Todos esos elementos funcionan exclusivamente como lastres del pensamiento claro.
Vía | El economista camuflado de Tim Harford

Las 'bebés' chimpancés juegan a las muñecas


Las 'bebés' chimpancés juegan a las muñecas
Un nuevo estudio da un varapalo a la idea de que la separación de juguetes por género es fruto de los estereotipos humanos. Según el trabajo, publicado en la última edición deCurrent Biology, las crías de chimpancé juegan de forma distinta según su sexo y, aunque tanto hembras como machos utilizan palos de madera como principal quizás único juguete, las pequeñas chimpancés juegan más a menudo y, además, actúan con sus palos de madera como las madres de su especie lo hacen con sus crías.
FUENTE | Público26/12/2010
Los investigadores de la Universidad de Harvard (EE.UU.) observaron durante 14 años a la comunidad de chimpancés de Kanyawara, en el Parque Nacional de Kibale (Uganda). Los autores descubrieron que estos primates utilizan los palos de madera de cuatro formas: para comprobar si en un agujero hay miel o agua, como armas, para jugar (tanto en solitario como en grupo) o, simplemente, como objetos para sujetar.

COMPORTAMIENTO CONSCIENTE

Además de observar que las hembras jugaban con sus palos de madera como si se tratara de sus crías, los investigadores asumieron que, si era un comportamiento consciente, dejarían de hacerlo al tener sus propias crías. Efectivamente, sus sospechas se confirmaron a lo largo del tiempo.

Es la primera vez que este comportamiento se describe en chimpancés y solo se ha confirmado en los de Kanyawara. Por esta razón, los autores advierten de que para ratificar sus conclusiones será necesario estudiar a otras comunidades, lo que implica dificultades al ser las poblaciones de estos simios pequeñas y con pocas crías.

Autor:   A.I.

Descubiertas proteínas responsables de 130 enfermedades cerebrales


Descubiertas proteínas responsables de 130 enfermedades cerebrales
Un grupo de científicos ha identificado un total de 1.400 proteínas en el cerebro humano responsables de más de 130 enfermedades. Los hallazgos de este estudio, publicado en la revista Nature Neuroscience, podrían propiciar el desarrollo de nuevos tratamientos para distintas enfermedades. Además, el estudio arroja luz sobre los orígenes evolutivos del comportamiento humano. Este trabajo ha sido cofinanciado por la Unión Europea.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario26/12/2010
Las proteínas descubiertas se encuentran en una estructura denominada densidad postsináptica (DPS). Las sinapsis son los puntos en los que se conectan entre sí las células nerviosas. La DPS forma parte de la sinapsis y está formada por una gran cantidad de proteínas estrechamente acopladas. Investigaciones realizadas en modelos animales han revelado que la DPS puede estar implicada en el desarrollo de varias enfermedades y modificar aspectos del comportamiento. A pesar de ello, la DPS humana ha sido poco estudiada.

En este estudio, científicos del Reino Unido estudiaron DPS obtenida de nueve adultos sometidos a cirugía cerebral. Observaron que la DPS humana está compuesta de 1.461 proteínas codificadas por un gen distinto cada una. Además, diversas mutaciones en muchos genes que codifican las proteínas de la DSP son responsables de 133 enfermedades neurológicas y psiquiátricas.

De hecho, una séptima parte de las proteínas identificadas participan en una afección clínica conocida y más de la mitad son reincidentes. Para facilitar el análisis de una red de proteínas tan compleja, los investigadores crearon un mapa molecular en el que se ilustran las relaciones entre las proteínas y varias enfermedades.

«Descubrimos que la DSP está implicada en más de 130 enfermedades cerebrales, muchas más de las esperadas. Entre ellas algunas graves como el Alzheimer, el Parkinson y otras afecciones neurodegenerativas, además de epilepsias y enfermedades del desarrollo infantil como formas de autismo y dificultades de aprendizaje», comentó el profesor Seth Grant del Wellcome Trust Sanger Institute.

«Puesto que en muchas enfermedades distintas participa el mismo grupo de proteínas, puede que seamos capaces de desarrollar tratamientos nuevos eficaces contra varias enfermedades. También sería posible desarrollar nuevas pruebas genéticas de diagnóstico y formas de clasificar las enfermedades cerebrales.»

Además, muchos de los genes implicados en la DSP son clave en varios aspectos del comportamiento, como por ejemplo el aprendizaje y la memoria, las emociones y el estado de ánimo, la adicción y el uso indebido de drogas.

Los investigadores también desean investigar la evolución en el tiempo de los genes responsables de las proteínas de la DSP. Para lograrlo compararon la secuencia de genes humanos de la DSP con los de chimpancés, macacos y ratones y ratas, cuya relación con el ser humano es lejana.

Sus análisis demostraron que los genes de la DSP, y por extensión las proteínas que codifican, han evolucionado a mucha menor velocidad que otros genes. Los científicos sospechan que esto puede deberse a la cantidad de interacciones tan elevada que existe entre las distintas proteínas de la DSP. Según el equipo, se ha detectado una velocidad evolutiva menor en otras proteínas con muchas interacciones.

«La conservación de la estructura de estas proteínas sugiere que los comportamientos regidos por la DSP y las enfermedades asociadas no han cambiado demasiado durante muchos millones de años», indicó el profesor Grant. «También es indicativo de que las sinapsis en roedores son mucho más similares a las de los humanos de lo que se pensaba y que ratones y ratas son modelos adecuados para estudiar enfermedades cerebrales humanas.»

Los científicos han puesto a disposición del público los datos de su investigación a través de la página web del programa «Genes to Cognition», dedicado a ampliar el conocimiento sobre la base molecular del comportamiento y de las enfermedades cerebrales.

Los hombres se ríen de unas cosas; las mujeres, de otras


Los hombres se ríen de unas cosas; las mujeres, de otras

Ventana externa
Al parecer, las mujeres tienen más facilidad para reírse del humor inglés, el inteligente, y los hombres disfrutan más, supongo, del humor estilo Humor amarillo.
Es lo que se desprende de un vídeo divulgativo llamado Cerebro feliz: la risa y el sentido del humor, presentado en Madrid por la catedrática de Bioquímica de la Universidad de Navarra Natalia López Moratalla, primera entrega de la colección Los secretos del cerebro, que expone de manera sencilla qué sucede en el cerebro frente a diferentes actividades.

Moratalla compara el proceso cerebral del humor entre hombres y mujeres con un mapa de Metro:
Aunque los puntos de partida y llegada coincidan, las mujeres emplean más estaciones e implican mayor recorrido.
Las mujeres prestan más atención a los contenidos semánticos de lo gracioso y tienen mayor facilidad para captar, manipular y comparar los elementos del chiste con datos almacenados en la memoria.
En la segunda entrega titulada El cerebro ético, mostrarán con una animación en 3D de qué forma registra el cerebro el principio universal de no hagas a los demás lo que no quieres q te hagan a ti.
Vía | madrimasd

¿Tener fe en Dios es bueno para la salud?


¿Tener fe en Dios es bueno para la salud? (I)

Aunque la creencia en Dios carece de cimientos epistemológicos serios, y que creer en Dios no dista mucho de creer en Santa Claus, tal vez la fe en sí misma pueda tener algún beneficio, sino intelectual al menos en la salud.
El efecto placebo no es más que curarse por autosugestión cuando crees estar tomando una medicina que en realidad es un producto inocuo (parte del éxito de la homeopatía es precisamente ése). ¿Podría ocurrir algo parecido con la religión?
A pesar de que la gente que está en contra de la religión o que se declara atea acostumbra enumerar las cosas negativas que ofrece la religión, como ya referí en ¿La religión es la causa de todos los males?, hoy, sin que sirva de precedente, vamos a intentar enumerar alguna de las positivas (si es que podemos considerarlas así).

Un estudio realizado en 1999, llevado a cabo por un equipo de investigadores de la Universidad de Texas, sugería una correlación entre asistencia a la iglesia y esperanza de vida: las personas que asisten a la iglesia con regularidad viven aproximadamente 7 años más que las personas que no lo hacen.
Concretamente, si vamos a la iglesia una vez por semana, viviremos 6,6 años más. Si vamos a rezar a la iglesia más de una vez por semana, entonces nuestras posibilidades aumentan hasta los 7,6 años.
Bien, quizá es un estudio un tanto débil porque, por una parte, ganamos tiempo, pero por otro lo invertimos en ir a la iglesia. Algo así como si la iglesia fuera una cámara de criogenización que evitara que pasara el tiempo. Pero lo más importante es qué datos arrojaría este estudio si, por ejemplo, se calculara el aumento de esperanza de vida de los que acuden a clases de salsa (que además hacen deporte), tal y como sugirió recientemente Robin Dunbar.
Uno de los investigadores pioneros en el campo de la salud y la fe es el doctor Harold G. Koening, del Centro Médico de la Universidad de Duke. Según Koening, el hecho de que acudir a la iglesia aumente la esperanza de vida nada tiene que ver con la existencia de Dios o el poder sobrenatural de las oraciones, sino de factores psicológicos y sociales ligados al hecho de pertenecer a una religión organizada:
Funcionarían tanto si Dios existe como si no, siempre que las personas se comporten como si existiera o creyeran que existe. (…) Es necesario realizar más investigaciones para determinar si los efectos son los mismos en la cristiandad, en el budismo, en el islamismo, en el judaísmo o en cualquier otro credo.
Koenig se define como hombre de fe y cree profundamente en el poder curativo de la fe, pues admite que a él mismo le ha servido para superar grandes obstáculos en su vida y reunir fuerzas de flaqueza cuando ya lo creía todo perdido.
Pero también admite que esta clase de plus de supervivencia que ofrece la fe funciona mejor en individuos más vulnerables desde el punto de vista emocional y con menor cantidad recursos para hacer frente a los problemas.
Hay personas dotadas genéticamente con más fuerza de voluntad o con mayor capacidad de recuperación:
las creencias religiosas ayudan a todo el mundo, pero son especialmente valiosas para aquellas personas que se encuentran en el extremo más débil.

Hasta aquí la parte positiva. Pero también hay un lado oscuro. Igual que sucede con el placebo (por ejemplo, al emplearlo en exceso en una enfermedad que necesita una medicina real), la fe puede ponerse en nuestra contra cuando hablamos de nuestra psiconeuroinmunología.
Kenneth Pargament, psicólogo y profesor de la Universidad Bowling Green, de Ohio, sugiere que, ante determinados problemas, uno puede llegar a pensar que ha sido abandonado por ese dios en el que cree, o que quizá su antagonista, el diablo, está haciendo de las suyas, quizá castigándole por algún desliz moral. Y entonces, la fe se convierte en una amplificación del tormento.
Pargament estudió a 596 personas que estaban hospitalizadas tras haber sufrido varias enfermedades. Todos ellos superaban los 55 años y declaraban que se sentían despreciados, abandonados o castigados por Dios. Los pacientes sumidos en este dilema religioso tenían entre un 6 y un 10 % más riesgo de morir en comparación con los que no estaban en esa situación.

El peor pronóstico se lo llevaban los pacientes que creían que el diablo era el responsable de su enfermedad: tenían entre el 19 y el 28 % más de probabilidades de morir durante el periodo de estudio de dos años.
Pargament es judío y tiene fuertes convicciones religiosas, así que también teoriza sobre la razón de que las creencias religiosas puedan ser tan positivas y, a la vez, tan negativas. Él cree que todo depende de lo madura que sea nuestra idea de Dios.
Es decir, si creemos en un Dios que se inmiscuye en cada uno de los detalles de nuestra vida o que nos castiga o nos premia, que nunca permitirá que pase nada malo, etc.; seremos los más propensos a sufrir la parte negativa de la fe. Sin embargo, si creemos en un Dios de decisiones inescrutables, tanto para la bueno como para lo malo, entonces podemos sentirnos más fácilmente protegidos o dirigidos hacia un fin último.
En otras palabras, la fe tiene más efectos positivos cuanto más nos desvinculamos de nuestros juicios y permitimos que algo superior e inexplicable (que tampoco debe admitir duda) dirija en última instancia nuestra existencia. Aunque ni siquiera entendamos para qué (de hecho, es importante no entederlo).
¿Los filósofos clásicos, los estoicos que se afincaban en la ataraxia, obtendrían los mismos beneficios en la salud gracias a su pasotismo? ¿Sería un buen equivalente laico a la religión?
Vía | El club de los supervivientes de Ben Sherwood

El alcohol activa un gen agresivo en los finlandeses


El alcohol activa un gen agresivo en los finlandeses

De acuerdo con un estudio que se publica en la edición digital de la revista Nature, desarrollado por investigadores delInstituto Nacional sobre Abuso del Alcohol y Alcoholismo, ser finlandés, beber demasiado y llevar un determinado gen que sólo se encuentra entre algunos habitantes de Finlandia podría predisponer a comportamientos compulsivos.
Haber sido agraciado por la variante del gen HTR2B en la tómbola genética no es condición sine qua non para generar esos comportamientos. Sin embargo, el gen resultó hasta tres veces más común en personas con problemas psiquiátricos que cometieron algún delito de agresión bajo los efectos del alcohol que en la población general de Finlandia.
Señala el autor principal, David Goldman:

Hemos realizado este estudio en Finlandia debido a su historia única población y la genética médica. Los finlandeses modernos son descendientes de un número relativamente pequeño de los pobladores originales, que ha reducido la complejidad genética de las enfermedades en ese país. El estudio de la genética de los delincuentes violentos en Finlandia aumentó las posibilidades de encontrar los genes que influyen en el comportamiento impulsivo. (...) Curiosamente, hemos encontrado que la variante genética por sí sola era insuficiente para hacer que las personas a actuar de manera tal. Los portadores de la variante HTR2B que habían cometido crímenes impulsivos eran hombres, y todo se había vuelto violenta sólo en estado de embriaguez por el alcohol, que a su vez conduce a la desinhibición del comportamiento
Kenneth R. Warren, Director interino del NIAAA:
El descubrimiento de una variante genética que predice el comportamiento impulsivo en determinadas condiciones, en una población humana puede tener consecuencias mucho más amplio. La interacción con la intoxicación por alcohol es interesante, como es la supuesta participación de una vía neurotransmisor que ha sido considerada como importante en las adicciones y otras conductas.
Los investigadores realizaron estudios en ratones y encontraron que cuando el gen equivalente HTR2B se cae o se apaga, los ratones también se vuelven más impulsivos. Los estudios de la interacción del alcohol en losratones knock-out están en curso.
Vía | The Medical News

¿Hay que ser joven para ser un brillante matemático? Matemáticas, precocidad y longevidad?


¿Hay que ser joven para ser un brillante matemático? Matemáticas, precocidad y longevidad.

Si existe una profesión en la que juventud y éxito están íntimamente ligados es, junto con el deporte, las matemáticas. Todos tenemos la idea de que la brillantez matemática es efímera y se produce en la juventud. Muchos matemáticos actuales, de hecho, se consideran fracasados si no han sobresalido antes de los treinta años.
Pero ¿hasta qué punto esto es cierto?
Es verdad que la frescura de ideas para alcanzar soluciones geniales tal vez se produzca con mayor facilidad en los primeros estadios de la formación matemática, cuando existe una agilidad mental diferente o, quizás, eso que decía Dana Stewart Scout: “Aprenda tanto como pueda mientras sea joven porque la vida se vuelve luego demasiado ocupada.
Una mente joven, en principio, puede estar más abierta que otra que ha recibido ya demasiados condicionantes académicos y formativos. Actualmente hay programas de estímulo al talento matemático, como el Programa Estalmat en España. Las Medallas Fields se otorgan a contribuciones realizadas hasta los 40 años.
Sin embargo, si echamos un vistazo a la historia de los hallazgos de nuevas teorías, nuevos resultados o nuevos métodos, encontramos que tanto matemáticos jóvenes como provectos han demostrado su genialidad.

Algunos jóvenes son Pascal, Descartes, Galois, Niels H. Abel, B. Riemann, S. Ramanujan, etc. Matemáticos que obtuvieron el éxito en edades avanzadas, sin embargo, también hay diversos: Gauss, Weierstrass, F. Klein, A. N. Whitehead, etc.
Así pues, parece que, si bien la juventud ofrece algunas ventajas a los matemáticos, debemos deducir que la senectud también provee de otras ventajas.
El oficio de escribir libros, de dar enfoques amplios a los temas, de comunicar resultados, de formar a nuevos valores, de enseñar… normalmente son habilidades que mejoran con la edad si ha existido un trabajo constante (y no por la simple espera de cambios de calendarios).
Lo que sí es innegable es que el oficio de matemático parece conllevar cierta longevidad. Es decir, que los matemáticos no parecen estresarse demasiado con su trabajo, y que la vida universitaria puede ser muy apacible, algo así como las de los monjes benedictinos.
Algunos ejemplos de matemáticos de los últimos siglos: Galileo Galilei (78 años), Pascal (63 años), Fermat (64 años), Huygens (67 años), Newton (85 años), Bernoulli (81 años), Laplace (78 años), Gauss (78), Binet (70 años), Cantor (73 años), Hilbert (81), Babbage (79 años), Lindemann (87 años), Klein (76 años).
Vía | Vitaminas matemáticas de Claudi Alsina

¿Qué haría un buen médico? Reflexiones sobre la Ética de la Medicina



¿Qué haría un buen médico? Reflexiones sobre la Ética de la Medicina
Dilemas éticos son frecuentes en la medicina moderna. Si se producen en la práctica diaria de la medicina, en la realización de la investigación, o en nuestras prácticas educativas, los médicos deben comprender la importancia ética juega en nuestras vidas profesionales. Este artículo examina la ética
fundamentos de la ética médica, sugiere cualidades que definen la profesionalidad óptimo, y los marcos de la discusión que emplea dos presentaciones de casos hipotéticos.

What Would a Good Doctor Do? Reflections on the Ethics of Medicine
C. Ronald MacKenzie, MD
HSSJ (2009) 5: 196-199   DOI 10.1007/s11420-009-9126-7
Abstract
Ethical challenges are prevalent in modern-day medicine. Whether arising in the daily practice of medicine, in the conduct of research, or in our educational practices, physicians need to understand the relevance ethics plays in our professional lives. This paper examines the ethical
foundations of medical ethics, suggests qualities that define optimal professionalism, and frames the discussion employing two hypothetic case presentations.



Atentamente
Anestesiología y Medicina del Dolor

Ending the War to End All Wars

OP-ED CONTRIBUTOR

Ending the War to End All Wars

NOT many people noticed at the time, but World War I ended this year. Well, in a sense it did: on Oct. 3, Germany finally paid off the interest on bonds that had been taken out by the shaky Weimar government in an effort to pay the war reparations imposed by the Treaty of Versailles.

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While the amount, less than $100 million, was trivial by today’s standards, the payment brought to a close one of the most poisonous chapters of the 20th century. It also, unfortunately, brought back to life an insidious historical myth: that the reparations and other treaty measures were so odious that they made Adolf Hitler’s rise and World War II inevitable.
In truth, the reparations, as the name suggests, were not intended as a punishment. They were meant to repair the damage done, mainly to Belgium and France, by the German invasion and subsequent four years of fighting. They would also help the Allies pay off huge loans they had taken to finance the war, mainly from the United States. At the Paris peace talks of 1919, President Woodrow Wilson was very clear that there should be no punitive fines on the losers, only legitimate costs. The other major statesmen in Paris, Prime Ministers David Lloyd George of Britain and Georges Clemenceau of France, reluctantly agreed, and Germany equally reluctantly signed the treaty.
In Weimar Germany, a society deeply divided by class and politics, hatred of the “dictated peace” was widespread, and there was no shame in trying to escape its provisions. The final sum for reparations was not mentioned in the treaty — itself a humiliation in German eyes — but was eventually set in 1921 at 132 billion gold marks (about $442 billion in today’s terms). The fact is that Germany could have managed to pay, but for political reasons chose not to.
The German government repeatedly challenged the amount, asked for moratoriums or simply stated that it could not pay. In 1924 and again in 1929, the total sum owed was negotiated down. In 1933, when the Nazis took power, Hitler simply canceled reparations unilaterally. In the end, it has been calculated, Germany paid less in real terms than France did after the Franco-Prussian war of 1870 to ’71 (and France paid off those obligations in just a few years).
Yet this mattered little to the Germans, for whom it was all too easy to attribute every problem to reparations, and by extension to the Weimar government. Hitler did not attain power because of reparations — the Great Depression and the folly of the German ruling classes did that — but their existence gave him a political cudgel against Weimar. The wrangling over reparations also helped turn the German people against co-operation with the international system.
Equally important, the issue helped drive a wedge between France and Britain at a time when the liberal democracies needed to stand together. Many in the English-speaking world came to agree with the Germans that the Treaty of Versailles, and the reparations in particular, were unjust, and that Lloyd George had capitulated to the vengeful French. That sense of guilt played a role in the efforts by successive British governments to appease Hitler in the 1930s.
In this atmosphere, many if not most Germans came to believe that World War I was a sort of natural catastrophe, with no human authors. The arms race, nationalism, imperialism, fear, hatred: all were seen in retrospect as impersonal forces that had simply swept Europeans along in 1914. The German Foreign Ministry in the 1920s even had a propaganda unit that took every opportunity to encourage attacks on the treaty and, by selectively releasing documents, to suggest that Germany bore no more responsibility for the war than any other nation. All were guilty or none were.
Research since 1945, by German historians among others, has produced a more complicated picture, that of a reckless Austria-Hungary determined to crush Serbia and of Germany providing a blank check for its allies in Vienna. German military planners, if they did not welcome war, by 1914 were increasingly inclined to expect it. Their nightmare was a rapidly industrializing Russia. Rather like the Japanese in 1941 who decided to attack the United States, the Germans thought it would be better to have the inevitable conflict sooner rather than later, while they could still take the offensive.
In a remarkably short time after 1918, many Germans also came to think that they had not really lost the war. Its armies during the war had inflicted stunning defeats on Germany’s foes, especially in the east, and little of German soil had been occupied by Allied troops either during the war or in defeat. The military elite mounted a successful campaign in the 1920s to attribute the final German collapse to a “stab in the back” by enemies at home, particularly socialists, liberals and Jews.
This perception was absurd: Germany’s armies lost badly on the battlefields in the summer of 1918; its people were on the brink of starvation because of the British naval blockade; its Austrian, Turkish and Bulgarian allies had crumbled; and its military had begged the government to make peace before it was too late. The armistice signed on Nov. 11 was clearly a surrender; Germany gave up its Navy and its submarines and its heavy field equipment, from tanks to artillery. But as things went from bad to worse such facts were easily distorted or ignored, especially in the late 1920s as Weimar faltered and Hitler rose.

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This is not to say that the reparations were a good idea. They were economically unsound and a political mistake with serious consequences. John Maynard Keynes, a member of the British delegation in Paris, rightly argued that the Allies should have forgotten about reparations altogether. (It would have helped if America had written off the war loans it had made to Britain and France, but it was not prepared to do that.)
Still, one has to consider the political atmosphere in 1919. No French or Belgian politician could have openly agreed with Keynes; and even if Lloyd George had wanted to, he had to placate the hard-line Tories in his coalition government. The north of France and virtually the whole of Belgium had been occupied for four years by German soldiers who had driven off livestock, plundered factories and mines, and taken citizens to Germany for forced labor. The areas along the front lines, on the French-Belgian border, were wastelands. And we now have compelling evidence that German forces deliberately carried out a scorched-earth policy; they flooded mines, blew up bridges and stripped bare factories as they retreated.
As one French newspaper asked in 1919, why should the French taxpayer pay to fix the damage the invaders had done? The French remembered too, if nobody else did, that it was the Germans who had declared war on France in 1914, not the other way round.
Ending wars is not easy, and before we condemn the whole idea of reparations as misguided and dangerous, we should think about more recent penalties for aggression. Iraq, for example, is still paying reparations to Kuwait for Saddam Hussein’s invasion of 1990.
More significantly, Germany was obliged to pay reparations after 1945, and in that case there was no negotiation at all: Germany was utterly defeated and the Allies simply helped themselves. The Soviet Union in particular extracted whatever it could and in the most brutal fashion. There was little outcry in Germany because of the total extent of the defeat and, equally important, it was impossible for Germans to argue that they were being unfairly blamed for the war.
It’s worth noting that less than a decade after the fall of the Nazis, the lingering legacy of the World War I reparations was settled quickly and with a minimum of fuss. A conference in London in 1953 produced the agreement whose terms were fulfilled in October. West Germany agreed to pay the interest on its interwar bonds and make compensation to claimants like those who were forced into labor — but only when it was reunited with East Germany. The agreement is often held up as a model to economically troubled countries for how to settle outstanding debts.
Perhaps Greece and Ireland and their debtors should be taking a look at it. And perhaps we should not be so quick to condemn the decisions of the past, but recognize that sometimes there are problems for which there are no easy solutions. In my view Germany could and should have made reparations for its aggression in World War I — but was the risk of renewed war worth forcing it to do so?
Margaret MacMillan, the warden of St. Antony’s College at Oxford, is the author of “Paris 1919” and “Dangerous Games: The Uses and Abuses of History.”

ideas2010

or the 10th consecutive December, the magazine has chosen to look back on the past year through a distinctive prism: ideas.
Our digest of short entries refracts the light beam of human inspiration, breaking it up into its constituent colors — innovations and insights from a spectrum of fields, including economics, biology, engineering, medicine, literature, sports, music and, of course, raw-meat clothing. Happy thinking!
ANIMATION BY MANVSMACHINE. SOUND BY ECHOLAB

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En este día...

On This Day in HistorySunday, December 26th
The 360th day of 2010.
There are 5 days left in the year.
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Today's Highlights in History
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On Dec. 26, 1941, Winston Churchill became the first British prime minister to address a joint meeting of the United States Congress. (Go to article.)On Dec. 261893Mao Tse-tung,the Chinese statesman who led the communist revolution in China and became its first communist leader, was born. Following his death onSept. 91976his obituary appeared in The Times. (Go to obit. |Other Birthdays)
Editorial Cartoon of the Day

On December 26, 1868Harper's Weekly featured a cartoon about Reverdy Johnson, the U.S. minister to Great Britain. (See the cartoon and read an explanation.)

On this date in:
1799George Washington was eulogized by Col. Henry Lee as "first in war, first in peace and first in the hearts of his countrymen."
1865James H. Nason of Franklin, Mass., received a patent for a coffee percolator.
1893Chinese communist leader Mao Zedong was born in Hunan province.
1908Jack Johhnson became the first black heavyweight boxing champion when he knocked out Tommy Burns in Sydney, Australia.
1917The U.S. government took over operation of the nation's railroads.
1944Tennessee Williams' play "The Glass Menagerie" premiered at the Civic Theatre in Chicago.
1947Heavy snow blanketed the Northeast, burying New York City under 25.8 inches of snow in 16 hours; the severe weather was blamed for some 80 deaths.
1972Harry S. Truman, the 33rd president of the United States, died in Kansas City, Mo., at age 88.
1996Six-year-old beauty queen JonBenet Ramsey was found beaten and strangled in the basement of her family's home in Boulder, Colo. The slaying remains unsolved.
2004A tsunami triggered by a powerful earthquake beneath the Indian Ocean left more than 216,000 people dead or missing, mostly in southern Asia.
2004Peyton Manning of the Indianapolis Colts broke Dan Marino's single-season touchdown pass record when he threw his 48th and 49th of the season in a victory over San Diego.
2006Gerald R. Ford, the 38th president of the United States, died in Rancho Mirage, Calif., at age 93.

Current Birthdays
Jared Leto turns 39 years old today.

AP Photo/Chris Pizzello Actor-rock singer Jared Leto turns 39 years old today.

77Caroll Spinney
Actor (Big Bird on "Sesame Street")
75Abdul "Duke" Fakir
R&B singer (The Four Tops)
74Phil Spector
Record producer
65John Walsh
TV host ("America's Most Wanted")
63Carlton Fisk
Baseball Hall of Famer
56Ozzie Smith
Baseball Hall of Famer
55Evan Bayh
U.S. senator, D-Ind.
54David Sedaris
Humorist
47Lars Ulrich
Rock musician (Metallica)
31Chris Daughtry
Rock singer ("American Idol")
Historic Birthdays
Mao Tse-tung
 
12/26/1893 - 9/9/1976
Chinese statesman and leader of his nation's communist revolution 

(Go to obit.)

64Leopold Mannes
12/26/1899 - 8/11/1964
American co-developer of Kodachrome film

88Henry Miller
12/26/1891 - 6/7/1980
American novelist

93Sir Norman Angell
12/26/1872 - 10/7/1967
English economist and Nobel Peace Prize winner

79George Dewey
12/26/1837 - 1/16/1917
American naval commander

69Dion Boucicault
12/26/1820 - 9/18/1890
Irish-born American playwright and actor

79Charles Babbage
12/26/1791 - 10/18/1871
English mathematician and inventor

54Thomas Gray
12/26/1716 - 7/30/1771
English poet

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SOURCE: The Associated Press
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