Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
Las
técnicas modernas de bloqueo son útiles para lograr un alineamiento
anatómico y una fijación estable durante el clavado del segmento final.
Ya sea con tornillos o brocas, los implantes de bloqueo pueden corregir
tanto las deformidades angulares como las traslacionales. Comprender la
biomecánica de los implantes de bloqueo permite al cirujano planificar
adecuadamente su colocación basándose en principios y no en dogmas.
Usamos ejemplos de casos para resaltar las actualizaciones en las
técnicas de bloqueo durante la fijación quirúrgica aguda y la corrección
de deformidades crónicas.
Los esguinces del ligamento lateral del tobillo
son lesiones comunes en los deportes, y algunos pueden provocar dolor
persistente en el tobillo y una sensación de inestabilidad sin evidencia
clínica de inestabilidad. El ligamento talofibular anterior (ATFL)
tiene 2 fascículos distintos, y publicaciones recientes han sugerido que
la lesión aislada del fascículo superior podría ser la causa de estos
síntomas crónicos. Este estudio tuvo como objetivo identificar las
propiedades biomecánicas conferidas por los fascículos en la
estabilización del tobillo para comprender los posibles problemas
clínicos que pueden surgir cuando se lesionan los fascículos. La
ruptura de solo el fascículo superior del ATFL puede conducir a una
inestabilidad menor o microinestabilidad de la articulación del tobillo,
sin hallazgos clínicos objetivos de laxitud clínica grave.
Las lesiones en los ligamentos laterales del
tobillo son comunes en el ámbito deportivo, y algunas de ellas pueden
resultar en dolor persistente en el tobillo y sensación de inestabilidad
sin evidencia clínica de dicha inestabilidad. El ligamento talofibular
anterior (ATFL) consta de dos fascículos distintos, y publicaciones
recientes han sugerido que una lesión aislada en el fascículo superior
podría ser la causa de estos síntomas crónicos. Este estudio tiene como
objetivo identificar las propiedades biomecánicas conferidas por los
fascículos para estabilizar el tobillo y comprender posibles problemas
clínicos que puedan surgir cuando estos fascículos están lesionados.
El objetivo de este estudio fue determinar la
contribución de los fascículos superior e inferior del ATFL en la
restricción de la resistencia tibiotalar anteroposterior, la resistencia
a la rotación tibial interna y externa, y la resistencia a la rotación
talar de inversión y eversión. Se planteó la hipótesis de que una lesión
aislada del fascículo superior del ATFL tendría un efecto medible en la
estabilidad del tobillo, y que los fascículos superior e inferior
restringirían diferentes movimientos del tobillo.
Se utilizó un sistema robótico con 6 grados de
libertad para probar la inestabilidad del tobillo en 10 cadáveres. Se
realizó una sección serial siguiendo el patrón de lesión más común
(desde el fascículo superior hasta el inferior) en el ATFL, mientras que
el robot aseguraba un movimiento reproducible a través de un rango
fisiológico de dorsiflexión y flexión plantar.
La sección solo del fascículo superior del ATFL
tuvo un efecto significativo y medible en la estabilidad del tobillo,
lo que resultó en un aumento de la rotación interna y la traslación
anterior del astrágalo, especialmente en flexión plantar. La sección de
todo el ATFL resultó en una resistencia significativamente disminuida en
la traslación anterior, la rotación interna y la inversión del
astrágalo.
La ruptura solo del fascículo superior del
ATFL puede llevar a una inestabilidad menor o microinestabilidad de la
articulación del tobillo, sin hallazgos clínicos objetivos de laxitud
clínica evidente.
Algunos pacientes desarrollan síntomas
crónicos después de un esguince de tobillo sin signos evidentes de
inestabilidad. Esto puede explicarse por una lesión aislada en el
fascículo superior del ATFL, y el diagnóstico puede requerir una
evaluación clínica cuidadosa y una resonancia magnética que examine los
fascículos individuales. Es posible que estos pacientes se beneficien de
una reparación del ligamento lateral a pesar de no tener una
inestabilidad clínica evidente.
Dalmau-Pastor M, El-Daou H, Stephen JM,
Vega J, Malagelada F, Calder J. Clinical Relevance and Function of
Anterior Talofibular Ligament Superior and Inferior Fascicles: A Robotic
Study. Am J Sports Med. 2023 Jul;51(8):2169-2175. doi:
10.1177/03635465231172196. Epub 2023 May 26. PMID: 37232327.
La toma de decisiones
(Decision-making) con respecto al tratamiento de las fracturas de la
diáfisis humeral sigue siendo objeto de debate. Aún no se ha establecido
la rentabilidad de estas opciones de tratamiento. Este estudio tiene
como objetivo comparar la rentabilidad del tratamiento quirúrgico con el
del tratamiento conservador de las fracturas de la diáfisis humeral. El
tratamiento quirúrgico fue rentable tanto a los 6 meses como al año, en
comparación con el tratamiento conservador, en ambos modelos. Se
encontró que el tratamiento quirúrgico es aún más rentable considerando
la pérdida de salarios, lo que sugiere que un retorno más temprano a la
función inicial y, por lo tanto, el regreso al trabajo son
consideraciones importantes para hacer que el tratamiento quirúrgico sea
la opción más rentable.
Las fracturas diafisarias son lesiones comunes
que pueden afectar la función del brazo y el hombro. Existen diferentes
opciones de tratamiento para estas fracturas, como el tratamiento no
quirúrgico con inmovilización o el tratamiento quirúrgico con placas,
clavos o fijadores externos. Sin embargo, no hay un consenso claro sobre
cuál es la mejor opción en términos de resultados funcionales y
coste-efectividad.
Un estudio reciente realizado por
investigadores de Estados Unidos comparó la coste-efectividad del
tratamiento quirúrgico y no quirúrgico de las fracturas diafisarias del
húmero. Para ello, utilizaron un modelo de árbol de decisión basado en
datos de la literatura científica y de bases de datos nacionales. El
modelo incluyó los costes del tratamiento quirúrgico (honorarios del
cirujano, del anestesista y del centro quirúrgico) y los costes
indirectos por pérdida de ingresos durante la recuperación. Los
resultados funcionales se midieron mediante la escala DASH (Disabilities
of the Arm, Shoulder and Hand), que evalúa el grado de discapacidad del
brazo, el hombro y la mano.
Los autores realizaron un análisis de
sensibilidad para evaluar la influencia de diferentes variables en el
modelo, como la tasa de consolidación de las fracturas, el tiempo de
recuperación, el salario medio y el umbral de disposición a pagar (WTP)
por una mejora funcional. El WTP es el máximo importe que una persona
estaría dispuesta a pagar por obtener un beneficio en su salud.
Los resultados del estudio mostraron que el
tratamiento quirúrgico fue más coste-efectivo que el no quirúrgico tanto
a los 6 meses como al año de seguimiento, en ambos modelos con o sin
pérdida de ingresos. El coste por cambio significativo en la escala DASH
fue de 18.857,97 dólares a los 6 meses y de 25.756,36 dólares al año
para el tratamiento quirúrgico, mientras que para el tratamiento no
quirúrgico fue superior al umbral de WTP de 50.000 dólares. El
tratamiento quirúrgico fue aún más coste-efectivo cuando se consideró la
pérdida de ingresos, lo que sugiere que una recuperación funcional más
rápida y un retorno al trabajo más temprano son factores importantes a
tener en cuenta.
Los autores concluyeron que el tratamiento
quirúrgico de las fracturas diafisarias del húmero es una opción
coste-efectiva en comparación con el tratamiento no quirúrgico, según
los datos disponibles. Sin embargo, reconocieron algunas limitaciones
del estudio, como la falta de datos prospectivos y aleatorizados, la
heterogeneidad de las fuentes de información y la variabilidad en las
preferencias individuales de los pacientes.
A resaltar: • Treinta y tres por ciento de los pacientes operados por estenosis espinal lumbar reportan fracaso del tratamiento. • Los predictores más fuertes de fracaso son la duración prolongada de los síntomas, la cirugía previa y la edad > 70 años. • Los factores socioeconómicos también están asociados con el fracaso.
Algunos pacientes no mejoran después de la cirugía de estenosis
espinal lumbar (ELS), y el tratamiento quirúrgico implica un riesgo de
complicaciones y deterioro. La selección de pacientes es de suma
importancia para mejorar los resultados clínicos generales y la
identificación de factores predictivos de fracaso es central en este
trabajo. Nuestro objetivo fue explorar los factores predictivos de fracaso y empeoramiento después de la cirugía para LSS. Estudio
observacional retrospectivo sobre datos recopilados prospectivamente de
un registro nacional de columna vertebral con un seguimiento de 12
meses. Analizamos 11.873 pacientes operados de LSS entre 2007 y 2017
en Noruega, incluidos en el registro noruego de cirugía de columna
(NORspine). A los 12 meses de la cirugía habían respondido 8.919
(75,1%).
Después
de la cirugía para LSS, el 33% de los pacientes informaron fracaso y el
22% informaron empeoramiento según lo evaluado por ODI. La duración
preoperatoria del dolor de espalda durante más de 12 meses, la cirugía
espinal anterior y la edad superior a 70 años fueron los predictores más
fuertes de mayores probabilidades de fracaso y empeoramiento después de
la cirugía.
Alhaug OK, Dolatowski FC, Solberg TK,
Lønne G. Predictors for failure after surgery for lumbar spinal
stenosis: a prospective observational study. Spine J. 2023
Feb;23(2):261-270. doi: 10.1016/j.spinee.2022.10.010. Epub 2022 Nov 5.
PMID: 36343913.
Calidad de vida
relacionada con la salud general y de la rodilla después de una lesión
del ligamento cruzado anterior: un análisis transversal de cohortes
australianas y canadienses
Describir la calidad de vida relacionada con la
salud (QOL) de la rodilla y en general de 3 a 12 años después del
desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA) y evaluar la asociación de
las características clínicas y estructurales con la CDV después del
desgarro del LCA. Análisis transversal de datos combinados de estudios
de cohortes prospectivos australianos (n = 76, 5,4 años después de la
lesión) y canadienses (n = 50, 6,6 años después de la lesión). La
función autoinformada fue más relevante para la CdV relacionada con la
rodilla que el dolor de rodilla o las lesiones del cartílago después de
un desgarro del LCA. La función, el dolor y los cambios estructurales de
la rodilla autoinformados no se asociaron con la CdV general
relacionada con la salud.
Realizamos un análisis secundario de los
resultados informados por los pacientes y la resonancia magnética
nuclear (RMN) índice de la rodilla adquirida en 126 pacientes (mediana
de 5,5 [rango: 4–12] años después de la lesión), todos tratados con
reconstrucción del LCA. Los resultados incluyeron rodilla (cuestionario
de calidad de vida de ACL [ACL-QOL]) y calidad de vida general
relacionada con la salud (EQ-5D-3L). Las variables explicativas fueron
el dolor de rodilla autoinformado (puntuación de resultado de lesión de
rodilla y osteoartritis [subescala de dolor de KOOS]) y la función
(subescala de deporte de KOOS) y cualquier lesión del cartílago de la
rodilla (puntuación de rodilla de osteoartritis por resonancia
magnética). Los modelos lineales generalizados se ajustaron para la
agrupación entre sitios. Las covariables fueron la edad, el sexo, el
tiempo transcurrido desde la lesión, el tipo de lesión, las lesiones de
rodilla posteriores y el índice de masa corporal. La puntuación
mediana [rango] ACL-QOL fue 82 [24–100] y EQ-5D-3L fue 1,0 [−0,2 a 1,0].
Por cada puntaje KOOS-Sport 10 puntos más alto, el puntaje ACL-QOL
aumentó en 3,7 puntos (intervalo de confianza [IC] del 95 %: 1,7, 5,7),
mientras que no hubo evidencia de una asociación con el EQ-5D-3L ( 0,00
puntos, IC 95%: −0,02, 0,02). No hubo una asociación significativa entre
KOOS-Pain y ACL-QOL (4,9 puntos, IC del 95 %: −0,1, 9,9) o EQ-5D-3L
(0,05 puntos, IC del 95 %: −0,01, 0,11), respectivamente. Las lesiones
de cartílago no se asociaron con ACL-QOL (−1,2, IC del 95 %: −5,1, 2,7) o
EQ-5D-3L (0,01, IC del 95 %: −0,01, 0,04).
Patterson BE, Emery C, Crossley KM,
Culvenor AG, Galarneau JM, Jaremko JL, Toomey CM, Guermazi A, Whittaker
JL. Knee- and Overall Health-Related Quality of Life Following Anterior
Cruciate Ligament Injury: A Cross-sectional Analysis of Australian and
Canadian Cohorts. J Orthop Sports Phys Ther. 2023 Jul;0(7):1-12. doi:
10.2519/jospt.2023.11838. PMID: 37289467.
El
artículo describe una técnica artroscópica en la que se utiliza el
tendón de la cabeza larga del bíceps (LHBT) como un autoinjerto
pediculado para reforzar una reparación del subescapular (SSc). Después
de la reparación del SSc y la tenodesis del LHBT, la porción
intraarticular del LHBT se coloca en la parte superior del tendón del
SSc en el intervalo rotador. El uso del tendón, que de otro modo se
desecharía, aporta varias ventajas biológicas y mecánicas a un menor
costo y sin morbilidad en el sitio donante. El trabajo se basa en
estudios previos que han demostrado la importancia del SSc para la
estabilidad y la función del hombro, así como las limitaciones del
tratamiento conservador de las roturas del SSc. El artículo presenta los
detalles técnicos de la técnica, así como los resultados clínicos
preliminares de una serie de casos con un seguimiento medio de 12 meses.
Los autores concluyen que la técnica es factible, segura y eficaz para
mejorar el resultado clínico y biomecánico de los pacientes con roturas
del SSc. El artículo se apoya en referencias bibliográficas relevantes y
actualizadas, y proporciona imágenes e ilustraciones claras y útiles
para explicar el procedimiento quirúrgico.
Existen variaciones en la descripción del
sistema de poleas flexoras, particularmente en si las poleas A1 y A2
representan entidades discretas o confluentes. Esto tiene una relevancia
clínica potencialmente importante en el momento de la liberación de la
polea A1 para el dedo en resorte sintomático, dado el objetivo de una
liberación adecuada sin una liberación excesiva. El propósito de este
estudio fue determinar la prevalencia relativa de poleas A1 confluentes
dígito por dígito empleando lupas de 2,5x solamente, simulando así un
entorno quirúrgico clínico.
Conclusiones: La confluencia de la polea A1
varía de dígito a dígito, sin observarse confluencia en el pulgar y la
confluencia más común observada en el dedo medio.
En el contexto de la confluencia de poleas
observada intraoperatoriamente, sugerimos liberar la polea bajo tracción
para desarrollar el plano entre las poleas A1 y A2 y, por lo tanto,
confirmar la liberación completa y aislada de la polea A1.
Los especímenes anatómicos cadavéricos se sometieron a disección del
sistema de poleas flexoras con un aumento de lupa de 2,5 aumentos por
cirujanos de 2 manos. La presencia de confluencia y longitud de la polea
(medida desde el aspecto proximal al aspecto distal) se registró y
comparó dígito a dígito.
Se disecaron cuarenta y cinco dígitos, que comprenden 9 especímenes
de antebrazo o mano adultos (5 derechos y 4 izquierdos) obtenidos de 6
donantes (4 hombres y 2 mujeres, edad: 67 ± 8 años). Se encontraron un
total de 19 poleas A1 confluentes, con una notable variación dígito a
dígito en la prevalencia de poleas confluentes. Se observaron 0 poleas
confluentes en el pulgar, en comparación con 6 poleas confluentes
observadas en el dedo medio. La longitud total promedio de la polea A1
fue de 5,0 ± 1,5 mm, observándose una longitud de polea similar entre
los dígitos.
Hevesi M, Logli AL, Ramazanian T, Kakar
S. Defining the Digit-Specific Confluence of the A1 Pulley. J Hand Surg
Am. 2022 Apr 19:S0363-5023(22)00126-5. doi: 10.1016/j.jhsa.2022.02.011.
Epub ahead of print. PMID: 35459577.
Tendencias de mortalidad
en tratamientos geriátricos de fracturas femorales proximales después
de cambios en la política nacional de pago: un estudio nacional
Las fracturas femorales proximales (FFP) son un
evento médico importante en la vida de un anciano. El alcance del
tratamiento conservador está mal evaluado en los sistemas de salud
occidentales. Este estudio examina retrospectivamente una cohorte
nacional de pacientes mayores de 65 años con FLP tratados con cirugía
temprana (ES) (<48 h), cirugía tardía (DS) (> 48 h) y tratamiento
conservador (COT) durante la última década (2010 a 2019).
En conclusión, se tratan más FFP en 48 h con
una tasa de mortalidad reducida, y la mortalidad a 1 año ha mejorado
solo para SE. Las preferencias de tratamiento varían entre los
hospitales terciarios y regionales.
La cohorte del estudio incluyó a 38.841
pacientes; el 18,4% tenía de 65 a 74 años, el 41,1% tenía de 75 a 84
años y el 40,5% tenía más de 85 años; El 68,5% eran mujeres. ES pasó de
68,4% en 2013 a 85% en 2017 (P < 0,0001). El COT cayó del 8,2 % en
2010 al 5,2 % en 2019 (p < 0,0001). Los centros de trauma de nivel I
eligieron 2,3 veces menos COT (7,75% en 2010 disminuyó a 3,37% en 2019)
mientras que los hospitales regionales eligieron COT solo 1,4 veces
menos a lo largo de los años (P < 0,001). Los períodos de
hospitalización difirieron: 6,3 ± 0,6 d para COT, 8,6 ± 0,3 d para ES y
12 ± 0,4 d para DS (p < 0,001), y las tasas de mortalidad
hospitalaria fueron 10,5%, 2% y 3,6%, respectivamente (P < 0,0001).
Las tasas de mortalidad al año disminuyeron solo para ES (P < 0,001).
ES pasó de 58,1% en 2010 a 84,9% en 2019 (P =
0,00002). El COT está disminuyendo en todo el sistema de salud israelí,
del 8,2 % en 2010 al 5,2 % en 2019. Los hospitales terciarios practican
sistemáticamente menos COT que los hospitales regionales (P < 0,001),
probablemente relacionado con la evaluación de los cirujanos y
anestesistas sobre el estado médico del paciente y demanda. COT tuvo el
período de hospitalización más corto pero llevó las tasas de mortalidad
hospitalaria más altas (10,5%). La leve diferencia en la mortalidad
extrahospitalaria entre los grupos COT y DS sugiere características
similares de los pacientes que requieren una investigación adicional.
Lotan R, Bodas M, Radomislensky I, Givon
A, Lee Goldstein A, Hershkovitch O; Israel Trauma Group (ITG). Mortality
Trends in Geriatric Proximal Femoral Fracture Treatments After National
Payor Policy Changes: A National Study. J Am Acad Orthop Surg. 2023 Jul
15;31(14):738-745. doi: 10.5435/JAAOS-D-22-00785. Epub 2023 Apr 14.
PMID: 37071896.
El propósito de nuestro estudio fue comparar las tasas de cirugía de
revisión de 1 año y los resultados de la liberación del túnel carpiano
abierta versus endoscópica. Nuestra hipótesis fue que, en comparación
con la liberación abierta, la liberación endoscópica del túnel carpiano
era un factor de riesgo independiente para la cirugía de revisión dentro
de 1 año. En este estudio, encontramos que la liberación endoscópica
del túnel carpiano se asoció de forma independiente con una
probabilidad 2,96 veces mayor de requerir una revisión de la liberación
del túnel carpiano dentro de un año, en comparación con la liberación
abierta del túnel carpiano. El sexo masculino, el síndrome del túnel
cubital concurrente, el consumo de tabaco y la diabetes también se
asociaron de forma independiente con un mayor riesgo de necesitar una
revisión de la liberación del túnel carpiano dentro de un año.
Este fue un estudio de cohorte retrospectivo de 4338 pacientes
sometidos a liberación carpal aislada endoscópica o abierta. Se
analizaron datos demográficos, comorbilidades médicas, abordaje
quirúrgico, necesidad de cirugía de revisión, dominancia manual,
antecedentes de inyección previa e índices de función física y de
interferencia del dolor del sistema de medición de resultados informados
por el paciente (SMI-UE). Se utilizó un análisis multivariable para
identificar los factores de riesgo para la cirugía de revisión dentro de
un año del procedimiento inicial.
En total, 3280 pacientes (76%) se sometieron a cirugía abierta y 1058
(24%) a liberación carpal endoscópica. Dentro de un año del
procedimiento inicial, 45 pacientes requirieron liberación carpal de
revisión. El tiempo medio de revisión fue de 143 días. La tasa de
liberación carpal de revisión en el grupo abierto fue del 0,71% en
comparación con el 2,08% en el grupo endoscópico. El análisis
multivariable demostró que la cirugía endoscópica, el sexo masculino, el
síndrome del túnel cubital, el consumo de tabaco y la diabetes se
asociaban de forma independiente con la cirugía de revisión.
Carroll TJ, Dussik CM, Clary Z, Hoffman
S, Hammert W, Mahmood B. Endoscopic Versus Open Carpal Tunnel Surgery:
Risk Factors and Rates of Revision Surgery. J Hand Surg Am. 2023 Jun
17:S0363-5023(23)00234-4. doi: 10.1016/j.jhsa.2023.05.002. Epub ahead of
print. PMID: 37330724.
La infección musculoesquelética (IME) es una
condición grave que puede afectar a cualquier parte del cuerpo. Es
causada por bacterias, hongos o virus que infectan los huesos, las
articulaciones, los músculos o los tendones. La IME puede ser muy
debilitante y, en algunos casos, puede ser mortal.
Los equipos interdisciplinarios (EI) juegan un
papel importante en el tratamiento de la IME. Estos equipos pueden
incluir a un médico, un cirujano, un enfermero, un farmacéutico y un
fisioterapeuta. El equipo trabaja en conjunto para proporcionar el mejor
tratamiento posible para el paciente.
Los EI pueden ayudar a mejorar los resultados
de los pacientes con IME de varias maneras. En primer lugar, los EI
pueden ayudar a garantizar que los pacientes reciban el tratamiento
adecuado. En segundo lugar, los EI pueden ayudar a coordinar el
tratamiento entre diferentes proveedores de atención médica. En tercer
lugar, los EI pueden ayudar a proporcionar apoyo emocional y social a
los pacientes.
Los EI son una parte importante del
tratamiento de la IME. Si usted o un ser querido ha sido diagnosticado
con IME, es importante hablar con su médico sobre la posibilidad de ser
incluido en un EI.
La infección ósea y articular (BJI) representa
una complicación importante en cirugía ortopédica y traumatológica, con
tasas de incidencia de 24/100.000 habitantes para infección articular
periprotésica (IAP), 1 17/100.000 habitantes para osteomielitis, 2 y
11/100.000 habitantes para fractura- infección relacionada (FRI) en
Alemania. 3 El aumento constante de los procedimientos de artroplastia
primaria y el número de fracturas impulsará aún más las infecciones
asociadas a los implantes. 4 La elección del tratamiento suele ser
compleja y depende de múltiples factores, como el estado de los tejidos
blandos y del implante, la duración de la infección, el patógeno
subyacente y la morbilidad del paciente. 5-7 Las estrategias quirúrgicas
van desde el desbridamiento del hueso necrótico y la retención del
implante en el caso de implantes estables e infección aguda, hasta el
intercambio de implantes en un tratamiento quirúrgico de una, dos o
incluso varias etapas cuando la infección es crónica o los implantes se
aflojan. Los pacientes se enfrentan a la inmovilidad hasta la amputación
del miembro afectado, al dolor, a la hospitalización prolongada, a la
administración de antibióticos locales y sistémicos con efectos
secundarios comunes y, en consecuencia, a la disminución de la calidad
de vida. 8,9 Aunque se han desarrollado sistemas de clasificación y
algoritmos de tratamiento, 5,10 la incertidumbre de los cirujanos con
respecto a la toma de decisiones sobre el tratamiento de la BJI se ha
destacado en un análisis cualitativo reciente. 11 Dado que el
tratamiento adecuado de BJI requiere la consideración de múltiples
factores, las discusiones de casos entre expertos de diferentes
disciplinas podrían mejorar la gestión y la investigación de BJI. Por lo
tanto, para lograr el mejor resultado para el paciente, se consideran
importantes los enfoques interdisciplinarios y la participación temprana
de equipos multidisciplinarios. 12,13 De manera análoga a la oncología,
donde las juntas interdisciplinarias de tumores se han convertido en un
estándar de oro basado en la evidencia en la terapia del cáncer, 14,15
se deben apoyar los enfoques colaborativos para el manejo de la BJI. 10
Además, dicha gestión interdisciplinaria complementa los esfuerzos de
los programas de administración de antibióticos y desempeñará un papel
clave en la reducción del desarrollo de la resistencia a los
antimicrobianos. 16 Yendo más allá, el establecimiento de un sistema
nacional con una mejor comunicación entre los centros especializados en
el tratamiento de la BJI también puede ser beneficioso, como se muestra,
por ejemplo, en Francia. 17
Ferguson et al 18 investigaron recientemente el
impacto de una unidad multidisciplinaria de infecciones óseas que
realiza cirugía de osteomielitis con un protocolo de una sola etapa
sobre los resultados clínicos y el uso de la atención médica. En
comparación con los resultados nacionales en Inglaterra, los autores
informaron una reducción de las estancias hospitalarias, menores tasas
de reoperación por recurrencia de la infección, mejor supervivencia,
menores tasas de amputación y menor uso general de la atención médica,
lo que aboga por el establecimiento de unidades de infecciones óseas
multidisciplinarias financiadas centralmente. Carlson et al, 19 informan
un enfoque similar con valiosas experiencias clínicas con una
colaboración entre médicos de enfermedades infecciosas y cirujanos
ortopédicos de artroplastia para optimizar el tratamiento de la IAP, al
que denominaron «servicio de infección de artroplastia». Finalmente,
Ntalos et al 20 compararon los resultados del tratamiento de pacientes
con espondilodiscitis, cuya estrategia de tratamiento se estableció
mediante un enfoque de una sola disciplina o mediante una conferencia
multidisciplinaria semanal sobre infecciones compuesta por cirujanos
ortopédicos, microbiólogos médicos, especialistas en enfermedades
infecciosas y patólogos. La última cohorte mostró días reducidos de
tratamiento antibiótico total, y el plan de tratamiento difirió entre
los grupos. El mismo grupo de trabajo demostró además que los pacientes
tratados por IAP de la cadera tuvieron una estadía hospitalaria más
corta, un número reducido de cirugías y menos antibióticos cuando se
discutió en un entorno multidisciplinario. 21 Además, Bauer et al 22
analizaron expedientes de pacientes tratados por infección ósea y
articular antes y después de la implementación de una reunión de
personal multidisciplinario, informando una adaptación optimizada de la
terapia con antibióticos. Además, Kotsougiani-Fischer et al 23
reportaron sus experiencias de reuniones de equipos multidisciplinarios
para pacientes con defectos severos en las extremidades, y concluyeron
que dichas reuniones representan una herramienta válida para diseñar
planes de tratamiento individualizados que eviten la amputación de
extremidades.
En conclusión, según los hallazgos de la
literatura, se deben implementar enfoques interdisciplinarios como un
estándar de atención al paciente en la cirugía de trauma para mejorar
aún más los resultados clínicos en el tratamiento de la BJI, como ya es
una práctica común en oncología.
Walter N, Rupp M, Baertl S, Alt V. The
role of multidisciplinary teams in musculoskeletal infection. Bone Joint
Res. 2022 Jan;11(1):6-7. doi: 10.1302/2046-3758.111.BJR-2021-0498.
PMID: 34974711; PMCID: PMC8801170.
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