Autor: Manuel Luque Oliveros | Publicado: 30/12/2010
La donación de sangre en el testigo de Jehová.
Luque Oliveros, M. SCC y Urgencias HRT “Virgen del Rocío”
Romero González, M. Coordinación de Trasplante HCSC.
“Las transfusiones de sangre alogénica (TSA) procedentes de donaciones altruista se han usado desde hace mas de 100 años como parte del tratamiento de la anemia. Una de las características del uso de la transfusión de sangre alogénica obedece a la escasez de sangre”
(Med. Clin. (Barc). 2006;127 (supl 1): 3-20)
“La transfusión no está exenta de riesgos. No llegar a necesitarla es el objetivo para el que se han desarrollado toda una serie de estrategias, tanto farmacológicas como con dispositivos de asistencia mecánica, que optimizan la situación hematimetría del enfermo o permiten devolverle la sangre que pierde durante una cirugía”
(Diario Medico. DL:M-17843-1992. 2005)
“Los testigos de Jehová aman la vida y hacen todo lo razonable para prolongarla. Por eso buscan atención médica de calidad y aceptan la inmensa mayoría de los tratamientos médicos. Sin embargo, por razones religiosas fundadas en la biblia, no admiten transfusiones de sangre. En su lugar, solicitan tratamientos alternativos sin sangre”
(Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. 2003)
Los testigos de Jehová buscan rápidamente atención medica cuando la necesitan y éste debe ser informado con detalle sobre el diagnostico, el pronóstico y el tratamiento que se recomienda para que pueda decidir con pleno conocimiento de causa el tipo de atención asistencial que se le va a ofrecer, quedando en virtud del propio paciente la decisión de llevarla a cabo. Así como los padres tienen el derecho natural y legal de tomar tales decisiones por sus hijos, todo paciente mayor de edad con capacidad de juicio puede aprobar los procedimientos que “se le ofrecen”, pero cuando nos referimos al procedimiento de transfusión sanguínea el riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas sigue actualmente indexada a las practicas inapropiadas, tales como el uso de paquete globular como expansor de volumen, el empleo de plasma fresco para mejorar hipoalbuminemia, transfundir paquete globular para mejorar las condiciones generales del enfermo, la indicación de concentrados plaquetarios como profilaxis en pacientes con purpura trombocitopenica inmune sin evidencia de sangrado activo, etc. Esto sin nombrar, los riesgos de toda trasfusión (reacciones inmediatas, tardías, infecciones, etc.) (1).
La seguridad clínica es un tema de rabiosa actualidad, pero no es un problema que se ha presentado ahora; los primeros trabajos que lo investigan se remontan a la década de 1950. Dentro de ella hay que englobar a la seguridad transfusional. A partir de la década de 1990 la preocupación por una transfusión más segura se pone de manifiesto de una forma más intensa (2) ya que No todos los productos derivados de la sangre se pueden transfundir a cualquier destinatario. La compatibilidad entre la sangre del donante y la del paciente es fundamental.
Un grupo sanguíneo es una forma de agrupar ciertas características de la sangre en base a la presencia o ausencia de determinadas moléculas, llamadas antígenos, en la superficie de los glóbulos rojos. Existen muchos grupos sanguíneos, pero entre todos ellos destacan por su importancia a la hora de la transfusión los grupos pertenecientes al sistema ABO y Rh
Al parecer el futuro de eliminar estas incompatibilidades esta cerca ya que, Al menos así lo expresa un grupo de científicos en un artículo publicado en la revista Nature Biotechnology, en la que anunciaron haber desarrollado un método sencillo para convertir un grupo sanguíneo en otro. Los investigadores, dirigidos por el doctor Henrik Clausen, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, identificaron enzimas que pueden producir sangre del grupo O a partir de los grupos A, B y AB. Emplear sangre incompatible durante una transfusión, puede poner la vida de un paciente en peligro.
Las células sanguíneas de las personas con grupo A y B contienen una de las dos clases diferentes de moléculas de azúcar – conocidas como antígenos – que pueden provocar una respuesta del sistema inmune. Las personas con la clase AB tienen ambos tipos de molécula, mientras que los que pertenecen al grupo O no poseen ninguna.
Las personas producen anticuerpos contra los antígenos de los que carecen. Esto significa que los grupos A, B y AB solo pueden darse en transfusión a las personas con sangre compatible, mientras que el grupo O – al tener Rh negativo – puede suministrarse a cualquier persona. Esta nueva técnica funciona empleando unas enzimas bacteria les que eliminan las moléculas de azúcar de la superficie de los glóbulos rojos. Tras una búsqueda de 2.500 hongos y bacterias, los investigadores descubrieron dos bacterias – Elizabethkingia meningosepticum y Bacterioides fragilis – que contienen enzimas potencialmente útiles. Descubrieron que las enzimas de ambas bacterias eran capaces de eliminar los antígenos de los glóbulos rojos tanto del tipo A y B.
Se necesitan ensayos. Sin embargo, los científicos comentan que habrá que realizar ensayos con pacientes antes de que el método de conversión pueda emplearse en los hospitales. Geogg Daniels del Instituto para Ciencia de Transfusión de Bristol (Reino Unido) y Stephen Withers de la Universidad de la Columbia Británica (Canadá), quienes también publican en la misma revista, han dado la bienvenida a la investigación. Según ellos, el uso de enzimas para convertir los tipos de sangre era una opción propuesta hace largo tiempo, pero que había demostrado ser poco práctica a causa de la ineficacia y la incompatibilidad de las enzimas disponibles.
Sin embargo, afirman que las enzimas descubiertas en este último estudio podrían finalmente superar estos problemas. (3)
Su método podría permitir la creación de glóbulos rojos universales, lo cual reduciría sustancialmente la presión sobre el suministro de sangre, pero; ¿Qué sucede si aplicamos medidas alternativas a toda transfusión sanguínea?
Sin caer en la tentación de la biblia, los testigos de Jehová fueron los pioneros en hacer pensar a los profesionales de la salud en modificar ciertos procedimientos (llamase transfusión). Por ello, las alternativas a la transfusión de sangre comprende el uso de estrategias clínicas adecuadas para el tratamiento de la hemorragia y la anemia. Combinan fármacos, equipo y técnicas asistenciales y quirúrgicas con el fin de reducir o evitar la pérdida de sangre y acelerar su producción por parte del paciente. Este tipo de estrategias lo llevan administrando muchos años por diferentes profesionales en las dependencias hospitalarias que han y siguen siendo divulgado a través de numerosas publicaciones en artículos de gran interés profesional, pero ¿verdaderamente aplicamos estas metodologías en todos los supuestos?
Ante la necesidad de transfundir sangre o hemoderivados debe existir un consentimiento formal y escrito en el expediente clínico; el mismo debe ser respetado por el equipo tratante. Si bien una obligación de un enfermero es respetar la decisión de no ser transfundido de un paciente que es testigo de Jehová. En un caso de estado de necesidad, en que el médico deba aplicar una transfusión para preservar la vida de un paciente, y no haya otra forma para tratarlo, el médico no contrae responsabilidad, ya que al presentarse un conflicto de preferencia de bienes jurídicos, el estado de necesidad establece que debe ser sacrificado el de menor valor; en este caso se debe preservar la vida ante otros bienes jurídicos. Así, entonces nos preguntamos ¿existen alternativas a la transfusión sanguínea?, ¿sabemos realmente las ventajas e inconveniente de recibir una transfusión?, podemos enumerar uno a uno las consecuencias de todo acto de transfusión, pero el tema que nos aborda no se trata de dirigir la postura del receptor sino que más bien pone en su conocimiento que existen otros procedimientos que pueden sufragar con la estabilidad hemodinámica del propio paciente.
Según la revista A.M.O.H. el Hospital Sagrat Cor de Barcelona y la Revista Medic Delfos 1997 VOL. 1 Nº 2. Destaca entre los medios para evitar el sangrado:
• Bisturí electrónico.
• Bisturí láser.
• Bisturí de argón.
• Bisturí ultrasónico.
• Fármacos activadores de la hemostasia
• Colas biológicas para el sangrado difuso
• Eritropoyetina. Hormona natural que aumenta la producción de glóbulos rojos.
• Cell-saber o Recuperador de sangre
• Hemodilución hipervolémica
• Hemodilución normovélimica aguda (ANH)
• Electrocauterio
• Cirugía láser
• Radiocirugía con bisturí de rayos gamma
• Escalpelo coagulador por microondas
• Escalpelo hemostático de Shaw
• Adhesivos tisulares
• Embolización artificial
• Anestesia hipotensora
• Hipotermia inducida
• Hemodilución intraoperatoria
• Hemodilución hipervolémica
• Recuperación intraoperatoria de sangre
• Oclusión mecánica del vaso sangrante
• Hemostasias meticulosa
• Planificación preoperatoria Cristaloides
• Lactato de Ringer
• Dextrán
• Suero salino normal
• Suero salino hipertónico
• Desmopresina
• Vasopresina
• Acido Aminocaproico
• Estrógenos combinados
• Oxycel
• Aprotinina
• Surgicel, Vitamina K, Vincristina. Muchos otros.
• Detener cualquier hemorragia (cambios posturales, evitar posturas de presión)
• Aporte de oxígeno
• Mantener el volumen intravascular
• Dextran Hierro (Inferón)
• Acido fólico
• Vitamina B12
• Aporte nutricional
• Agentes inmunosupresores si estuviesen indicados
• Factor estimulador de colonias de granulocitos
• Terapia de oxígeno hiperbárico
Estas técnicas anteriormente descritas se resumen en tres pilares fundamentales:
1. Tolerancia a la anemia (planificación preoperatoria: volumen sanguíneo del paciente se calcula por el peso, altura, sexo, hemoglobina, hematocrito, analítica, calcular margen de seguridad, es decir, pérdida de eritrocito tolerable versus intervención quirúrgica a someter, modificar el umbral de transfusión)
2. Optimizar la masa eritrocitaria (administrar hierro, vitamina B12, acido fólico, eritropoyetina (EPO) con hierro: administrar 10-21 días antes de la intervención quirúrgica)
3. Minimizar las hemorragias o recuperar la sangre perdida (colocación del paciente, evitando la presión en zonas localizadas, evitar compresión abdominal, administrar anestesia regional hace que disminuya la presión venosa, normotermia del paciente 27ºc, hemodilución, inducir hipotensión, maquina de recuperación de sangre.
“Administremos sangre, plaquetas, plasmas, y/u otras sustancias coloides y cristaloides, los cierto y claro es que actualmente es preciso donar sangre para evitar posibles consecuencias en su déficit”
“Caso de un atentado. Múltiples victimas” (por ejemplo 11-M)
En caso de necesidad extrema, ¿se administra los concentrados de hematíes para salvar la vida del paciente o aplicamos las alternativas? La respuesta no solo se haya en la razón de una metodología lógica de urgencias en estos sucesos, sino que para poder administrar, hace falta DONAR
Agradecimientos
Dedicado al lector que no solo comprende el contenido de la lectura sino que respeta la decisión de todas las personas.
Bibliografía:
(1) transfusión sanguínea Ginecol Obstet Méx 1998; Volumen 66 (7): 277-283
(2) seguridad del paciente en la transfusión sanguínea autor: Adolfo romero Ruíz, Juan Gómez salgado. Metas de Enfermo dic. 2008/ene 2009; 11(10): 28-32
(3) Revista Nature Biotechnology http://www. articulo.org/ 2224/ greenstarjoc Stefl M. To Err is Human: Building a Safer Health System in 1999. Front Health Serv Manage 2001; 18(1):1-2.
(4) Romero Ruiz A. Seguridad Clínica. En: Zazo León T, Gómez Salgado J, Amescua Sánchez A, Villaseñor Roa L (coords). Cuidados enfermeros en Atención primaria y especializada. Volumen III. Madrid: Fuden; 2007. p 417-421
(5) García Barbero M. La alianza para la seguridad del paciente. En: Seguridad Clínica. [En línea] [Fecha de acceso: 20 de septiembre de 2008] URL Disponible en: http://www. fundacionmhm. org/pdf/ Mono8/ Articulos/ articulo 4.pdf.
(6) Maurette P; Comité analyse et maîtrise du risque de la Sfar. [To err is human: building a safer health system] Ann Fr Anesth Reanim 2002 jun; 21(6):453-4.
(7) Homsted L. Institute of Medicine report: to err is human: building a safer health care system. Fla Nurse 2000 mar; 48(1):6.
(8) Sin autores listados. Keeping patients safe: Institute of Medicine looks at transforming nurses’ work environment. Qual Let Health Lead 2004 Jan; 16(1):9-11.
(9) Munoz M, Munoz E, Navajas A, Campos A, Rius F, Gómez A. Impact of postoperative unwashed shed blood retrieved after total knee arthroplasty on endotoxin-stimulated tumor necrosis factor alpha release in vitro. Anesthesiology 2006 feb; 104(2):267-72.
(10) Linden JV. Errors in transfusion medicine. Scope of the problem. Arch Pathol Lab Med 1999 jul; 123(7):563-5.