El abordaje de las pequeñas articulaciones por vía artroscópica empieza a ser una realidad clínica, así como las degeneraciones. El fenómeno es resultado del perfeccionamiento metodológico y de sus ventajas.
El XXX Congreso de la
Asociación Española de Artroscopia (AEA), que concluye mañana en Valencia, reúne a 700 especialistas nacionales y extranjeros para analizar los últimos avances en este campo. En este escenario, los especialistas han señalado que las pequeñas articulaciones y la patología degenerativa son dos de los principales campos que marcan el futuro inmediato de la disciplina.
Según Eduardo Sánchez Alepuz, presidente del comité organizador, "nuestro campo abarca todas las articulaciones, grandes y pequeñas, y actualmente se pretende dar un impulso a las artroscopias menos frecuentes. Empezamos por rodilla, hombro y cadera (según datos de un estudio de hace tres años de la AEA, el 78 por ciento de artroscopias realizadas son de rodilla y el 17 por ciento, de hombro), pero existen otras articulaciones pequeñas (muñeca, dedos, codo o pie), donde estamos avanzando cada vez más".
Sitio específicoAdemás, ha señalado que, "al margen del paciente laboral y deportivo, que son los más subsidiarios de estas técnicas quirúrgicas, estamos intentando abrirnos a otro tipo de patología, la degenerativa". El especialista ha destacado que, a día de hoy, "la cirugía artroscópica ya tiene campo en este sentido". A modo de ejemplo, ha señalado el abordaje mediante esta técnica de una degeneración de muñeca-mano (rizartrosis), "que hace unos años se tendría que haber hecho inexorablemente mediante cirugía abierta".
También ha destacado su impacto en otra situaciones, como el caso de un chico joven con pinzamiento con signos degenerativos en la cadera. "Hace unos años era impensable abordarlo así y había que decirle a esa persona joven con dolores de cadera que debía esperar hasta que llegara el momento de ponerse una prótesis de cadera, con lo que ello supone de limitación funcional. En este sentido, ha recordado que "vivimos en una sociedad moderna y los pacientes tienen exigencias. Una cirugía mínimamente invasiva, que tiene como objetivo fundamental la pronta recuperación del paciente, puede satisfacerlas". Teniendo en cuenta que vivimos una época en que los costes "se miden y cuantifican, eso es muy importante".
La artroscopia es una cirugía mínimamente invasiva, poco dolorosa y de rápida recuperación empleada en el diagnóstico y tratamiento de las dolencias de las articulaciones (hombro, codo, muñeca, rodilla y cadera) y que permite diagnosticar el daño con precisión. Consiste en el empleo de un tubo de fibra óptica que se introduce en la zona dañada, acción que permite observar a través de una pantalla el interior de la cavidad articular y diagnosticar el daño con gran precisión.
Además, tiene la ventaja añadida de que disminuye la morbilidad, el dolor postoperatorio, las estancias hospitalarias, el tiempo de recuperación y el consiguiente absentismo laboral.
Actualmente se emplea frecuentemente en el tratamiento de las articulaciones y, de hecho, alrededor del 90 por ciento de las alteraciones que necesitan tratamiento quirúrgico se pueden abordar mediante esta técnica.
VISIÓN GLOBALIZADORA
Para transmitir los últimos avances y novedades en el campo de la artroscopia, el congreso que se celebra en Valencia presenta un programa científico ambicioso y muy variado, que incluye mesas de actualización, de expertos a debate y de videotécnicas, comunicaciones libres y cursos de instrucción, que se simultanean para que el asistente pueda elegir en todo momento la articulación y patología que más le interesa. Además, también alberga importantes cirugías en directo, realizadas desde el Centro de Rehabilitación y Recuperación de Levante (CRRL). Esta visión global es muy importante, sobre todo si se tiene en cuenta que en España se realizan aproximadamente 200.000 artroscopias cada año -15 millones en Europa y más de 20 millones en Estados Unidos-. Además, el impacto de la técnica es muy positivo a otros niveles, ya que ofrece grandes beneficios para el paciente y rentabilidad económica para la sociedad y las administraciones sanitarias.