Terapia de restricción del flujo sanguíneo después de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior
La rehabilitación de la
reconstrucción del ligamento cruzado anterior (ACLR) requiere la
restauración de la fuerza del cuádriceps para minimizar la repetición de
lesiones y optimizar el regreso al deporte (RTS). Los pacientes que se
recuperan de ACLR se ven limitados por el dolor y las restricciones de
actividad, lo que resulta en atrofia del músculo cuádriceps. La terapia
de restricción del flujo sanguíneo (BFR) implica realizar ejercicios
mientras se aplica un manguito de presión arterial especializado en la
cara proximal de la extremidad operatoria y se infla al 40% al 90% de la
presión de oclusión arterial, según se determina mediante ecografía
Doppler. Se teoriza que el BFR induce un ambiente anaeróbico y estrés
metabólico durante el ejercicio, promoviendo la hipertrofia muscular y
el aumento de fuerza. Aunque el mecanismo fisiológico no ha sido
completamente dilucidado, se teoriza que el BFR combinado con un
entrenamiento de resistencia de baja carga podría producir adaptaciones
musculares comparables a las del entrenamiento de resistencia de alta
carga. Para los pacientes con ACLR con dolor y restricciones que impiden
el entrenamiento de fuerza de alta intensidad, la incorporación de BFR
en los protocolos de rehabilitación posoperatoria podría ayudar a
mitigar la debilidad del cuádriceps y promover la RTS. Los ensayos
controlados aleatorios informan una relación prolongada y dependiente de
la dosis entre el uso de BFR y el aumento de la fuerza del cuádriceps y
los isquiotibiales, una mejora de la masa ósea y muscular y una RTS más
temprana, mientras que otros estudios no informan diferencias
significativas en el tamaño, la fuerza o la satisfacción del paciente
del cuádriceps en comparación con los controles. . Además, aunque
generalmente se considera seguro, existen informes raros de eventos
adversos asociados, como rabdomiólisis, y se debe evitar la BFR en
pacientes con antecedentes de enfermedad tromboembólica o vasculopatía
periférica. La literatura que examina BFR después de ACLR es
heterogénea; carece de estandarización; y contiene una amplia variación
en las presiones informadas del manguito, así como el momento y la
duración del uso de BFR, entre los protocolos. Aunque el uso de BFR
después de ACLR es prometedor, se necesitan más estudios para dilucidar
la eficacia, la seguridad y los protocolos óptimos.
Blood Flow Restriction Therapy After Anterior Cruciate Ligament Reconstruction – ScienceDirect
Arthroscopy: The Journal of Arthroscopic & Related Surgery
Blood Flow Restriction Therapy After Anterior Cruciate Ligament Reconstruction
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DOI: https://doi.org/10.1016/j.arthro.2024.03.004
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