Cobertura de las editoriales científicas del Book citation index en ciencias sociales y humanas: ¿la historia se repite?
21 septiembre, 2012 Por Daniel Torres-Salinas y Emilio Delgado-Lopez-Cozar
en Notas ThinkEPI 2013
1. Introducción
La casa de la citas (Thomson reuters) amplió recientemente la familia con un nuevo inquilino. Sí ya existían los índices de citas de revistas y los de congresos, ahora tocaba los índices dedicados a los libros, una antigua aspiración de Garfield concretada en el Book citation index (de ahora en adelante BKCI). Dicho producto se lanzó en 2010 (Giménez-Toledo y Torres-Salinas, 2011) y ya algunas bibliotecas universitarias españolas están suscritas al mismo1. El BKCI va a levantar expectación tanto entre bibliotecarios, bibliométras como investigadores.
Ahora se abren nuevas formas de estudiar los libros (Leydesdorff y Felt, 2012), de desarrollar nuevos productos de evaluación (Torres-Salinas, Robinson-García yDelgado, 2012) y, claro, cómo no, seguro que empieza a despertar el interés de las editoriales científicas por el prestigio que les puede suponer un ingreso en el BKCI.
Sin embargo, aunque el panorama futuro es estimulante, antes de emplear cualquier base de datos hay que conocer su cobertura. Si hablamos de productos -dada la influencia de aquéllos lanzados por Thomson- se hace necesario conocer sus sesgos geográficos, lingüísticos y su materia prima: las editoriales.
Esta información es definitiva tanto para bibliométras (que deben validar e interpretar justamente sus estudios) como para los bibliotecarios que deben valorar su adquisición.
En esta nota analizaremos la cobertura del BKCI desde el punto de vista de las editoriales, contemplando los siguientes aspectos: países, lenguas, concentración editorial y comparación con el Scholarly publishers indicators (SPI). Sin embargo no vamos a estudiar todo el BKCI, sino tan sólo la parte dedicada a las ciencias sociales y humanas. La razón es bien clara, son en estas disciplinas donde el libro actúa, y así es valorado por la diferentes agencias de evaluación, como un verdadero medio para difundir resultados científicos.
2. Material y métodos
Para este estudio se descargaron 396.421 registros del BKCI distribuidos en 367.616 capítulos y 28.805 libros para el periodo 2006-2011. Una vez descargados se aislaron los registros de ciencias sociales y humanidades. Tras este proceso quedaron 219.962 ítems diferentes.
Para esta nota nos centramos exclusivamente en la tipología documental de “Book”, dejando de lado los “Book chapter”, ya que éstos se derivan de los anteriores.
Finalmente, analizamos un total de 17.006 libros de ciencias sociales y humanidades.
3. Cobertura editorial del BKCI en ciencias sociales y humanidades
Los resultados que obtuvimos del análisis fueron los siguientes:
3.1. Cobertura según el país de las editoriales
Teniendo en cuenta el país donde fueron publicados los libros dominan: Inglaterra (9.406 libros), Estados Unidos (4.404), Alemania (1.422) y Holanda (1.094).
Conjuntamente suman 16.326, es decir, el 96% de los libros presentes en el BKCI han sido publicados por editoriales con sede en cuatro países. Países europeos de gran tradición en sociales y humanidades como Francia e Italia sólo tienen 56 y 5 libros indexados respectivamente.
En el mundo sudamericano el mejor situado es México con 2 libros. ¿Y España? Tiene un único título: “Intuición Y Perplejidad en la Antropología”, de Scheler, de Cuadernos de anuario filosófico.
3.2. Cobertura según el idioma de publicación de los libros
Evidentemente, la situación de los dos párrafos anteriores repercute en el idioma: 16.214 libros están escritos en inglés, esto es el 95% de la base de datos. El siguiente idioma es el alemán (con 468 libros, el 3% de la base de la base de datos). Con estas cifras, no es necesario seguir haciendo cálculos para conocer la representación de otras lenguas y comprobar cómo prácticamente no se contemplan.
3.3. Concentración editorial
Son pocas las editoriales que acumulan la mayor parte de los libros indexados. Para que nos hagamos una idea, en el ámbito de ciencias sociales y humanidades se han indexado libros de un total de 291 editoriales científicas. De todas ellas 18 editoriales científicas acumulan el 90% de los libros indexados en el BKCI. De éstas las más destacadas son:Palgrave (4.061 libros; 24% del BKCI), Routledge (3.225; 19%) y Springer (2.191; 13%).
3.4. Comparación con el Scholarly publishers indicators (SPI)
De las 208 editoriales que componen el ranking de editoriales extranjeras, en el BKCI sólo hay 27 SPI2: un 10% de las editoriales extranjeras que los investigadores españoles consideran relevantes tienen al menos un libro indexado en el BKCI.
Analizando el top 10 de SPI vemos que existen ausencias en el BKCI, cuatro editoriales del top10 de SPI no tienen ni un solo libro indexado en BKCI: John Benjamins, Giuffré, Sagey McGraw-Hill. A este grupo podemos añadir Oxford UP, la mejor valorada en SPI sólo tiene un libro en BKCI.
Evidentemente toda esta comparación sólo sirve para España y respondería a la siguiente pregunta: en España, ¿el BKCI se adaptaría a las necesidades de su comunidad científica?
4. Reflexión final
La configuración que se ha presentado del BKCI para los editores de ciencias sociales y humanidades por países recuerda mucho a la Web of Science de revistas, es decir, una orientación marcadamente anglosajona, con poca cabida para los editores de otros países, y materiales en otros idiomas que no sean en inglés.
Además, pese al gran número de editoriales científicas de libros y monografías que existen en el mundo -y que pueden cumplir los criterios de Thomson (pensad sólo en las prensas universitarias a nivel mundial)-, se han bastado para construir la columna vertebral del BKCI con tan solo 18 editoriales. Teniendo en cuenta y retomando la pregunta del título, parece que efectivamente Thomson reuters está repitiendo la historia de antaño con losCitation indexes de revistas (SCI, SSCI y A&HCI).
Sin embargo, tal y como expusimos (Torres-Salinas, Robinson-García y Delgado, 2012), las limitaciones mostradas pueden resultar más graves si hablamos de las sociales y las humanidades y, más aún si cabe, si nos referimos a libros.
Factores como comunidades científicas apegadas a lo local o una mayor diversificación lingüística parecen no haber sido tenidos en cuenta. Los criterios de selección han sido un poco arbitrarios a pesar de que hayan intentado justificarlos (Thomson, 2010).
Para concluir, sólo podemos esperar que los sesgos editoriales sean producto de la juventud del BKCI y la propia impaciencia por lanzarlo, y que en el futuro los problemas apuntados vayan siendo solventados.
Notas
1. Ahora mismo es una opción individual de las bibliotecas universitarias suscribir el Book citation index, ya que no está incluido en la licencia de la Fecyt.
2. El Scholarly publisher indicators (SPI) es un ranking de editoriales (españolas por un lado y extranjeras por otro) construido a partir de la opinión de más de 3.000 investigadores españoles.
http://epuc.cchs.csic.es/SPI
5. Referencias bibliográficas
Giménez-Toledo, Elea; Torres-Salinas, Daniel. “Book citation index: nueva historia sobre big science y little science”. Anuario ThinkEPI, 2011, v. 5, pp. 203-205.
Giménez-Toledo, Elea; Tejada-Artigas, Carlos; Mañana-Rodríguez, Jorge.Scholarly Publishers Indicators (SPI). 1º edición 2012. http://epuc.cchs.csic.es/SPI
Torres-Salinas, Daniel; Robinson-García, Nicolás; Delgado López-Cózar,Emilio. “Towards a ‘Book Publisher Citation Reports’. First approach using the ‘Book Citation Index’”. Ec3 Working Papers, August 2012.
http://arxiv.org/abs/1207.7067
Leydesdorff, Loett; Felt, U. (2012). “Edited Volumes, Monographs, and Book Chapters in the Book Citation Index (BKCI) and Science Citation Index (SCI, SoSCI, A&HCI)”. Journal of scientometric research (en prensa).
Thomson reuters (2010). The book selection process for the Book Citation Index in Web of Science.
http://wokinfo.com/media/pdf/BKCI-SelectionEssay_web.pdf
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