martes, 21 de diciembre de 2010

“English Communication for Scientists”

“English Communication for Scientists”

¿Qué información debe incluir un resumen, y en qué orden? ¿Cómo se puede transmitir un mensaje en una presentación oral – con o sin diapositivas? ¿Cuánto texto es aceptable en un póster? En esta guía, sobre cómo comunicar “ciencia” eficazmente en inglés, puedes encontrar respuesta a todas estas preguntas y a muchas más.
La guía está organizada en 6 unidades independientes que te ayudarán a entender cuáles son las estrategias básicas de la comunicación.
Didáctica e ilustrada con numerosos ejemplos, test de evaluación, etc., puede ser de gran utilidad para todos aquellos que comienzan en el mundo de la investigación.
Enlaces:
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LUDOMEDIC

LudoMedic: videojuegos al servicio de la información médica

Acaba de ser lanzada en Francia la primera plataforma de videojuegos relacionados con la salud: “LudoMedic
La plataforma está orientada a  dar apoyo a niños hospitalizados de entre 6 y 14 años.
“Les enfants hospitalisés font face à des examens et des soins souvent complexes, vecteurs de stress et d’anxiété. Des études cliniques démontrent l’effet positif d’une information préalable au geste médical. LudoMedic.com, première plateforme médicale vidéoludique en France, répond à ce besoin de manière interactive. Il s’agit d’une plateforme en ligne innovante, qui met les techniques du jeu vidéo au service de l’information médicale.”
Entre sus principales objetivos:
  • Desdramatizar los cuidados sanitarios que deben recibir los niños antes de su hospitalización .
  • Divertir a los niños durante su estancia en el hospital
  • Informar a los padres sobre el proceso de cuidados administrados a sus hijos.
  • Permitir a los médicos comunicarse mejor con sus pacientes.

Generación We, Innovación social y sociedad 2.0

El caparazón: Generación We, Innovación social y sociedad 2.0

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Posted: 21 Dec 2010 03:16 AM PST
Lo sabéis: Assange no es, a pesar de las votaciones de la gente, el personaje del año de la revista Time,  un indicio más de que “la mano oculta” que desprecia Wikileaks es más grande y poderosa de lo que en algún momento pudimos pensar. Hoy en España no andamos mejor…. y se vota una ley anacrónica, que pretende poner fin a muchas otras libertades.
Ni los políticos representan al pueblo, ni Times representa al pueblo, ni sabemos muy bien ya, si lo pensamos profundamente, bajo qué tipo de totalitarismo vivimos.  Y es que mientras en Internet han estado unos cuantos locos, frikis, desubicados, jugando a ser periodistas, escritores, músicos, etc… y llenando a la vez los bolsillos de unas cuantas marcas al uso (llámense Facebook, Amazon, Paypal, Mastercard, Apple, Microsoft, Google y tantas otras), no ha habido  demasiado problema. Pero ahora que asoma la sociedad postdigital, la que es permeable a lo que sucede en la red, la que a través de las mismas marcas y el mismo sistema de enriquecimiento de unos pocos, ha puesto en los bolsillos de los ciudadanos armas de destrucción masiva de secretos, de artimañas para cubrir delitos, de muchas cuestiones consideradas intocables, la cosa cambia.
Con Wikileaks como colofón de muchas otras cosas, creo que hay algo importante que si no está ocurriendo ya, está a punto de ocurrir: la sociedad postdigital es la sociedad 2.0. Horizontalización de las relaciones, ciudadanos amateur empoderados dando pulso a la información, marcando tendencias,  escaparate a la diversidad, sociedad de la participación, de la transparencia, son algunos de los matices con que la revolución digital tiñe esta sociedad-red.

Sociedad 2.0
Nos ocupa hoy la que podría ser la característica fundamental del cambio que vivimos:  la cultura de compartir que identificaba Lessig, como filosofía nacida en internet pero que empieza a dar forma a comportamientos e ideologías fuera de la red.
Del consumidor al prosumidor, del productor activo de información, conocimiento, a un individuo que cuando consume, ya no sabe hacerlo de espaldas a su círculo social, que se ha convertido ya en consumidor colaborativo.

La Innovación social es, en este sentido, la forma más importante de innovación hoy, la P2P, la revolución más importante de las que vivimos.  Y ello,  según el libro  What´s mine is yours, the rise of collaborative consumption, por algunos motivos básicos:
-La importancia renovada de lo que significa comunidad, el resurgir de viejas (la “comuna”, en cierto modo) y la emergencia de nuevas “formas de estar juntos” a través de las denominadas arquitecturas de la participación, las redes sociables de las que hablábamos hace poco, las redes P2P  en tiempo real, etc…
-La presión de urgencias medioambientales no resueltas, la sostenibilidad o necesidad de frenar un consumo imposible de mantener para toda la humanidad por demasiado tiempo más.
-La crisis económica, que obliga a replantear cuestiones, a reinventarnos como individuos, cultura y sociedad.
Dicho de otro modo, si compartir siempre ha dependido de una red, ahora que “la red” ha redefinido su alcance, significado y posibilidades gracias a internet, las oportunidades y ventajas de hacerlo aumentan enormemente. Cuando eliminamos, por ejemplo, los costes de transacción, de organizar la colaboración, compartir se convierte en un comportamiento altamente competitivo, el nuevo poder, como diría el gran Clay Shirky, de la organización sin organizaciones.

Reinventando elementos básicos: de la propiedad al acceso, a las experiencias, al sentimiento de comunidad
Nadamos en el sinsentido: el 80% de las cosas que tenemos es usado menos de una vez al mes. Urge evolucionar desde una sociedad neofílica, con unos bienes preprogramados para no durar mucho, necesitada de créditos para seguir el trepidante ritmo de lo “cool”, de lo nuevo.  Debemos aprovechar la oportunidad que nos presta la emergencia de un ecosistema de conectvidad permanente que facilita disponer de bienes o servicios sin necesidad de adquirirlos.
Es hora de poner en marcha la inteligencia colectiva para ver cómo hacer que los productos y servicios compartidos sean más atractivos que la propiedad. Diría Kevin Kelly, en el mismo sentido, que el acceso es mejor que la propiedad: no queremos las cosas sino las experiencias que las cosas pueden proporcionarnos. En el mismo sentido se pronunciaría Jeremy Rifkin, en The age of access, con su idea de que  la propiedad privada estará pasada de moda en 25 años.
Citan en Collaborative Consumption (Rogers y Botsman, 2010)  a Bill Ford, presidente de la compañía del mismo nombre, que reconocía lo siguiente sin temor en una entrevista en 2009:  “El futuro del transporte será una mezcla entre Zipcar (servicio para compartir coches privados), transporte público y coche privado.”
Surgen distintas propuestas, de entre las cuales destaca el resurgir de las economías del intercambio, del trueque, propias de ámbitos locales y primitivos.  Pueden ser múltiples y estar en diversos lugares las cosas que necesitamos, además de que  es probable que el actual propietario del bien o servicio que necesitamos, no necesite o desee nada de lo que podamos ofrecerle en un momento determinado. Es lo que algunos sociólogos han llamado  la dificultad de la coincidencia de necesidades, más grave, en mi opinión, en las sociedades modernas, que las multiplican.
¿Pero qué ocurre si aplicamos las teorías de la larga cola de Anderson también al trueque? Internet funciona como banco común para el intercambio de las más diversas necesidades (tiempo por dinero, banco de la  felicidad en Estonia. moneda virtual VEN, son algunos notables ejemplos de iniciativas para organizar formas contemporáneas de trueque), de forma fácil.  Se trasladan incluso las teorías de redes sociales (6 grados separación) a los items que se pueden intercambiar, existiendo cosas tan sorprendentes como Swaptree, combinado explosivo entre  la tecnología  de recomendación de amazon y la ideología de freecycle.
Es, otra vez, el poder de la organización sin organizaciones, que podemos trasladar incluso a lo que en muchos sentidos es la institución por excelencia: el dinero. Existen ya, en este sentido, ejemplos de Bancos sociales, comunidades para solicitar y dar créditos, como Zopa (al 0,65% de interés), en los que prestamistas y necesitados de préstamo se encuentran de forma independiente de la institución bancaria. Representan ya el 10% del mercado de préstamos personales en EEUU en 2010.
Otros ejemplos concretos citados en el libro de Rogers y Botsman (2010)  son Zipcar,  Airbnb (viajes P2P), Freecycle (de intercambio, regalo, de cosas que nos sobran a quienes puedan necesitarlas),  Landshare (intercambio de cultivos de verduras y tierras para hacerlos), servicios de intercambio de ropa para adolescentes, intercambio de juguetes para niños, coworking o puestos de trabajo compartidos, couchsurfing (alojamiento peer to peer), los conocidos servicios de bicing, intercambio de cajas, etc…

Neurobiología de “compartir”
También lo hemos dicho ya, la investigación neurobiológica indica que compartir es natural. Cuando niños de solo 14 meses ven a un adulto (incluso si lo acaban de conocer) que necesita que se le abra una puerta porque tiene las manos ocupadas, intentarán ayudarle.  Al año, un niño apuntará con el dedo objetos que el adulto simula haber perdido. Si dejamos, por último, caer un objeto ante un niño de dos años, lo recogerá para nosotros y nos lo ofrecerá.
Lo indican las investigaciones de Tomasello en Why we cooperate:  empatía o cooperación pueden ser naturales, no aprendidas ni surgidas para obtener determinadas recompensas. Ocurre sin embargo que a los tres años el niño empieza a adherirse a normas sociales, moldeadas por una cultura  hiperindividualista. Somos parecidos desde entonces a lo que afirma Axelrod en “La evolución de la cooperación”: tememos la “sombra del futuro”, cooperamos por miedo al futuro porque sabemos que si no lo hacemos así y otra vez desde un sentido social de la reciprocidad universal y primigenio,  los demás no cooperarán con nosotros después.
Igualmente, somos proclives al intercambio: dar cosas en  servicios como freecycle nos produce un placer similar a comprarlas y es también natural en niños. Como demuestran múltiples experimentos en psicología social, niños, adultos e incluso primates, no solo sabemos intuitivamente lo que es justo y lo que no, sino que sentimos una aversión natural hacia la desigualdad, el desequilibrio, la injusticia.

Generación We:
Algo ha cambiado entorno a la tragedia de lo común, la conocida en el ámbito anglosajón “tragedia del commons” que según Hardin significa que la explotación compartida tiende a provocar el egoísmo, la ambición, la ruina de todos/as. Y es que el tema, en el mundo de los bits, de naturaleza libre, infinitamente reproducibles y no desgastables, como reconoce Ostrom, el tema es completamente distinto.
Así, el alguna vez denominado Sharismo, la cultura de los bienes compartidos, parece  un cambio cultural tremendamente actual y directamente observable en algunos productos de la creatividad juvenil, como veíamos al hablar del “fenómeno Lipdubs.”
Además, parece que van tomando, como siempre recuerdo en charlas, las riendas de una sociedad con mucho conocimiento a su alcance pero pocos rumbos definidos.
Lo demuestra una encuesta en el Usa Today: el 61% de los jóvenes de 13 a 25 años se siente personalmente responsable de cambiar el mundo. Y no es algo que se quede en el volátil ámbito de las ideas, con cifras como el 81% que han sido voluntarios alguna vez o un 83% que considera la responsabilidad social o medioambiental de las compañías a la hora de tomar decisiones de compra o valoración de la calidad de productos o servicios.
Así, podemos afirmar que la generación “me” está siendo sustituida por la generación “we”,  con valores mucho más allá de lo material. Ejemplo vivo de ello es Chris Hugues, ex directivo de Facebook y responsable de la campaña Obama en Redes sociales, creando en la actualidad, como demostración de que el dinero no da, por si solo, la felicidad, Jumo,la alternativa social activista a Facebook que tanto está dando que hablar.
Finalmente no creo, si se cumplen en internet las hipótesis sobre influencia social de Robert Cialdini, que el fenómeno tenga marcha atrás, cuando diversas investigaciones sociales muestran cómo la información acerca de lo que hacen los demás es un argumento mucho más convincente que la presíón social. Sea por la influencia de los universos informacionales definidos por nuestras redes de contactos,  la emergencia de la cultura compartida de la que hablaba Lawrence Lessig  o los diversos motivos que hemos ido analizando,  parece que es el momento, volviendo a Rogers y  Botsman (2010), ahora que son muchas las opciones, de seguir eligiendo “más”  o cambiar radicalmente de opción y elegir “mejor”.  Los jóvenes parecen tenerlo claro….

Cada vez más tú, cada vez más yo, cada vez más Nosotros:
Parafraseo al gran Sabina cuando definía magistralmente el desamor: y cada vez más tú y cada vez más yo sin nada de nosotros”. Ocurre con la Sociedad 2.o todo lo contrario, resultando una sociedad cada día más empática.
Dice Kevin Kelly en su último libro (What technology wants) que si la regla de oro de la moralidad es comportarse con los demás de la misma forma que nos gustaría que los demás se comportasen contigo y estamos expandiendo con las tecnologías la noción de “los otros” mucho más allá de la proximidad física, del ámbito local, eso significa mayor desarrollo moral. Estaríamos hablando de la sexta etapa en la teoría del desarrollo moral de Kohlberg a la que quizás le faltaba cierta coherencia en el aspecto de la universalidad.  También de la necesidad de  “confiar en extraños”, como comportamiento avanzado y pre-requisito de la Innovación social en las redes digitales distribuidas que plantean Rogers y Botsman (2010).
Vivimos, en definitiva, en un “We” cada vez más amplio, globalizado, casi universal en las redes sociales, en las que las relaciones son mucho más variadas, sutiles y creo que elaboradas, un mundo en el que las leyes universales de la reciprocidad son quizás más indirectas pero siguen más vivas que nunca.

Esperemos que se generalicen el tipo de plataformas que hemos ido enumerando, porque más allá del servicio concreto que prestan, logran un objetivo secundario, revulsivo para el cambio de muchos aspectos urgentes en la sociedad postdigital: el de construir comunidad.
Vivimos en un mundo cada vez más conectado en el que  lo que es bueno para el individuo (la misma alegría, dirían Fowler y Christakis, que se contagia a través de las redes) es bueno para todos, sociedad postdigital en la que somos “cada vez más tú, cada vez más yo”, cada vez más grandes, cada vez más Nosotros.

Imagen 1: Jens Rydén
Imagen 2: Juan Genovés, cartel Escuela de Verano 2010 UIMP.

Tratamiento de la hipertensión arterial. Criterios de individualización terapéutica

Tratamiento de la hipertensión arterial. Criterios de individualización terapéutica

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Estudio del efecto de la gabapentina oral que se usa como analgesia preventiva para atenuar el dolor post-operatorio en pacientes sometidos a cirugía abdominal con anestesia general

Estudio del efecto de la gabapentina oral que se usa como analgesia preventiva para atenuar el dolor post-operatorio en pacientes sometidos a cirugía abdominal con anestesia general
Study of the effect of oral gabapentin used as preemptive analgesia to attenuate post-operative pain in patients undergoing abdominal surgery under general anesthesia
Harshel G Parikh, Sananta Kumar Dash, Chitra B Upasani
Department of Anesthesia & Critical Care, Grant Medical College & Sir J.J. Group of Hospitals, Mumbai-08, India
Saudi J of Anaesthesia 2010:4;137-141.  doi:10.4103/1658-354X.71409

Aims: To study the effect of oral gabapentin used as preemptive analgesia to attenuate post operative pain in patients undergoing abdominal surgery under general anesthesia. Materials and Methods: In a randomized double blind study, 60 patients were divided into two groups. Group A received 600mg gabapentin and group B oral received placebo 1 h prior to surgery. Anesthesia was induced with Propofol 2 mg/kg and Vecuronium 0.1mg/kg and maintained with 60% N 2 O in O 2 and Vecuronium 0.02 mg/kg. All cases were given Fentanyl 2μg/kg as pre-medication and a repeat dose 1μg/kg at the end of the first hour. Assessment of post-operative pain was made with the visual analog score (VAS) at extubation (0 h), 2, 4, 6, 12, and 24 h post-operatively. Post-operative analgesia was provided with intravenous Tramadol. The first dose was given in the Post Anesthesia Care Unit as 2mg/kg, and repeated at 8 and 16 h. Rescue analgesia was given with Diclofenac 1.5mg/kg, slow intravenous. The number of doses of rescue analgesia in both the groups was noted. Results: The VAS scores at 0, 2, 4, 6, 12, and 24 h were 1.9 vs. 2.4 (P=0.002), 2.3 vs. 3.0 (P=0.000), 3.2 vs. 3.7 (P=0.006), 2.9 vs. 4.4 (P=0.000), 3.6 vs. 4.6 (P=0.000), and 3.7 vs.4.6 (P=0.000), respectively. Numbers of patients requiring rescue analgesia with Diclofenac were 3 vs. 14 (P=0.004). Conclusion: A single oral dose of gabapentin given pre-operatively enhanced the analgesic effect of Tramadol as it also reduced the requirement of rescue analgesia with Diclofenac.
  

Evaluación del factor quirúrgico en el control del dolor postoperatorio
Evaluation of the surgical factor in postoperative pain control
Mohamed E Shams, Hosam M Atef
Department of Surgery, Faculty of Medicine, Suez Canal University, Ismailia, Egypt
Department of Anesthesia, Faculty of Medicine, Suez Canal University, Ismailia, Egypt
Saudi J of Anaesthesia 2010:4:127-130.  doi:10.4103/1658-354X.71134

Background: Postoperative pain control has been studied extensively, including many perioperative pain control procedures. Unfortunately, the impact of the surgical technique was not objectively studied. Aim: The aim of this study is to evaluate if the type of surgical dissection needed for extensive abdominal wall dissection actually has an effect in the reduction of postoperative pain or not. Materials and Methods: Forty adult patients, 19 males and 21 females, were randomly divided into two groups with each group containing 20 patients having different varieties of anterior abdominal wall ventral hernia. Patients in group I had their hernias and abdominal wall flaps dissected by only sharp dissection using scalpel. Patients in group II had their hernias and abdominal wall flaps dissected using mainly blunt dissection assisted by sharp dissection where blunt dissection could not do the job. All the patients had general anesthesia. No preemptive analgesia was used. Nalbufen was used as the only postoperative pain killer and the total amount used of it was treated as the indicator for the intensity of postoperative pain. Results: The results of the present study showed that the total amount of Nalbufen used for the control of postoperative pain is significantly less in group I throughout the postoperative follow-up period. Conclusion: This study concludes that use of sharp dissection in cases of extensive abdominal wall dissection is statistically better than other methods of dissection in terms of postoperative pain control.

Revisión cualitativa sistemática sobre dextrometorfan perioperatorio en dolor postoperatorio
A qualitative systematic review of peri-operative dextromethorphan in post-operative pain
T. H. Duedahl, J. Rømsing, S. Møiniche, J. B. Dahl
Acta Anaesthesiol Scand 2006; 50: 1-13

Abstract
Background: The N-methyl-D-aspartate (NMDA) receptor antagonist, dextromethorphan (DM), has received interest as an adjunctive agent in post-operative pain management. Clinical trials have been contradictory. This systematic review aims to evaluate the available literature examining the analgesic efficacy of DM in post-operative patients. Methods: Twenty-eight randomized, double-blind, clinical studies, with 40 comparisons, including a variety of dosing regimens comparing DM treatment with placebo, were included. Meta-analysis was intended but deemed to be inappropriate because of the substantial difference in methodology and reporting between trials. The outcome measures (pain scores at rest, time to first analgesic request and supplemental analgesic consumption) were evaluated qualitatively by significant difference (P < 0.05) as reported in the original investigations. Results: DM did not reduce the post-operative pain score with a clinically significant magnitude. The time to first analgesic request was significantly prolonged in most comparisons with DM. Significant decreases in supplemental opioid consumption were observed in the majority of parenteral DM studies and in about one-half of the oral studies. The decreases were of questionable clinical importance in most comparisons, although a relationship between a decrease in opioid consumption and opioid-related side-effects was established in some studies. Conclusion: Based on the studies available, DM has the potential to be a safe adjunctive agent to opioid analgesia in post-operative pain management, but the consistency of the potential opioid-sparing and pain-reducing effect must be questioned. Consequently, it is not possible to recommend dose regimens or routine clinical use of DM in post-operative pain. The route of administration may be important for the beneficial effect.
Keywords:dextromethorphan; N-methyl-D-aspartate (NMDA) receptor antagonists;post-operative pain;systematic review.

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Atentamente
Dr. Enrique Hernández-Cortes
Anestesiología y Medicina del Dolor

Testigos de hielo desvelan grandes variaciones en la quema de biomasa


Testigos de hielo desvelan grandes variaciones en la quema de biomasa
El análisis de una serie de testigos de hielo antárticos ha deparado indicios de una gran variación en la cantidad de vegetación quemada en el hemisferio sur durante los últimos 650 años. Los descubrimientos, sobre los que se ha publicado un artículo en la revistaScience, contradicen la creencia actual de que la quema de biomasa es hoy mayor que nunca.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario21/12/2010
El trabajo recibió fondos del programa EUROCLIMATE («Variabilidad climática y ciclos de carbono pasados, presentes y futuros»), enmarcado en el programa EUROCORES de la Fundación Europea de la Ciencia (ESF). EUROCORES recibió apoyo comunitario a través del Sexto Programa Marco (6PM).

Científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y la Universidad Stony Brook (Estados Unidos) utilizaron en este estudio una nueva técnica analítica para averiguar los niveles de monóxido de carbono (CO) hallados en burbujas atrapadas en el hielo y extraídas mediante sondeos en la capa de hielo antártica.

El CO atmosférico procede principalmente de un número limitado de fuentes: la oxidación atmosférica de hidrocarburos como el metano y otros; la quema de biomasa; y la quema de combustibles fósiles. Estas fuentes suponen el 90% del presupuesto actual de CO global. En la actualidad se sabe poco sobre las variaciones en la concentración de CO atmosférico durante la era preindustrial. No obstante, se trata de un dato decisivo pues el CO influye en el clima y en la química atmosférica al interactuar con el metano, el ozono y otras sustancias.

La comunidad científica es capaz de determinar la proporción de CO procedente de la quema de biomasa mediante el estudio de las concentraciones de distintos isótopos del oxígeno que contiene el CO atmosférico. El CO generado por incendios en la vegetación posee una mayor proporción del isótopo oxígeno 18 que otras fuentes de CO.

«Al combinarlo con los resultados de otras mediciones de la concentración de CO, este registro nos permite concretar la intensidad relativa de la quema de biomasa en el hemisferio sur durante un periodo de 650 años», comentó John Mak de la Universidad Stony Brook, director de la investigación.

«Hemos descubierto que la cantidad de biomasa quemada ha cambiado considerablemente durante este periodo y que la quema de biomasa supuso una fuente considerable de CO durante la época preindustrial.»

De hecho, los testigos de hielo mostraron que las concentraciones de CO atmosférico totales han menguado en un 25% entre mediados del siglo XIV y el siglo XVII, antes de recuperarse por completo a finales del siglo XIX. Por otro lado, diversos estudios sobre firmas de isótopos de oxígeno en el CO muestran que la cantidad de biomasa quemada varió considerablemente con el paso de los siglos.

Según los investigadores, la quema de biomasa se redujo en aproximadamente un 50% durante el siglo XVII. No obstante, a finales del siglo XIX volvió a aumentar cerca de un 100%. Entre finales del siglo XIX y la actualidad la quema de biomasa parece haber disminuido un 70%.

Estos descubrimientos concuerdan con los resultados obtenidos por otros estudios dedicados a estudiar cambios en la quema de biomasa a través de la concentración de partículas de carbón halladas en los sedimentos. Además, los registros del hemisferio sur difieren considerablemente de los del norte, lo que apunta a la posible necesidad de actualizar algunos modelos climáticos con esta información nueva.

«A pesar de la consistencia [de nuestros resultados] con descubrimientos anteriores, está extendida la creencia errónea de que hoy en día la quema de biomasa es mucho mayor que en el pasado», indicó el profesor Mak. «Se trata de un hecho trascendental, ya que muchos investigadores dan por hecho que la quema de biomasa antropogénica es mucho mayor que la natural. Aunque esto pueda ser cierto, dada la cantidad de población del siglo XVIII, la verdad es que la quema de biomasa [del hemisferio sur] actual parece menor que la realizada hace uno o dos siglos, situación que obliga a reevaluar las fuentes.»

Los beneficios del zumo de remolacha


Los beneficios del zumo de remolacha
Su alto contenido en nitrato reduce la presión arterial y la cantidad de oxígeno que necesitan los músculos durante la actividad física, por lo que mejora el rendimiento.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.21/12/2010
Cruda, hervida o en conserva. Estas son las tres formas más comunes de consumir la remolacha, una hortaliza que suele estar presente en las ensaladas. Pero, aunque no parezca muy apetecible, otra opción para apropiarnos mejor de sus nutrientes es tomarla en zumo.

Investigadores de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, estudiaron las propiedades del jugo y concluyeron que su alto nivel en nitrato mejora el rendimiento físico hasta en un 16%, lo que podría ayuda a llevar una vida más activa.

El zumo de remolacha tiene dos efectos fisiológicos marcados: ensancha los vasos sanguíneos, reduciendo la presión arterial y permitiendo un mayor flujo de sangre; y afecta al tejido muscular reduciendo la cantidad de oxígeno que necesitan los músculos durante la actividad.

En la última revisión de este estudio, los expertos sugieren que, además de los deportistas, podrían beneficiarse una gama más amplia de personas, especialmente aquellas que debido a problemas de corazón o pulmón tengan limitada incluso la actividad física más básica.

REDUCCIÓN DEL ESFUERZO

Los investigadores observaron que, tras ingerir el zumo de remolacha, los participantes utilizaban menos oxígeno para una actividad de baja intensidad como caminar. La reducción efectiva del esfuerzo fue de un 12%, según los resultados que publica la revista «Journal of Applied Physiology».

«A medida que se envejece, o si se tienen problemas que afectan el sistema cardiovascular, la cantidad de oxígeno que puede tomarse para utilizar durante el ejercicio disminuye considerablemente. Esto significa que, para algunas personas, incluso las tareas más simples como caminar, se complican», explica Katie Lansley, autora principal del estudio.

«Lo que hemos visto en este estudio es que el jugo de remolacha puede reducir la cantidad de oxígeno que se necesita para realizar incluso un ejercicio de baja intensidad. Este efecto podría ayudar a la gente hacer cosas que de otra manera no podrían hacer», señala la autora.

ESPERANZA PARA OTROS GRUPOS
Hasta ahora la investigación sobre los impactos del zumo de remolacha sólo se han comprobado en jóvenes sanos, pero los investigadores creen que no hay razón por la cual los efectos no puedan aplicarse a los demás. «Si bien todavía no hemos medido los efectos sobre las personas mayores o con enfermedades del corazón o del pulmón, existe la posibilidad de un impacto positivo en estas poblaciones que tenemos la intención de seguir investigando», agregó Katie Lansley.

Autor:   C. Garrido