Las humanidades digitales, ¿una mera etiqueta o un campo por el que deben apostar las ciencias de la documentación?
“Digital humanities” o “Humanidades digitales” (en adelante HD) es un término que claramente se ha generalizado a nivel internacional. Su uso ha ido desplazando a otros términos similares como “Humanities computing”, Recursos digitales para las humanidades, Informática para o en las humanidades, Informática cultural,… Una búsqueda en Scopus o Web of Science con “Digital humanities” en título, resumen o palabras clave, muestra que es un concepto de uso creciente, especialmente en los dos últimos años1.
Si bien puede considerarse como una etiqueta (topic tag) de significado ambiguo, su expansión debe motivar la reflexión de los profesionales e investigadores de biblioteconomía y documentación (B&D). En primer lugar, porque gran parte de los proyectos en B&D pueden encuadrarse como HD, en segundo lugar, porque constituye un campo para la formación y el empleo de archiveros, bibliotecarios y documentalistas. En este sentido, resulta especialmente relevante la creación de centros de humanidades digitales como unidades de trabajo que pueden demandar un perfil formativo y profesional muy cercano a las competencias del profesional de la documentación.
¿Por qué hablar de humanidades digitales?
¿Por qué humanidades digitales y no ciencia digital o academia digital? Cabe preguntarse por qué hacer énfasis precisamente en las llamadas ciencias humanas (aunque las HD abarcan también las ciencias sociales), cuando no es precisamente un ámbito que se haya distinguido por el dominio de las nuevas tecnologías entre sus investigadores. ¿Qué aportan las ciencias humanas para hacer atractiva una etiqueta como HD? Podemos justificarlo con tres razones fundamentales:
- Una amplia demanda, no sólo académica, también social o cultural, de accesibilidad de fuentes o documentación humanística, sin importar su antigüedad, desde lo más antiguo a lo último, publicado o no,… Las humanidades son un reclamo importante en la sociedad de la información.
- Una permanente reflexión sobre su propia epistemología. En las ciencias humanas es habitual considerar como objeto de estudio también la propia evolución de estas disciplinas. Esto anima a considerar la reflexión sobre el impacto de las nuevas tecnologías como un aspecto central en la reflexión teórica.
- El término “Humanista” mantiene una connotación de defensa de lo humano, como algo más que un mero experto, una persona comprometida con su tiempo. Por ello la etiqueta “Humanidades digitales” remite a una “humanización” de la tecnología.
El término “Humanidades digitales” es, sin duda, una etiqueta genérica, un terreno interdisciplinar que, lejos de hacerse más concreto, parece que va ganando nuevos matices al expandirse su uso. Dentro de las HD cabe distinguir varios territorios y enfoques (Svensson, 2010), desde las tecnologías aplicadas a disciplinas encuadradas en las humanidades tradicionales a nuevos campos de investigación como los estudios de internet. En principio se usó para englobar la creación de recursos electrónicos para las humanidades, recogiendo esencialmente los procesos de digitalización de recursos ya existentes en el medio impreso. Pero a este contenido se le añadió el análisis del impacto de las tecnologías informáticas en estas disciplinas. Este segundo plano, refleja el estudio de la transformación y el replanteamiento del trabajo humanístico en la sociedad de la información (Hockey, 2004). Como ámbito académico novedoso trasciende por tanto más allá del uso de las herramientas informáticas en humanidades, planteando también cuestiones teóricas o filosóficas propias (Leibrandt, 2006).
En el plano académico, las HD son tanto un objeto de proyectos de investigación como un ámbito para la enseñanza de posgrado. La mayor parte de las iniciativas de HD surgen en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá (Galina, 2011; Leibrandt, 2006) y se traducen en la creación de asociaciones (Alliance of digital humanities organizations), centros o departamentos universitarios específicos (digital humanities centres), cursos de posgrado, congresos o reuniones (THATCamp), y blogs y revistas especializadas (Digital humanities quaterly). De especial relevancia para considerar que las HD constituyen un área consolidada es el hecho de que también se habla del “humanista digital” como un perfil formativo o profesional, humanista-tecnólogo o tecno-humanista. Un perfil que está recibiendo ya cursos de posgrado en algunas universidades.
Otro aspecto relevante en la evolución del concepto es su presentación reciente como un movimiento reivindicativo. En el “Manifiesto por unas humanidades digitales” (Dacos, 2011), redactado en mayo de 2010 en la reunión europea de THATCamp en París, se definen las HD como una “transdisciplina” portadora de los métodos, dispositivos y perspectivas heurísticas relacionadas con procesos de digitalización en el campo de las ciencias humanas y sociales.
Más allá de la definición, este documento reclama el libre acceso a datos y metadatos, la libre circulación de métodos y resultados de la investigación y la creación de títulos específicos en HD. Otro manifiesto generado en el UCLA Center for digital humanities(Presner, 2009) también incide en reclamar la reflexión colectiva sobre el conocimiento y la cultura digital y el compromiso con el acceso abierto (open source – open resources).
Funciones de un centro de humanidades digitales
Para Isabel Galina (2011), los objetivos de las HD se sintetizan en tres ejes:
1. Crear bases de datos con recursos digitales relevantes para las humanidades. Esto incluye la captura, estructuración, documentación, preservación y diseminación de los datos.
2. Desarrollar metodologías que permitan generar nuevos elementos derivados de estos datos.
3. Generar investigación y conocimiento para incrementar nuestra comprensión en las humanidades.
La consolidación de las HD se manifiesta especialmente en su institucionalización, con la creación de centros o unidades dedicadas específicamente a desarrollar estas funciones dentro de las universidades. Existen ya ejemplos notables en instituciones como el King’s college London (Centre for computing in the humanities), el University college London(UCL centre for digital humanities), la University of Oxford (Digital.humanities @ Oxford) o la University of California – Los Angeles (UCLA Center for digital humanities).
En el informe sobre los centros de humanidades digitales elaborado por Diane M. Zorich (2008) se ofrece una definición de este tipo de entidades, basada en aquellos que se autodefinen como tales en Estados Unidos:
“Un Centro de Humanidades Digitales (CHD) es una entidad en donde se utilizan las nuevas tecnologías y herramientas mediáticas al servicio de las Humanidades en la investigación, la enseñanza y el compromiso intelectual y la experimentación. Los objetivos del centro son promover la formación humanística, crear nuevas formas de conocimiento y explorar el impacto de la tecnología sobre las disciplinas basadas en las humanidades. Para lograr estas metas, un CHD lleva a cabo todas o algunas de las siguientes actividades:
- Crea colecciones digitales como recursos académicos o educativos;
- Crea herramientas informáticas para:
a) la edición electrónica (es decir, creación de productos multimedia y aplicaciones con un mínimo conocimiento o formación técnica),
b) la construcción de colecciones digitales,
c) el análisis de colecciones humanísticas, datos o procesos de investigación,
d) la gestión de procesos de investigación;
- Utiliza las colecciones digitales y herramientas analíticas para generar nuevos productos intelectuales;
- Ofrece formación en Humanidades Digitales (talleres, cursos, programas académicos de grado o posgrado, formación a docentes, becas y pasantías);
- Organiza programas de conferencias o seminarios sobre temas de Humanidades Digitales para una audiencia general o académica;
- Cuenta con su propio personal académico y técnico (es decir, su personal no pertenece a otro departamento académico);
- Provee apoyo institucional y colabora con los miembros de otros departamentos académicos de la misma institución a la que pertenece el CHD (por ejemplo, ofrece servicios de consulta, gratuitos o de pago, participa en proyectos en colaboración con otros departamentos del campus);
- Provee apoyo institucional y colaboración con los miembros de otros departamentos académicos, organizaciones o proyectos ajenos a su institución de pertenencia (por ejemplo, ofrece consulta gratuita o de pago a grupos externos, participa en proyectos en colaboración con grupos externos);
- Lleva a cabo sus propios proyectos de investigación en Humanidades y Humanidades digitales;
- Crea un área de experimentación e innovación para humanistas;
- Sirve como portal de información especializado en alguna disciplina de Humanidades en particular;
- Sirve como repositorio para proyectos de Humanidades Digitales (por ejemplo, sitios web, textos electrónicos o vídeos para QuickTime);
- Proporciona soluciones tecnológicas a los departamentos de Humanidades”.
Biblioteconomía y documentación en las humanidades digitales
La relación entre las bibliotecas y el campo de las HD es evidente, en tanto este campo abarca la creación de bibliotecas digitales y los proyectos de digitalización de fondos y colecciones, tanto fuentes primarias como trabajos académicos en humanidades. ParaPatrik Svensson (2010), las bibliotecas son una parte importante de la infraestructura tradicional de las humanidades y, en cierto sentido, pueden considerarse como laboratorios para estas disciplinas, localizados fuera de los departamentos universitarios.
Sin embargo, las HD abarcan muchos más proyectos que las bibliotecas digitales. Incluso algunos autores (Siemens et al., 2011) analizan ambas realidades como dos comunidades independientes, con sus semejanzas y diferencias.
Al margen de la labor de las bibliotecas, muchos investigadores de humanidades producen recursos electrónicos, tanto primarios como secundarios, portales web, bases de datos, blogs, colecciones documentales. Ahora bien, las bibliotecas podrían dar un servicio de apoyo fundamental en el diseño, gestión y preservación de estos productos; y sin embargo, muchos proyectos se desarrollan sin su participación.
En la encuesta realizada por Isabel Galina (2012) en México, se destaca la escasa colaboración de las bibliotecas en los proyectos de HD, aunque se reconoce la necesidad de los servicios que pueden aportar. La característica dominante es la falta de políticas y de infraestructuras institucionales. A menudo, los proyectos de HD son iniciativas personales que no se plantean la continuación cuando acabe la financiación, y que no cuentan con un responsable específico del mantenimiento o preservación a largo plazo.
Igualmente, desde Canadá, Leigh Cunningham (2010) lamenta la escasa interacción entre investigadores y bibliotecarios en los proyectos de HD, aunque también subraya que el carácter colaborativo de este nuevo ámbito significa una extraordinaria oportunidad para las bibliotecas que pueden aportar su experiencia en tres aspectos centrales: la sustitución de fuentes impresas por recursos electrónicos; el problema de la preservación de contenidos digitales, y la difusión y gestión de accesos a recursos electrónicos.
En cuanto a los centros de humanidades digitales, sólo algunos de ellos se localizan en bibliotecas universitarias, por ejemplo el Alabama digital humanities center, The digital humanities center en la Columbia University, o el Center for digital scholarship en laBrown University. Sin embargo, la creación de unidades específicas para las HD, aunque se desarrolle de forma independiente, garantiza una mayor facilidad para la participación desde las bibliotecas como cooperación entre organismos de apoyo. A fin de cuentas, permite tener un interlocutor único para desarrollar planes conjuntos, en lugar de tener que establecer un diálogo con multitud de departamentos o grupos de investigación.
Desde el campo de la biblioteconomía y ciencias de la documentación se debe reclamar un papel activo dentro de las HD. Su aportación no debe limitarse a la digitalización de fuentes impresas, además debe incidir sobre otros aspectos:
- Desde las bibliotecas y centros de documentación dedicados al patrimonio cultural: acopio de nuevas fuentes electrónicas para las humanidades. No se trata sólo de las revistas y la producción académica, es esencial abordar políticas de selección y resguardo de otros tipos de documentos en los cuales se plasma actualmente la creación cultural. Esta producción es una parte de las HD.
- Desde los departamentos e institutos de investigación: mantener líneas de trabajo sobre el impacto de las tecnologías sobre las humanidades. En este sentido las HD serían un objeto de estudio. Mientras otras ciencias humanas o sociales abordarían aspectos particulares sobre el empleo de las tecnologías en su ámbito, las ciencias de la documentación pueden aportar un enfoque más global, con estudios de aspectos como el uso, demanda y valoración de recursos de información (Warwick et al., 2008).
- Desde ambos ámbitos: mantenimiento de portales o elaboración de informes que analicen y describan los recursos digitales en disciplinas o subdisciplinas humanísticas. Puede tomarse como ejemplo el informe de Alison Babeu (2011) para los Estudios Clásicos.
¿Y en España…?
El empleo de esta “etiqueta” es aún escaso en España, aunque hay algunos ejemplos puntuales. Desde el curso 2006-07, la Universidad de Castilla-La Mancha ofrece unMáster en humanidades digitales (desde la Escuela superior de ingeniería informática). En noviembre de 2011 se inició la constitución de una asociación de humanidades digitales hispánicas. Y pueden presentarse algunos ejemplos institucionales como el proyecto Digitalmed Centro mediterráneo de innovación digital en patrimonio cultural.
Una búsqueda bibliográfica en revistas españolas apenas localiza 5 artículos que utilicen este concepto2. Entre ellas, el único artículo en una revista de ciencias de la documentación (El profesional de la información) proviene de México (Galina, 2012), país donde se ha creado una Red de humanidades digitales (RedHD). Evidentemente, la ausencia del término no indica que no haya numerosas líneas de trabajo que sí podrían considerarse dentro de las HD. Quizás puede haber cierto rechazo frente a un término con cierta ambigüedad, pero la ausencia de su uso en palabras clave también indica la falta de trabajos de reflexión o análisis sobre esta transdisciplina.
Para las bibliotecas y departamentos de ciencias de la documentación, las HD representan una ocasión para revalorizar sus líneas de trabajo y, en este sentido, es importante no quedarse al margen de su expansión y consolidación. Igualmente, la creación de centros o unidades de apoyo a las HD en las universidades puede representar una oportunidad de empleo para los titulados en documentación. Y, en este sentido, apostar por esta etiqueta desde las facultades de documentación -en sus cursos de posgrado- también podría ayudar a enriquecer o revalorizar la formación que se imparte en estos centros.
Notas:
1. Búsquedas realizadas el 3 de septiembre de 2012. En Scopus, de 154 referencias, 108 (70%) corresponden a 2010-2012, en Web of Science, 44 de 77 (54%). En ambos casos la mayor frecuencia pertenece a 2011, con 48 registros en Scopus y 22 en WoS. La referencia más antigua corresponde a 1998.
2. Búsqueda realizada sobre revistas españolas el 1 de septiembre de 2012 en Isoc y enDialnet, sólo se localizaron 5 artículos que incluyen “humanidades digitales” en título, resumen o palabras clave: Especulo 2006, Insula 2010, Virtual archaeology review 2011,Prisma social 2011 y El profesional de la información 2012.
3. Patrik Svensson (2010) cita también en este sentido el IATH de la University of Virginia, el MITH de la University of Maryland y el Humanities laboratory en Lund university.
Referencias bibliográficas:
Babeu, Alison. Rome Wasn’t Digitized in a Day: Building a Cyberinfrastructure for Digital Classicists. Washington, DC: Council on Library and Information Resources, 2011.
http://www.clir.org/pubs/abstract/pub150abst.html
Cunningham, Leigh. “The Librarian as Digital Humanist: The Collaborative Role of the Research Library in Digital Humanities Projects”. Faculty of information quaterly, 2010, v. 2, n. 1.
http://fiq.ischool.utoronto.ca/index.php/fiq/article/view/15409
Dacos, Marin. “Manifiesto por unas Humanidades Digitales”. Hypotheses.org, 26 marzo, 2011. [Traducción al español de “Digital Humanities Manifesto”, elaborado en mayo de 2010 en THATCamp Paris].
http://tcp.hypotheses.org/487
Galina-Russell, Isabel. “¿Qué son las Humanidades Digitales?” Revista digital universitaria, 2011, v. 12, n. 7.
http://www.revista.unam.mx/vol.12/num7/art68
Galina-Russell, Isabel. “Retos para la elaboración de recursos digitales en Humanidades”. El profesional de la información, 2012, v. 21, n. 2, pp. 185-189.
http://dx.doi.org/10.3145/epi.2012.mar.09
Hockey, Susan. “The History of Humanities Computing” En: Schreibman, Susan; Siemens, Ray; Unsworth, John. A Companion to Digital Humanities. Oxford: Blackwell Publishing, 2004.
http://www.digitalhumanities.org/companion
Leibrandt, Isabella. “Humanidades digitales, ¿ciencia ficción o realidad inminente?”.Especulo. Revista de estudios literarios, 2006 n. 33.
http://www.ucm.es/info/especulo/numero33/humadigi.html
Presner, Todd. “Digital Humanities Manifesto 2.0 Launched”. Digital humanities, 22 junio, 2009.
http://www.toddpresner.com/?p=7
Siemens, Lynne; Cunningham, Richard; Duff, Wendy; Warwick, Claire. “A tale of two cities: implications of the similarities and differences in collaborative approaches within the digital libraries and digital humanities communities”. Literary and linguistic computing, 2011, v. 26, n. 3, pp. 335-348.
http://dx.doi.org/10.1093/llc/fqr028
Svensson, Patrik. “The Landscape of Digital Humanities”. Digital humanities quaterly, 2010, v. 4, n. 1.
http://dx.doi.org/10.1108/00330330810851555
Zorich, Diane M. A survey of digital humanities centers in the United States. Washington, DC: Council on Library and Information Resources, 2008.
http://www.clir.org/pubs/reports/pub143/pub143.pdf
Recursos citados:
Alabama digital humanities center.
http://www.lib.ua.edu/digitalhumanities
Alliance of digital humanities organizations (ADHO):
http://digitalhumanities.org
Brown university library – Center for digital scholarship.
http://library.brown.edu/cds
Columbia university libraries – The digital humanities center.
http://library.columbia.edu/indiv/dhc.html
Digital humanities @ Oxford.
http://digital.humanities.ox.ac.uk
Digital humanities centres.
http://www.allc.org/education/digital-humanities-centres
Digitalmed Centro mediterráneo de innovación digital en patrimonio cultural.
http://www.arqueologiavirtual.com/seav/?page_id=79
King’s college London – The centre for computing in the humanities.
http://www.kcl.ac.uk/artshums/depts/ddh/index.aspx
Máster en humanidades digitales. Universidad de Castilla-La Mancha.
http://www.mhd.posgrado.uclm.es/default.aspx
http://masterhumanidadesdigitales.wordpress.com
Red de humanidades digitales.
http://www.humanidadesdigitales.net
THATCamp (The humanities and technology camp).
http://thatcamp.org
http://tcp.hypotheses.org
UCL Centre for digital humanities.
http://www.ucl.ac.uk/dh
UCLA Center for digital humanities.
http://cdh.ucla.edu