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Las cinco claves del éxito de una Tesis Doctoral
Posted on 21 septiembre, 2011
Desde que comenzó este Blog su andadura son muchos los temas que se han tratado y desde muy distintos puntos de vista. Sin embargo, si tuviese que elegir un post no tengo ninguna duda al respecto. A pesar de que no ha sido el que mayor número de visitas ha tenido, la “Carta abierta a un becario de investigación” suscitó tal número decomentarios y reacciones que debo reconocer que se ha convertido en el ojito derecho del que suscribe…y hoy llega la segunda parte.
En los últimos meses se han publicado en Scientia dos post relacionados con la vida universitaria; uno de ellos estaba basado en la “Elección de la carrera universitaria”, y otro con los “Becarios de investigación”.
En esta tercera entrega de la serie “La maratón universitaria”, hoy traigo al Blog la “Las 5 claves del éxito de una Tesis Doctoral”… una perspectiva absolutamente personal basada en la experiencia de unos cuantos años y donde no nos centraremos en la conveniencia o no de realizar una Tesis, eso ya se hizo en los post anteriores, sino en cómo abordarla desde sus primeros estadíos.
1) Vocación científica:
Sin duda alguna la clave para que la Tesis llegue a buen puerto. Nadie nos puede prometer, y menos en estos tiempos, que la obtención del título de Doctor nos vaya a asegurar el futuro laboral, por lo que sin tener una gran vocación científica la empresa de acabar la Tesis es complicada.
Hace un año se presentaron dos alumnos con la intención de realizar en nuestro Departamento la Tesis de Máster y la posible Tesis Doctoral. Uno de ellos lo primero que me preguntó fue por la posibilidad de concederle una beca de investigación predoctoral, dejando claro que sin financiación desde el primer día no estaba dispuesto a comenzar su trabajo en el laboratorio. La posición era absolutamente respetable pero opté por darle la plaza a la segunda persona que vino al despacho.
La chica en cuestión tenía claro que, por el expediente académico que poseía, era complicado obtener la beca predoctoral, pero quería intentarlo. La sorpresa vino cuando me dijo que estaba dispuesta a hacer todos los días 6 horas de autobús (tres de ida y tres de vuelta) para realizar la Tesis de Máster…me quedé atónito y, previa advertenciade que esa situación no iba a ser capaz de sostenerla durante mucho tiempo y que la posibilidad de concesión de la beca era más que difícil, no dudé en aceptarla en el laboratorio…era la pura imagen de la vocación científica.
Además, cuando le pregunté la razón por la que deseaba hacer la Tesis me sorprendió la sencillez con la que expuso su respuesta: “Quiero obtener el máximo grado universitario al que puede acceder una persona en nuestro país”…ni una palabra más.
Creo sinceramente que esta vocación debería adquirirse en la etapa de estudiante universitario y para ello es clave potenciar la figura del alumno interno. Tranquilos. No hace falta que me indiquen para lo que se emplea esta figura en muchos, que no en todos, los Departamentos universitarios, pero si queremos formar buenos investigadores el ser alumno interno no solamente debería ser una opción…sino una obligación.
Aun a sabiendas que puedo avivar la surrealista cruzada emprendida contra los docentes, quiero remarcar un hecho. Hace unos días, en la primera clase del curso, señalé a mis alumnos del Grado de Biotecnología que las horas de docencia de los profesores universitarios son pocas comparadas con el tiempo que pasamos en la Universidad. ¿Entonces qué hacemos en nuestros despachos todos los días?
Aparte de recomendarles como lectura obligada el excelente post publicado hace pocas fechas en el Blog Golem, les dije que si de verdad querían saber lo que se hace en el día a día de nuestros Departamentos, impregnándose tanto del espíritu universitario del que hablé hace poco en Scientia como de la vocación científica, era imprescindible que pasaran largas horas en los mismos… y la única forma es bajo la figura de alumno interno.
2) El Departamento Universitario:
Mucha gente, incluido quien les escribe, ha peregrinado por diversos Departamentos donde al alumno interno no se le tiene nada considerado. Por esta razón es absolutamente imprescindible para el buen desarrollo no solamente de la Tesis Doctoral, sino de la maratón universitaria, la correcta selección del Departamento donde vamos a realizar la Tesis Doctoral.
Hay muchos Departamentos, por no hablar de Centros de Investigación, que tienen como reclamo para los jóvenes investigadores la presencia en sus filas de unafamado científico de reconocido prestigio. Sin embargo es un error dejarse llevar por este motivo para entrar en el Departamento en cuestión ya que es posible que al susodicho ni lo veamos y nos dejen en manos de algún subalterno con una forma de entender la relación Director/doctorandoalgo peculiar.
Actualmente hay dos formas bien establecidas de seleccionar el lugar óptimo para la obtención del grado de Doctor. La primera de ellas es una búsqueda rápida en la redya que en los tiempos en los que vivimos es fácil poder ver la producción científica de los grupos de investigación, si están estancados o no, quienes son los investigadores que más publican, etc.
Por otra parte, el boca a boca es fundamental. Preguntar a compañeros de promociones superiores sobre sus experiencias personales en los Departamentos que más te pueden interesar es algo imprescindible y obligatorio para no equivocarse en la elección.
3) El Director de Tesis:
Si hay un punto en el que han coincidido la mayoría de los comentarios de los post anteriormente referidos, es en la importancia del Director/es de la Tesis Doctoral en el desarrollo de la misma…cosa en la que estoy absolutamente de acuerdo.
Tal y como comentaron muchos lectores deScientia, son muchos los casos donde los directores de Tesis se aprovechan de los doctorandos utilizándolos como “mano de obra” y dejándolos tirados cuando la cosa se pone fea…pero me resisto a aceptar que seapráctica generalizada.
A estas alturas del blog pocos de ustedes tendrán dudas de si me caso con el poder establecido o suelo ir contracorriente. Por ello no creo que nadie me tache de “pelota” si les digo que, en lo concerniente a mis directores de Tesis, fui un auténtico privilegiado… aunque espero que ellos no lean este post.
Un gran director no solamente “firma” la Tesis Doctoral sino que debe guiarte,asesorarte, corregirte sin acritud, reconocerte los resultados mediante tu inclusión en todos y cada uno de los “papers” y comunicaciones a congresos que se deriven del trabajo realizado, buscar fuentes de financiación para el grupo, mantener el equilibrio entre los integrantes del mismo, tener mano izquierda…es decir, ser un líder.
Sé que nunca seré un gran director de Tesis porque me faltan muchas de esas cualidades,sobre todo la mano izquierda, pero me conformaría con que mis doctorandos jamás pensaran que me he aprovechado de ellos.
4) La Beca:
Aunque sea una opinión muy personal, tal y como expresé en la Carta a un Becario de Investigación, realizar una Tesis sin una beca predoctoral que proporcione un sustento económico con el que pasar cuatro largos años es, cuanto menos, harto complicado.
Una vez pasada la euforia inicial de la inclusión en el grupo de investigación, es duro ver como se te exige la misma dedicación y esfuerzo que a otros compañeros que están haciendo la Tesis “codo con codo” contigo pero que, al final de mes, obtienen surecompensa económica, cotizan a laSeguridad Social y tienen una serie de ventajasque tú no posees.
Sin embargo, la tarea de encontrar financiación no es nada fácil. Si hablamos del sector público, los organismos que tradicionalmente han concedido las becas predoctorales (Ministerio, Universidades, Agencias Regionales de Investigación) no solamente han reducido al mínimo el número de becas otorgadas en cada convocatoria sino que, como está ocurriendo en mi querida Región de Murcia, algunos de ellos se han visto obligados a eliminar de golpe y porrazo la financiación a sus becarios a mitad del periodo de disfrute de la becas. En estos casos extremos los principales damnificados han sido, por supuesto, los propios becarios de investigación, pero también se han quedado en la estacada datos experimentales, líneas de investigación, directores de trabajos, etc.
En el sector privado las cosas están aun más feas. Pocas son las empresas que, en estos tiempos de aguda crisis económica, apuestan por la financiación de investigaciones que puedan dar lugar a Tesis Doctorales…aspecto sobre el que discrepo profundamente.
Siempre he sido de la opinión de que cuando la posibilidad de colaborar con una empresa parte del centro público de investigación, las posibilidades de que la empresa aporte capital económico para la investigación son mínimas…pero cuando es la empresa la que se acerca al centro investigador en busca de un grupo que les resuelva un problema estas posibilidades aumentan… ¿Por qué? Porque ir a la empresa para resolverles un problema que jamás se han planteado es claramente significativo de que el problema no existe…por muy bien que se lo vendas.
Además, y aunque existen algunas alternativas que permiten la financiación pública de Tesis Doctorales a realizar en empresas privadas, el sector privado sigue siendo reacio a que se publiquen datosque puedan ser utilizados por lacompetencia… cosa que, por otro lado, es completamente lógica.
Una posible solución es firmar un contrato de confidencialidad entre el centro de investigación y la empresa de forma que se publiquen solamente una parte de los resultados obtenidos…la Tesis “perderá fuerza” pero nos aseguramos la financiación.
Al hilo de esto, quiero remarcar que algo está fallando desde hace muchos años en el sistema investigador español en lo concerniente a la colaboración investigadora entre empresas privadas y centros públicos de investigación.
Hace unos meses, en la presentación del enésimo Programa Marco de Investigación de la Unión Europea, escuché que era necesario fomentar la colaboración entre los sectores público y privado en materia investigadora…. y me vino a la memoria lo ocurrido hace casi veinte años.
Mi primera beca predoctoral fue concedida por el Estado español en el año 1993 en un fracasado programa cuya finalidad era fomentar dicha colaboración. Lo único que se necesitaba era una empresa dispuesta a participar, un grupo de investigación con un buen currículum, un becario con un expediente medio decente y un proyecto de investigación interesante.
El becario estaba listo. El grupo investigador también. Solamente faltaba encontrar una empresa dispuesta a investigar conjuntamente con la Universidad. La tarea fue fácil… ¿Por qué? Porque, aunque la empresa no estuviera muy interesada en el proyecto, no solamente no tenía que poner ni una de las viejas pesetas sino que además se beneficiaba de ventajas fiscales.
¿Y entonces por qué fracasó esta convocatoria? Porque, salvo excepciones, la mayoría de los becarios que se acogieron a ese programa pasaban la mayoría del año en los laboratorios de los centros públicos de investigación y no en los de la empresa, tal y como exigía la convocatoria. Ésta había establecido que para que se te renovara anualmente la beca solamente se necesitaba mandar al Ministerio correspondiente un informe firmado por los dos directores de la investigación (el de la Universidad y el de la empresa)… el becario se pasaba por la empresa una vez al año, le firmaban su informe y de vuelta a la Universidad… a los cuatro años el doctorando leía su Tesis pero el porcentaje de los becarios que se incorporaron a la empresa bajo este programa fue irrisorio.
Comprenderán ustedes que si pasados veinte años se sigue insistiendo en que hay que encontrar fórmulas para dinamizar la colaboración investigadora entre centros públicos de Investigación y las empresas privadas… es que algo no funciona.
Conclusión: Aunque algunos no lo consideren el sistema más justo hay que ser uno de los mejores expedientes académicos de la promoción si queremos obtener una beca predoctoral que nos ayude económicamente…es lo que hay.
5) La Producción científica:
Desde el punto de vista práctico, y más si queremos pasar a la siguiente etapa de esta carrera de fondo cuya finalidad es la obtención de la estabilidad laboral en el mundo universitario, la calidad de una Tesis Doctoral se valora según el número de publicaciones emanadas de la misma y no, como decía un antiguo profesor de la Facultad, en las horas que le dediquemos a la investigación.
Como indiqué en la “Carta abierta a un becario de investigación” la obtención de una beca predoctoral depende casi exclusivamente del expediente académico pero, en el caso de la búsqueda de financiación para una estancia postdoctoral, siguiente paso de esta maratón universitaria por etapas,lo importante es el número de trabajos científicos publicados en la época predoctoral…¡¡así que a publicar!!
Acabo. Como les dije al principio del post no he pretendido dar ningún tipo de normas a seguir de obligado cumplimento para la realización de la Tesis Doctoral… Es una simple visión personal de cómo veo la situación actual en lo concerniente a la obtención del grado de Doctor basada en mis años de experiencia a ambos lados de la barrera.
Aunque existen variables que no dependen del trabajo del aspirante a doctor, como es el caso de la situación económica de las instituciones que suelen ofrecer ayudas a los jóvenes investigadores, un buen doctorando tiene deberes que hacer antes y durante la realización de la Tesis.
La lucha diaria por ser uno de los mejores expedientes de la promoción en la etapa de estudiante, la inclusión previa como alumno interno en diferentes Departamentosuniversitarios que le ayude a seleccionar el óptimo, la búsqueda de un director de Tesis con un buen ritmo de publicaciones, el duro pero gratificante trabajo de doctorando que le proporcione el mayor número de publicaciones posibles en revistas científicas de alto índice de impacto…son los deberes del futuro Doctor.
Si todo va bien, en aproximadamente cuatro años acabaremos defendiendo nuestro trabajo ante un tribunal. Lo que está aconteciendo en los tribunales de Tesis Doctorales dará para otro post, no lo duden. Hay cosas que no se pueden consentir y últimamente se están viendo casos que rozan el surrealismo Almodovaresco…pero esa es otra historia…no nos desviemos del recorrido marcado y preparemos el próximo post donde abordaremos la siguiente etapa de la maratón universitaria: la estancia postdoctoral.
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