El caparazón: En 1983 el 76% de los conectados a internet no veía su utilidad social
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Posted: 09 Jul 2012 11:23 AM PDT
Trabajando en los orígenes históricos del individuo conectado me topaba con ideas interesantes sobre la imprevisibilidad de la apropiación tecnológica: es muy difícil saber en cuanto a tecnología cuál será la apropiación final que le hará la población. Lo comento en clase sobre twitter y al hablar de la necesidad de adoptar puntos de vista flexibles, que permitan adaptar las aplicaciones al uso que finalmente les daremos. Twitter nació como instrumento de comunicación destinado a sustituir los sms en similar número de caracteres y fueron sus usuarios y un punto de vista flexible y abierto al crecimiento de sus creadores los que la convirtieron en la herramienta de difusión, de información y de intereses que es ahora. Así, los retweets no existían y recientemente mejora sus cualidades para la búsqueda y todo ello son ideas nacidas de los deseos del llamado prosumidor.
Pero existen otros ejemplos ilustres del tema, como el que cuenta la paradoja en cuanto a los propósitos y destinos finales de cosas como la radio o el teléfono: la radio pareció en sus orígenes un buen método para comunicarse con los amigos mientras que el teléfono se pensó como buena forma de difundir discursos
Es probable que sea conociendo las necesidades, las motivaciones fundamentales de los seres humanos que podamos prever en algún punto cómo se apropiará una tecnología pero está claro que incluso en estas cambian en distintos momentos de desarrollo, de lo que podríamos llamar evolución moral de individuos y sociedades enteras.
En eso me hacía pensar, en cómo de poco nos conocemos (comento en Socionomíacómo nos pensamos mucho más independientes de lo que en realidad somos) y/o en cuánto hemos evolucionado desde entonces, el estudio que motiva este artículo:encuestas pasadas en los orígenes de internet aseguraban que la gente no tenía ningún tipo de interés en socializarse a través de la red, que se veía incluso como una barbaridad la posibilidad de hacerlo. Años después los datos lo dicen todo…
Así, en septiembre de 1983, pocos años antes de la invención de la WWW, la encuesta de una compañía de teléfonos sobre “El impacto de la tecnología en la sociedad” (Southern New England Telephone presents the road after 1984 : the impact of technology on society, de Louis Harris and Associates, Inc.), preguntaba a una muestra representativa de norteamericanos cuántos tenían computadoras en casa. Eran el 10%. De estos, el 14% decía transmitir datos a través de la línea telefónica con ellas, lo que sitúa la penetración de internet en aquel momento en el 1,4%.
La siguiente pregunta profundizaba acerca de lo que hoy entendemos por TIC, haciendo muy insospechado lo que hoy vivimos con la web social: ¿Piensas que podría interesarte poder enviar mensajes a otras personas desde tu computadora? Pues bien… el 23% respondía que sí, que sería muy útil, el 31% le veía alguna utilidad y el 45% no se la veía en absoluto. No ocurría lo mismo para los antecedentes del e-commerce, que parecía un ámbito muchísimo más prometedor. El consumismo, tal vez debido a la coyuntura socioeconómica del momento, afloraba sin cortapisas y un 74% de los que podemos denominar “early adopters” planteaba que poder comprar desde el ordenador sería muy interesante e implicaría cargas adicionales en la economía familiar.
No hay duda de que se acertaba en cuanto a la importancia del comercio online pero se fallaba estrepitosamente al adivinar lo que hoy vivimos en las redes sociables, en lo que venimos denominando la Sociedad aumentada: por si no parece suficiente con el manido dato de los mil millones de usuarios de Facebook, datos de la Pew Internet Association nos dicen que a mediados de 2011 el 74% de los usuarios de teléfonos en la misma población Estadounidense los usaba para enviar imágenes o vídeos a otros, para conectar a redes sociales (48%), para actualizar twitter (20%) o incluso para realizar obras de caridad vía sms.
El 65% de los adultos norteamericanos hoy usan sitios de redes sociales y no es demasiado distinto en España, donde según la 4º Oleada del Observatorio de Redes Sociales de The Cocktail Analysis, el 91% de la población internauta española tiene cuentas activas en redes sociales, concretamente con una media de 2,31 redes por individuo.
Explosión de sociabilidad, excedente social, retorno a unas relaciones interpersonales dormidas durante tiempos de monopolio de los mass media en la información, tendencia (o estrategia de los mercados para fomentar el consumo, según Bauman) del ser humano a sospechar de sí mismo cuando en el fondo somos mejores de lo que pensamos, lo cierto es que 3/4 partes de la población de la encuesta en 1983 se equivocaba, que somos mucho más sociables de lo que entonces podíamos imaginar y que solamente necesitábamos de las oportunidades (las “affordances”) que nos prestan hoy los abundantes entornos colaborativos para demostrarlo, para construir la era socionómica que justo iniciamos.
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Posted: 09 Jul 2012 02:38 AM PDT
Dejo para los lectores que lo habéis pedido en twitter y porque creo que es una infografía interesante, la presentación que utilizaba Salvador Pastor en The Monday reading club de Valencia el pasado 2 de julio para presentar Socionomía. Sirva para un nuevo agradecimiento al mismo ponente y a Esteban Rodrigo, amigo e impulsor de la iniciativa:
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