lunes, 1 de noviembre de 2010

Carta de la muerte

de Hospital GeneraldeMexico, el Lunes, 01 de noviembre de 2010 a las 18:28
 Hola! ¿Me recuerdas? Soy yo… la muerte. Te envío este memorando para notificarte que mañana te toca a ti… ¡si!; ¿pensaste que vivirías mil años?... ¡calma, no te lamentes! No te lamentes… ni te preocupes mas… todavía te resta todo un día… y un día puede ser toda una vida… si lo sabes aprovechar. ¿Cómo?... ¿? Ya no postergues tu vida… ya no renuncies a ella jamás. Tienes 24 horas para demostrar tu cariño, tienes 24 horas para decirle que le amas. Para bailar bajo la lluvia, para disfrutar aquella melodía, para sentir el sol, para soltar tu llanto, para entregar tu alma. Tienes todo un día para pedir perdón, para ser un niño, para ser un sabio, para reír con fuerza, para gritarle al viento, para disfrutar del resto de la vida, que queda en tu corazón… La vida te ha estado rodeando a cada instante aunque la busques en el futuro, aunque creas haberla olvidado en el pasado. ¡La vida está ahí contigo! Te envuelve con su magia, pero tu, como un ciego, prefieres ignorarla. Es por eso que te envío este memorando… para que recuerdes que tienes que morir… que mañana tomaré tu mano y te llevaré de aquí, de este mundo terrenal… y quiero preguntarte… ¿Podrías describirme el aroma de las rosas?... ¿Podrías decirme lo que sientes cuando el viento te envuelve con su ternura, con su brisa y con su fuerza?... ¿Conoces la maravillosa sensación que te brinda el amor?... ¿Has bailado al ritmo de tu corazón?... ¿Has disfrutado el arte de dar y recibir amor sin ningún límite?... ¿O te ha detenido el temor? Disculpa si soy indiscreta… lo que pasa es que me causa mucha gracia el pensar que mañana que te tome en mis brazos… vas a estar muerto. Completito… al 100%... no habrá ningún asomo de la vida en ese cuerpo tuyo… y sin embargo, hoy que estas vivo… el 75% de tu ser parece estar muerto. Tengo aquí a muchos suicidas que en el justo momento que me vieron de frente, descubrieron que la vida es muy bella y mucho mas grande que todos esos problemitas que creyeron irremediables… justo cuando sus ojos dejaron de percibir colores, cuando su piel dejó de tener sensaciones, cuando sus oídos no escuchaban ni siquiera el silencio, cuando su boca no pudo decir ¡te amo! ¡Ayúdame! ¡Te perdono! ¡Te extraño! ¡Eres especial! Cuando sus brazos ya no pudieron abrazar, cuando sus piernas ya no pudieron correr, cuando sus labios dejaron de sonreír… en ese momento, todo suicida me suplica una oportunidad sin entender que cada instante, de cada hora de cada día de su vida es una oportunidad… una oportunidad para vivir con intensidad… y que yo, la muerte, si doy oportunidades. Pero solo aquel que sabe usar la vida, solo aquel que se da cuenta que la vida no se puede comprar con ninguna cantidad de dinero… que la vida es como una montaña rusa, a la que te subes y lo disfrutas al 100% porque sabes que el final está cerca y no podrás comprar otro boleto. ¿Sabes? Existe mucha gente con enfermedades que los tienen al borde de la muerte… gente admirable ¡que lucha por sobrevivir!, ¡por conseguir sus sueños! ¡Por gritar su amor! ¡Por extender su mano!... por dejar la huella de su corazón. Gente que aún sabiéndose desahuciada sonríe feliz, persigue sus sueños y sabe vivir… A muchos de esos guerreros de la vida si les doy una oportunidad porque ¡¡¡merecen vivir!!!... y cuando uno de esos seres que supieron vivir llegan a mis brazos, los recibo contenta, porque no se quejan con el clásico “si yo hubiera…” Ellos hicieron todo lo que quisieron hacer, y por eso les indico el camino que han de seguir… es el camino que sin duda les hará volver a vivir. Así que no me recordabas… ¡¡¡Aquí estoy!!!... porque mañana te toca a ti… te queda solo un día… ¿Qué harás con el? Si me convences, puede que te permita vivir. Hoy estás en los brazos de la vida… pero mañana… mañana estarás en los míos… Así que ¡¡¡vive tu vida!!! Te espero…

ATENTAMENTE: La muerte

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