Revisiones bibliográficas. Documentación científica en Ortopedia y Traumatología, medicina deportiva, artroscopia, artroplastia y de todas las patologías del sistema Músculo-Esquelético
Cambios en la longitud y
la alineación de las piernas en niños y adolescentes después de la
reconstrucción transfisaria del ligamento cruzado anterior con injerto
de tejido blando: resultados al año de seguimiento
Aunque la incidencia de roturas del ligamento
cruzado anterior (LCA) en niños continúa aumentando, 24,25 hay escasez
de ensayos prospectivos de alta calidad que comparen enfoques de
tratamiento y técnicas quirúrgicas. 1,19 En 2018, el Comité Olímpico
Internacional (COI) convocó a un grupo de médicos expertos y emitió una
declaración de consenso pidiendo más investigación sobre las lesiones
pediátricas del LCA para evaluar la salud de la rodilla a largo plazo y
la calidad de vida del paciente. 1 En respuesta, el Hospital Infantil de
Queensland (QCH) estableció un registro prospectivo de pacientes
pediátricos y adolescentes que presentan rotura del LCA.
La alteración del crecimiento debido a una
lesión fisaria iatrogénica es una consideración importante en el
tratamiento quirúrgico de las lesiones pediátricas del LCA. 10,16 Se han
descrito varios métodos de reconstrucción del LCA (ACLR) para minimizar
la probabilidad de alteraciones del crecimiento en pacientes
esqueléticamente inmaduros 8,15,17; sin embargo, en todas las técnicas
se describen informes de cambios en la alineación de las extremidades y
discrepancia en la longitud de las piernas (LLD) debido a un crecimiento
excesivo o insuficiente. 16,21 Sin embargo, muchos estudios que
informan alteraciones del crecimiento están limitados por el tamaño de
la muestra, el campo de visión radiográfico (es decir, solo radiografías
de piernas cortas) y/o por hacer referencia a las imágenes
posoperatorias a datos típicos en lugar del estado prequirúrgico del
paciente. 3,5,9 De hecho, pocos estudios han utilizado radiografías
estandarizadas de piernas largas para evaluar la alineación
posoperatoria de las extremidades inferiores después de ACLR en niños y
adolescentes, y menos aún las han comparado con radiografías de piernas
largas adquiridas preoperatoriamente. 11 En consecuencia, el efecto de
ACLR sobre el crecimiento esquelético posoperatorio aún no está claro.
En conjunto, la carga de las lesiones
pediátricas del LCA y la escasez de estudios prospectivos de alta
calidad resaltan la necesidad de evaluar de manera integral los
parámetros radiográficos en múltiples momentos. El objetivo principal de
este estudio fue determinar si se produjeron alteraciones del
crecimiento después de la ACLR pediátrica midiendo la alineación de las
extremidades inferiores y la longitud de las piernas antes y después de
la operación. Nuestra hipótesis es que no habría cambios significativos
en LLD o alineación en la extremidad operatoria aproximadamente 1 año de
seguimiento después de ACLR transfisaria.
La alteración del crecimiento en la
longitud de la pierna o la alineación del plano coronal son
consideraciones importantes en la reconstrucción del ligamento cruzado
anterior (LCA) pediátrico.
Propósito/Hipótesis: El propósito de este
estudio fue investigar la alineación de las extremidades inferiores y la
longitud de las piernas de pacientes pediátricos antes de la operación y
aproximadamente 1 año después de la ACLR transfisaria. Nuestra
hipótesis fue que no habría cambios significativos en la discrepancia en
la longitud de las piernas (LLD) o en la alineación del lado operado en
el seguimiento.
Conclusión: Después de ACLR, no hubo
cambios estadísticamente significativos en la alineación media o el
crecimiento longitudinal; sin embargo, 7 de 104 pacientes (6,7%)
demostraron cambios clínicamente significativos en la alineación o LLD.
Preoperatoriamente, la extremidad lesionada tenía más valgo de manera
estadísticamente significativa en comparación con la extremidad ilesa
con MAD lateralizada.
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Los tres factores principales implicados en la
preservación de la articulación de la rodilla incluyen la alineación de
la articulación, el estado del menisco y la estabilidad del ligamento
(en particular la del ligamento cruzado anterior [LCA]). Estos factores
son interdependientes y dan como resultado la homeostasis de la
articulación de la rodilla cuando todos los factores son estables.
Cuando existe una deficiencia en uno de los factores, afectará a los
demás. Por ejemplo, el LCA y el asta posterior del menisco medial actúan
como restricciones para la traslación tibial anterior. Por tanto, la
deficiencia del menisco medial aumenta el riesgo de fracaso de la
reconstrucción del LCA, y la insuficiencia crónica del LCA aumenta el
riesgo de desgarros del menisco medial. Además, los 3 factores de
preservación de la articulación tienen un impacto en el estado del
cartílago articular de la articulación de la rodilla. Los estudios han
demostrado que los procedimientos de conservación del cartílago no dan
resultados óptimos si hay mala alineación de las articulaciones,
deficiencia de meniscos o deficiencia de ligamentos. Al evaluar a
pacientes con patología del cartílago de la rodilla, los cirujanos deben
ser conscientes de los diversos factores implicados en la preservación
de la articulación de la rodilla y, si está indicada la cirugía, se
deben abordar todos los factores para respaldar un resultado exitoso.
Complicaciones
del mecanismo extensor de rodilla después de la recolección de
autoinjerto en la reconstrucción del LCA: una revisión sistemática y un
metanálisis
La reconstrucción
del ligamento cruzado anterior (LCA) (ACLR) se ha estudiado ampliamente
durante las últimas tres décadas para optimizar las técnicas y mejorar
los resultados de los pacientes. 51 Las técnicas para la ACLR
artroscópica han evolucionado con tasas de revisión quirúrgica
progresivamente más bajas. 41 Las áreas de interés de investigación han
incluido la perforación del túnel femoral transtibial versus la tibia
independiente, 40 reconstrucciones de fascículo simple versus doble, 22
elección de injerto, 35 y técnica de fijación del injerto. 47
La elección del
injerto durante la ACLR ha sido un área de investigación particularmente
importante.3,12,51 Las opciones de injerto para la ACLR incluyen
autoinjertos de hueso-tendón rotuliano-hueso (BTB), autoinjertos de
tendón del cuádriceps (QT), autoinjertos de tendón de la corva (HT) y un
variedad de aloinjertos. 29 Un análisis de encuesta reciente del ACL
Study Group encontró que los gráficos BTB eran el injerto más utilizado a
principios de la década de 1990, pero con el tiempo, los injertos HT se
han utilizado con mayor frecuencia. 2 Desde 2014, también ha habido un
aumento en la utilización de injertos de QT. 51 Cada una de estas
opciones tiene el potencial de restaurar la estabilidad traslacional y
rotacional de la rodilla cuando se realiza utilizando una técnica
adecuada.12,15,36
La decisión de
qué injerto utilizar durante la ACLR implica una toma de decisiones
compartida entre el cirujano y el paciente. Los factores importantes a
discutir incluyen las tasas relativas de revisión de las opciones de
injerto, 28 así como la morbilidad de los autoinjertos en el sitio
donante. Para los autoinjertos de mecanismo extensor (p. ej., BTB y QT),
los informes de morbilidad en el sitio donante en forma de dolor al
arrodillarse y dolor anterior de la rodilla han encontrado menos
morbilidad con los injertos de QT en comparación con los injertos de
BTB. 27 Una fuente menos frecuente pero importante de morbilidad al
utilizar injertos de mecanismo extensor es la posibilidad de alteración
del mecanismo extensor en forma de fractura rotuliana posoperatoria o
rotura del tendón del sitio donante. Si bien técnicas cuidadosas pueden
minimizar estos riesgos, su incidencia no puede ignorarse en los
estudios clínicos. 6
Las revisiones
sistemáticas existentes han buscado caracterizar la morbilidad relativa
del sitio donante de los injertos BTB y QT.9,12,23 Sin embargo, esos
estudios se han centrado en los síntomas del sitio donante sin informar
proporciones agrupadas de fracturas rotulianas y rupturas del tendón
donante en todo el cuerpo del paciente. literatura.9,12,23 El propósito
de este estudio fue estimar la proporción de fracturas rotulianas,
rupturas del tendón rotuliano y rupturas del QT después de una
recolección de autoinjerto BTB o QT en ACLR utilizando proporciones
agrupadas de datos publicados. Nuestra hipótesis es que los autoinjertos
BTB y QT darían lugar a una proporción similar de complicaciones del
mecanismo extensor.
Las
revisiones sistemáticas existentes han tratado de caracterizar la
morbilidad relativa en el sitio donante de los injertos de hueso-tendón
rotuliano-hueso (BTB) y tendón del cuádriceps (QT) después de la
reconstrucción del ligamento cruzado anterior (ACLR). Sin embargo,
ningún estudio ha informado las proporciones agrupadas de fracturas
rotulianas y roturas del tendón donante en toda la literatura.
Objetivo: Estimar
la proporción de fracturas rotulianas, roturas del tendón rotuliano y
roturas del QT asociadas con la recolección de autoinjerto BTB o QT
durante la ACLR utilizando datos publicados.
Conclusión: Según
la literatura actual, la proporción de complicaciones del mecanismo
extensor después de la ACLR utilizando un autoinjerto BTB o QT es baja,
lo que indica que la extracción del mecanismo extensor sigue siendo una
opción segura. Se observó una mayor proporción de fracturas rotulianas
con los injertos QT y una mayor proporción de roturas del tendón del
donante con los injertos QT en comparación con los injertos BTB.
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Complicaciones del
mecanismo extensor de rodilla después de la recolección de autoinjerto
en la reconstrucción del LCA: una revisión sistemática y un metanálisis
La reconstrucción del ligamento cruzado
anterior (LCA) (ACLR) se ha estudiado ampliamente durante las últimas
tres décadas para optimizar las técnicas y mejorar los resultados de los
pacientes. 51 Las técnicas para la ACLR artroscópica han evolucionado
con tasas de revisión quirúrgica progresivamente más bajas. 41 Las áreas
de interés de investigación han incluido la perforación del túnel
femoral transtibial versus la tibia independiente, 40 reconstrucciones
de fascículo simple versus doble, 22 elección de injerto, 35 y técnica
de fijación del injerto. 47
La elección del injerto durante la ACLR ha sido
un área de investigación particularmente importante.3,12,51 Las
opciones de injerto para la ACLR incluyen autoinjertos de hueso-tendón
rotuliano-hueso (BTB), autoinjertos de tendón del cuádriceps (QT),
autoinjertos de tendón de la corva (HT) y un variedad de aloinjertos. 29
Un análisis de encuesta reciente del ACL Study Group encontró que los
gráficos BTB eran el injerto más utilizado a principios de la década de
1990, pero con el tiempo, los injertos HT se han utilizado con mayor
frecuencia. 2 Desde 2014, también ha habido un aumento en la utilización
de injertos de QT. 51 Cada una de estas opciones tiene el potencial de
restaurar la estabilidad traslacional y rotacional de la rodilla cuando
se realiza utilizando una técnica adecuada.12,15,36
La decisión de qué injerto utilizar durante la
ACLR implica una toma de decisiones compartida entre el cirujano y el
paciente. Los factores importantes a discutir incluyen las tasas
relativas de revisión de las opciones de injerto, 28 así como la
morbilidad de los autoinjertos en el sitio donante. Para los
autoinjertos de mecanismo extensor (p. ej., BTB y QT), los informes de
morbilidad en el sitio donante en forma de dolor al arrodillarse y dolor
anterior de la rodilla han encontrado menos morbilidad con los injertos
de QT en comparación con los injertos de BTB. 27 Una fuente menos
frecuente pero importante de morbilidad al utilizar injertos de
mecanismo extensor es la posibilidad de alteración del mecanismo
extensor en forma de fractura rotuliana posoperatoria o rotura del
tendón del sitio donante. Si bien técnicas cuidadosas pueden minimizar
estos riesgos, su incidencia no puede ignorarse en los estudios
clínicos. 6
Las revisiones sistemáticas existentes han
buscado caracterizar la morbilidad relativa del sitio donante de los
injertos BTB y QT.9,12,23 Sin embargo, esos estudios se han centrado en
los síntomas del sitio donante sin informar proporciones agrupadas de
fracturas rotulianas y rupturas del tendón donante en todo el cuerpo del
paciente. literatura.9,12,23 El propósito de este estudio fue estimar
la proporción de fracturas rotulianas, rupturas del tendón rotuliano y
rupturas del QT después de una recolección de autoinjerto BTB o QT en
ACLR utilizando proporciones agrupadas de datos publicados. Nuestra
hipótesis es que los autoinjertos BTB y QT darían lugar a una proporción
similar de complicaciones del mecanismo extensor.
Las revisiones sistemáticas existentes han
tratado de caracterizar la morbilidad relativa en el sitio donante de
los injertos de hueso-tendón rotuliano-hueso (BTB) y tendón del
cuádriceps (QT) después de la reconstrucción del ligamento cruzado
anterior (ACLR). Sin embargo, ningún estudio ha informado las
proporciones agrupadas de fracturas rotulianas y roturas del tendón
donante en toda la literatura.
Objetivo: Estimar la proporción de fracturas
rotulianas, roturas del tendón rotuliano y roturas del QT asociadas con
la recolección de autoinjerto BTB o QT durante la ACLR utilizando datos
publicados.
Conclusión: Según la literatura actual,
la proporción de complicaciones del mecanismo extensor después de la
ACLR utilizando un autoinjerto BTB o QT es baja, lo que indica que la
extracción del mecanismo extensor sigue siendo una opción segura. Se
observó una mayor proporción de fracturas rotulianas con los injertos QT
y una mayor proporción de roturas del tendón del donante con los
injertos QT en comparación con los injertos BTB
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Rehabilitación de
lesiones de rodilla de jugadores de fútbol: reconstrucción del
cartílago, cirugía del ligamento cruzado anterior y recuperación
intensiva: un estudio piloto
Las lesiones de rodilla, incluidos los defectos
del LCA y del cartílago, son un problema común entre los atletas y las
personas físicamente activas (la frecuencia de pérdida significativa de
cartílago en las lesiones agudas del LCA oscila entre el 16 % y el 46 %)
[1,2,3,4,5,6 ]. Este tipo de lesiones se observan a menudo en jugadores
de fútbol y pueden causar incapacidad para jugar a largo plazo [7]. Las
lesiones del ligamento cruzado anterior son la forma predominante de
lesión del ligamento de la rodilla y estas lesiones pueden tener un
impacto devastador independientemente del nivel de actividad deportiva o
del grupo de edad [8]. Sin embargo, los estudios han documentado que la
mayor prevalencia de lesiones del LCA se produce entre atletas de entre
15 y 40 años [9]. Por lo tanto, la reconstrucción del LCA es uno de los
procedimientos ortopédicos realizados con mayor frecuencia a nivel
mundial [2,10,11]. Los defectos del cartílago son problemas comunes
en ambas rodillas de los deportistas y son menos activos físicamente. El
daño al cartílago articular a menudo obliga a los pacientes a limitar o
cambiar sus actividades deportivas [12,13]. En el caso del tratamiento
quirúrgico en deportistas, el cartílago reparado y reconstruido debe
poder soportar las elevadas cargas mecánicas características de los
deportes [14]. Las técnicas utilizadas para reparar el cartílago, como
microfracturas, trasplantes osteocondrales (OAT) o aloinjertos e
implantes de condrocitos autólogos (ACI) han demostrado que los
procedimientos de reconstrucción del LCA reducen eficazmente el dolor y
mejoran la función de la rodilla entre los atletas [13,15]. Además, las
técnicas económicas, como la microfractura, siguen siendo los
procedimientos más utilizados para el daño del cartílago y muestran
potencial para volver al deporte en un seguimiento a corto plazo
[14,16,17,18]. Esto se debe principalmente al hecho de que es un
procedimiento artroscópico relativamente económico y de un solo paso
[19]. Es asequible y técnicamente sencillo [20]. En comparación con
los injertos, la principal ventaja de las microfracturas radica en la
reducción del riesgo de infección y problemas de salud en el sitio
donante, así como en la menor probabilidad de requerir cirugías
adicionales. Sin embargo, después de microfracturas se produce un
desarrollo de fibrocartílago menos permanente. Este método no repara el
hueso y puede comprometer los resultados futuros de la cirugía del
cartílago [20]. Aunque la mayoría de los pacientes obtienen resultados
favorables o excepcionales después de una microfractura, hasta el
veinticinco por ciento o más fracasan al cabo de diez años [21]. En
consecuencia, para mejorar el potencial regenerativo, también se han
introducido en el defecto del cartílago después de una microfractura
estructuras biológicas compuestas por una matriz de colágeno porcino,
ácido poliglicólico o ácido hialurónico. Esta incorporación establece
una estructura mecánicamente estable que facilita la absorción de sangre
subcondral. La matriz insertada funciona como un andamio biocompatible y
temporal, concentrando células madre mesenquimales y factores de
crecimiento específicamente en el sitio del defecto, en lugar de
dispersarlos por toda la articulación. Este enfoque dirigido promueve la
reparación localizada del cartílago y el proceso de regeneración de
manera más efectiva [22,23,24]. La reparación de defectos del
cartílago con HyalofastTM (membrana de fibrina que estimula el
crecimiento del cartílago) ha surgido como una alternativa convincente
para los pacientes que experimentan dolor articular intenso
[25,26,27,28]. Hyalofast está compuesto únicamente por derivados
semisintéticos del ácido hialurónico, que son componentes naturales de
la matriz extracelular y constituyentes fundamentales del cartílago
humano. Este sustrato permite la diferenciación de células madre
mesenquimales en condrocitos, que son capaces de producir cartílago
fisiológico. Hyalofast, tras su aplicación, crea una capa
condroprotectora que extiende la supervivencia de las células madre
mesenquimales en el sitio del defecto del cartílago luego de la
movilización mediante la técnica de microfractura [25,26,27,29]. Sin
embargo, a pesar de los importantes avances en el tratamiento de las
lesiones de rodilla, el tiempo de recuperación puede prolongarse, lo que
retrasa significativamente el regreso de los deportistas al deporte
activo. Por lo tanto, la preparación de un programa de rehabilitación
adecuado es importante para optimizar los resultados quirúrgicos. Los
protocolos de rehabilitación pueden aumentar significativamente la
actividad física de los atletas y reducir el riesgo de volver a
lesionarse [15]. El regreso a la práctica deportiva también está
limitado por el proceso de curación biológica [30]. La rehabilitación
posquirúrgica debe considerar que la curación del cartílago después de
una microfractura se produce en tres fases biológicas: formación de
coágulos, reparación del crecimiento del cartílago y maduración del
cartílago [31].
La importancia clínica de nuestra investigación
se encuentra en el contexto de lesiones de cartílago y ligamento
cruzado anterior en atletas altamente calificados, en particular
jugadores de fútbol profesionales. La baja eficacia del tratamiento
conservador para las lesiones de cartílago de alto grado y el deseo de
volver rápidamente al juego nos llevaron a buscar métodos de tratamiento
alternativos [28]. La principal hipótesis de nuestro estudio plantea
que un programa de rehabilitación intensivo, iniciado un día después de
la cirugía de reconstrucción del LCA combinado con reparación de
cartílago mediante microfracturas y un andamio de hialuronano
(Hyalofast), producirá resultados superiores para los atletas
profesionales, permitiéndoles lograr un rápido retorno a deportes al
nivel previo a la lesión.
El objetivo de nuestra investigación fue
evaluar la eficacia de este enfoque de tratamiento integral diseñado
específicamente para atletas profesionales, que requieren una rápida
recuperación y restauración del rendimiento funcional para reanudar sus
actividades deportivas al más alto nivel. Lo que distingue nuestro
estudio de otros publicados es la implementación temprana de un programa
completo de fisioterapia, comenzando el primer día después de la
cirugía. Este método proporciona una recuperación más rápida y una carga
temprana de carga completa de la extremidad operada. En el caso de los
atletas profesionales, el énfasis en una estrategia de rehabilitación
integral es crucial porque promueve su regreso al deporte sin
comprometer los resultados a largo plazo. La serie de casos presentada
en este estudio piloto sugiere la eficacia potencial del procedimiento
terapéutico aplicado en pacientes con defectos del ligamento cruzado
anterior y del cartílago de la articulación de la rodilla.
Las lesiones de rodilla, en particular el
daño del ligamento cruzado anterior (LCA) y los defectos del cartílago,
son muy prevalentes entre los atletas y afectan su rendimiento deportivo
y la función articular a largo plazo. El propósito de esta
investigación fue evaluar la efectividad de un enfoque de terapia
combinada integral para personas con lesiones del LCA y del cartílago.
Doce jugadores de fútbol profesionales de entre 18 y 30 años se
sometieron a una reconstrucción del LCA hueso-tendón-hueso, a una
cirugía de reparación de cartílago por microfractura y a un tratamiento
con ácido hialurónico. La rehabilitación postoperatoria temprana incluyó
fisioterapia inmediata supervisada y carga completa de peso. Las
evaluaciones de seguimiento incluyeron evaluaciones clínicas,
evaluaciones funcionales de las articulaciones y exploraciones por
resonancia magnética (MRI) para medir la reparación de los defectos del
cartílago y el alivio de los síntomas. Los resultados mostraron que los
pacientes reanudaron sus actividades sin dolor en un plazo de 3 a 4
semanas y regresaron al nivel previo a la lesión en 4,5 meses. La
resonancia magnética demostró la ausencia de reacciones inflamatorias,
reparación del edema medular y aparición de nuevo cartílago. Seis meses y
un año después de la cirugía, los resultados del cuestionario Knee
Injury and Osteoarthritis Outcome Score (KOOS) y Short Form (36) Health
Survey (SF-36) demostraron una mejora considerable en el estado de salud
y la calidad de vida de los pacientes. En general, el estudio sugiere
que la combinación de membranas Hyalofast, cirugía de microfractura,
adhesivo tisular y fisioterapia posoperatoria intensiva puede ser una
alternativa potencial a los tratamientos utilizados comúnmente para
pacientes con rotura del LCA, permitiéndoles recuperarse de manera
eficiente y regresar a las actividades deportivas.
Características
morfológicas óseas como factores de riesgo de lesión del ligamento
cruzado anterior: comparación entre lesión por contacto y sin contacto
A medida que aumenta la participación en deportes recreativos y
competitivos, aumenta la incidencia de lesión del ligamento cruzado
anterior (LCA). Los mecanismos de lesión del LCA se clasifican en lesión
sin contacto y por contacto. 26 Boden et al 2 informaron sobre los
mecanismos de 100 lesiones del LCA en baloncesto, fútbol americano y
fútbol. Se informó un mecanismo sin contacto en el 72% y una lesión por
contacto en el 28% de los casos. La mayoría (70%) de las lesiones del
LCA ocurren durante maniobras de aterrizaje o desaceleración con
contacto mínimo o nulo. Un análisis de vídeo sistemático de las lesiones
del LCA en jugadores de fútbol masculinos profesionales demostró que el
88% de las lesiones del LCA ocurrieron sin contacto directo con la
rodilla. 6 La lesión del LCA sin contacto se asocia con una pendiente
tibial posterior (PTS) más alta, y el contacto articular se produce en
la porción anterior plana del cóndilo femoral lateral versus la cara
posterior redonda. Las condiciones anatómicas favorecen el deslizamiento
(desplazamiento del pivote) sobre el rodamiento en presencia de una
fuerza de compresión axial. 3
Un mayor ángulo del cuádriceps, un mayor valgo de la rodilla y una
mayor caída del escafoides se consideran factores de riesgo de lesiones
del LCA sin contacto. 11 Además, las características morfológicas del
hueso no modificables, como un ancho de muesca intercondilar más
estrecho,18,21,24 aumento del PTS,8,17,22 un ángulo del surco troclear
más alto,18 y una mayor profundidad del cóndilo posterior15,20 se han
informado como factores de riesgo para el LCA sin contacto. lágrimas.
Sin embargo, hay escasez de literatura que informe sobre los factores de
riesgo relacionados con la morfología ósea para la lesión del LCA por
contacto. Este estudio retrospectivo tuvo como objetivo investigar las
características morfológicas óseas como factores de riesgo de desgarros
del LCA en lesiones de contacto y comparar estos factores con los de las
lesiones del LCA sin contacto. Presumimos que las morfologías óseas
alteradas también serían factores de riesgo de lesión del LCA por
contacto.
Las morfologías óseas alteradas se consideran factores de riesgo de lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) sin contacto. Este
estudio tuvo como objetivo investigar las características morfológicas
óseas como factores de riesgo de desgarros del LCA en lesiones de
contacto y comparar estos factores con los de las lesiones del LCA sin
contacto. Presumimos que las morfologías óseas alteradas también serían
factores de riesgo de lesión del LCA por contacto. Se descubrió que
las características morfológicas óseas alteradas de la rodilla son
factores de riesgo de desgarro del LCA en lesiones de contacto, así como
en lesiones sin contacto. La morfología alterada tiene un efecto más
significativo en las lesiones del LCA sin contacto.
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La lesión de LCA representa
más de la mitad de todas las lesiones de la rodilla, con frecuencia
asociadas a la práctica deportiva, presenta una incidencia anual de
30-78/100,000.1 En la península escandinava se registran los mismos rangos para deportistas.2 La
relación con lesiones asociadas se reporta con frecuencia, las más
comunes son: edema óseo, lesiones de ligamento colateral interno y
roturas meniscales, siendo meritorio la necesidad de un tratamiento
quirúrgico. En el caso de una ruptura parcial, se encuentra asociado
principalmente al fascículo anteromedial,3 depende
de la valoración clínica y funcional de la rodilla, se clasifica como
laxa, no laxa e inestable, en este último caso la necesidad de un
tratamiento quirúrgico es indispensable.
En la literatura médica se
describen diferentes técnicas quirúrgicas y variantes en la
reconstrucción del LCA con la finalidad de brindar estabilidad funcional
a la articulación. Debido a la falta de un consenso en la técnica
adecuada, la mayoría de los cirujanos planean la reconstrucción de LCA
con base en su experiencia personal, en la evidencia disponible y en las
tendencias mundiales o locales. Los resultados obtenidos en numerosas
series de casos, así como en ensayos clínicos, reportan un nivel de
satisfacción de 90%, con un retorno a las actividades deportivas en 82 y
63%, que vuelven a un nivel de competencia igual previo a la lesión.3
Respecto al tiempo, desde
que ocurre la lesión del LCA hasta que se realiza la cirugía, se define
como temprano el procedimiento que se efectúa entre 48 horas y tres
semanas,4,5 y
cirugía retrasada cuando se realiza después de seis y 10 semanas
posterior a la lesión. La finalidad de la reconstrucción temprana es
restaurar la estabilidad y función articular, además de evitar un daño
condral o meniscal subsecuente.6 El
riesgo de una reconstrucción temprana en las primeras horas tras la
lesión es desarrollar artrofibrosis de la articulación. Los injertos que
se utilizan con mayor frecuencia en el mundo son: hueso tendón hueso,
considerados por muchos el estándar de oro, e isquiotibiales, que se
utilizan con mayor frecuencia en el mundo, tendón del cuadricipital y el
aloinjerto.7
Existen varios factores que
influyen en los resultados clínicos ampliamente debatidos, entre los
cuales se encuentra la técnica para la realización del túnel femoral y
la elección del injerto. Debido a la amplia extensión de literatura y la
variedad de técnicas para la reconstrucción del LCA, no hay un consenso
para los métodos de fijación y selección del injerto,8 siendo
de vital importancia estas características para la recuperación
funcional y regreso a las actividades deportivas del paciente.9
El objetivo de este estudio
es conocer la tendencia actual en relación con la técnica preferida por
los cirujanos articulares de México, también se analizaron el tipo de
injerto que más se utiliza y el manejo postquirúrgico.
Introducción: la
lesión del ligamento cruzado anterior (LCA) representa más de la mitad
de todas las lesiones de la rodilla, en la literatura médica se
describen diferentes técnicas quirúrgicas y variantes en su
reconstrucción. Objetivo: conocer la tendencia actual en la reconstrucción de ligamento cruzado anterior (LCA) en México. Material y métodos: se
aplicó una encuesta a través de la Federación Mexicana de Colegios de
Ortopedia y Traumatología con respuestas de opción múltiple, a cirujanos
en traumatología y ortopedia que realizan reconstrucción de LCA en
México. Resultados: 373 cirujanos respondieron la
encuesta de 14 preguntas acerca del tratamiento de la rotura de LCA
encontrando los siguientes datos: el tiempo promedio para realizar la
reconstrucción de LCA es mayor de cuatro semanas en 45.6% de los casos;
39.9% de los cirujanos encuentra lesiones meniscales asociadas en más de
50% de los casos; 76% de los encuestados utilizan injerto
isquoitibiales en reconstrucciones primarias de LCA y en cirugías de
revisión 38.9% utilizan aloinjerto versus 38.1% injerto hueso tendón
hueso. El método de fijación femoral que se utiliza con mayor frecuencia
es el sistema de corticosuspensión por 72% de los cirujanos y para la
fijación en tibia 81.2% usa tornillos bioabsorbibles. La tendencia
actual en la perforación para el túnel femoral es por vía anteromedial
en 47.7% y 37.5% de los cirujanos no dejan rodillera en el
postoperatorio. Conclusión: en este estudio se reporta
la tendencia actual en la reconstrucción de ligamento cruzado anterior
en México en diferentes aspectos de la técnica quirúrgica.
Rangel GF, Hernández AG, Macías GEDJ, et
al. Estado actual de la reconstrucción del ligamento cruzado anterior en
México.Encuesta Nacional. Ortho-tips.
2023;19(1):5-10. doi:10.35366/109760.
El
consenso de ESSKA 2022 brinda recomendaciones para mejorar el
diagnóstico, la planificación preoperatoria, la indicación y la
estrategia quirúrgica para la cirugía de revisión del ligamento cruzado
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#diagnostics #planning
El objetivo de este consenso ESSKA es dar
recomendaciones basadas en evidencia y opinión de expertos para mejorar
el diagnóstico, la planificación preoperatoria, la indicación y la
estrategia quirúrgica en la revisión del LCA. La cirugía de revisión
del LCA es un tema ampliamente debatido con muchas opiniones y técnicas
diferentes. La literatura revela un pobre nivel de estandarización. Por
ello, este proyecto de consenso internacional es de gran importancia.
Métodos: Los cirujanos y científicos expertos
europeos se dividieron en cuatro grupos para participar en este
consenso. Un «grupo de literatura» (cuatro cirujanos); «grupo directivo»
(14 cirujanos y científicos); «grupo de calificación» (19 cirujanos) y
finalmente «grupo de revisión por pares» (51 representantes de las
sociedades nacionales afiliadas a ESSKA de 27 países). El grupo
directivo preparó dieciocho conjuntos de preguntas y respuestas. La
calidad de las respuestas recibió grados de recomendación que van desde A
(apoyo científico de alto nivel), hasta B (presunción científica), C
(apoyo científico de bajo nivel) o D (opinión de expertos). Estos
conjuntos de preguntas y respuestas luego fueron evaluados por el grupo
de calificación. Todas las respuestas se calificaron del 1 al 9. Los
comentarios del grupo de calificación fueron incorporados por el grupo
directivo y el consenso se presentó al grupo de calificación por segunda
vez. Una vez que se alcanzó un consenso general entre los grupos
directivo y de calificación, los conjuntos de preguntas y respuestas se
enviaron al grupo de revisión por pares. Se celebró una reunión final
combinada de todos los miembros del consenso para ratificar el
documento.
Resultados: La revisión de la literatura para
el diagnóstico y la planificación preoperatoria de la revisión del LCA
reveló una calidad científica bastante baja. Ninguna de las 18 preguntas
recibió una calificación A y seis recibieron una calificación B. La
calificación media de todas las preguntas por parte del grupo de
calificación fue 8,4 ± 0,3.
Tischer T, Beaufilis P, Becker R, Ahmad
SS, Bonomo M, Dejour D, Eriksson K, Filardo G, Feucht MJ, Grassi A,
Wilson A, Menetrey J, Pujol N, Rathcke M, Seil R, Strauss MJ, Condello
V. Management of anterior cruciate ligament revision in adults: the 2022
ESSKA consensus part I-diagnostics and preoperative planning. Knee Surg
Sports Traumatol Arthrosc. 2022 Nov 2. doi: 10.1007/s00167-022-07214-w.
Epub ahead of print. PMID: 36322180.