sábado, 27 de noviembre de 2010

Una segunda oportunidad contra el melanoma


Una segunda oportunidad contra el melanoma
PLX4032 parecía una sopa de letras llamada a convertirse en una terapia eficaz contra ciertos tumores de piel muy avanzados. Sin embargo, a medida que se demostraba la eficacia de este medicamento, los investigadores se fueron dando cuenta de que las respuestas eran muy breves: al cabo de pocos meses los pacientes habían desarrollado resistencias y el melanoma volvía a recaer. Dos trabajos que ahora publica la revista'Nature' explican las claves que podrían aclarar este fenómeno.
FUENTE | El Mundo Digital27/11/2010
Los melanomas que responden al nuevo compuesto experimental tienen mutaciones en un gen clave denominado B-RAF; un 'error' que portan entre el 50% y el 60% de los pacientes con este tumor. Sin embargo, después de seis o nueve meses de respuestas espectaculares, los oncólogos se topaban casi siempre con la frustración de ver reaparecer la enfermedad.

Científicos de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), el centro oncológico Dana Farber y elInstituto Tecnológico de Massachusetts (todos ellos en EE.UU.) han descubierto ahora diferentes trucos genéticos que permiten al cáncer desarrollar una mutación adicional para inutilizar el tratamiento. La buena noticia es que estas nuevas alteraciones podrían convertirse a su vez en una potencial diana para nuevos fármacos, aunque para eso habrá que esperar algunos años más.

Como explica a ELMUNDO.es el doctor Antoni Ribas, uno de los oncólogos de la UCLA que ha colaborado con Roger Lo en el primero de los trabajos, "al principio lo lógico era pensar que el cáncer había desarrollado una segunda mutación en el gen B-RAF para escapar a la acción del fármaco". Sin embargo, lo que descubrieron fue que el melanoma es capaz de desarrollar vías alternativas, en tres genes diferentes a B-RAF para seguir dividiéndose ajena al tratamiento.

Con las tres mutaciones descubiertas por ambas investigaciones, explica el doctor Ribas, es posible explicar el 50% de las recaídas; aunque habrá que seguir indagando para dar con el truco al que recurre el cáncer de piel en el otro 50% de los casos.

Aunque aún es pronto para traducir sus resultados en un nuevo inhibidor de B-RAF más eficaz que PLX4032, Lo se felicita por la investigación: "Ahora, cuando un paciente con melanoma recae, podemos decirle que estamos trabajando 24 horas al día, siete días a la semana, para descubrir una alternativa eficaz".

"PLX4032 es un fármaco que obtiene unas tasas de respuestas espectaculares, ahora tenemos que conseguir que duren más tiempo", señala el oncólogo catalán, "de manera que probablemente tendremos que combinarlo con otros fármacos que eviten que la célula 'escape' a su acción".

Autor:   María Valerio

Algunos componentes del vino pueden mejorar el tratamiento de úlceras y gastritis

Biomedicina y Salud
 
Ciencias clínicas

Algunos componentes del vino pueden mejorar el tratamiento de úlceras y gastritis

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Hospital Universitario de La Princesa de Madrid han demostrado que varios de los compuestos fenólicos del vino presentan actividad bactericida frente aHelicobacter pylori, la bacteria responsable de la mayoría de las úlceras y algunos tipos de gastritis. De momento, los ensayos sólo se han realizado in vitro.
Proceso de maceración del vino. Foto: DICYT
“El poder antimicrobiano de estos compuestos naturales, junto con una dieta adecuada, puede ser una herramienta útil en el tratamiento de las úlceras gástricas o gastroduodenales y una alternativa al tratamiento con antibióticos”, afirma Adolfo Martínez, investigador del Instituto de Ciencias de la Alimentación (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid).
Por ahora, los ensayos se han realizado in vitro, por lo que es necesario investigar más su efectividad en humanos. Los investigadores del CSIC y del Hospital Universitario de La Princesa de Madrid examinaron 28 cepas de de Helicobacter pylori obtenidas de pacientes con sintomatología digestiva.
Las cepas fueron cultivadas y sometidas a distintos compuestos fenólicos presentes en la uva y el vino: resveratrol, metil galato, epicatequina, quercitina, ácido vinílico, kaempferol, ácido gálico, ácido cumárico y ácido ferúlico. Los dos primeros demostraron actividad in vitro frente a todas las cepas aisladas de la bacteria y, excepto los tres últimos, todos mostraron eficacia contra alguna de las cepas.
“El tratamiento se basa en antibióticos, aunque en los últimos años están apareciendo cepas resistentes. A esto se suman los malos hábitos de alimentación y el estrés de la vida urbana, que podrían hacer que en breve estas patologías afecten al 10% de la población”, afirma Alfonso Carrascosa, también del Instituto de Ciencias de la Alimentación y responsable del equipo investigador.
Se calcula que más de dos tercios de la población mundial están infectados por esta bacteria, causante de cerca del 90% de las úlceras gastroduodenales y entre el 75 y el 85% de las gástricas. En España, estas enfermedades afectan a casi un 5% de la población, y entre el 40 y el 50% de la población es portadora de la bacteria (como en el resto de países desarrollados).

Expertos se dan cita en Tenerife para abordar las principales patologías del aparato locomotor

Expertos se dan cita en Tenerife para abordar las principales patologías del aparato locomotor

Alrededor de 150 inscritos participan en estas jornadas intensivas que se inician hoy en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, para abordar las principales lesiones que se producen en cadera, tobillo y pie
Instante durante una de las ponencias del IV Curso de Patologías del Aparato Locomotor, celebrado en Tenerife
El Hospital Universitario Ntra. Sra. de Candelaria (HUNSC), dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, celebra estos días el IV Curso de Patologías del Aparato Locomotor, en el que durante dos días de forma intensiva participan alrededor de 150 profesionales sanitarios procedentes de especialidades como Traumatología, Rehabilitación, Fisioterapia, Terapia Ocupacional y Medicina Familiar y que cuenta con el reconocimiento de la Escuela de Servicio Sanitarios y Sociales de Canarias (ESSSCAN).
El objetivo es la puesta en común de las novedades médicas en el diagnóstico y tratamiento de aquellas lesiones que afectan a la cadera, el tobillo y el pie, que pueden ser tanto óseas, como ligamentosas o degenerativas y para ello se ha preparado hasta una treintena de ponencias.
El curso, dirigido por el Dr. Sebastián Rodríguez, jefe de servicio de Traumatología del HUNSC y profesor titular de Traumatología de la Facultad de Medicina de la ULL, ha arrancado este jueves en el salón de actos del edificio de Traumatología, dedicando una especial atención al pie en el deporte, con una mesa monográfica en la que diferentes expertos han abordado patologías como la fascitis plantar, los síndromes cuniculares, así como cuáles son las mejores técnicas de fisioterapia para lesiones deportivas en el pie, así como qué tipo de rehabilitación debe seguirse en este tipo de problemas.
La jornada del viernes continuará con trece charlas dedicadas exclusivamente a la cadera, para concluir con una sesión práctica de artoplastias en cadáveres.
Para el Dr. Sebastián Rodríguez, este curso consigue, en tan sólo dos días, abarcar un amplio espectro de cuestiones con las que se podrá actualizar la práctica clínica que se aplica a diario para tratar lesiones traumáticas y ortopédicas de estas partes del cuerpo humano, imprescindibles para la movilidad de las personas”.
Fuente: HUNSC

¿Cómo prevenir el cáncer con vegetales?

Biomedicina y Salud
 
Salud pública

¿Cómo prevenir el cáncer con vegetales?

La búsqueda y caracterización de compuestos bioactivos de los vegetales incluidos en nuestra dieta diaria ha permitido identificar en plantas como la coliflor agentes quimiopreventivos frente a compuestos carcinogénicos presentes en lo que comemos. Los beneficios de los isotiocianatos e indoles para prevenir el cáncer parecen evidentes.
Plantas de la FamiliaCruciferae: brécol, coliflor, nabo y coles de Bruselas.Figura: UCM.
El grupo de investigación UCM Estrategias Quimiopreventivas frente a Compuestos Carcinogénicos de la Dieta (Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria), ha evaluado el efecto protector del AITC, del PEITC y del I3C frente al daño al DNA producido por las N-Nitrosaminas. El trabajo ha sido realizado in vitro con cultivos celulares, en concreto utilizando células de hepatoma humano y el ensayo Cometa. En este ensayo el daño al DNA se traduce en la formación de un cometa, de ahí el nombre de este método.
Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que el AITC, el PEITC y el I3C protegen a las células de hepatoma humano frente al daño al DNA inducido por las N-nitrosaminas evaluadas. Las diferencias observadas en el efecto protector de estos compuestos indican que la estructura química juega un papel fundamental. Además, existe una buena correlación entre el efecto protector del AITC, el PEITC y el I3C y sus mecanismos de acción.
Entre ellos caben destacar la inhibición de la actividad de las enzimas hepáticas (Fase I) necesarias para metabolizar las N-nitrosaminas, la estimulación de las enzimas de la Fase II, que convierten los compuestos reactivos en menos tóxicos y más fácilmente excretables, la actividad antioxidante y la inducción de apoptosis.
Esta línea de investigación presenta un gran futuro al tener una enorme repercusión para la salud de los consumidores, por lo que el equipo de investigación aborda actualmente el estudio de nuevos alimentos. Pero es importante recordar que el efecto de la dieta en la salud no tiene lugar mediante la acción de un nutriente aislado, sino a través de la combinación de distintos constituyentes de uno o varios alimentos que interaccionan entre ellos. Por tanto, la complejidad de estas interacciones hace que estemos lejos aún de conocer y comprender el verdadero papel de estos compuestos en la prevención del cáncer.
La protección de los vegetales crudos
Las plantas de la Familia Cruciferae, a la que pertenecen el brécol (Brassica oleracea var. italica), la col (B. oleracea var. capitata), las coles de Bruselas (B. oleracea var. gemnifera), la coliflor (B. oleracea var. botrytis), los nabos (B. campestres var. rapifera), los rábanos (Raphanus sativus) y los berros (Nasturtium officinale) son ricas en glucosinolatos. Se han identificado más de 120 glucosinolatos distintos, que ejercen funciones de protección antimicrobiana, antifúngica e insecticida.
Cuando los vegetales crudos son masticados o troceados, una enzima llamada mirosinasa (presente en la planta o en la flora intestinal) entra en contacto con los glucosinolatos y cataliza la hidrólisis del enlace glucosídico, dando lugar a la formación de isotiocianatos (ITCs) e indoles. Estudios en modelos animales han demostrado que los ITCs naturales y un buen número de análogos sintéticos, son protectores frente a tumores inducidos por carcinógenos en vejiga, colon, esófago, mama, páncreas y estómago. Los principales isotiocianatos presentes de forma natural en la dieta son: el alil isotiocianato (AITC), el fenetil isotiocianato (PEITC) y el sulforafano.
Los indoles tienen como principal representante al indol-3-carbinol (I3C). El precursor de este compuesto es un glucosinolato llamado glucobrasicina, que es muy abundante en plantas crucíferas, como el brécol. En el ambiente ácido del estómago, el I3C, en contacto con el ácido ascórbico de los jugos gástricos, se convierte en el dímero llamado 3,3´-diindoilmetano (DIM). El Indol-3-Carbinol es probablemente uno de los compuestos que más capacidad anticancerígena posee. Numerosas investigaciones indican que el I3C reduce la carcinogénesis química y previene el desarrollo de tumores de mama.
En la actualidad y gracias a los resultados de numerosos estudios epidemiológicos, a la dieta se le puede atribuir un papel protector, pero también de riesgo frente al cáncer. En general, este riesgo que se le atribuye a la dieta se debe fundamentalmente a los carcinógenos que existen en la misma. Son muchos los compuestos mutagénicos presentes en los alimentos, que pueden causar diferentes daños al DNA. Las N-nitrosaminas constituyen uno de los grupos de agentes carcinogénicos más extensamente estudiados y su formación en los alimentos tiene lugar durante su almacenamiento y maduración o en el transcurso de algunos procesos clave en su elaboración, como el tratamiento térmico.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera a las N-nitrosaminas como probables o posibles carcinógenos en humanos (grupo 2A y 2B). Teniendo en cuenta que los isotiocianatos y los indoles forman parte de nuestra dieta diaria, consideramos de interés evaluar su efecto protector frente a carcinógenos de la dieta, como las N-nitrosaminas, presentes también en los alimentos y que van a ser consumidos simultáneamente.
Fuente: UCM

Más proteínas y menos azúcares ayudan a mantener un peso saludable

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Se trata del análisis sobre dieta más grande del mundo

Más proteínas y menos azúcares ayudan a mantener 

un peso saludable

El aumento moderado de proteínas y la reducción de alimentos con un alto índice glucémico -como harinas refinadas o arroz descascarillado- ayudan a mantener una dieta saludable y no recuperar los kilos perdidos. Así se desprende de una investigación en la que ha participado el catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra Alfredo Martínez y que acaba de publicarse en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, New England Journal of Medicine.
Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra
El aumento moderado de proteínas y la reducción de alimentos con un alto índice glucémico ayudan a mantener una dieta saludable y no recuperar los kilos perdidos. Imagen: William Cho
El estudio, que forma parte del Proyecto Diógenes (Dieta, Obesidad y Genes), es el análisis más relevante del mundo sobre el mantenimiento de peso a largo plazo tras haber seguido una dieta de adelgazamiento. En total, la investigación evaluó los hábitos de alimentación de 773 familias de ocho países europeos. Entre ellos, de España, donde el trabajo se realiza desde 2005 en el departamento de Ciencias de la Alimentación, Fisiología y Toxicología de la Universidad de Navarra.
Alfredo Martínez, coautor del estudio, catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra.
Los voluntarios -938 adultos y 827 niños- perdieron primero un 8% de su peso y, después, fueron sometidos a cinco tipos de dieta de mantenimiento -todas ellas bajas en grasas y sin restricciones en cuanto a calorías- que siguieron durante 26 semanas. Los resultados, según explica el experto en Nutrición Alfredo Martínez, “demostraron que un incremento modesto de proteínas y un descenso de alimentos que aportan energía rápidamente -tienen un alto índice glucémico- permite mantener los kilos perdidos e, incluso en algunos casos, continuar bajando de peso”.
Asimismo, el coautor del estudio subraya que las conclusiones “suponen un cambio en la idea extendida de que las dietas con un contenido proteico de al menos un 30% son perjudiciales”. De hecho, añade que los voluntarios que mejor mantuvieron su peso y no abandonaron el régimen fueron aquellos con dietas “moderadamente” ricas en proteínas y bajo índice de azúcar: “Incluso quienes combinaron ambos parámetros continuaron perdiendo kilos durante la intervención”, añade el profesor de la Facultad de Farmacia.
No toda las calorías cuentan igual
En este sentido, el experto recuerda que “no todas las calorías tienen el mismo efecto sobre el organismo y tanto las proteínas como los productos con bajo índice glucémico poseen una efecto saciante que ayuda a mantener la dieta en el tiempo”. Ambos factores podrían explicar parte de los resultados del estudio.
Este trabajo sugiere, además, que lo más útil para perder peso no es contar las calorías, sino saber que la calidad de éstas no es igual, en función de la capacidad de los alimentos para convertirse en energía una vez que llegan al organismo. “Así, por ejemplo, las lentejas tardan bastante tiempo en convertirse en glucosa una vez que las ingerimos, de modo que tienen un índice glucémico bajo”, aclara el catedrático de la Universidad de Navarra. Lo mismo sucedería en general con legumbres, cereales integrales, frutas, vegetales, carnes magras, etc.
El proyecto Diógenes continuará su andadura para averiguar ahora qué individuos responden mejor a este tipo de alimentación en función de sus genes, “un campo que nos conduce ya hacia las dietas personalizadas”, finaliza el Dr. Martínez.
Fuente: Universidad de Navarra



Bacterias probióticas contra la mastitis humana

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Bacterias probióticas contra la mastitis humana

Un grupo de investigación de la Universidad Complutense de Madrid ha publicado recientemente los resultados de un ensayo clínico en el que se confirma la eficacia de dos lactobacilos aislados de la leche humana para el tratamiento de las mastitis asociadas a la lactancia.
Fig.: Imagen de microscopio óptico en la que se aprecia la abundancia de bacterias (flechas negras) y células somáticas (flechas blancas) en una muestra de leche obtenida de una mujer aquejada de mastitis.
Foto: Irene Espinosa y Esther Jiménez.
Mastitis, el “lado oscuro” de la lactancia
Hasta un treinta por ciento de las mujeres que deciden amamantar a sus bebés sufren mastitis, una infección de la mama que provoca su inflamación y fuertes dolores. Un grupo de investigación del Departamento de Nutrición, Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la UCM ha confirmado el éxito de una terapia con lactobacilos aislados de la propia leche humana. Juan Miguel Rodríguez Gómez, coordinador de la investigación, explica así la naturaleza de esta enfermedad: "La mastitis se produce básicamente por una alteración del tipo de microorganismos que hay en la glándula mamaria. Al final del embarazo y durante la lactancia se forma una microbiota mamaria caracterizada por una gran diversidad bacteriana y una concentración moderada; esta comunidad bacteriana es importante ya que juega papeles beneficiosos para el lactante. Sin embargo, diversos factores alteran esta situación, provocando el predominio de unas pocas especies, fundamentalmente estafilococos y estreptococos, a unas concentraciones mucho más elevadas de lo normal. El resultado es la inflamación del epitelio mamario y la obstrucción de los conductos galactóforos; en otras palabras, se forma la mastitis".
El problema del tratamiento radica en que gran parte de los agentes causantes de mastitis son resistentes a los antibióticos que se suelen utilizar en la práctica clínica. En tal situación, las mujeres afectadas sólo tienen dos opciones, o aguantar el dolor, o abandonar la lactancia. Esta enfermedad, de hecho, constituye la primera causa médica de abandono precoz de la lactancia materna.
Probióticos para restablecer el equilibrio microbiano en la glándula mamaria
Hace dos años, el grupo de investigación desarrolló un método alternativo para el tratamiento de esta patología, basado en la administración oral de dos lactobacilos probióticos que previamente habían aislado de la leche humana. El experimento, que se llevó a cabo en veinte mujeres, a las que se dio o bien el preparado, o bien un excipiente que funcionara como placebo, fue todo un éxito: todas las afectadas que tomaron los probióticos mejoraron rápidamente en un periodo de entre cinco y siete días, al contrario que aquellas que sólo tomaron el placebo.
La eficacia mostrada por los lactobacilos impulsó al equipo dirigido por el Dr. Juan Miguel Rodríguez a realizar un ensayo clínico para comparar la efectividad de los probióticos frente a los antibióticos que se prescriben normalmente para el tratamiento de las mastitis infecciosas durante la lactancia. Los resultados obtenidos se han publicado recientemente en una de las revistas más prestigiosas en su campo: Clinical Infectious Diseases. En el ensayo participaron 352 mujeres aquejadas de mastitis, que se distribuyeron aleatoriamente en tres grupos. Las mujeres asignadas a los dos grupos con tratamiento probiótico A (n = 124) y B (n = 127) tomaron diariamente durante 3 semanas una dosis de 109 ufc de Lactobacillus fermentum CECT5716 o L. salivarius CECT5713, respectivamente. Estas dos cepas de lactobacilos procedentes de la leche materna se seleccionaron en base a su origen, seguridad y propiedades antiinfecciosas e inmunomoduladoras; además, han sido caracterizadas exhaustivamente y ya se dispone de la secuencia de su genoma completo. El tercer grupo (n = 101) recibió el antibiótico prescrito en su centro de salud (amoxicilina con ácido clavulánico, amoxicilina, cotrimoxazol, cloxacilina o eritromicina). Antes de iniciar el tratamiento, el recuento de bacterias en la leche de todas las participantes fue similar (entre 4,35 y 4,47 log10ufc/ml), siendo Staphylococcus epidermidisS. aureus y Streptococcus mitis las especies predominantes. No se detectaron lactobacilos en ninguna de las muestras. Los síntomas clínicos se evaluaron con una escala arbitraria entre 0 (muy doloroso) y 10 (sin dolor) y la puntuación inicial de todas las mujeres osciló entre 2,01 y 2,35.
Al cabo de las tres semanas que duró el estudio, el recuento de bacterias en la leche de los grupos con tratamiento probiótico no difería de lo que se encuentra habitualmente en las mujeres sanas (entre 2,61 y 2,33 log10 ufc/ml) y era significativamente inferior al del grupo antibiótico (3,28 log10 ufc/ml, p<0,001). Asimismo, en la leche del 53,8% de las mujeres que habían tomado probiótico pudo aislarse el lactobacilo que se les había administrado. En cuanto a los síntomas clínicos, las mujeres de los grupos a los que se habían administrado probióticos mejoraron notablemente (puntuación final entre 8,61 y 8,68) en comparación con las del grupo con tratamiento antibiótico (5,81, p<0,001). Además, algunas mujeres de este último grupo no mejoraron y otras se sentían peor o continuaban teniendo un dolor intenso; de hecho, nueve de ellas abandonaron la lactancia. Cabe destacar que el tratamiento con antibiótico dio lugar a un mayor porcentaje (30,7%) de recurrencias que el tratamiento con probióticos (8,8%). Nueve de las mujeres tratadas con antibiótico desarrollaron candidiasis vaginal, un hecho que no se observó en ninguna de las mujeres a las que se les administró los lactobacilos.
A la vista de los resultados obtenidos, el Dr. Juan Miguel Rodríguez está convencido de que L. salivarius CECT5713 y L. fermentumCECT5716 son una prometedora alternativa a los antibióticos en el tratamiento de las mastitis lactacionales. Por ello, su grupo de investigación continúa trabajando para desentrañar el mecanismo responsable de los efectos observados.
Fuente: Universidad Complutense de Madrid