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lunes, 23 de febrero de 2015
Síndrome de dolor regional complejo en pediatría / Pediatric complex regional pain syndrome
domingo, 22 de febrero de 2015
Así se origina el olor a lluvia
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62923&origen=notiweb&dia_suplemento=martes
Así se origina el olor a lluvia
Ahora un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts(MIT) cree haber dado con este mecanismo. Es más, lo ha grabado en vídeo. Utilizando cámaras de alta velocidad, los investigadores han observado que, cuando una gota de lluvia choca contra una superficie porosa, atrapa minúsculas burbujas de aire en el punto de contacto. Al igual que el gas en una copa de champán, las burbujas viajan hacia arriba a través de la gota para explotar una vez llegan a la superficie, liberando con ello una pequeña cantidad de aerosoles, o nubes de partículas en suspensión, procedentes del suelo.
En su estudio, Cullen R. Bruie, profesor asociado de Ingeniería Mecánica en el MIT, y el investigador post doctoral Youngsoo Joung, han sido capaces incluso de predecir la cantidad de aerosoles que se liberan dependiendo de variables como la velocidad de caída de las gotas y la permeabilidad y porosidad de la superficie de contacto. Para ello grabaron con cámaras de alta velocidad gotas de 'lluvia artificial' generadas en su laboratorio a medida que chocaban con una serie de superficies, según iban variando la velocidad de las gotas al dejarlas caer desde diferentes alturas. A partir de este experimento concluyeron que los aerosoles parecen liberarse en mayor cantidad durante lluvias ligeras o moderadas, tras lo que pueden ser transportados por el viento. Los investigadores piensan que, en el medio natural, estos aerosoles pueden arrastrar no solo aceites vegetales y otros elementos aromáticos almacenados en el suelo, sino también bacterias y virus. "Hasta ahora no se sabía que se pudiesen generar aerosoles a partir de la caída de gotas de lluvia en el suelo", dice Joung. "Este hallazgo puede ser un gran punto de partida para trabajos futuros que revelarán cómo microbios y químicos que se encuentran en el suelo pueden liberarse al medio ambiente e, incluso, llegar hasta los seres humanos". "Se trata de un fenómeno tremendamente común y es raro que nadie haya observado este mecanismo anteriormente" comenta Bruie. Buie y Joung han publicado sus resultados en la revista Nature Communications. GRABADO A ALTA VELOCIDAD Los investigadores realizaron hasta 600 experimentos con 28 tipos de superficie: 12 materiales sintéticos y 16 muestras de suelo. Además de comprar suelos comerciales, Joung tomó muestras del suelo en los alrededores del MIT y a lo largo del río Charles, en Boston (EE.UU.), que discurre junto al campus del MIT. Luego construyeron un sistema de cámaras de alta velocidad para capturar el impacto de las gotas. Al poder observar la caída de una gota 250 veces más despacio que su velocidad real, las secuencias obtenidas revelaron un mecanismo que nadie había observado anteriormente: cuando la gota se estrella contra la superficie comienza a aplastarse y, simultáneamente, pequeñas burbujas se crean en el punto de contacto con el suelo, atraviesan la gota y son lanzadas al aire. Dependiendo de la velocidad de caída de la gota y las propiedades de la superficie sobre la que cae, una nube de 'aerosoles frenéticos' se dispersa. "Los llamamos frenéticos porque se pueden generar cientos de gotas de aerosol en un periodo corto de tiempo, unos pocos microsegundos", explica Joung. "Además, hemos descubierto que se puede controlar la velocidad de generación de aerosoles variando las propiedades del suelo y la velocidad de impacto", añade. Joung continúa realizando experimentos similares, utilizando superficies impregnadas con bacterias del suelo y patógenos como E. coli para observar como los contaminantes pueden ser dispersados por las lluvias. En su investigación actual también se depositaron tinturas en las superficies y, posteriormente, comprobaron que las gotas de aerosol dispersadas eran capaces de arrastrarlas, lo cual confirmaría que este mecanismo puede dispersar las sustancias depositadas en el suelo. "Para prevenir la trasmisión de microorganismos desde la naturaleza a los humanos necesitamos comprender los mecanismos de los que se sirven. Gracias a este trabajo hemos descubierto uno de estos mecanismos", concluye Joung. Autor: Javier Barbuzano |
Un paso más en la investigación del tratamiento del infarto agudo de miocardio
Fuente
Este artículo es originalmente publicado en:
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62892&origen=notiweb&dia_suplemento=martes
Este artículo es originalmente publicado en:
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62892&origen=notiweb&dia_suplemento=martes
Un paso más en la investigación del tratamiento del infarto agudo de miocardio
Tras la reciente presentación de los primeros resultados del estudio que evalúa clínicamente el uso de células multipotentes aisladas del corazón de donantes (CMC, células multipotentes cardiacas) para el tratamiento del infarto agudo de miocardio, el coordinador del proyecto europeo CAREMI (acrónimo de Cardio Repair European Multidisciplinary Initiative), el Dr. Antonio Bernad -Profesor de Investigación del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) y Director de Programa BUC del Campus de Excelencia UAM+ CSIC- ha anunciado el inicio de la segunda fase del estudio, que incluirá a 49 pacientes y que se sumarán a los seis ya tratados y que no han mostrado "ningún tipo de incidente" hasta la fecha.
El infarto agudo constituye uno de los grandes retos de los sistemas de salud de los países occidentales, ya que aunque su pronto y eficaz tratamiento ha permitido disminuir considerablemente la mortalidad, es responsable de una gran parte de los casos de insuficiencia crónica cardiaca. Su tratamiento, a pesar de los avances más recientes, continúa siendo un gran reto, para el que son necesarios abordajes multidisciplinares que requieren aglutinar y coordinar a expertos en muy diversas disciplinas. CAREMI ha desarrollado durante los últimos 5 años una nueva aproximación para limitar el daño tisular provocado por el infarto, basada en la activación de los mecanismos naturales de reparación que posee nuestro corazón en respuesta a diversos daños. El proyecto, que ha sido coordinado desde el CentroNacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) por el Dr. Bernad, está financiado por la Comisión Europea con un presupuesto total de 11,3 millones de euros, de los cuales más de 3 millones de euros se han invertido en el desarrollo del ensayo clínico, objetivo central proyecto. El producto desarrollado son CMC alogénicas (no del propio paciente) que se administran por vía intracoronaria de forma sencilla y segura. Mediante este esquema operativo es posible tener validados lotes de CMC a disposición del equipo médico, para su utilización en el momento en el que pueda tener una mayor eficacia terapéutica. Los resultados preclínicos indican que la administración de CMC durante la primera semana tras el infarto, cuando la situación clínica se ha estabilizado, promueven una importante regeneración cardiaca. En paralelo, el consorcio CAREMI está desarrollando terapias complementarias, entre las cuales se encuentra el desarrollo de micropartículas que, tras cargarlas con factores con actividad terapéutica, permitan actuar sobre el lecho cardiaco mejorando su evolución.
De izquierda a derecha: 1. Localización de las células CMC (verde) en una sección de corazón adulto. La tinción en rojo, corresponde a la detección de la proteína actina alfa de músculo liso (cardiomiocitos). 2. Cardiomiocito adulto aislado derivado de las células CMC (verde) que muestra co-tinción roja (proteína actina alfa de músculo liso) 3. Estructuras endoteliales obtenidas in vitro por diferenciación de las células CMC
CAREMI está integrado por especialistas reconocidos en diferentes disciplinas, básica, preclínica y médica y cuenta con una destacada contribución de diversos grupos y entidades españolas. La empresa de biotecnología Coretherapix (Madrid), del grupo Genetrix, promovió esta iniciativa y ha liderado el desarrollo técnico y logístico del ensayo clínico y la evaluación preclínica. El Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (Cáceres) ha desarrollado la validación de los procedimientos en animales grandes. Dos empresas españolas, Vivotecnia (Madrid) y Farmacros (Albacete), han colaborado en los estudios de bioseguridad y biodistribución durante diferentes fases del proyecto, y una tercera, 3P Biopharmaceuticals (Pamplona), ha producido las CMC con calidad clínica. Los centros de investigación CNIC/CNB, junto con el Instituto de Biología Experimental Tecnológica (Lisboa) y la propia empresa Coretherapix han realizado la caracterización exhaustiva de la población de CMC humanas a nivel molecular y celular y de su respuesta a diferentes estímulos, así como la caracterización de poblaciones celulares homólogas en ratón. La caracterización de la posible respuesta inmune frente a las células CMC administradas ha sido llevada a cabo por el Hospital Saint Louis de París, uno de los referentes internacionales en este campo. Finalmente, el desarrollo de monoesferas activas está siendo liderado por las compañías holandesas Innocore y Nanomi B.V., recientemente adquirida por la multinacional Lupin.
El objetivo central de CAREMI es la evaluación clínica de las células CMC. Los estudios constitutivos de la fase de escalado del ensayo clínico se han llevado a cabo en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), bajo la dirección del Prof. Fernández-Avilés, y en el Hospital Universitario de Leuven-UZ Leuven (Bélgica), bajo la coordinación del Prof. Stefan Janssens (KU Leuven). Como se hizo público recientemente, CAREMI ha finalizado la primera fase del estudio clínico sin que se haya observado ningún tipo de efecto adverso (6 pacientes). Se inicia ahora por tanto la fase final que implica la inclusión de un total de 49 pacientes. Para ello, junto al Hospital Universitario Vall d´Hebron, se incorporarán al consorcio 4 nuevos Hospitales españoles. Coretherapix, además de ser el principal impulsor de CAREMI, es el promotor del ensayo clínico y responsable del desarrollo del producto; además está trabajando en una nueva plataforma de producción celular, en colaboración con IBET, que permitirá dar el salto cualitativo necesario en una fase clínica más avanzada. |
Anestesia en cirugía bariátrica / Anesthesia for bariatric surgery
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El joven médico que va a erradicar la segunda enfermedad humana
Fuente
Este artículo es originalmente publicado en:
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62950&origen=notiweb&dia_suplemento=viernes
Este artículo es originalmente publicado en:
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62950&origen=notiweb&dia_suplemento=viernes
El joven médico que va a erradicar la segunda enfermedad humana
Hay un par de fotografías históricas que dejan claro que la humanidad, cuando quiere, puede superar en bondad y poder a cualquiera de los dioses adorados por las 4.000 religiones diferentes que existen en el mundo. La primera imagen muestra al cocinero somalí Alí Maow Maalin, de 23 años, con el cuerpo lleno de úlceras. En la segunda foto, tomada unos meses después, aparece el mismo joven pero sonriente, con sus heridas sanadas. Alí Maow Maalin fue, el 26 de octubre de 1977, la última persona que se infectó de manera natural de viruela, una enfermedad que llegó a matar a más de medio millón de personas al año, incluidos cinco reyes europeos solo en el siglo XVIII. Gracias a una campaña de vacunación masiva, la viruela fue la primera, y única hasta la fecha, enfermedad humana erradicada de la faz de la Tierra.
"Técnicamente es posible que veamos la foto del último enfermo de pian en 2017", sostiene el médico español Oriol Mitjà. En el mundo rico, la palabra pian no dice nada. Pero en las regiones remotas de algunos países tropicales es una peste que azota donde se acaban los caminos, allí donde los médicos son como seres imaginarios de los que hablan los más viejos. El pian es una enfermedad olvidada provocada por una bacteria, emparentada con la sífilis, que sin tratamiento deforma los huesos, deja las piernas como lunas en cuarto menguante y llega a borrar, literalmente, la cara de las personas afectadas, sobre todo niños.
Ahora, el pian, que afecta a unas 500.000 personas, puede desaparecer del planeta gracias a una estrategia que, según se ha anunciado este miércoles, funciona. Un personaje del dramaturgo alemán Bertolt Brecht proclamaba: "Desgraciada la tierra que necesita un héroe". En este caso, la tierra desgraciada son 13 países de África, el sudeste asiático y el Pacífico occidental, con los que se ceba el pian. Y el héroe es Oriol Mitjà.
En 2010, cuando tenía 29 años, el joven investigador aterrizó en la remota isla de Lihir, en Papúa Nueva Guinea, para trabajar como médico. Llegaba con un premio extraordinario de licenciatura y un máster en Londres sobre enfermedades tropicales bajo el brazo. Al poco de llegar, pasó por su consulta un niño con un síntoma que no había estudiado ni había visto antes en una estancia en India: una úlcera roja en el brazo del tamaño de una moneda de dos euros. Un médico local le puso al día: "Es el pian".
La enfermedad llevaba olvidada medio siglo. En 1952, cuando había 50 millones de afectados en el mundo, la Organización Mundial de la Salud y Unicef pusieron en su punto de mira al pian con el objetivo de erradicarlo. Iniciaron una campaña de tratamiento masivo con inyecciones de penicilina en 46 países. Doce años después, el número de casos clínicos se había reducido un 95%. Entonces, se decidió relajar el cerco y la bacteria resurgió, volviendo a borrar rostros de niños en las regiones más pobres de los países más pobres.
Mitjà, enfrentado a un enemigo derrotable con un simple antibiótico, decidió no sumarse a la desidia de las autoridades. Junto a su director de tesis, Quique Bassat, ambos del Instituto de Salud Global de Barcelona, se puso a diseñar una estrategia para combatir el pian. Necesitaban un tratamiento más sencillo que un pinchazo de penicilina, una medida que requiere personal médico entrenado y genera miedo entre la población. En 2012, anunciaron los resultados de un estudio con 250 niños en la revista británica The Lancet: con una sola pastilla de otro antibiótico, la azitromicina que en los países ricos se suele emplear para bronquitis y otitis, los chavales con pian se curaban.
Animada por el impulso del español, la OMS decidió retomar el objetivo de erradicar el pian y se fijó como meta el año 2020. Como se necesitan tres años sin casos para dar una enfermedad por extinguida, el último enfermo de pian tendría que ser curado en 2017. Faltaba demostrar que la estrategia de Mitjà funcionaba a gran escala. Y funciona.
Un nuevo estudio que se publica en la revista The New England Journal of Medicine muestra los resultados de una campaña de tratamiento masivo para la mayor parte de los 16.000 habitantes de la isla de Lihir. En solo un año, entre 2013 y 2014, la proporción de enfermos cayó casi un 90%. La presencia de la enfermedad en la población pasó del 2,4% al 0,3%. Y el estudio continúa con seguimientos para llegar a los cero casos.
"Nuestros resultados demuestran que, técnicamente, la estrategia puede erradicar la enfermedad en 2020", explica Mitjà por teléfono desde Papúa Nueva Guinea, donde coordina el Centro Médico de Lihir, a 48 horas de viaje desde su casa en España. En su hospital, el pian ha desaparecido. Cuando llegó en 2010, el médico novato se acercó a los colegios de la zona para conocer la extensión de la enfermedad que acababa de descubrir en su consulta. Solicitó a los profesores que pidieran a sus alumnos con úlceras que se levantaran. "La mitad de la clase se ponía en pie", recuerda. Otros, con la cara borrada o los huesos torcidos, ni siquiera querían ir al colegio y se quedaban en casa.
"La dificultad fundamental para erradicar la enfermedad será llegar a las zonas más remotas", admite Mitjà. En la isla de Lihir, con aldeas perdidas, su equipo consiguió repartir pastillas al 84% de la población. En otros lugares, alcanzar esa cifra puede ser tremendamente complejo. En septiembre de 2012, Médicos Sin Fronteras intentó poner en marcha la estrategia de los investigadores españoles en uno de los lugares más inaccesibles del planeta, las selvas del norte del Congo. Allí, los médicos pasaban horas en todoterreno, en canoa y caminando por pantanos o a machetazos por la selva para llegar a sus pacientes: pueblos pigmeos de cazadores-recolectores.
El 10% de los niños en las zonas más aisladas presentaba las úlceras del pian. Muchos de ellos eran incapaces de tragarse la pastilla de azitromicina porque nunca habían visto una. Gracias a un esfuerzo épico, la ONG consiguió administrar el antibiótico a 17.500 pigmeos, pero no bastó. En la selva congoleña, los pigmeos, nómadas, iban y venían desde las vecinas República Centroafricana y República Democrática del Congo. Y con ellos viajaba la enfermedad. Las úlceras regresaron a las aldeas tratadas.
"La fragilidad de los sistemas de salud es el talón de Aquiles de cualquier campaña!, reconoce Quique Bassat, ahora destinado al Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique), donde su institución barcelonesa investiga enfermedades como la malaria, el sida y la tuberculosis. Sin embargo, Bassat es optimista si hay voluntad política. "Ahora la obligación de la OMS es promover la estrategia contra el pian y ponerla en marcha", afirma.
Uno de los desafíos es poner de acuerdo a los 13 países afectados, ya que la campaña debe ser sincronizada para que sea eficaz. Eso significa coordinar a las autoridades sanitarias de países como Costa de Marfil, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea.
Otro de los retos es encontrar financiación, aunque el tratamiento es muy barato. En la isla de Lihir, cada píldora de azitromicina ha costado unos 17 centavos de dólar (0,15 euros), gracias al trato con un fabricante indio de genéricos. Los recursos humanos para distribuir la pastilla los ha puesto la empresa minera australiana Newcrest, propietaria del gigantesco depósito de oro que se esconde en el cráter de un volcán extinto en la isla de Lihir. Es uno de los mayores depósitos del mundo. Desde 1997, del volcán han salido unos 280.000 kilogramos de oro, aunque los 16.000 habitantes de Lihir siguen en la pobreza.
Para la campaña internacional de erradicación, la OMS negocia una donación de azitromicina con la farmacéutica estadounidense Pfizer, que no quiso donar en el ensayo en la isla de Lihir. La empresa, que tuvo un beneficio neto de más de 8.000 millones de euros en 2014, sí ha donado más de 225 millones de tratamientos con azitromicina para la campaña internacional contra el tracoma, otra enfermedad provocada por una bacteria, que en este caso ataca los ojos y ha dejado ciegas a más de un millón de personas en todo el mundo. "Pfizer estaba esperando nuestros resultados para evaluar si dona azitromicina contra el pian", confía Mitjà.
Si todo sale como está planeado, el pian será la segunda enfermedad humana erradicada tras la viruela. O la tercera, después de la poliomielitis, una patología provocada por un virus que ataca el cerebro y la médula espinal y puede causar parálisis. En un principio, la OMS quiso erradicarla para el año 2000 y, superada por la realidad, fue retrasando la meta hasta el actual 2018. Otra candidata a segunda enfermedad erradicada es la producida por el gusano de Guinea, una especie de espagueti de un metro que agujerea a las personas como en la película Alien. En 2014 solo se detectaron 126 casos, pero atrincherados en Sudán del Sur y Mali, donde grupos vinculados a Al Qaeda han frenado el programa de erradicación.
En 1988, había 350.000 casos en 125 países. Tras una campaña de vacunación internacional, en 2014 solo se registraron 413 casos, concentrados en tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. En estos dos últimos, grupos armados han asesinado en menos de tres años a 77 trabajadores de campañas de vacunación, por bulos absurdos que afirman que el tratamiento es un plan para esterilizar a los musulmanes. Los fusiles Kaláshnikov y Oriol Mitjà y sus colegas pueden hacer que la fotografía del último enfermo de pian sea la siguiente imagen de la que la humanidad pueda sentirse orgullosa.
Autor: Manuel Ansede
"Técnicamente es posible que veamos la foto del último enfermo de pian en 2017", sostiene el médico español Oriol Mitjà. En el mundo rico, la palabra pian no dice nada. Pero en las regiones remotas de algunos países tropicales es una peste que azota donde se acaban los caminos, allí donde los médicos son como seres imaginarios de los que hablan los más viejos. El pian es una enfermedad olvidada provocada por una bacteria, emparentada con la sífilis, que sin tratamiento deforma los huesos, deja las piernas como lunas en cuarto menguante y llega a borrar, literalmente, la cara de las personas afectadas, sobre todo niños.
Ahora, el pian, que afecta a unas 500.000 personas, puede desaparecer del planeta gracias a una estrategia que, según se ha anunciado este miércoles, funciona. Un personaje del dramaturgo alemán Bertolt Brecht proclamaba: "Desgraciada la tierra que necesita un héroe". En este caso, la tierra desgraciada son 13 países de África, el sudeste asiático y el Pacífico occidental, con los que se ceba el pian. Y el héroe es Oriol Mitjà.
En 2010, cuando tenía 29 años, el joven investigador aterrizó en la remota isla de Lihir, en Papúa Nueva Guinea, para trabajar como médico. Llegaba con un premio extraordinario de licenciatura y un máster en Londres sobre enfermedades tropicales bajo el brazo. Al poco de llegar, pasó por su consulta un niño con un síntoma que no había estudiado ni había visto antes en una estancia en India: una úlcera roja en el brazo del tamaño de una moneda de dos euros. Un médico local le puso al día: "Es el pian".
La enfermedad llevaba olvidada medio siglo. En 1952, cuando había 50 millones de afectados en el mundo, la Organización Mundial de la Salud y Unicef pusieron en su punto de mira al pian con el objetivo de erradicarlo. Iniciaron una campaña de tratamiento masivo con inyecciones de penicilina en 46 países. Doce años después, el número de casos clínicos se había reducido un 95%. Entonces, se decidió relajar el cerco y la bacteria resurgió, volviendo a borrar rostros de niños en las regiones más pobres de los países más pobres.
Mitjà, enfrentado a un enemigo derrotable con un simple antibiótico, decidió no sumarse a la desidia de las autoridades. Junto a su director de tesis, Quique Bassat, ambos del Instituto de Salud Global de Barcelona, se puso a diseñar una estrategia para combatir el pian. Necesitaban un tratamiento más sencillo que un pinchazo de penicilina, una medida que requiere personal médico entrenado y genera miedo entre la población. En 2012, anunciaron los resultados de un estudio con 250 niños en la revista británica The Lancet: con una sola pastilla de otro antibiótico, la azitromicina que en los países ricos se suele emplear para bronquitis y otitis, los chavales con pian se curaban.
Animada por el impulso del español, la OMS decidió retomar el objetivo de erradicar el pian y se fijó como meta el año 2020. Como se necesitan tres años sin casos para dar una enfermedad por extinguida, el último enfermo de pian tendría que ser curado en 2017. Faltaba demostrar que la estrategia de Mitjà funcionaba a gran escala. Y funciona.
Un nuevo estudio que se publica en la revista The New England Journal of Medicine muestra los resultados de una campaña de tratamiento masivo para la mayor parte de los 16.000 habitantes de la isla de Lihir. En solo un año, entre 2013 y 2014, la proporción de enfermos cayó casi un 90%. La presencia de la enfermedad en la población pasó del 2,4% al 0,3%. Y el estudio continúa con seguimientos para llegar a los cero casos.
"Nuestros resultados demuestran que, técnicamente, la estrategia puede erradicar la enfermedad en 2020", explica Mitjà por teléfono desde Papúa Nueva Guinea, donde coordina el Centro Médico de Lihir, a 48 horas de viaje desde su casa en España. En su hospital, el pian ha desaparecido. Cuando llegó en 2010, el médico novato se acercó a los colegios de la zona para conocer la extensión de la enfermedad que acababa de descubrir en su consulta. Solicitó a los profesores que pidieran a sus alumnos con úlceras que se levantaran. "La mitad de la clase se ponía en pie", recuerda. Otros, con la cara borrada o los huesos torcidos, ni siquiera querían ir al colegio y se quedaban en casa.
"La dificultad fundamental para erradicar la enfermedad será llegar a las zonas más remotas", admite Mitjà. En la isla de Lihir, con aldeas perdidas, su equipo consiguió repartir pastillas al 84% de la población. En otros lugares, alcanzar esa cifra puede ser tremendamente complejo. En septiembre de 2012, Médicos Sin Fronteras intentó poner en marcha la estrategia de los investigadores españoles en uno de los lugares más inaccesibles del planeta, las selvas del norte del Congo. Allí, los médicos pasaban horas en todoterreno, en canoa y caminando por pantanos o a machetazos por la selva para llegar a sus pacientes: pueblos pigmeos de cazadores-recolectores.
El 10% de los niños en las zonas más aisladas presentaba las úlceras del pian. Muchos de ellos eran incapaces de tragarse la pastilla de azitromicina porque nunca habían visto una. Gracias a un esfuerzo épico, la ONG consiguió administrar el antibiótico a 17.500 pigmeos, pero no bastó. En la selva congoleña, los pigmeos, nómadas, iban y venían desde las vecinas República Centroafricana y República Democrática del Congo. Y con ellos viajaba la enfermedad. Las úlceras regresaron a las aldeas tratadas.
"La fragilidad de los sistemas de salud es el talón de Aquiles de cualquier campaña!, reconoce Quique Bassat, ahora destinado al Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique), donde su institución barcelonesa investiga enfermedades como la malaria, el sida y la tuberculosis. Sin embargo, Bassat es optimista si hay voluntad política. "Ahora la obligación de la OMS es promover la estrategia contra el pian y ponerla en marcha", afirma.
Uno de los desafíos es poner de acuerdo a los 13 países afectados, ya que la campaña debe ser sincronizada para que sea eficaz. Eso significa coordinar a las autoridades sanitarias de países como Costa de Marfil, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea.
Otro de los retos es encontrar financiación, aunque el tratamiento es muy barato. En la isla de Lihir, cada píldora de azitromicina ha costado unos 17 centavos de dólar (0,15 euros), gracias al trato con un fabricante indio de genéricos. Los recursos humanos para distribuir la pastilla los ha puesto la empresa minera australiana Newcrest, propietaria del gigantesco depósito de oro que se esconde en el cráter de un volcán extinto en la isla de Lihir. Es uno de los mayores depósitos del mundo. Desde 1997, del volcán han salido unos 280.000 kilogramos de oro, aunque los 16.000 habitantes de Lihir siguen en la pobreza.
Para la campaña internacional de erradicación, la OMS negocia una donación de azitromicina con la farmacéutica estadounidense Pfizer, que no quiso donar en el ensayo en la isla de Lihir. La empresa, que tuvo un beneficio neto de más de 8.000 millones de euros en 2014, sí ha donado más de 225 millones de tratamientos con azitromicina para la campaña internacional contra el tracoma, otra enfermedad provocada por una bacteria, que en este caso ataca los ojos y ha dejado ciegas a más de un millón de personas en todo el mundo. "Pfizer estaba esperando nuestros resultados para evaluar si dona azitromicina contra el pian", confía Mitjà.
Si todo sale como está planeado, el pian será la segunda enfermedad humana erradicada tras la viruela. O la tercera, después de la poliomielitis, una patología provocada por un virus que ataca el cerebro y la médula espinal y puede causar parálisis. En un principio, la OMS quiso erradicarla para el año 2000 y, superada por la realidad, fue retrasando la meta hasta el actual 2018. Otra candidata a segunda enfermedad erradicada es la producida por el gusano de Guinea, una especie de espagueti de un metro que agujerea a las personas como en la película Alien. En 2014 solo se detectaron 126 casos, pero atrincherados en Sudán del Sur y Mali, donde grupos vinculados a Al Qaeda han frenado el programa de erradicación.
En 1988, había 350.000 casos en 125 países. Tras una campaña de vacunación internacional, en 2014 solo se registraron 413 casos, concentrados en tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. En estos dos últimos, grupos armados han asesinado en menos de tres años a 77 trabajadores de campañas de vacunación, por bulos absurdos que afirman que el tratamiento es un plan para esterilizar a los musulmanes. Los fusiles Kaláshnikov y Oriol Mitjà y sus colegas pueden hacer que la fotografía del último enfermo de pian sea la siguiente imagen de la que la humanidad pueda sentirse orgullosa.
Autor: Manuel Ansede
Interrumpiendo la aspirina / Discontinuation aspirin
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sábado, 21 de febrero de 2015
Catastrofismo y dolor / Pain and catastrophizing
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viernes, 20 de febrero de 2015
Translocación Bacteriana y en RN y Enterocolitis Necrosante
Estimado Ciberpediatra te invito al Seminario de Pediatría, Cirugía Pediátrica y Lactancia Materna. El día 25 de Febrero 2015 las 21hrs (Centro, México DF, Guadalajara y Lima Perú) a la Conferencia: “Translocación Bacteriana y en RN y Enterocolitis Necrosante” por la “Dra. Susana Chavez-Bueno”, Infectologo Pediatras Nebraska USA La sesión inicia puntualmente las 21 hrs.
Para entrar a la Sala de Conferencia:
1.- hacer click en la siguiente liga, o cópiala y escríbela en tu buscador http://connectpro60196372.adobeconnect.com/translocacion_bacteriana/
2.- “Entra como Invitado” Escribes tu nombre y apellido en el espacio en blanco
3.- Hacer click en el espacio que dice “Entrar en la Sala”
5.- A disfrutar la conferencia
6.- Recomendamos que dejes tu Nombre Completo, Correo electrónico y que participes.
Henrys
Dr. Enrique Mendoza López
Webmaster: CONAPEME
Coordinador Nacional: Seminario Ciberpeds-Conapeme
Av La clinica 2520-310
Colonia Sertoma ,Mty N.L. México
CP 64710
Tel-Fax 52 81 83482940 y 52 81 81146053
Celular 8183094806
www.conapeme.org
www.pediatramendoza.com
enrique@pediatramendoza.com
emendozal@yahoo.com.mx
Para entrar a la Sala de Conferencia:
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Henrys
Dr. Enrique Mendoza López
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jueves, 19 de febrero de 2015
Las bacterias también se heredan
http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=62928&origen=notiweb&dia_suplemento=jueves
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.
Las bacterias también se heredan
Según los autores, el descubrimiento significa que hay que tener en cuenta un nuevo factor, el ADN de los microbios que pasan de la madre al niño, a la hora comprender cómo los genes influyen en la enfermedad y la salud. "Durante años no hemos tenido en cuenta a las bacterias como factores que dan forma a nuestro desarrollo", explica Herbert W. Virgin IV, autor del trabajo que se publica en Nature. Sin embargo, añade, "nuestros resultados muestran que las bacterias pasan de padres a hijos algo que sugiere que deberíamos ampliar nuestra forma de pensar acerca de su contribución en nuestro desarrollo, y tal vez, las contribuciones de otros microorganismos en la genética y la herencia".
BUENAS Y MALAS Aunque se conocerás el papel 'dañino' de las bacterias, la mayoría de las que residen en nuestro organismo son comensales, es decir, no causan daño sino más bien beneficios. Las bacterias comensales influyen en rasgos como el peso y el comportamiento. Pero hasta ahora, los investigadores creían que las bacterias que ejercen estos efectos eran adquiridas durante la vida. Ahora este estudio es el primero en demostrar que el ADN bacteriano puede pasar de padres a hijos de una manera que afecta a rasgos específicos como la inmunidad y la inflamación. Los investigadores han relacionado las bacterias comensales en ratones a la susceptibilidad de los animales a tener una lesión en el intestino. Así, han visto que aquellos animales con ciertas bacterias heredadas son susceptibles a esta lesión, que está causada por la exposición a una sustancia química. Los ratones hembra pasan las bacterias a su descendencia, haciéndolos así vulnerables a la lesión. Otros que llevan diferentes bacterias son menos susceptibles. Los investigadores tienen muchos problemas para estudiar las enfermedades inflamatorias del intestino, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Ahora los investigadores se han sorprendido al encontrar que aproximadamente la mitad de su ratones tenían niveles bajos en el intestino de IgA, un anticuerpo ligado a estos trastornos. IgA, explican Thaddeus Stappenbeck y Edward Mallinckrodt, ayuda a defender el organismo contra invasores dañinos y se encuentra en la mucosidad producida por el cuerpo en las zonas donde el "mundo exterior se encuentra con el interior", como los ojos, la nariz, la garganta y el estómago. Autor: R.I. |
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