El proyecto de cinco años de duración HIPRWIND ("Tecnología eólica marina de gran fiabilidad y producción") se inició en noviembre de 2010 y ha sido posible en parte gracias a los 11 millones de euros aportados por la UE a través del área temática "Energía" del Séptimo Programa Marco (7PM).
El objetivo general del proyecto consiste en sentar las bases para la creación de aerogeneradores terrestres industriales que funcionen a pleno rendimiento para generar entre 10 y 20MW de energía. Para poder establecer comparaciones cabe señalar que los aerogeneradores terrestres modernos son capaces de producir entre 300kW y 6MW de potencia.
La construcción de la plataforma de pruebas frente a la costa española será uno de los primeros indicadores de la buena marcha del proyecto HIPRWIND. "Para comprobar los resultados de las últimas investigaciones estamos construyendo una plataforma de pruebas de 1MW en el Golfo de Vizcaya, frente a la costa norte de España", informó Matthias Hofmann de SINTEF Energy Research. "Estará lista en tres años y contribuirá a suplir lagunas energéticas y a pasar de las pruebas a pequeña escala a una instalación marítima a gran escala."
Existen muchas diferencias entre el diseño de un aerogenerador para su empleo en tierra y otro diseñado para flotar en alta mar. Por ejemplo es necesario dar con nuevos diseños para los álabes del rotor y los sistemas de control.
Los investigadores también han de lograr que los aerogeneradores flotantes funcionen con la mayor independencia posible. "No se trata sólo de colocar los aerogeneradores en el mar. Su gestión y mantenimiento también plantean retos como el más básico de llegar hasta ellas. En circunstancias de marejada, por ejemplo, será complicado 'abordarlas' para realizar labores de reparación y mantenimiento", explica Harald Svendsen, otro investigador de SINTEF Energy Research.
Además de su construcción y mantenimiento, los investigadores examinarán distintas formas de conectar un aerogenerador flotante a la red eléctrica terrestre. Asimismo tendrán que dar con un método de transferencia en el que se pierda una cantidad mínima de energía y que garantice unos requisitos de calidad estrictos en el suministro eléctrico.
Aunque ya hay aerogeneradores marinos en funcionamiento en países como Dinamarca y Reino Unido, están ubicados en aguas someras cercanas a la costa. En el futuro, debido al aumento de la población costera, estas instalaciones deberán adentrarse en el mar aún más, reduciendo así su impacto medioambiental.
Los aerogeneradores marítimos también ofrecen beneficios en lo que a recursos se refiere. El más evidente es que los vientos en alta mar son más intensos y potentes, por lo que se pueden construir sistemas más grandes capaces de alimentar más infraestructuras en tierra que con las instalaciones terrestres.
El proyecto HIPRWIND también estudiará la forma de suplir las carencias tecnológicas pertinentes para pasar de una instalación de pruebas a pequeña escala en una central marítima de gran envergadura. Así el proyecto contribuirá a reducir los riesgos y costes que entraña la comercialización de la tecnología empleada en las instalaciones en alta mar.
Los investigadores tendrán a su disposición dos zonas de pruebas en el mar que poseen infraestructuras adecuadas, como la conexión a la red y sistemas de control, y en las que la obtención de permisos es favorable a los propósitos del proyecto.
Los resultados del mismo están garantizados gracias a la participación de socios industriales de primer orden y agentes dedicados a la I+D en el ámbito marítimo y energético con gran experiencia en construcciones industriales en condiciones climáticas adversas.
Los socios del consorcio proceden de Bélgica, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega, España, Suiza y Reino Unido. |
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