Con la llegada de la menopausia, las mujeres son susceptibles a ciertos cambios. En la esfera mental es común la depresión; en la del comportamiento, la obesidad; a nivel metabólico, hay riesgo de diabetes, y en lo que concierne al aparato locomotor, entra en escena la osteoporosis, patología caracterizada por la pérdida de masa ósea que, en el caso de las mujeres que comienzan a perder su función ovárica, se asocia con la disminución de la producción de estrógenos. "La osteoporosis es una enfermedad de género. En torno a los 50 años la prevalencia en mujeres ronda el 30 por ciento y al cumplir los 70 años la tasa se dispara hasta el 50 por ciento", destacó Carmen Valdés, coordinadora nacional del Grupo de Osteoporosis de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), en la presentación de Conbriza, un nuevo fármaco de primera línea en la prevención de fracturas osteoporóticas en mujeres menores de 65 años.
"Muñeca, columna y cadera son las tres lesiones más comunes conforme cumplimos años", continuó Valdés. Para rebajar las estadísticas, cuya media nacional se sitúa en 500.000 fracturas vertebrales al año, Pfizer y Almirall comercializan conjuntamente un nuevo modulador selectivo de los receptores de estrógeno (SERM, por sus siglas en inglés) eficaz en el aumento de la densidad mineral del hueso así como en la reducción del riesgo de fracturas.
- La nueva generación de SERM, representada por bazedoxifeno, es más potente que la terapia hormonal y carece de efectos secundarios relevantes
Mecanismo de acciónDe acuerdo con la información facilitada por las compañías biomédicas, "el bazedoxifeno, comercializado como Conbriza, ocasiona una disminución de la resorción ósea, así como de los marcadores bioquímicos de recambio óseo en etapas premenopáusicas. El efecto final es un incremento de la densidad, con la consiguiente reducción del riesgo de fractura en mujeres posmenopáusicas".
Según Santiago Palacios, director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, la nueva generación de moduladores "ofrece una magnífica opción terapéutica para la mujer con osteoporosis reciente al actuar como agonistas o antagonistas de los receptores estrogénicos, en función del tipo de células y tejidos".
Bazedoxifeno "refleja el valor de los nuevos SERM al demostrar mayor potencia estrogénica en el hueso y mayor potencia antiestrogénica en el endometrio". Esto es, "al acoplarse a los receptores estrogénicos -responsables de regular el aporte de calcio- logra el efecto positivo sobre el hueso, sin la parte negativa asociada a la convencional terapia hormonal, que incluía sangrado uterino y complicaciones mamarias".
En definitiva, puede decirse que el nuevo tratamiento, del que se administran 20 miligramos al día, "es más potente y presenta menos efectos secundarios que otros anteriores", coincidieron en señalar Palacios y Valdés.
La eficacia y seguridad del fármaco han sido demostradas en dos estudios clínicos multicéntricos en fase III, doble ciego, aleatorizados y controlados con placebo y raloxifeno, en los que han participado 10.000 mujeres, con reducción de fracturas no vertebrales y vertebrales del 37-50 y del 35 por ciento. Ateniéndose a estos resultados, la Agencia Española del Medicamento ha autorizado su comercialización.
"Sin dolor, no hay problema", suele decirse falsamente. Valdés hizo hincapié en que "nos enfrentamos a una enfermedad silente. Y es que dos tercios del total de casos cursan de forma asintomática, por lo que la prevención y el diagnóstico precoz son dos áreas primordiales, como también lo es la concienciación acerca de la necesidad de adherencia al tratamiento, cuya tasa de abandono es del 50 por ciento". En este sentido, el buen perfil de seguridad de bazedoxifeno favorece el seguimiento de las prescripciones facultativas.