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Revista Clínica Española
Vol. 210. Núm. 11. Diciembre 2010
C. Campos-Asensio a.
a Biblioteca Médica, Hospital Universitario de Getafe, Madrid, España
Rev Clin Esp. 2010;210:573-9. DOI: 10.1016/j.rce.2010.07.008
Enlace del artículo: http://www.elsevierinstituciones.com/ei/0014-2565/210/573
a Biblioteca Médica, Hospital Universitario de Getafe, Madrid, España
Rev Clin Esp. 2010;210:573-9. DOI: 10.1016/j.rce.2010.07.008
Enlace del artículo: http://www.elsevierinstituciones.com/ei/0014-2565/210/573
Resumen
Nos encontramos inmersos en un nuevo paradigma en el acceso a la información científica la cual estará en el futuro disponible y se transmitirá exclusivamente en formato electrónico. El concepto de uso de internet como almacén de información ha cambiado poniendo énfasis en la interactividad y posibilidad de compartir contenidos.
La Web 2.0 ha revolucionado la forma de entender internet promoviendo la participación de las personas que acceden a ella colaborando en su propia construcción mediante herramientas intuitivas y de fácil utilización. La Medicina 2.0 supone la participación del usuario en la elaboración, selección y valoración de contenidos. El futuro del acceso a la información está en los servicios de la Medicina 2.0.
El objetivo de este artículo es hacer un repaso de las herramientas e instrumentos disponibles para los profesionales sanitarios para el acceso a la información científica, haciendo especial énfasis en las herramientas 2.0.
Palabras clave:
Información científica, Internet, Web 2, 0, Bases de datos bibliográficas, PubMed/MEDLINE, Google académico, Revistas biomédicas electrónicas, Salud móvil.
Texto completo
Introducción
En los últimos años, el acceso a la información científica está sufriendo un profundo cambio de paradigma. El conocimiento se ha trasladado de los congresos, las revistas y los libros a las pantallas de los ordenadores siendo internet el medio natural de búsqueda de información para profesionales sanitarios. En el futuro la información se encontrará disponible y se transmitirá exclusivamente en formato electrónico, prevalecerá la inmediatez de acceso a las fuentes y las herramientas de colaboración.
Hasta hace poco, internet no dejaba de ser un almacén de información al que accedíamos, para hacer lo que siempre habíamos hecho aun cuando las posibilidades de hacer cosas más allá siempre estuvieron disponibles. Se ha pasado de consultar una revista en papel a buscarla para leerla en el ordenador y de hacer búsquedas bibliográficas empleando MEDLINE en CD-ROM a acceder a esta por PubMed u otro proveedor de acceso. El principal problema al que se enfrenta el médico no es encontrar información sino el seleccionar la más relevante y de buena calidad. Además, el uso de correo electrónico se ha extendido para la comunicación entre profesionales y las listas de distribución han optimizado esa comunicación entre colegas.
De los estudios realizados que describen el uso de internet de los médicos españoles se deriva que el 80% tiene acceso y utiliza internet, siendo las Webs más visitadas PubMed (11%) y Google (22%). Además, el 35% consulta revistas electrónicas de forma sistemática1. Los médicos de hospitales hacen mayor uso de internet frente que los médicos de atención primaria2. En una encuesta a intensivistas españoles se encuentra que el 99% tiene acceso a internet y el 96% afirma hacer un uso autónomo frente al un 4% que afirma no dominar esta herramienta3.
Además, es de destacar que internet ha modificado la relación médico-paciente. A diferencia de otras innovaciones tecnológicas, internet ha cambiado la práctica clínica de forma fundamental ya que se encuentra por igual en las manos de los pacientes dando lugar a un nuevo escenario. Un alto porcentaje de médicos (89%) informó que los pacientes habían llevado a la consulta información proveniente de internet4. En nuestro país, varios estudios1,2,5muestran que más de la mitad de los pacientes ha buscado otras fuentes de información distintas al médico que los atiende habitualmente, generalmente en internet, y el 12,4% recibe correos electrónicos de sus pacientes. Este uso de internet en la interacción con los pacientes puede generar recelos en los médicos. Así un 30,8% de ellos piensa que internet complica su relación con los pacientes y un 30,9% opina que mina la credibilidad del médico2.
Sin embargo, la comunicación directa entre pacientes y médicos a través de la web, si bien no puede todavía sustituir a la mayor parte de las consultas habituales para los procesos clínicos convencionales, puede representar una oportunidad pues aporta una ayuda complementaria para determinados pacientes, puede servir para ayudar a este a interpretar adecuadamente la información obtenida en la red6 y es medio de comunicación médico-paciente.
Hoy en día estamos viviendo una auténtica revolución de internet gracias a conceptos como la Web 2.0. Es una nueva forma de entender internet que promueve la participación de las personas que acceden a ella colaborando en su propia construcción mediante herramientas intuitivas y de fácil utilización. De esta forma están cambiando los planteamientos sobre el uso de internet, pasando del clásico en el que se concibe como almacén de información a otro en el que se pone el énfasis en sus posibilidades para interactuar y compartir contenidos. Ya en nuestro ámbito, la definición más difundida de Medicina 2.0 es la que da Benjamin Hughes: «es el uso de un conjunto concreto de herramientas de la web por parte de los agentes implicados en la asistencia sanitaria (médicos [enfermeras...], pacientes e investigadores) aplicando los principios de código abierto, generación de contenidos por parte de los usuarios y el poder de las redes para personalizar la asistencia y promocionar la educación sanitaria»7. Es decir, a diferencia de otros conceptos como la e-medicina, la medicina 2.0 supone la participación directa del usuario en la elaboración, selección y valoración de contenidos.