Mayra Villar | 14 de Marzo de 2012
Quienes trabajamos en el campo del e-learning siempre hablamos de sus grandes ventajas como una forma más efectiva para impartir contenidos en los contextos laborales y académicos actuales. Sin embargo, tanto “optimismo” puede generar falsas expectativas o, por el contrario, cierta desconfianza con respecto a la enseñanza virtual. Las verdaderas contribuciones del e-learning quedan muchas veces desdibujadas por mitos generalizados o bien, porque se repite el discurso de terceros sin saber a ciencia cierta qué podemos cambiar o mejorar a través de e-learning.
El objetivo del e-learning es “crear oportunidades a fin de que el aprendizaje tenga lugar de una manera más conveniente, dinámica e interactiva al compararlo con cualquier otro método de instrucción” (Ethan Edwards, 2011). Por eso, repositorios de documentos almacenados en LMS o ejercitación descontextualizada podrían considerarse como fuentes de consulta o práctica adicional que complementan, pero no constituyen en sí una instancia de aprendizaje electrónico.
Saber usar un serrucho no significa que uno pueda fabricar un mueble fino. De la misma manera, diseñar una experiencia de aprendizaje interactivo no solo implica saber utilizar determinadas herramientas y programas, sino que también demanda complejas habilidades de diseño instruccional, conocimientos sobre principios pedagógicos y una profunda comprensión de la naturaleza del aprendizaje electrónico como medio de formación autónoma (Mark Rosenberg, 2011).
La potencialidad de las e-actividades tales como simulaciones, juegos didácticos, gráficos tridimensionales, etc., no radica en su atractivo visual o en su carácter recreativo. El valor del e-learning tiene que ver con la posibilidad de sentirse inmerso en un contexto que motive a los estudiantes a experimentar, indagar y aplicar los nuevos contenidos con el objetivo de alcanzar un estadio mayor de conocimiento y/o un cambio de conducta.
Modularizar y adaptar una capacitación de acuerdo con los requerimientos específicos de una empresa exige un análisis previo así como también una organización minuciosa y creativa de la información de manera tal que los usuarios tengan la posibilidad de elegir su propio camino de aprendizaje a partir de diferentes opciones. De eso se trata una instrucción personalizada.
La conveniencia económica de la modalidad en línea, factor que discutiremos a continuación, quedará relegada si no se entienden los conceptos antes mencionados, ya que será muy difícil obtener los resultados de formación esperados.
“El tiempo es dinero. Reducir el tiempo que requiere capacitar al personal es la gran contribución del e-learning desde el punto de vista económico” (Mark Rosenberg, 2011). El valor agregado del e-learning como modalidad de formación tiene que ver con el tiempo no con los costos. Imagínese lograr que sus empleados completen un curso en cuestión de horas, que puedan incorporarse al trabajo productivo sin perder tiempo en traslados y además, que los cursos puedan reutilizarse al año siguiente para continuar capacitando a otros empleados.
Existen muchos mitos y generalizaciones que rodean al concepto de e-elearning. Es importante conocer cuáles son las verdaderas ventajas del e-learning para podertransmitirlas y demostrarlas sin generar falsas expectativas.
Referencias
- Ethan Edwards (2011). The 5 most important analysis questions you´ll ever asked(en español, Las 5 preguntas de análisis más importantes que te harás). Webinar organizado por Allen Interactions [18/11/11].
- Mark Rosenberg (2011). Marc my Words: eLearning Myths, Part 1 (en español, Preste atención: Mitos del e-elearning, Parte 1) [En línea]. Documento disponible en: http://www.learningsolutionsmag.com/articles/766/marc-my-words-elearning-myths-part-1
- Mark Rosenberg (2011). Marc my Words: eLearning Myths, Part 2 (en español, Preste atención: Mitos del e-elearning, Parte 2) [En línea]. Documento disponible en: http://www.learningsolutionsmag.com/articles/784/marc-my-words-elearning-myths-part-2