sábado, 27 de noviembre de 2010

La Ciudad de las Artes explora el universo con la ESA


La exposición «Gravedad Cero» se podrá ver en el Museo Príncipe Felipe

La Ciudad de las Artes explora el universo con la ESA

El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe reúne en una muestra los trabajos y la investigación de la Agencia Espacial Europea (ESA) en torno a la exploración solar, al lanzamiento de satélites para observar la Tierra, mejorar las telecomunicaciones y explorar nuestro Sistema Solar.
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Vista general de la exposición fotográfica «Gravedad Cero» en la Ciudad de las Artes
Diccionario Inteligente
26 Noviembre 10 - - V. R. - Valencia
En esta nueva exposición, que lleva por título «Gravedad Cero» y que el museo abrió al público coincidiendo con los actos conmemorativos de su décimo aniversario, los visitantes descubrirán los misterios y fenómenos que rodean al Sol y cómo estos afectan a la vida. Analizarán la función y utilidad de los telescopios espaciales –como el Hubble–, los equipos de investigación que llevan y de qué forma consiguen la energía necesaria para moverse. Una oportunidad única, en definitiva, para conocer de cerca la investigación espacial. 

La muestra se centra en dos ambientes, ambos complementados con módulos interactivos con los que el visitante podrá interactuar y descubrir el mundo de la astronomía. En el primero se exhiben imágenes de la ESA en gran formato, mientras que el segundo consiste en un cubo que alberga una proyección infinita.

Una de las características que distinguen a la Ciudad de las Artes y las Ciencias es que muchos de los contenidos del museo, el Hemisfèric y el Oceanogràfic, guardan relación con la temática que promueven. Es el caso de la nueva película en gran formato que estrenará el Hemisfèric el próximo 2 de diciembre sobre el telescopio Hubble, del que podemos encontrar piezas originales en la propia exposición «Gravedad Cero» del museo. 

«Hubble. Explorando el universo» muestra en la pantalla cóncava de 900 metros cuadrados del Hemisfèric las cinco caminatas espaciales realizadas por los astronautas para hacer la reparación del Hubble, así como las imágenes de primer plano del telescopio. El filme combina además diferentes escenas con imágenes tomadas por el Hubble durante los casi veinte años que ha sido nuestra ventana en el espacio.

Mecánicos en el espacio 
Por otro lado, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe ha organizado una jornada con el astronauta de la NASA  Bruce McCandless II para conocer sus experiencias y su trabajo como mecánico en el espacio. El encuentro, que tendrá lugar el próximo lunes, se enmarca dentro del programa de actividades que conmemoran el décimo aniversario de este recinto. Es uno de los pocos mecánicos en el mundo capaz de realizar una reparación a más de 500 kilómetros de altura. Bruce McCandless II fue uno de los astronautas seleccionados por la NASA en 1966. Con más de 300 horas de vuelo en el espacio, ha participado en las misiones STS-41B Challenger, en 1984, y STS-31 Discovery, en 1990.
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Luces y sombras del genio de los Beatles


Luces y sombras del genio de los Beatles

Philip Norman desvela las luces y sombras del genio de los Beatles en la biografía 'John Lennon', publicada por Anagrama, y elegida por el Sunday Times como mejor libro de música de 2008. Sus páginas nos muestran el hombre que se esconde tras las canciones y tras la leyenda póstuma.  
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Luces y sombras del genio de los Beatles
27 Noviembre 10 - Madrid - Ep
Este libro se publica en el marco del aniversario de la muerte de John Lennon, uno de los rostros más conocidos del siglo XX cuyo mito quedó marcado por su asesinato el 8 de diciembre de 1980 a la entrada del edificio Dakota de Nueva York.

Alumbra nuevos paisajes de la atormentada existencia del genio rebelde de The Beatles y ofrece información "amplia, veraz y detallada" sobre el hombre que escribió 'Imagine'. La creatividad y pasión de Lennon constituyen la sustancia de esta biografía en la que Norman lanza una mirada renovada y penetrante.

Tras años de investigaciones, Norman ha hecho aflorar una cantidad extraordinaria de información sobre Lennon: la educación estricta de su tía Mimi; sus incursiones en la pintura y la literatura, e incluso sus experimentos con la meditación trascendental, la terapia del grito primal y las drogas.

El libro recoge los testimonios de numerosos informadores clave en su vida. Gracias a ellos, Norman nos presenta al hombre completo, con sus contradicciones infinitas, pero con toda la sinceridad que el propio John hubiera deseado.    

Pintor

Alex Katz: «Yo inventé el arte pop y otros me quitaron la comida»

Estaba allí cuando cada esquina de Nueva York tenía una galería de arte y detrás de cada ventana de Manhattan había un aspirante a artista. Algunos han dudado de su adscripción al arte pop. Katz reclama hoy su paternidad
 
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LA MODA. La obra más grande de la muestra son las bañistas de «Eleuthera» (1984) a las que Katz dibujó con prendas de diseño auténticas.
Diccionario Inteligente
25 Noviembre 10 - Madrid - Ulises Fuente
Hace menos de un mes que Alex Katz terminó de pintar uno de sus últimos cuadros. «Vino hacia aquí con los colores húmedos», dice el artista de 83 años mientras retira el material transparente que lo cubre. Ya está colgada en las nuevas instalaciones de la galería Javier López, que se abren a las afueras de Madrid el sábado con una muestra que incluye algunas de sus mejores piezas a la venta.

-¿Hay rastro de algún artista español en su obra?
-Absolutamente. Me interesaron Velázquez y Goya. Después, como estudiante de arte moderno, Pica-sso fue fundamental en mi aprendizaje; para mí era un genio.

-No parece que tengan mucho en común.

-Mis intentos fueron muy pobres (se ríe). Pero me interesaron cuando empezaba a hacer composiciones con fondo plano. Y lo que me ocurrió con Picasso es que estudié su obra mucho tiempo y empezó a parecerme parte del sistema. Le admiraba, pero me di cuenta de que tenía que salir de ahí y liberarme, tomar aire, y pertenecer a mi tiempo, no al suyo. Tenía que dejar su valía como parte de mi subconsciente y que sus formas esquemáticas estuviesen presentes aunque de una forma no opresora.

-Parece que lo consiguió.
-Como no podía competir con sus genialidades me dediqué a competir con sus debilidades. Picasso no pintó grandes formatos ni paisajes, y yo encontré ahí mi camino para liberarme. También con los temas: dediqué muchos años para pintar sólo las formas de la calle, no era tiempo de hacer bodegones, y tampoco podía superar los suyos. Además, había muchos intentando hacer lo mismo que él.

-Se separó del cubismo por el formato, pero ¿nunca le tentó la abstracción?
-La abstracción es el drama de mi pintura. Aprendí bajo el ala paternalista de los abstractos, pero en realidad lo que quería era descolgarlos del muro.

-¿Se considera un artista pop o le molesta la denominación?
-Yo inventé el arte pop y luego otros me quitaron la comida. A finales de los años 50 empecé a pintar fondos planos cuando nadie lo hacía porque quería hacerlo de acuerdo con mi tiempo, y me inspiraba en el cine, las revistas, la televisión. Quería liberarme, hacer algo vivo y para eso debía mirar fuera del arte. Por entonces, no había ningún movimiento pop, éramos muy pocos los que pintábamos así, y entré en contacto con Robert Rauschenberg y Jasper Jones.
Quedábamos para cenar y para hablar de pintura porque hacíamos casi las mismas cosas, pero sin preguntarnos, y no había ningún movimiento. Ya entonces ellos pintaban con pincelada blanda, desvaída, y yo marcaba los contornos sobre el fondo plano. Así que, ¿molestarme? Ya soy un hombre mayor...

-¿Cree que el arte debe hacer crítica social?

-En absoluto. De ninguna manera. Mis padres sólo hablaban de política mientras yo hacía mis deberes y lo odiaba. Y nunca consiguieron nada, sólo hablaban. La pintura era para mí un medio para huir.

-¿Sus retratos tienen intenciones psicológicas?
-Bueno, están ahí, pero no me interesan. Mi pintura es para el tiempo presente, para eso pinto, para el momento. Hay quien lo hace para el mañana y yo para el hoy, como si fuera la música. La pintura es muy técnica, muy remota y mi preocupación es conectarla con el presente. Quiero que suene a jazz. La eternidad sólo existe en el presente.

-Eso es muy poético.
-Me interesa la poesía. Me gustaba la música en los 50 y la poesía en los 60. Stan Getz, Lester Young, Charlie Parker, Miles Davies, John Ashbery, Kenneth Koch, Frank O’Hara (sigue citando nombres despacio y apuntándolos en el cuaderno del entrevistador).

-Nunca se detuvo persiguiendo la perfección formal.
-Yo no tenía ningún talento, así que practicaba dibujo clásico cuatro horas al día. Comía en siete minutos y pintaba objetos de la calle para coger la técnica. Y en verano empecé a pintar un cuadro al día. He destruido como unos mil. (Katz se gira y pregunta al galerista Javier López: «¿Ya te gustaría tenerlos, no?», y vuelve a reír).

-¿Por qué los destruía?
-Porque no me importaba la obra en sí, sino el proceso para aprender. La técnica para dibujar no produce una obra de arte, pero sin ella no se puede (Katz se detiene pensando un momento). La verdad es que no me entiendo a mí mismo y no sé por qué hago lo que hago. Me muevo por instinto, sin analizar.

-A mí me parece que la vida no es tan bonita como los colores de sus cuadros.
-Siempre me ha gustado la belleza y uno puede elegir trocitos de la realidad que son así de bellos. Es eso lo que me gusta enseñar a la gente, quizá por que soy un poco reprimido.

-¿En qué sentido?

-Bueno, soy reprimido comparado con De Kooning... (risas) Hice un test psicológico en la escuela y quedé en la parte más baja porque no reaccionaba ante nada (más risas). Creo que el arte viene de mi forma de ser.

-Su obra tiene un empuje positivo. Han dicho que es el reverso de la de Edward Hopper.
-Claro, es que su realismo es del siglo XIX, basado en historias tristes, y el mío está más cerca de la felicidad. El realismo, incluso de Goya, pintaba a gente sufriendo y no me interesaba. A mí me gustaba bailar y jugar al baloncesto.

-¿Y el aura de artista?
-Eso es la peor parte. Se suponía que tenían que ser bohemios y aparentar serlo llevando pintura en la ropa. No hace falta cortarse una oreja para ser artista.

-¿Le interesa el arte moderno? ¿Ve algún seguidor?
-Mucha gente está influida por mi trabajo, me lo dicen en Polonia o en Italia. Hay algunos artistas como Lichtenstein que son muy buenos, pero no te llevan a ningún lado; en cambio, la mía es un punto de partida para mucha gente joven. Me produce placer pero no me ayuda para seguir pintando.

-¿Banksy podría ser un heredero del arte pop?

-No le conozco.