Para el preso 46664…Descansa en paz, Nelson Mandel
“He luchado contra la dominación blanca y contra la dominación negra. He albergado el ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas convivan en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal que espero alcanzar en vida. Pero, si es necesario, es un ideal por el que estoy dispuesto morir".
Nelson Mandela, 1964
Y lo logró. Y no solo eso, luego de haber sufrido desde muy joven la discriminación y violencia, tras años de injusta carcelería con torturas y amenazas, alejado de su familia, sufriendo en silencio horas de angustia y sufrimiento en la isla de Robben Island, sin derecho a un trato humano digno (los presos negros recibían menos raciones de alimentos que los blancos, trabajaban en pleno sol en una cantera de cal, recibían solo una visita y una carta cada seis meses; las cartas llegaban con retraso y eran leídas por censores de la prisión antes de ser entregadas); sin embargo, y contra todo Nelson Mandela logró ser el primer presidente elegido en elecciones multirraciales en Sudáfrica en 1994 luego de años de pelear contra el apartheid.
Terminado su periodo, con humildad y democracia ejemplar, se retiro a descansar y apoyar a su país, no se entornillo al cargo, no se apodero del gobierno democrático que tanto le costó conseguir. No, él era un hombre que amaba la libertad y valoraba la justicia social y balanceó con mucho equilibrio el resto de su vida.
Pocos seres humanos en la historia de la humanidad han justificado la existencia de la vida humana en este planeta: Luther King, Gandhi, Teresa de Calcuta, Nelson Mandela. Son los seres llenos de luz que a pesar de las desgracias, a pesar de los golpes contra su vida o integridad, de las hordas de gente antidemocrática, tirana, racista, cruel e indolente nunca se rindió, sino sacaron lo mejor de sí mismos para conseguir su ideal, que lucharon hasta el límite para conseguir no con violencia, no con odio, ni con amenazas u oprobios lo que veían como derecho. En el caso de Mandela su ideal- aquel que dijera cuando era juzgado en 1964 en Rivonia acusado de sabotaje y condenado a cadena perpetua- era la libertad y democracia para su gente.
Hoy el preso 46664 ya no está con nosotros, a sus 95 años descansa y su leyenda queda como la historia más bella para contar a las siguientes generaciones, a quienes nos obliga a enseñarles que jamás pierdan la esperanza de un mundo mejor pues a pesar de toda la oscuridad, de toda la maldad, de gente inescrupulosa, oportunista, malediciente, que viven del poder, que utilizan a sus semejantes como escalones para ascender jugando con su credulidad, que roban a sus hermanos, que matan o dañan por avaricia y codicia, que no conocen el amor menos saben amar, líderes de barro endiosados por coyotes, hienas y buitres que los rodean esperando dádivas aunque sean una cuantas migajas …a pesar de todo eso, gente como Mandela existe, trascienden la barrera de lo humano y cruzan sin ser tocados por las debilidades, vicios y defectos que corroen y degradan al hombre.
Gente como Mandela son de los que mantienen el ideal por encima de sus ambiciones y apetitos personales, gente como él alcanzan esa inmortalidad que los hace eternos, amados, ejemplares, líderes de la humanidad, inolvidables.
Estas líneas llenas de tristeza e infinita pena por la inevitable partida de uno de los líderes más grandes de nuestros tiempos, del hombre cuyo ideal fue el bien común, cuya única y mayor ambición fue darle un mundo mejor a su gente …estas pocas letras son mi sentido y doliente homenaje a quien dejó huellas en la vida de quienes lo apreciamos y valoramos como LÍDER y representante de lo mejor de la humanidad, como el ser humano que nos hizo un día ver que todo es posible si el corazón y la mente son uno, a pelear con sabiduría e inteligencia y nos conmina a todos a seguir por el mismo camino y enseñar a caminar esa misma ruta a los más jóvenes que vienen detrás.
Gracias por haber estado con nosotros, por señalarnos el camino y hasta siempre querido y apreciado, Madiba(*).
Iliana Romero Giraldo
Pediatra INSN
CMP 27837
(*) Madiba: la gente en Sudáfrica lo conocía con este apelativo, que es un título honorario adoptado por los ancianos del clan de Mandela.