lunes, 17 de enero de 2011

Logran metales y plásticos más eficientes para captar energía

Logran metales y plásticos más eficientes para captar energía del sol

Científicos españoles trabajan en la elaboración de nuevas propiedades aplicables a la obtención de absorbedores solares con alta eficiencia en la captación solar. Los materiales cuya funcionalización se proponen son tanto metales como plásticos. Por el momento han obtenido resultados parciales, como el empleo de un tipo de material denominado cermet, compuesto por cerámica y metal.
El objetivo global del proyecto es diseñar y fabricar un colector con un absorbedor de superficie selectiva solar. Imagen: OLW
El objetivo global del proyecto es diseñar y fabricar un colector con un absorbedor de superficie selectiva solar, con una eficiencia térmica elevada, resistente a la corrosión ambiental, de fácil industrialización y de bajo coste, utilizando como sustrato metales o plásticos.
Un colector solar es cualquier dispositivo diseñado para recoger la energía irradiada por el sol y convertirla en energía térmica. El proyecto está enfocado a colectores de uso doméstico y se centra en el absorbedor, uno de los elementos de los captadores o colectores solares.
"El absorbedor absorbe la energía solar que llega, de manera que se calienta a una temperatura mayor que la ambiental y emite radiación térmica, lo que impide que su temperatura siga aumentando", señala el profesor José Ramos Barrado. Por eso se recubre con una capa que tiene como propiedad absorber mucho calor y emitir poco. La emitencia se puede reducir hasta un 6 o un 7%. Esto sería funcionalizar el absorbedor, que constituye una de las metas de estos investigadores.
Grupo de investigación del profesor de la Universidad de Málaga José Ramos Barrado. Foto: Sciencepics.
"Ya existen en el mercado dispositivos con estas características", señala el responsable del estudio, "pero la capa que recubre los absorbedores se fabrica fuera de España". El equipo pretende fabricar las capas por procedimientos que no requieran una fuerte inversión por parte de la industria, que sean económicamente rentables.
Los científicos están actuando sobre absorbedores de metal y de plástico, para lo cuál emplean diferentes técnicas en función del material a tratar. Para el metal utilizarán un procedimiento de bajo coste, el spray pirolisis (romper por calor), por el que se obtiene la capa deseada a partir de la pirolisis química de un precursor que es depositado sobre el metal mediante el spray de soluciones acuosas de dicho precursor. "Se trata de un método económico, fácil de hacer sobre cobre o aluminio e industrialmente barato", señala Ramos Barrado.
El grupo tiene una larga experiencia en el empleo del spray pirolisis, que en este proyecto está a medio camino entre una técnica industrial y una de laboratorio, porque lo han utilizado sobre superficies grandes, de un metro o metro y medio, casi escalado a nivel industrial.
Por otra parte, para los absorbedores de plástico se emplea un método llamado magnetron sputtering. Una máquina hace un vacío elevado y por evaporación física se evapora la sustancia que se quiere poner encima del plástico (varias capas). La técnica es cara, pero permite la funcionalización de plásticos al no requerir elevadas temperaturas para la formación de las capas.
Beneficios de la tecnología
Una de las pretensiones de los científicos al desarrollar este estudio es conseguir un método transferible directamente a la industria andaluza, un sistema industrialmente viable y patentar su tecnología.
Las consecuencias para el medio ambiente de la aplicación de esta tecnología serían positivas, ya que los colectores potencian el empleo de energía solar térmica y fotovoltaica, con lo que harían disminuir el consumo de otro tipo de energía más contaminante. Y los métodos de spray pirolisis y magnetron sputtering tampoco son contaminantes.
"Además, el beneficio para la industria solar y de módulos o elementos de fachada es indudable, ya que se pondrían a disposición nuevos absorbedores solares que pueden actuar como elementos constructivos con nuevos fines estéticos", señala Ramos Barrado. Esto tendría su impacto positivo en la sociedad por posibilitar nuevos dispositivos solares que a su vez podrían ser económicamente muy competitivos.
Fuente: AI

¿Qué motivos tenemos para decidir tener relaciones sexuales?


¿Qué motivos tenemos para decidir tener relaciones sexuales?



A pesar de la visión de muchas religiones y algunas ideologías en las que subyace la religión, el sexo no es sólo procreación. Tampoco es convencionalismo. Ni mucho menos debería ser “esto es lo normal o lo natural”.
Sin ir más lejos, el ejemplo que más me gusta es el de la nariz: la nariz no fue diseñada naturalmente para sostener nuestras gafas. Sin embargo, nadie se rasga las vestiduras si alguien se pone gafas. Usando el mismo razonamiento, buscar placer sexual con el sexo anal u oral porque “eso no fue diseñado naturalmente para esos fines” no es una razón de peso.
Del mismo modo, el hambre es la manera que tiene nuestro cuerpo de obligarnos a comer para sobrevivir. Pero igualmente hemos desarrollado la gastronomía o las cenas de empresa. Con el sexo ocurre algo parecido: los seres humanos, además de placer o reproducción, pueden tener otros muchos motivos para tener sexo, tan lícitos como los primeros o los que vienen de fábrica.
En el estudio más amplio jamás realizado al respecto, presentado recientemente en Archives of Sexual Behavior, se ha enumerado un total de 237 razones para tener relaciones sexuales.
Algunas de las más curiosas eran “me parecía un buen ejercicio”. O “quería ser popular”. O “me aburría”, “quería dar las gracias”, “cambiar el tema de conversación”, “quería que la otra persona se sintiera bien acerca de sí misma”, “lo hice para vengarme porque mi pareja me engañó”, “mantenerme caliente”, “porque alguien me desafió a ver si me animaba”, “para quitarme el dolor de cabeza“… e incluso, “quería sentirme más cerca de Dios”.
En definitiva, echando un vistazo a todos estos motivos, algunos muy convincentes, otros muy peregrinos, otros incluso moralmente cuestionables, uno tal vez empiece a no obsesionarse tanto con la idea de que el sexo no orientado a la reproducción es pecado y que ganar dinero con el sexo es el epítome de la abominación moral.
O dicho con otras palabras, Gary Marcus lo describe así:
Incluso el sexo, las más de las veces y para la mayoría de las personas, es recreativo, no procreativo. Cuando me gasto cien dólares en una comida en el Sushi Samba, hoy en día mi restaurante preferido, no lo hago porque con ello aumente el número de hijos que tengo, ni porque la comida de fusión peruana-japonesa sea la manera más barata (o ni siquiera la más nutritiva) de llenarme el estómago. Lo hago porque… en fin, me gusta el sabor del ceviche de pez limón (a pesar de que, desde el punto de vista de la evolución, con mis cuentas del restaurante esté dilapidando unos preciosos recursos económicos).
Vía | Kluge de Gary Marcus

Así funciona un laboratorio antidopaje

La labor científica, clave para controlar la mala práctica deportiva

Así funciona un laboratorio antidopaje

El dopaje se ha convertido en una de las grandes lacras del deporte. Dentro de la política de tolerancia cero contra las malas prácticas deportivas, resulta fundamental el papel de los laboratorios. España es uno de los tres países del mundo que cuenta con dos centros homologados por la Agencia Mundial Antidopaje. SINC te descubre cómo funciona uno de ellos.
En 2009, los dos laboratorios españoles realizaron más de 11.000 controles de sangre y orina, de los que sólo un 1,12 % obtuvo resultados adversos. Foto: IMIM.
“Los laboratorios desempeñan una papel clave en el ámbito del control y de la protección de la salud del deportista y son una pieza imprescindible en la política de tolerancia cero”, explica a SINC Francisco Javier Martín del Burgo, director de la Agencia Estatal Antidopaje. “Su trabajo y sus resultados nos permiten estar en la vanguardia de la lucha contra esta lacra”, añade.
De hecho, España es uno de los tres países del mundo (junto a EE UU y a Alemania) que cuenta con dos centros homologados por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA-AMA): el Laboratorio de Control Antidopaje del Instituto de Investigación Hospital Mar (IMIM), en Barcelona, y el Laboratorio de Control del Dopaje, situado en Madrid, que depende de la Agencia Estatal Antidopaje.
En 2009, los dos laboratorios españoles realizaron más de 11.000 controles de sangre y orina. Según datos de la Agencia Estatal Antidopaje, el porcentaje medio de resultados adversos apenas alcanzó el 1,12%, en consonancia con la media de los resultados adversos detectados por los 35 laboratorios acreditados por la Agencia Mundial Antidopaje, que fue del 1,11%.
“En el caso de España estamos dentro de la media internacional y con un porcentaje muy bajo”, subraya Francisco Javier Martín del Burgo. “En la actualidad, la gran mayoría de los deportistas compiten limpiamente, pero existen algunos casos aislados que buscan atajos y ponen en peligro su salud y la ética deportiva”, se lamenta.
Un proceso confidencial
“El laboratorio desconoce la identidad y nacionalidad de los deportistas cuyas muestras analizamos ya que éstas llegan sólo con precinto y número, sin identificación”. Con esta confidencialidad trabaja Jordi Segura, director del Laboratorio de Control Antidopaje del IMIM, y su equipo.
El procedimiento que siguen, una vez que les llegan las muestras, es sencillo. En primer lugar, verifican su integridad. Después, una de las submuestras en las que se encuentra dividida la muestra se almacena para un posible contra-análisis y con la otra, dividida en varias partes proporcionales, se inician los procedimientos de ensayo.
Pero, ¿qué ocurre si encuentran una sustancia prohibida? “Se realiza un nuevo análisis confirmatorio”, explica Segura. Si este análisis confirma los resultados del examen anterior, el laboratorio informa a la autoridad competente del resultado adverso de la muestra. “En caso de solicitud de contra-análisis, éste se efectúa frente a testigos, incluyendo al propio deportista si así lo desea”, añade.
El laboratorio analiza muestras de diferentes tipos de deportistas, entre los que se encuentran los ciclistas. De hecho, el equipo del IMIM participó en el análisis de las muestras vinculadas a la Operación Puerto. En cuanto a la reciente Operación Galgo, “hasta el momento”, no han recibido ninguna petición para colaborar.
Tras la huella de las transfusiones
Las muestras que llegan al laboratorio barcelonés proceden de 60 países de los cinco continentes. La mayoría de ellas son enviadas por las principales federaciones internacionales, que realizan programas de control antidopaje tanto en momentos de competición como por sorpresa.
“La planificación anual de los controles que se realizan en España, tanto en competición como fuera de ella, corresponde a la Comisión de Control y Seguimiento de la Salud en el Deporte, órgano dependiente del Consejo Superior de Deportes (CSD)”, explica Francisco Javier Martín del Burgo.
Además de realizar el análisis diario de muestras, los laboratorios también se vuelcan en tareas de investigación. Uno de sus últimos proyectos consiste en desarrollar métodos que revelen el uso de transfusiones de sangre. Así, el laboratorio del IMIM se propone detectar en la orina sustancias plastificantes que son liberadas desde las bolsas de sangre donde se almacenan.
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¿Cómo medir el impacto de la ciencia en la sociedad?

¿Cómo medir el impacto de la ciencia en la sociedad?

La Universidad de Málaga (UMA) acoge durante dos días a los científicos que componen el Observatorio para la Ciencia en la Sociedad basado en Modelos Sociales (SISOB), cuyo objetivo es explorar nuevos modelos con los que evaluar cómo el conocimiento se introduce en la sociedad. El establecimiento de indicadores que midan este impacto desde diferentes perspectivas ha sido y es una preocupación constante de los responsables de las políticas públicas científicas y tecnológicas.
 En el proyecto participan, además de la UMA, la Consejería de Innovación, la UGR y otras siete instituciones europeas relacionadas con la ciencia y la investigación./ UMA
En el proyecto participan, además de la UMA, la Consejería de Innovación, la UGR y otras siete instituciones europeas relacionadas con la ciencia y la investigación. Imagen: SINC
El proyecto SISOB arranca este mes enero y tendrá una duración de tres años, concluyendo en diciembre de 2013. Las herramientas que se prevén desarrollar están orientadas a medir el impacto social que puede llegar a tener cualquier investigación científica y, en particular, la forma en la que el conocimiento se introduce en la sociedad y cómo ésta acaba apropiándose de aquel.
La metodología que se quiere aplicar está basada en la detección de interacciones dentro y entre múltiples comunidades de científicos, periodistas, industriales, gestores de políticas públicas y consumidores, a partir de las cuales se construirán modelos con los que obtener indicadores de tipo social y así poder predecir la repercusión que cualquier avance científico puede llegar a tener socialmente.
La puesta en marcha de esta investigación ha venido propiciada por la preocupación creciente de diversos colectivos y, especialmente, de la Administración pública, en torno al impacto social de la investigación. El establecimiento de indicadores que midan este impacto desde diferentes perspectivas, de forma horizontal o sectorial, ha sido y es una preocupación constante de los responsables de las políticas públicas científicas y tecnológicas, no sólo a nivel regional, nacional, nacional o comunitario, sino también en ámbitos más restringidos como las universidades y organismos de investigación.
El proyecto, liderado por la UMA y lo componen expertos de la Universidad de Duisburg-Essen (Alemania); la Fundación Frontiersln de Suiza; el Instituto para la Organización de la Investigación (IRO) de forma conjunta con la Academia Húngara de Ciencias (HAS); la Fundación Rosselli, de Francia; y la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología (RICYT). Además, participa la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, la Universidad de Ljubljana (Eslovenia) y la Universidad de Granada.
Financiada por la Unión Europa con 1,4 millones de euros, esta investigación se enmarca dentro del programa específico ‘Ciencia en Sociedad’, incluido en el VII Programa Marco de Investigación, Desarrollo e Innovación (2007-2013) de la UE (7PM).
Una participante singular
En la evaluación positiva del proyecto ha influido el hecho de que uno de los participantes sea la Administración andaluza, destacando la comisión el hecho de que la presencia de la misma puede ayudar a incrementar el impacto la propia investigación.
El 7PM es, hoy por hoy, un espacio cien por cien competitivo donde la excelencia constituye el único criterio para el éxito de cualquier propuesta. Con esta iniciativa, el Gobierno andaluz pretende animar al resto de entidades de la comunidad, y en especial a las empresas, a abrirse camino en el ámbito de la investigación europea, buscando fomentar su participación en el 7PM, la principal herramienta de la UE para financiar proyectos de I+D+i.
El Programa constituye un escenario en el que universidades, organismos de investigación y empresas pueden lograr que el conocimiento generado revierta en la sociedad, y es un espacio inmejorable para trabajar en colaboración con otras regiones y países europeos, superando entornos y mercados que, hasta hace poco tiempo, se presentaban como inalcanzables.
Fuente: UMA

Solución para mejorar el rendimiento escolar

Solución para mejorar el rendimiento escolar

Una profesora de la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con el Southern California College of Optometry (SCCO) ha creado un protocolo que puede evitar un 20% del bajo rendimiento en lectoescritura en la población escolar. Se trata de detectar y tratar en una edad temprana las causas que dificultan el máximo rendimiento escolar.

Fig. 1: La incidencia de los problemas de lectoescritura en la población escolar supone un 20% del total. Fuente: Instituto de Tecnologías Educativas (I.T.E.).
Sólo en España, más de un millón y medio de niños pueden beneficiarse de los resultados de esta investigación. Si extrapolamos a toda la población escolar hispanohablante, el número de niños beneficiados superaría los 15 millones.
La incidencia de los problemas de lectoescritura en la población escolar supone un 20% del total. Entre un 30 y un 85% de estos problemas están asociados a la visión, que no consisten únicamente en tener dioptrías y en no ver el 100% de lejos, sino también en tener disminuidas la agudeza visual de cerca, la motilidad ocular, la acomodación, la visión binocular y el procesamiento de la información visual y espacial. Una inadecuada motilidad ocular puede provocar perderse al leer o copiar, saltar o leer las mismas palabras o líneas y usar su dedo para guiarle en la lectura. Una disminuida acomodación puede causar síntomas de borrosidad en visión de cerca y de lejos tras mirar de cerca, fatiga después de periodos cortos de lectura o escritura, leer demasiado cerca, tener dificultad en mantener la atención en tareas de cerca, frotarse a menudo los ojos, ojos rojos, evitar las tareas de cerca y dolores de cabeza. La visión binocular supone utilizar los dos ojos como un equipo. Cuando está reducida, puede provocar síntomas de fatiga ocular, malestar visual y dolores de cabeza. En ocasiones leen mejor con un ojo tapado.
La detección temprana de los problemas visuales asociados a la lectoescritura y su tratamiento adecuado pueden reducir el fracaso escolar y la frustración de muchos alumnos.
La evaluación integrada de los problemas de lectoescritura y visuales es una práctica rutinaria en Estados Unidos. A tal fin, existen una serie de protocolos normalizados que permiten la detección de estos problemas en los alumnos de edades escolares tempranas. Esto permite derivar a estos niños a los especialistas pertinentes, de tal forma que en muchas ocasiones es posible solucionar o al menos paliar estos problemas.
En España hasta la actualidad no se realizaba una evaluación integrada de ambos problemas porque no existía un método de detección de dificultades lectoras que pueda realizarse de forma rápida y eficaz en lengua española. Para realizar esta aportación científica, la Profesora Belén Lloréns, colaboradora del Grupo de Investigación de Neuro-Computación y Neuro-Robótica de la Universidad Complutense de Madrid(UCM), en colaboración con el Profesor John Griffin del Southern California College of Optometry (SCCO) han desarrollado un test de detección de problemas de lectoescritura dirigido a la población escolar hispanohablante basado en un protocolo similar al que utiliza el SCCO para la población angloparlante y que es comúnmente utilizado en el Estado de California. El alumno realiza este test en 6-10 minutos. Posteriormente, se combina este test con otros para detectar problemas visuales que interfieran en la lectoescritura (con un tiempo de ejecución de 2-5 minutos). Ambos tipos de test se realizan en el ámbito escolar. A los niños que presentan problemas de ambos tipos se les realiza una evaluación visual completa por optometristas especializados. En muchas ocasiones estos niños necesitan un tratamiento multidisciplinar. Una vez que se realiza el diagnóstico, se deriva a los pacientes a los especialistas que corresponda: optometrista, oftalmólogo, psicopedagogo, otorrinolaringólogo, etc.
En la actualidad la profesora Belén Lloréns está utilizando este protocolo en una experiencia piloto desarrollada en algunos centros escolares. Los resultados preliminares indican que un 15-20% de la población escolar de Educación Primaria presenta distintos problemas de lectoescritura. De ellos, la mayoría presentan a su vez distintos grados de problemas visuales, como motilidad ocular, acomodación, visión binocular y de Procesamiento de la Información Visual y Espacial. La mayoría de estos problemas deben ser tratados mediante una Terapia Visual personalizada.
Una vez que haya finalizado este estudio y que sus resultados sean publicados, se impulsará la implementación del protocolo integrado de evaluación de las capacidades lecto-escritoras y visuales a la población escolar.
Esta propuesta ha sido merecedora de un premio en el IV Concurso de Ideas y Nuevas Empresas de Base Tecnológica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM 2010).
Fuente: Universidad Complutense de Madrid

Una investigación busca prevenir los problemas orales de los pacientes oncológicos

Una investigación busca prevenir los problemas orales de los pacientes oncológicos

Científicos de la Clínica Odontológica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca han puesto en marcha un proyecto de investigación que busca protocolos de tratamiento para la prevención de las patologías orales que sufren los pacientes de cáncer como consecuencia de las terapias contra esta enfermedad. Tanto la quimioterapia y la radioterapia pueden provocar mucositis, disgeusia y xerostomía en los pacientes y el objetivo de esta investigación es definir los mejores protocolos posibles para evitar o paliar estos problemas orales que merman aún más la calidad de vida de quienes se enfrentan a una dura enfermedad.
La quimio y la radioterapia provocan mucositis, disgeusia y xerostomía, patologías que investigadores de Salamanca quieren evitar o paliar
Paciente con problemas bucales ocasionados por tratamientos contra el cáncer. Foto: DiCYT.
Javier Montero Martín, experto de la Clínica Odontológica, asegura que se trata de un "proyecto novedoso" que intenta valorar el impacto en la calidad de vida de las consecuencias orales de los tratamientos antineoplásicos. "Tanto la quimio como la radioterapia crean problemas sistémicos, que derivan, por ejemplo, en la pérdida de pelo, pero en la boca también provocan graves consecuencias", afirma en declaraciones a DiCYT. Entre ellas está la mucositis, que se caracteriza por la inflamación y la ulceración de la mucosa bucal. Asimisno, se produce una alteración del gusto que técnicamente se conoce como disgeusia. Finalmente, el paciente oncológico suele padecer también xerostomía, una reducción del flujo salivar que produce sequedad de boca y otros problemas haciendo más proclive al enfermo a sufrir infecciones de boca.
De hecho, las personas que están en tratamiento contra el cáncer suelen quejarse más de la boca que de otros efectos secundarios, según los expertos. En los peores casos, estos problemas afectan gravemente a su alimentación y a su capacidad para hablar, señala Javier Montero, que acaba de recibir una ayuda de la Fundación Samuel Solórzano para desarrollar este trabajo a lo largo del próximo año.
Tres protocolos de actuación
Los investigadores han diseñado tres propuestas de tratamiento preventivo. El primero de estos protocolos consiste en una combinación de fármacos para tratar la mucositis, una sobrehidratación del paciente para tratar la disgeusia y un gel para xerostomía. El segundo incluye otras sustancias farmacológicas diferentes para el primer problema, estimuladores salivares para prevenir la disgeusia y para la xerostomía también se utilizarán estimuladores de saliva, pero no farmacológicos, es decir, simples chicles o caramelos. Finalmente, el tercer protocolo aplica agua salada y crioterapia (aplicación de frío) para la mucositis y otros elementos químicos para los otros dos problemas. Una vez que se obtengan los resultados, se podrá aplicar el mejor protocolo posible entre los pacientes que puedan tener más complicaciones.
"A priori, hay autores que han ido describiendo de forma marginal estos productos y nosotros hemos diseñado esta combinación ", comenta Javier Montero. "El objetivo es ver el impacto en la calidad de vida que tenga el tratamiento antineoplásico de cada uno de estos pacientes y ver si alguno de estos tratamientos logra reducir o prevenir la aparición de las consecuencias", recuerda. Si todo sale bien, su grupo de investigación lograría establecer el protocolo más efectivo.
De aquí a un año se trabajará con 60 pacientes que se someterán a estos tratamientos de forma voluntaria, 20 personas para cada uno de los tres protocolos que recibirán estas terapias semanalmente aplicadas por la investigadora Mónica Lourenço Núñez, especializada en pacientes odontológicos especiales. Al cabo de un año, los científicos esperan tener comunicaciones y publicaciones científicas al respecto.
Pacientes que inician tratamiento
Se trata de pacientes que han iniciado hace poco el tratamiento contra el cáncer o que están a punto de iniciarlo. "Se les hace una exploración previa y se les explica que cuando inicien el tratamiento contra el cáncer convendría mejorar su salud oral porque va a empeorar de forma sistemática al reducirse las defensas y sobre todo la saliva, que es el principal protector", apunta Montero.
Con este proyecto se pretende también monitorizar a los pacientes para analizar mejor cuál es la evolución de su salud bucal a medida que avanza el tratamiento contra el cáncer. Por ejemplo, si aparece una úlcera, "veremos cuándo aparece, cuánto dura y cuánto le molesta", indica el experto. Será una valoración tanto clínica, con seguimiento a través de fotografías, como subjetiva, contando con el punto de vista del paciente.
Los enfermos que padecen en mayor medida estos problemas bucales son los que sufren irradiación en la zona de cabeza y cuello. "La quimioterapia afecta a todo el organismo y produce consecuencias sistémicas, pero la radioterapia en cabeza y cuello produce lesiones específicas en la zona de irradiación y más cuando el cáncer está relacionado con la zona bucal", explica el investigador.
A pesar de todo, no se van a seleccionar pacientes con tipos de cáncer específicos, cualquier paciente que esté sometido a quimio o radioterapia puede ser susceptible de participar. Sin embargo, en el caso de que haya un cierto número de sujetos que participen en la investigación que sufran tumores orales, se distribuirán homogéneamente en cada uno de los tres grupos. Los servicios de Oncología y Radioterapia del Hospital Clínico de Salamanca colaboran con este grupo de investigación poniendo en contacto a investigadores y pacientes.
Fuente: DICYT