miércoles, 29 de diciembre de 2010

Invernaderos de futuro


Invernaderos de futuro
Con 44.000 hectáreas de superficie de invernaderos, España destaca entre los primeros países del mundo en el desarrollo de tecnologías para la mejora del cultivo cubierto.
FUENTE | Spain Technology29/12/2010
El cambio climático se convierte en férreo enemigo de la cosecha tradicional. Las excesivas lluvias y la subida general de las temperaturas dañan los cultivos, arrojando notables pérdidas en el sector agrícola. Este hecho conlleva una fuerte demanda de invernaderos. Y es aquí donde España cobra protagonismo. Es el país con mayor superficie de invernaderos del área Mediterránea, con 44.000 hectáreas, seguida de Italia (32.000 hectáreas), Turquía (23.000 hectáreas), Marruecos (11.000 hectáreas) y Francia (9.000 hectáreas). A su vez, la Cuenca Mediterránea acoge la segunda mayor concentración mundial de cultivos cubiertos de plástico, con el 30% de la producción, sólo por detrás del sureste asiático, con un 65%, según el estudio realizado este año, 'Caracterización y modelización de las componentes directa y difusa da la radiación solar en invernadero', presentado en laUniversidad de Almería.

Pero además de tener gran cantidad de superficie, España está en la avanzadilla de la tecnología destinada a mejorar este tipo de protección para cultivos. La Estación Experimental de la Fundación Cajamar, Las Palmerillas, situada en Almería, forma clara representación de lo que sucede en el país. Engloba 14 hectáreas de superficie y 32 invernaderos en los que ensaya, investiga y mejora estructuras para hacer más rentable las cosechas intensivas. Aquí se trabaja en modernos sistemas de ventilación, de riego, de refrigeración y calefacción, entre otras muchas cosas. Agricultores, organismos y compañías españolas y extranjeras aprenden de estos ensayos.

"Tratamos de lograr las condiciones necesarias para mejorar el cultivo", sostiene Juan Carlos López, coordinador de tecnología de invernaderos y subdirector del centro. Y más ahora con la crisis. "Empresas del sector y agricultores demandan sistemas de cultivo de mayor calidad que a su vez ahorren energía y recursos en el cuidado de las plantas", recalca.

Este año, el Centro Experimental Las Palmerillas ha logrado recoger 40 kilos de tomate por metro cuadrado de sus invernaderos, frente a diez o doce kilos por metro cuadrado que se ganan en el exterior. López concreta las causas de esta mayor rentabilidad. "Las nuevas estructuras de invernadero permiten aumentar la radiación, al tiempo que mejoran la ventilación, reducen el goteo de condensación sobre los cultivos e incorporan nueva tecnología". Con el uso de invernaderos también se logra ahorrar la mitad de agua para regar el tomate. "No se derrocha ni una gota, ya que es un espacio muy protegido y el agua no se evapora", advierte Juan Carlos López.

La estación de la Fundación Cajamar alberga tres campos de estudio: el dedicado a la tecnología, a la fruticultura y a la biotecnología. En el área tecnológica, los 30 profesionales que trabajan en el centro investigan diariamente en la parte física del invernadero, es decir, en las estructuras, materiales de cubierta, climatización o control biológico, que mide la temperatura ambiente.

Con las nuevas tecnologías ensayadas en esta estación experimental se logra, además, eliminar la condensación de agua que se genera por las elevadas temperaturas que alcanza un invernadero cubierto de plásticos. Esta condensación se convierte en un problema ya que produce un goteo sobre el cultivo que favorece la aparición de enfermedades y hongos en las plantas. ?La manera más habitual y económica de reducir esta condensación es disponer de una ventilación adecuada (abriendo y cerrando ventanas de forma controlada)? señala. Cuando esta llega a ser insuficiente, se pueden incorporar sistemas de ventilación forzada (con aparatos de aire), aunque su uso es escaso. A fin de evitar el goteo sobre la planta, los responsables del centro español recomiendan instalar las cubiertas con una buena inclinación para que el agua, procedente de la condensación, resbale fuera del cultivo. Con ello, se logra, además, recoger el agua y utilizarla de nuevo.

Conseguir una buena temperatura en el invernadero y solucionar el exceso de humedad no es tarea fácil. Métodos habituales como el aire acondicionado no resultan rentables en estas grandes superficies. "Utilizamos los intercambiadores de calor que permiten equilibrar la temperatura del invernadero", añade López. Un intercambiador de calor es un equipo que facilita el intercambio de calor entre dos medios que se encuentran a temperaturas diferentes evitando que se mezclen entre sí. De esta forma, enfría un espacio cuando está más caliente de lo deseado, transfiriendo este calor a otro medio frío, que necesita ser calentado. Así se puede conseguir que en los periodos más fríos, la temperatura del invernadero sea más cálida y en los muy calurosos, el clima sea más suave.

La utilización de los plásticos antiplagas, que bloquean parte de la luz ultravioleta, y por tanto el desplazamiento de los insectos, es otra de las máximas de este centro experimental. "Estudiamos los diferentes factores de las estructuras, como los cerramientos, y los equipos de climatización, que intervienen en la erradicación de las plagas", advierte López.

En Las Palmerillas se estudian también soluciones para evitar otro problema muy frecuente en las cosechas: el agrietado del tomate. Consiste en la formación de grietas provocadas por la humedad. Estas grietas pueden convertirse en vías a través de las cuales los hongos o las bacterias pueden instalarse y pudrir el tomate. Para erradicarlo, la estación propone que el agricultor modifique las condiciones medioambientales tales como la temperatura y humedad relativa del aire, la salinidad del suelo o el sustrato que se le proporciona a los frutos.

En el campo de estudio destinado a la fruticultura, Las Palmerillas investiga con especies tropicales como el caqui, la chirimoya o el mango para adaptarlos a climas mediterráneos. "Les proporcionamos las condiciones que necesitan, como mayor humedad y temperaturas suaves", añade López. El grupo de científicos del centro trabaja también sobre las diferentes variedades de uva de mesa más resistentes al transporte; investiga sobre la uva sin semilla, demandada en el sector hostelero, y estudia la posibilidad de realizar dos cosechas de fruto al año en lugar de una como se hace habitualmente, "a fin de lograr mayor rentabilidad de los terrenos", matiza.

EL RETO, LAS MICROALGAS

En 2003, la estación de la Fundación Cajamar descubrió junto al departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Almería una nueva microalga, registrada como Scenedesmus almeriensis, de alto valor para la prevención de enfermedades cardiovasculares y degenerativas. La característica más importante de este organismo fotosintético es su elevado contenido en luteína que es componente de alto interés comercial que se emplea además como colorante alimentario y en cosmética. Desde entonces, el centro no ha parado de investigar en sus variedades y derivados, incluso para producir biocombustible y bioetanol.

El centro cultiva las algas en circuitos que albergan varias cadenas de reactores que giran. Para el crecimiento de esta planta especial se requiere una menor cantidad de agua que otras plantas, pero sí radiación solar, nutrientes y C02. Para producir biodiésel, las algas se colocan en circuitos abiertos y masivos, mientras que para usos farmacológicos se trabajan en circuitos cerrados, más selectos, explica López.

Los científicos de la estación elaboran, además, sistemas tecnológicos que sirvan de mejora en las explotaciones de la Cuenca Mediterránea. Por ejemplo, trabajan en la introducción de energías renovables para invernaderos, como la eólica o de cogeneración, que permitan menor consumo e impacto medioambiental.

La fundación Cajamar, del banco cooperativo Cajamar, fundó la estación experimental en 1975, con el ánimo de mejorar el cultivo de la provincia de Almería, que concentra el 60% del total de invernaderos en España, con cerca de 27.000 hectáreas.

El éxito que obtuvo el centro en esta región comenzó a extenderse y amplió su campo de investigación hacia otras zonas agrícolas españolas y del extranjero. Colabora con empresas y organismos de Holanda, Italia e Inglaterra. Ha realizado estudios de cultivo de la chumbera y del tabaco arbóreo para la producción de bioetanol, ensaya con maquinaria dirigida al cultivo automatizado e investiga el crecimiento controlado de las plantas. Y así un largo etcétera de sistemas tecnológicos que transfiere a agricultores y corporaciones que se lo pidan. ?Anualmente tenemos 3.500 visitas de personas interesadas en lo que hacemos en la estación?, señala López.

INVERNADEROS A LA MEDIDA

"En un invernadero se produce un 40% más que en el exterior y se gana un 90% en calidad", comenta Manuel Guerrero, técnico superior de montajes y director comercial de Asthor Agrícola. Esta empresa española diseña y desarrolla invernaderos con cubierta de plástico y placas de policarbonato.

El fabricante fabrica todo tipo de invernaderos, en función de las condiciones donde van a estar ubicados (temperatura, humedad, viento). "Tenemos peticiones de todas las partes del mundo", asegura Guerrero. El diseño de Asthor variará en función del tipo de hortalizas que se desee plantar y la clase de superficie en la que se va a cultivar. Este fabricante, con sede en Gijón (en Asturias, región al norte de España), llega a exportar el 90% de la producción a 50 países de Europa, Asia, América y África.

En países fríos, será necesario fabricar invernaderos más resistentes, con calefacción alimentada por gasoil y sistemas centrales con tubería de agua caliente. Se requerirán estructuras metálicas recubiertas con doble capa de plástico, con cámara de aire, y pantallas térmicas de aluminio en el interior. "Con ello, conseguimos ahorros de hasta el 40%", argumenta el directivo. Para las zonas cálidas, el sistema de calefacción se sustituye por un programa de enfriamiento. "Cada invernadero es un traje a medida para el usuario, que suele tratarse de una empresa dedicada a la producción intensiva de flores y hortalizas", concreta Guerrero.

También el precio de los invernaderos Asthor es variable. Se fija en función de su nivel tecnológico. "Podemos establecer un baremo entre 18 y 60 euros por metro cuadrado, dependiendo del tipo de invernadero y de su tamaño", apunta Guerrero. Para exportaciones a destinos lejanos, la compañía suele fabricar un invernadero con una superficie mínima de 3.500 metros cuadrados para que el traslado le sea rentable.

Los invernaderos de esta firma han ido evolucionado tecnológicamente gracias a su departamento de I+D. "Son más altos que antes, y perseguimos que también sean más anchos para aprovechar el terreno, ya que el precio del suelo es muy elevado", concluye.

Además de los invernaderos, Asthor impulsa proyectos completos nacionales e internacionales especializados en sistemas de riego automático, estructuras de calefacción o enfriamiento, pantallas de aluminio y mesas de cultivo.

Otro ejemplo de empresa capaz de competir mundialmente en el negocio de los invernaderos es ULMA Agrícola. Desde 1979, fabrica sus propios materiales para la construcción de estructuras del cultivo protegido en procesos totalmente robotizados. Perteneciente al Grupo Mondragón, situado en Guipúzcoa (norte de España), no sólo desarrolla invernaderos sino que también asesora a los agricultores y empresas para ayudarles a rentabilizar sus cultivos. También trabaja las pantallas térmicas y los sistemas de refrigeración, de riego y calefacción destinados a mejorar las condiciones de un invernadero.

Con el nuevo escenario mundial, el panorama hortícola ha cambiado. "Es cierto que con el cambio climático, los propietarios de invernaderos hemos disfrutado de una mayor demanda de agricultores que se buscan soluciones alternativas a cosechas malogradas", opina Alberto Galdos. Ahora bien, el gerente del grupo ULMA cree que con la crisis actual, la demanda de cultivos protegidos se ha visto afectada. "El número de fabricantes de invernaderos es muy alto y hay mucha competencia, mientras que las subvenciones públicas y los créditos bancarios son cada vez más escasos".

Ante este hecho, los fabricantes toman nuevos rumbos en su investigación y se adentran en el estudio de energías renovables, de aplicaciones de invernaderos dirigidos a otros sectores como piscifactorías, producción de algas, y generación de energías propias. "En otros países, se utiliza la energía solar en invernaderos, donde se compensa la luz mediante controladores de medición de energía", explica Galdos.

EL RIEGO COMO PARTE ESENCIAL

Una pieza clave en el cultivo bajo abrigo es el agua. La compañía española Azud se debate con los líderes mundiales en la fabricación de sistemas de riego, filtración y tratamiento de agua. "Cada gota de agua cuenta y pretendemos fomentar su uso racional y evolucionar para que se dé un aprovechamiento cada vez más útil y eficiente de este recurso, escaso y esencial", señala desde el departamento de marketing, Mª Paz Quiñonero. Por este motivo, la firma colabora con entidades comprometidas con el I+D y la formación en universidades y centros de investigación.

Con una trayectoria de casi 30 años, Azud se ha convertido en una multinacional presente en 70 países. ?Disponemos de fábricas en España, China, India, Brasil, Chile e Irán, desde donde se distribuyen los productos?, destaca Quiñonero. El grupo cuenta con oficinas comerciales en México y Portugal y forma parte de un grupo constituido por más de 20 empresas con actividades relacionadas con tecnología agrícola, tratamiento de agua y medioambiente: filtración industrial, agrícola y urbana; sistemas de irrigación; fabricación e instalación de invernaderos; automatización; control de clima; tratamientos de desalación, depuración y potabilización de agua y desarrollo de centros para investigación y formación.

Algunas de sus apuestas más importantes han sido los sistemas Azud Helix System, Azud Helix Automatic y DS Techonolgy. Se trata de tres procedimientos de riego que incluyen la máxima capacidad de filtración con el mínimo mantenimiento. "Con estos productos hemos contribuido al fomento del ahorro de agua y energía en el sector agrícola e industrial", añaden en el departamento de marketing.

Otros de los elementos a tener en cuenta cuando se habla de invernaderos es la calidad del plástico que cubre las cosechas. La compañía Solplast, ubicada en la localidad murciana de Lorca (Este de España), ha llegado a ser mundialmente conocida por su fabricación de láminas de polietileno para aplicaciones agrícolas. Su tecnología se basa precisamente en la transformación del polietileno, mediante la máquina de coextrusión, que permite obtener el plástico en tres capas, lo que supone mayor protección y rendimiento. "Nuestra tecnología nos permite ofrecer plásticos con diferentes características en función de las necesidades de los invernaderos", dice José Manuel Petrement, International Sales Manager de la compañía española.

Solplast diseña polietilenos destinados a soportar altas y bajas temperaturas, fabrica plásticos que evitan la excesiva condensación y humedad, y crea materiales antivirus, "especialmente focalizados a eliminar la mosca blanca, que daña las hojas", añade Petrement. Además, este fabricante español investiga en plásticos 'antiblackening' pensados para acabar con el ennegrecimiento de los pétalos de las rosas rojas.

Solplast, fundada hace doce años, fabrica además de cubiertas de invernadero, túneles, acolchados, embalses de plástico y ensilajes (destinados a la fermentación de forrajes para la alimentación del ganado).

Un vaso roto da nuevas pistas sobre el clima

Un vaso roto da nuevas pistas sobre el clima

Arqueólogos dicen haber encontrado los restos humanos más antiguos del mundo


Arqueólogos dicen haber encontrado los restos humanos más antiguos del mundo
Un grupo de arqueólogos ha descubierto en el yacimiento de la cueva de Qesem, cerca de Rosh Ha'ayin, a las afueras de Tel Aviv (Israel) una pequeña pieza dental que puede cambiar lo que hasta ahora sabíamos de la evolución humana.
FUENTE | ABC Periódico Electrónico S.A.29/12/2010
Los restos, entre los que se encuentra este diente molar, tienen 400.000 años y podrían pertenecer al primer homo sapiens, el primer hombre moderno del que se tiene conocimiento, ya que los restos humanos más antiguos encontrados hasta la fecha suman apenas la mitad de años. De confirmarse, el hallazgo alteraría por completo las teorías tradicionales sobre el origen de los seres humanos, que sitúan nuestra cuna común en África. Ahora, los científicos tienen un largo trabajo por delante para demostrar la importancia del descubrimiento.

«Es muy emocionante llegar a esta conclusión», reconoce el arqueólogo Avi Gopher, cuyo equipo examinó los dientes encontrados en la cueva de Qesem con rayos X y tomografías computerizadas. El científico ha hecho hincapié en la necesidad de seguir investigando para consolidar su teoría. Si lo consigue, «esto cambia todo el panorama de la evolución», subraya.

ORIGINARIOS DE ASIA

La teoría científica aceptada hasta la fecha es que el homo sapiens es originario de África, de donde emigró. Sin embargo, si los restos ahora encontrados en Israel se vinculan definitivamente al hombre moderno, podría significar que la tierra original del ser humano actual se encuentra en Asia.

Para Paul Mellars, experto en prehistoria de la Universidad de Cambridge, el estudio es de confianza y el hallazgo, «importante», ya que los restos de ese período de tiempo son escasos, pero aún es prematuro decir que los restos pertenecen a un humano, a una persona igual que nosotros. «Es una posibilidad muy tenue y, francamente, más bien remota», apunta. A su juicio, los restos pueden estar relacionados con otros parientes del hombre moderno, como los neandertales. Los dientes son a menudo indicadores poco fiables de origen, así que el hallazgo de restos de algún cráneo facilitaría la identificación de la especie. Los arqueólogos israelíes esperan dar con ellos a medida que continúen las excavaciones.

La investigación aparece publicada en la revista American Journal of Physical Anthropology.

Sólo el 5 % de materia grasa o por qué somos cognitivamente avaros


Sólo el 5 % de materia grasa o por qué somos cognitivamente avaros

nordica_cottage_cheese_nordica_fat_free.pngSobre todo en el mundo de la publicidad, que algo se nos presente como una ventaja, sea cual sea, basta para convencernos de su compra.
La versión clásica de esto es la empleada para anunciar artículos alimenticios como “sólo el 5 % de materia grasa“ o similares. A primera vista, todos asumimos que este producto, per se, es más sano, o que nos facilitará controlar la línea. No obstante, muchos pasteles bajos en grasas, por ejemplo, están cargados de azúcar, y una porción puede contener tantas calorías como otras alternativas normales en grasas.
Es decir, lo que nos venden como una ventaja puede no serlo, a la luz de un análisis exhaustivo de ventajas-inconvenientes. 
Lo mismo sucede cuando nos venden, por ejemplo, unos cereales en bolsa de papel de aluminio cuando estaban perfectamente crujientes en la vieja bolsa de plástico. O la supuesta ventaja de los productos homeopáticos: no tienen efectos secundarios. Sí, claro, pero ¿los tienen primarios? ¿No es preferible efectos secundarios si con ello hay más garantías de curar determinada enfermedad?
Esta clase de ardides funcionan muy bien porque probablemente nuestros cerebros son cognitivamente avaros.
Preferimos “eso es cierto” o “eso es falso” a “la parte factual de esa afirmación es verdadera pero sus supuestas ventajas no son reales”. Esto último nos exige distinguir el contenido fáctico de la implicación evaluativa de un enunciado y, si estamos viendo anuncios o envases de productos, eso puede suponer una tarea cognitiva excesiva. No es que seamos estúpidos, es sólo que ya estamos sometidos al bombardeo publicitario y hacemos cuanto podemos por filtrar los mensajes.
Vía | ¿Se creen que somos tontos? de Julian Baggini

Guía para la ventilación mecánica del recién nacido

Guía para la ventilación mecánica del recién nacido
Esta Guía de 74 páginas de fácil lectura es una ayuda fácil en la toma de decisiones que se deben de realizar aquellos recién nacidos que requieren de ventilación mecánica. Fue escrita por diversos neonatologos del HH.UU. Virgen del Rocío. Sevilla, España. Los coordinadores principales son los doctores Antonio Lozada martínez, Antonio Pavón Delgado, Juan M. Núñez Solis, Antonio Pérez Sánchez, Pilar Rojas Feria, María Luisa Rosso González, Carmen Zamarriego Zubizarreta.
Es un libro completo que puede accesar en el siguiente enlace.

Atentamente
Dr. Enrique Hernández-Cortes
Anestesiología y Medicina del Dolor

La Peste Negra, apocalipsis medieval

La Peste Negra, apocalipsis medieval

26 02 2009
A finales del siglo XIV tuvo lugar en toda Europa una brutal epidemia de peste que acabó, en muchas zonas, con más del 50% de la población. Las gentes de aquella época creyeron que había llegado el Apocalipsis y que la Providencia castigaba así a los hombres por todos sus pecados. El infierno se hacía realidad sobre la Tierra sembrando de cadáveres y apestados las sucias y abarrotadas calles de las grandes ciudades y de los pequeños pueblos de un extremo al otro del continente…
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El hombre medieval estaba sin duda acostumbrado a los contratiempos del destino. Los periodos de hambrunas, carestías de todo tipo y guerras eran algo habitual. Sin embargo, nadie podía imaginarse que la muerte, aquella figura tenebrosa que comenzó a partir de entonces a representarse embozada, siempre acechante entre las sombras, se llevaría por delante a millones de almas como consecuencia del mayor desastre epidémico de la historia: la peste negra.
Todo comenzó en el año 1348, cuando la misteriosa enfermedad, como si de una plaga apocalíptica se tratara, se cebó con la indefensa población de casi todo el continente europeo, asolando ciudades y pueblos enteros y sembrando de cadáveres los campos y las calles de las grandes urbes. La muerte negra, como empezó a conocerse, acabó con casi la tercera parte de la población europea. Los cuatro jinetes del Apocalipsis se abatían contra los hombres como nunca antes lo habían hecho. Para las supersticiosas mentalidades de la época era el comienzo del fin del mundo, y la sensación de pánico generalizado sólo era comparable, salvando las distancias, a la que se vivió en el umbral del año 1000.
Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, grabado de Alberto Durero (1498)
Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, grabado de Alberto Durero (1498)
Orígenes inciertos
Occidente no se enfrentaba a una epidemia completamente nueva, pues ya en el siglo VI un brote de la enfermedad, conocido como “Peste de Justiniano” asoló gran parte del Imperio Bizantino. Y aunque causó numerosos estragos, no fue comparable, en cuanto a virulencia y catastrofismo, con la pandemia vivida entre 1348 y 1351.
Existen discrepancias entre los historiadores sobre cuál fue realmente el punto de origen de la peste medieval, aunque la mayoría coincide en aceptar que pudo partir de la región de Yunnan, en el sudeste de China, transmitida a través de las caravanas asiáticas que recorrían el Imperio mongol en parte de la Ruta de la Seda. En 1387, millones de personas estaban muriendo en China, la India y en gran parte de las tierras del Islam. A Europa llegaban rumores sobre una terrible enfermedad acompañados de descripciones apocalípticas sobre el origen de la epidemia, como lluvias de ranas y serpientes, tormentas con fuertes granizadas y rayos y finalmente un humo hediondo y truenos espantosos.
Ese mismo año, el mal debió de entrar en contacto con los europeos en el puerto de Caffa –hoy Teodosia–, entonces colonia de Génova en el Mar Negro, hacia donde acudían las numerosas caravanas citadas. Poco después, la ciudad fue asediada por el khan tártaro Djani Beck, quien se vio obligado a levantar el sitio cuando una misteriosa plaga –la temible peste negra– comenzó a matar sin miramientos a sus tropas. Al general se le ocurrió entonces la brillante y terrible idea de lanzar al interior de la ciudad mediante catapultas los cadáveres pestilentes de centenares de sus soldados, treta mediante la cual pretendía “envenenar a los cristianos” y, como si de una pionera guerra bacteriológica se tratara, logró que la muerte negra penetrara en Caffa. Después, doce galeras ocupadas por genoveses que habían contraído la enfermedad arribaron al puerto de Mesina (Italia) en octubre de 1387 y propagaron la peste de forma increíblemente rápida, mientras otros barcos, también infectados, llegaban desde Oriente a Génova y Venecia. Cuando las autoridades genovesas reaccionaron ya era demasiado tarde. Nada ni nadie podía detener ya a la peste.
Fortaleza en la antigua Caffa, lugar de origen de la peste
Fortaleza en la antigua Caffa, lugar de origen de la peste
Comienza la plaga
Los primeros síntomas de la enfermedad consistían en fiebre elevada y escalofríos, que en ocasiones se confundían con los de otras enfermedades. Poco después hacían acto de presencia angustia y ansiedad, unidas a un aumento de la fiebre, mareos y vómitos. El paciente, que vivía en una estado de postración constante, perdía en ocasiones el conocimiento, todo ello en medio de fuertes sudores que desprendían un profundo y particular olor, según los cronistas “similar al de la paja podrida”. A ello se unían terribles dolores de cabeza, desnutrición, sensación de asfixia, grandes temblores y una lengua pastosa y blanquecina.
Pero, aunque desagradable, aquello no era lo peor: pronto aparecían hinchazones en las ingles, bajo las axilas o detrás de las orejas –allí donde se encontraban los ganglios linfáticos–, signos inequívocos de que la letal enfermedad estaba actuando. En ocasiones alcanzaban el tamaño de una manzana o un huevo, por lo que el vulgo comenzó a llamarlos “bubones”, palabra derivada del griego boubon –bulto, tumor–, que dio origen a la denominación de “peste bubónica”, también conocida como “peste negra”, pues los bultos, manchas y úlceras adquirían un color negruzco. No era extraño que los bubones supurasen, generando un horrible hedor y, si llegaban a romperse, producían en el paciente un dolor prácticamente indescriptible. Cuando la infección derivaba en infección pulmonar –la conocida como variante neumónica–, el paciente tenía pocas posibilidades de salir con vida, además de convertirse en peligroso foco de contagio, al poder transmitir la enfermedad por el aire, a través de la tos, de forma similar a la gripe. Cuando esto sucedía el enfermo presentaba bronquitis aguda, dolor en el tórax e incluso broncopulmonía de tipo hemorrágico que provocaba que expulsara esputos sanguinolentos.
Grabado medieval en el que se pueden apreciar los bubones en los afectados por la terrible epidemia
Grabado medieval en el que se pueden apreciar los bubones en los afectados por la terrible epidemia.
Otra de las consecuencias de la peste bubónica era el delirio –delirium–, un estado alucinógeno generado por la fiebre que provocaba en muchos casos que algunos enfermos sufrieran accidentes e incluso se suicidaran. La arcaica medicina de los galenos de la época atribuía el contagio al aire viciado y a la falta de salubridad en las ciudades –lo cual no era del todo desacertado–, pero no sería hasta 1894 cuando se descubriera finalmente el mecanismo de contagio de la peste: la pulga de la rata negra –rata de cloaca– o xenopsylla cheopis. La enfermedad pasó a denominarse entoncesYersinia Pestis, en honor a su descubridor, el suizo Alexandre Yersis, discípulo de Pasteur, quien realizó sus investigaciones durante un brote epidémico que azotó Hong-Kong a finales del siglo XIX.
Sin embargo, en la Baja Edad Media se creía que el mal se debía, cuando no a la ira de Dios, a una descompensación de los humores del cuerpo, cuando no a un castigo divino. En una crónica de la ciudad de Mallorca se puede leer que “Las enfermedades que ahora hay vienen y proceden de la superabundancia de sangre, como los dichos médicos dicen y de eso tienen experiencia”. La extracción de esta sangre corrupta era uno de los remedios más utilizados por los galenos y las sangrías se convirtieron en algo común para aliviar los síntomas de los apestados, bien rajando con bisturí o aplicando sanguijuelas sobre la zona afectada, remedio bastante desagradable, pues éstas pueden aumentar hasta ocho veces su propio peso durante la succión. A la larga las sangrías eran una pésima solución, pues dejaban al enfermo más debilitado y por tanto con más riesgo de morir.
Un infierno se abate sobre la Tierra
Los roedores campaban a sus anchas por unas ciudades llenas de suciedad, donde la higiene personal dejaba mucho que desear y en una época en la que se llegó a aconsejar, por ejemplo, lo que recogía la siguiente receta: “Bañarse es cosa muy dañosa, pues el baño hace abrir las porosidades del cuerpo por las cuales el aire corrompido entra y produce fuerte impresión en nuestro cuerpo o en nuestros humores”.
En un escenario de tales características la enfermedad tuvo el campo libre para actuar impunemente, sembrando el caos, el terror y la muerte allí por donde pasaba. Nadie creía que las ratas eran en parte las culpables de su transmisión y el hombre estaba acostumbrado a convivir con estos roedores, que se hallaban por todas partes. En los barrios pobres y degradados se hacinaban las gentes humildes siendo un potencial foco de infección. Por si esto fuera poco, Europa estaba sumida en uno de los peores conflictos de la historia: la Guerra de los Cien Años (1339-1453) entre Francia e Inglaterra. Las bajas eran a veces muy numerosas y los campos quedaban regados de cadáveres mutilados y mal enterrados que, una vez corruptos, contribuían a expandir la pandemia.
La muerte negra sumió a reinos y ciudades enteras en la más absoluta ruina y decadencia, y sus efectos fueron atroces, como narró la pluma del genial escritor italiano Giovanni Boccaccio. Los cementerios eran insuficientes para enterrar a los miles de cadáveres que se hacinaban y la burocracia se paralizó casi por completo en las grandes urbes. Para muchos historiadores, la epidemia fue el comienzo del fin del feudalismo. La propagación de la peste provocó también el estallido de focos revolucionarios y grandes desórdenes en importantes núcleos urbanos –como en Flandes y en algunas ciudades italianas–. Las revueltas fueron constantes y en algunos casos llegaron a alcanzar cotas de gran dramatismo, como en la Ciudad Eterna.
"La danza de la muerte" fue reproducida en pinturas y grabados
"La danza de la muerte" fue reproducida en pinturas y grabados
Las cifras de defunciones hablan por sí solas. Los venecianos morían en la increíble proporción de 600 personas al día. Se estima que Inglaterra perdió el 25 por ciento de su población –en verano de 1348 eran enterrados casi 300 cadáveres al día– y Escocia prácticamente un 30 por ciento. El espectro de la peste fue aún más voraz en Francia y Alemania, donde acabó con la vida de nada menos que el 50 por ciento de su población. Muchas ciudades vieron impotentes cómo sus habitantes disminuían drásticamente. Florencia, con 100.000 habitantes, perdió a la mitad de su población. En Venecia falleció el 60 por ciento de la población –moría la increíble proporción de 600 personas al día– y en Avignon la mitad de sus habitantes. En la sede pontificia, en sólo 6 semanas, 11.000 personas fueron enterradas en un mismo cementerio. Se decidió entonces que el Papa, Clemente VI, bendijera el Ródano e incontables cadáveres se arrojaron al río, que sirvió como sepultura. Sin embargo, aquella precipitada y desesperada acción contribuyó a expandir también la epidemia.
La península Ibérica tampoco se libró del impacto epidémico y en algunas ciudades desapareció más de la mitad de la población, como en Barcelona, donde murieron 38.000 de sus 50.000 ciudadanos. En el Reino de Mallorca, fallecieron alrededor de 9.000 personas. Y la lista es interminable y realmente estremecedora.
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Aunque muchos historiadores afirman que desapareció a causa de la plaga el 30% de la población europea, algunos creen que esta tasa llegó a alcanzar el 50%, algo que nunca sabremos con certeza pero que pone igualmente los pelos de punta. Nada a lo largo de la Historia, ni guerras, ni catástrofes naturales, ni siquiera armas de destrucción masiva, han provocado una mortandad tan alta como la peste negra del medievo.
Combatir la enfermedad
La mayor parte de los “médicos” que ayudaron a los apestados eran voluntarios, pues los doctores cualificados por lo general huían, sabedores del peligro que corrían. Para poder ayudar a los apestados y evitar contagiarse, los médicos con el tiempo se protegerían con una vestimenta realmente esperpéntica, que les daba un aspecto algo grotesco. Convencidos de que la enfermedad se transmitía a través del olfato, idearon una máscara que acababa en forma de largo pico de ave –quizá porque al comienzo de la enfermedad se creía que ésta era diseminada por los pájaros y dicha máscara ayudarían a espantarlos–, en cuyo interior introducían distintas hierbas aromáticas que servirían –o eso creían– para neutralizar el aire corrupto y que éste no se introdujera por sus fosas nasales.
El fuerte influjo de las creencias supersticiosas de la época provocó que los doctores llevasen también unos anteojos negros sobre la máscara que creían eran un eficiente amuleto contra el “mal de ojo”, pues no obstante la muerte negra era considerada una plaga maldita. Además, una larga túnica también de color negro cubría su cuerpo, un enorme sombrero protegía su cabeza y portaban una larga vara o bastón de madera y guantes para no entrar en contacto directo con los apestados. Su aspecto grotesco advertía a los transeúntes, de forma indirecta, del peligro de contraer la enfermedad.
Un médico de la peste con su extravagante vestimenta
Un médico de la peste con su extravagante vestimenta
Con la intención de evitar la dispersión de la pandemia, los cadáveres eran sacados con carretillas fuera de las ciudades, donde se introducían en grandes fosas para ser quemados después. No obstante, durante el tiempo que permanecían a la espera de ser calcinados –varios días debido a la falta de enterradores–, la putrefacción contribuía a propagar aún más el mal.
Procesiones, mártires y flagelos
Bastaron apenas dos o tres años para diezmar Europa, lo que generó dos tendencias realmente opuestas de asimilar lo ocurrido entre las gentes: muchos se dieron al libertinaje, a la bebida y al sexo desenfrenado –incluidos un gran número de clérigos–, que adoptaban esta actitud ante la brevedad de la vida y el acecho inevitable de la muerte; otros, por el contrario, se dedicaron a la existencia beatífica, a la contemplación espiritual, el pietismo y la penitencia.
Flagelantes en plena acción fustigadora
Flagelantes en plena acción fustigadora
Creían que la peste bubónica no era sino una especie de plaga bíblica que se abatía sobre los hombres para castigarlos por sus pecados. Este clima de histeria y fanatismo religioso provocó que muchas personas comenzaran a automutilarse como forma de redención y penitencia. Se hicieron muy populares las llamadas procesiones de flagelantes, que recorrían ciudades y pueblos azotándose con varas y látigos cual si del mismísimo Juicio Final se tratase, desgarrando sus carnes e implorando el perdón entre charcos de sangre.
Los penitentes se fustigaban con látigos de cuero anudados con pinchos de hierro. Algunos sufrían graves heridas entre los omoplatos, y algunas mujeres, extasiadas, recogían la sangre con sus propios vestidos y se la pasaban por los ojos, al creer que era milagrosa. Creían que con esa durísima penitencia se conseguiría mitigar la ira de Dios y aplacar de esta forma la peste. En procesiones que reunían hasta 1.000 fieles, los flagelantes se imponían caminar durante 33 años y medio como los años que vivió Jesucristo. Sin bañarse, abandonando sus bienes y sin practicar sexo, marchaban de ciudad en ciudad realizando actos que hoy catalogaríamos de masoquistas, ante la muchedumbre enfervorecida.
Procesión de flagelantes, por Goya
Procesión de flagelantes, por Goya
Las gentes imploraban al cielo, sacaban las reliquias de las iglesias, se realizaban rituales eclesiásticos, se celebraban múltiples misas… Sin embargo, estos multitudinarios actos facilitaron en muchas ocasiones la expansión de la enfermedad.
Por su parte, los astrólogos y algunos médicos creían que la causa de la peste, de los “efluvios malignos del aire”, se encontraba en la influencia de los astros ¡siempre los astros! concretamente en la nefasta conjunción de los planetas Júpiter, Marte y Saturno y también al efecto negativo de eclipses y cometas –al menos esa fue la respuesta que dieron los físicos de la Sorbona al rey francés Felipe VI cuando planteó qué había provocado la corrupción del aire–. En medio de este catastrofismo cogieron fuerza las interpretaciones más descabelladas, como que el mal se producía “por malvados hijos del diablo que con ponzoñas y venenos diversos corrompen los alimentos”, según reza un escrito contemporáneo.
En 1348 la peste negra recorrió a toda velocidad –algo que no se explican algunos investigadores y estudiosos de la Medicina–, sembrando la muerte y la destrucción, un largo camino que iba de Sicilia a Inglaterra, hasta alcanzar su clímax. Fue entonces cuando en Italia las autoridades de la ciudad de Pistoia, convencidas de que Dios estaba castigando al mundo, creían que la ciudad debía purgar sus pecados. Se publicaron ordenanzas que prohibían el juego, la blasfemia y la prostitución. Normas que se empezaron a aplicar en diferentes ciudades y países.
En Alemania las brutales torturas de los flagelantes impactaron sobremanera a las gentes. Era creencia común que la sangre de los mártires era sagrada, por lo que poco a poco este movimiento heterodoxo fue sustituyendo en amplios lugares a la religión oficial, cuyas plegarias no evitaban la muerte de nadie. Miles de fieles seguían en masa a estos personajes, muchos de los cuales se creían dotados de gracia divina a través del sacrificio de su sangre y afirmaban ser capaces de realizar milagros en nombre de Cristo. Aseguraban que los niños fallecidos podían revivir en su seno y el pueblo creía que algunos animales hablaban gracias a su intercesión. Estas asombrosas “facultades”, fruto sin duda del fanatismo y la superstición, no evitaron sin embargo que los cadáveres siguieran amontonándose en las calles.
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Los cristianos comunes creían que las procesiones de los flagelantes eran una especie de purificación espiritual que también los elevaba a ellos. El pueblo asociaba su llegada a la desaparición de la terrible enfermedad, por lo que el papa Clemente VI comenzaba a inquietarse. El fanatismo era cada vez más extremo y, para que el Todopoderoso perdonara al hombre, al pecador, en varios lugares se expulsó de las ciudades a las prostitutas y a los judíos –el colectivo más perseguido–, que en ocasiones eran quemados vivos, como si fueran brujas.
Pogromos y persecución religiosa
Para los cristianos medievales los hebreos eran quienes más ofendían a Dios, pues los consideraban los responsables de la crucifixión de Jesús –lo que había despertado la ira divina provocando la epidemia–, así que el odio popular, alimentada por los sermones de curas exaltados y de los flagelantes, se volcó contra ellos. Marcados desde sus orígenes con el estigma de pueblo maldito, el hecho de mantener sus costumbres, su lengua y religión, apartados del resto, les convertía en foco habitual de la ira de los cristianos. Además, practicaban el préstamo de dinero y recaudaban impuestos para la nobleza, lo que para una población que no admitía por principio religioso la usura, constituía toda una verdadera afrenta. Con la llegada de la muerte negra, el odio que se sentía hacia este colectivo desde hacía siglos se volcó contra ellos.
Miles de miembros de este colectivo fueron apaleados y masacrados, en brutales pogromos –persecuciones– por todo el continente. Se les acusaba de algo realmente pintoresco: los hebreos, en medio de un complot pergeñado al parecer por los judíos de Toledo, habían envenenado el agua de los pozos y fuentes de toda la Cristiandad y corrompido el aire, lo que había provocado la peste. Se les sometió a terribles torturas para que confesaran que todos los hebreos eran culpables de conspiración.
Esto provocó grandes matanzas en Carcasona y en Narbona, entre otros lugares. En los guetos millares de personas fueron descuartizadas, degolladas y quemadas vivas por los cristianos. En enero de 1348, 600 judíos fueron quemados vivos en Basilea, matanzas que se repitieron en Zurich y Chillon y que se avivaron en la Corona de Aragón, donde muchos miles fueron pasados a cuchillo. En mayo la aljama judía de Barcelona fue devastada por completo, extendiéndose el odio antisemita a ciudades como Cervera, Tárrega o Lérida.
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A pesar de que el papa Clemente VI, desde Aviñón –entonces sede pontificia–, hizo un llamamiento a la población y mediante una bula prohibió las matanzas, los saqueos y la conversión forzosa de los judíos sin juicio previo, afirmando que éstos enfermaban igual que el resto de la población, lo que hacía improbable que fueran los responsables, las persecuciones continuaron, si cabe con más inquina.
El día de San Valentín de 1349, los ciudadanos de Estrasburgo reunieron a 2.000 judíos que acabaron ardiendo en la hoguera. El caos se apoderó de toda Europa, los saqueos fueron cada vez más frecuentes y la violencia se convirtió en una amenaza aún más terrible que la peste.
El principio del fin
Los flagelantes comenzaron a alejarse de su original pietismo y a abandonarse a las orgías, copulando con las mujeres en público completamente ebrios. Muchos maleantes y delincuentes se unieron al movimiento, y saqueaban las Iglesias por las que pasaban. Finalmente, Clemente VI publicaría otra bula en 1349 -Inter sollicitudines-, donde condenaba al movimiento como herético, y acusaba a sus miembros de cometer crímenes que “hacían enojar a Dios”. Algunos de los cabecillas fueron apresados y decapitados en presencia de sus seguidores, y aunque la secta no desapareció por completo, poco a poco fue perdiendo fuerza, al tiempo que desaparecían los terribles efectos de la enfermedad.
Flagelantes
Flagelantes
Aquellos judíos que no habían sido asesinados o muertos por la peste, tuvieron que abandonar su hogar y exiliarse. A finales del siglo XIV, en amplios territorios de Francia, Inglaterra y Alemania ya no había ninguno. Sin embargo, éstos fueron acogidos en Cracovia (Polonia), por el rey Casimiro el Grande. Nadie creía entonces que en pleno siglo XX la comunidad hebrea volvería a ser masacrada, esta vez por la ira de los nazis.
La terrible plaga había dejado su huella de muerte y destrucción a lo largo de miles de kilómetros, atormentando el alma de millones de personas y diezmando casi a la mitad la población europea. Con el tiempo los hombres volverían a tomar el control de la situación, pero ya nunca volverían a ser los mismos. Ahora conocían las llamas del infierno.
El poeta italiano Petrarca cantó como nadie el sufrimiento y la pena, la pérdida de los seres queridos que causó la peste bubónica: “Considera lo que hemos sido y lo que ahora somos… /¡Dónde estáis amigos queridos!/ ¡dónde los rostros amados!/ Éramos una multitud, ahora estamos casi solos…”.
Óscar Herradón. Artículo publicado en la revista ENIGMAS

Disfunción cardiaca en niños malnutridos

Disfunción cardiaca en niños malnutridos
Myocardial dysfunction in malnourished children
Faddan NA, El Sayh KI, Shams H, Badrawy H.
Ann Pediatr Card [serial online] 2010 [cited 2010 Dec 16];3:113-8.
 
Background : Malnourished children suffer several alterations in body composition that could produce cardiac abnormalities. Aim : The aim of the present study was to detect the frequency of myocardial damage in malnourished children as shown by echocardiography and cardiac troponin T (cTnT) level. Methods : Forty-five malnourished infants and young children (mean±SD of age was 11.24 ±7.88 months) were matched with 25 apparently healthy controls (mean±SD of age was 10.78±6.29 months). Blood sample was taken for complete blood picture, liver and kidney function tests, serum sodium, potassium, calcium levels and cTnT. All the malnourished children were subjected to echocardiographic evaluation. Results : Malnourished children showed a significantly lower left ventricular (LV) mass than the control group. The LV systolic functions were significantly impaired in patients with severe malnutrition. The cTnT level was higher than the upper reference limits in 11 (24.44%) of the studied malnourished children and all of them had a severe degree of malnutrition. The cTnT level was significantly higher in patients with anemia, sepsis and electrolyte abnormalities and it correlated negatively with LV ejection fraction (EF). Six of the studied children with high cTnT levels (54.5%) died within 21 days of treatment while only one case (2.9%) with normal level of cTnT died within the same period. Conclusions: LV mass is reduced in malnourished children. Children with severe malnutrition have a significant decrease in LV systolic functions. Elevated cTnT levels in malnourished children has both diagnostic and prognostic significance for cardiomyocyte damage.

Enlace para leer el artículo completo:

Insuficiencia cardiaca en pediatría. Plan de actuación en atención primaria
Dr. JM Galdeano Miranda, Dr. C. Romero Ibarra, Dr. O. Artaza Barrios. 
S. de Cardiología Pediátrica. Servicio Cardiovascular 
H. de Cruces. Barakaldo. H. Vírgen del Camino. Pamplona. H. Luis Calvo Mackenna. Santiago de Chile 

Introducción 
Se define la Insuficiencia Cardíaca en Pediatría (ICP), como la incapacidad del corazón para mantener un gasto cardia-co o volumen minuto adecuado a los re-querimientos del organismo. 
La insuficiencia cardiaca es en el niño la manifestación de una enfermedad grave, generalmente una cardiopatía congénita, que con frecuencia tiene un tratamiento eficaz. Esto hace de sumo interés que el pediatra esté familiarizado con sus manifestaciones clínicas y con su tratamiento para poder realizar un diagnóstico precoz y adoptar las medidas terapéuticas adecuadas.

 
Soporte vital extracorpóreo en disfunción cardiaca pediátrica
Extracorporeal life support in pediatric cardiac dysfunction.
Coskun KO, Coskun ST, Popov AF, Hinz J, El-Arousy M, Schmitto JD, Kececioglu D, Koerfer R.
Department of Thoracic and Cardiovascular Surgery, University of Göttingen, Göttingen, Germany.
J Cardiothorac Surg. 2010 Nov 17;5:112.
Abstract
BACKGROUND: Low cardiac output (LCO) after corrective surgery remains a serious complication in pediatric congenital heart diseases (CHD). In the case of refractory LCO, extra corporeal life support (ECLS) extra corporeal membrane oxygenation (ECMO) or ventricle assist devices (VAD) is the final therapeutic option. In the present study we have reviewed the outcomes of pediatric patients after corrective surgery necessitating ECLS and compared outcomes with pediatric patients necessitating ECLS because of dilatated cardiomyopathy (DCM). METHODS: A retrospective single-centre cohort study was evaluated in pediatric patients, between 1991 and 2008, that required ECLS. A total of 48 patients received ECLS, of which 23 were male and 25 female. The indications for ECLS included CHD in 32 patients and DCM in 16 patients. RESULTS: The mean age was 1.2 ± 3.9 years for CHD patients and 10.4 ± 5.8 years for DCM patients. Twenty-six patients received ECMO and 22 patients received VAD. A total of 15 patients out of 48 survived, 8 were discharged after myocardial recovery and 7 were discharged after successful heart transplantation. The overall mortality in patients with extracorporeal life support was 68%. CONCLUSION: Although the use of ECLS shows a significantly high mortality rate it remains the ultimate chance for children. For better results, ECLS should be initiated in the operating room or shortly thereafter. Bridge to heart transplantation should be considered if there is no improvement in cardiac function to avoid irreversible multiorgan failure (MFO).

Atentamente
Dr. Enrique Hernández-Cortes
Anestesiología y Medicina del Dolor

Situacion actual del diagnostico prenatal no invasivo

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Mortalidad asociada a las fracturas del anillo pélvico


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Artículo nº 1584. Vol 12, diciembre 2010.
Autor: Encarnación Molina Domínguez

Mortalidad asociada a las fracturas del anillo pélvico

Artículo original: Pelvic ring fractures are an independent risk factor for death after blunt trauma. Schulman JE, O'Toole RV, Castillo RC, Manson T, Sciadini MF, Whitney A, Pollak AN, Nascone JW. J Trauma 2010; 68(4): 930-934. [Resumen] [Artículos relacionados]

Introducción: Las fracturas pélvicas se asocian a una importante morbimortalidad. Existen pocos estudios que valoren si las lesiones localizadas a nivel del anillo pélvico son un factor de riesgo independiente de mortalidad.

Resumen: Los autores estudian de forma retrospectiva 31.550 pacientes atendidos en un centro de trauma entre 1995 y 2002, e identifican los traumatizados con y sin fracturas del anillo pélvico (1.017 y 30.119, respectivamnte). Incluyen las variables: GCS < 8 puntos, frecuencia respiratoria > 30 rpm, ISS ≥ 13, ISS ≥ 18, edad > 65 años, fractura pélvica, TAS < 90 mm Hg, AIS craneal > 2 y distintas comorbilidades. Excluyen los pacientes con lesiones por arma de fuego y otros traumatismos pélvicos. Las fracturas fueron clasificadas en: Young-Burgess LC1, fracturas estables Young-Burgess LC1, LC2 y APC1 y fracturas pélvicas AIS score ≤ 2, y comparan la mortalidad esperada y observada en los traumatismos con y sin este tipo de localización. Hubo un total de 1.017 pacientes, de los cuales el 70% tenían lesión tipo I. La mortalidad en los pacientes traumáticos con y sin fracturas del anillo pélvico era de 9,1% y 3,4% respectivamente (P < 0,0001). El análisis multivariante mostró que la mortalidad asociada a las fracturas del anillo pélvico era 1,9 veces mayor. Otros factores de riesgo independientes de mortalidad fueron la edad, las puntuaciones ISS y GCS, la presión arterial sistólica y la frecuencia respiratoria al ingreso, y la presencia de comorbilidades.

Comentario: El estudio muestra que la fractura del anillo pélvico es factor de riesgo independiente de mortalidad en el paciente traumatizado. Sin embargo, junto a las limitaciones de los estudios retrospectivos hay que señalar que no se describen el tipo de lesiones asociadas, la técnica de imagen utilizada, tipo de tratamiento realizado, causas de mortalidad y el tiempo transcurrido hasta el fallecimiento. Llama la atención que los autores no den excesivo valor a quiénes realizan el diagnóstico o no incluyan las variables ventilación mecánica o la transfusión de hemoderivados. Sin embargo, es un estudio importante que aunque referido a un solo centro incluye un amplio número de pacientes, por tanto, sería interesante la realización de otros estudios que valoren este tipo de fracturas en el paciente traumatizado.
Encarnación Molina Domínguez
Hospital General de Ciudad Real
©REMI, http://remi.uninet.edu. Diciembre 2010.

Búsqueda en PubMed
:
  • Enunciado: Mortalidad en las fracturas de pelvis
  • Sintaxis: Pelvic ring fractures AND mortality[mh]
  • [Resultados]
Palabras clave: Fracturas de pelvis, Politraumatismos, Pronóstico, Mortalidad.

Los multimillonarios de EEUU ponen fin a su década más altruista


Los multimillonarios de EEUU ponen fin a su década más altruista




El creador de Facebook Mark Zuckerberg se sumó este mes al club de los multimillonarios de EEUU que donarán la mayor parte de su fortuna a obras caritativas en un anuncio que culmina la que algunos han acuñado ya como "década filantrópica".

El encargado de inaugurar la tendencia fue el inversor Warren Buffett, un magnate famoso por su frugalidad, que en junio del 2006 sorprendió a sus compatriotas y al mundo al prometer que destinaría el 99% de su patrimonio, valorado en unos 50.000 millones de dólares, a causas benéficas. "Quiero dejarles a mis hijos lo suficiente para que sientan que puedan hacer cualquier cosa que deseen pero no tanto como para que no tengan ganas de hacer nada", le gusta decir a Buffett.

Este año, él y sus amigos Bill y Melinda Gates, que también han prometido ceder la mayoría de su capital, lanzaron oficialmente "The Giving Pledge" (La promesa de dar), una campaña que invita a los estadounidenses más ricos a destinar su fortuna al bien común.

"A menudo las vastas colecciones de posesiones acaban por poseer a su dueños", señala Buffett en una carta en el sitio web de "The Giving Pledge" en la que invita a los afortunados como él a seguir sus pasos y en la que asegura que su activo más preciado, "aparte de la salud", son los buenos amigos.

A sólo unos días de que acabe el año, cerca de 60 multimillonarios se han sumado ya a "La promesa de dar". La lista incluye al director de cine George Lucas, al empresario Ted Turner, el magnate David Rockefeller, el inversor Carl Icahn y el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, entre otros. 

"La realidad de las grandes fortunas es que ni las puedes gastar ni te las puedes llevar contigo", explica Bloomberg en su "promesa de dar", en la que asegura que el grupo formado por Buffett y Gates puede tener un impacto "sin precedentes en lo que la filantropía puede alcanzar". 

La cultura filantrópica está profundamente arraigada en EEUU, donde hay 1,5 millones de ONGs, más de 60 millones de voluntarios e infinidad de movimientos comunitarios. La que Buffett describe como "la sociedad más generosa del planeta" ha donado a causas benéficas más de 300.000 millones de dólares anuales en los últimos años, según los datos de la organización Giving USA.

Las muestras de generosidad se repiten a gran y pequeña escala. Estos días, por ejemplo, ha saltado a los medios de comunicación estadounidenses la historia de Reed Sandridge, un ex empleado de una organización sin ánimo de lucro de la capital estadounidense que se quedó sin trabajo en septiembre del 2009. 

"Me deprimí un poco. Quería conseguir un trabajo (...) realmente quería algún tipo de responsabilidad y también conectar con mi comunidad local", explicaba Sandridge este mes en una entrevista con el blog Huffington Post.

Tras analizar sus finanzas, descubrió que tenía ahorros para sobrevivir un año y algún dinero sobrante que decidió entregar al ritmo de diez dólares diarios a un extraño que lo necesitase en una especie de experimento social. 

Un año más tarde, Sandridge, que relata su experiencia en el blog "A year of giving" ("Un año de regalos"), está mucho mejor que cuando empezó y no sólo porque ha encontrado trabajo sino porque asegura que el dar lo ha convertido en un ser humano "más rico".

Sandberg dice ser consciente de que los diez dólares diarios que donó durante un año no pueden cambiar la vida de nadie, pero aun así asegura confiar en que el acto de dar inspire a otros a perseguir los ideales que el filósofo francés Auguste Comte imaginó cuando acuñó el término 'altruismo', según explica en su blog. 

"Los resultados específicos son menos importantes que el bien que podemos alcanzar todos juntos", concluye el pequeño filántropo estadounidense. Su próximo proyecto es reclutar a otros desempleados que quieran invertir en "amabilidad" durante una semana y que después relaten sus experiencias. Sandberg recuerda que con unos 15 millones de personas sin trabajo en Estados Unidos, esa contribución podría lograr una gran diferencia.

Participa para no ser programado

El caparazón: Participa para no ser programado

Link to El caparazon


Posted: 28 Dec 2010 06:44 AM PST
Tenía en algún lugar del escritorio esta revisión crítica del último libro de Rushkoff, que en su momento me ayudó a reflexionar sobre algunas de las resistencias típicas al cambio de paradigma en el que estamos inmersos.
Resumo en algunas líneas cada capítulo del libro y aporto mi opinión, a menudo contraria. Creo que el título no debería ser “Programa o serás programado” sino el que titula este post.
Dicho de otro modo, mi tesis básica es que no es necesario saber “programar para no ser programado”, que ningún individuo aislado debe saberlo todo, que es necesario, como sociedad, tener individuos que sepan programar pero también otros con otras competencias más blandas, tradicionalmente denominadas “soft skills”, de filtrado, de análisis crítico, incluso de desarrollo ético,  que deben ser complementarias a la programación.
Me hacía pensar también en ello Daniel Pink, con su “Asiaficación”  (todo lo que puede ser externalizado, producido en Asia, lo es) y la necesidad de educar en occidente personas más creativas, que desarrollen capacidades típicamente asociadas al hemisferio derecho de nuestro cerebro.
Dicho en otros términos, lo importante será saber participar, saber colaborar y poner en común lo que todos/as sabemos.
Me quedo con un ejemplo que me explicaban hace pocos días: ¿Qué diferencia hay entre un hacha de sílex y un Iphone si ambas son tecnologías creadas por el hombre?
La respuesta está en que son muchas más las personas necesarias para crear un Iphone que, como diría Kelly, la propia organización social puede ser considerada la primera tecnología.
Colaboremos, participemos de la nueva inteligencia global y no seremos programados.