Los médicos, antiguamente tratados como eminencias, hoy se sienten intimidados. Así se deduce de un estudio sobre 2.843 facultativos de toda España, salvo Ceuta y Melilla, asistentes a diversos cursos de formación en temas legales.
De los encuestados (el 72% médicos de atención primaria y el 27%, especialistas), el 68% dijo haber recibido coacciones de los pacientes y el 3%, haber sido agredido físicamente. En Andalucía, Madrid y Canarias el número era superior a la media y en Aragón, Galicia y Cantabria, inferior.
Según un estudio del Colegio de Médicos de Madrid, presentado también ayer, sólo el 30% de ellos denuncia."Ver a un médico con un ojo morado es algo muy esporádico", explicó ayer el psiquiatra José Carlos Fuertes Rocañín, autor de la encuesta. "Pero muchos se sienten coaccionados, superados por la sobrecarga asistencial, por la burocratización de su profesión, porque hay un ordenador entre ellos y el paciente y no han sido formados para eso, o porque han recibido una notificación para presentarse a un juicio tras habar sido denunciados", matizó en un encuentro organizado por los laboratorios Pfizer.
De hecho, de los facultativos consultados, el 22,40% tenía en ese momento algún problema legal, y el 49% conocía a alguien que lo tenía. Un motivo de estrés añadido si se parte de la base de que el 76% considera que su formación médico-legal es mala o muy mala.
"Es cierto que en los últimos años han aumentado las denuncias contra médicos y personal sanitario", reconoció ayer José Godino Izquierdo, presidente de la sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga, "pero en tres de cada cuatro se reclama dinero por un daño ocasionado".
En cuanto a las agresiones a médicos, Godino se planteó entre las medidas preventivas incrementar las penas, "más allá de las multas, que pocas veces se satisfacen". En este sentido, según los datos del Colegio de Médicos de Madrid, en dos años se han dictado cinco penas de cárcel por este delito.
El botón del pánico y otras medidas
El médico es considerado autoridad pública por una sentencia del Supremo de 2007 y agredirle se castiga con penas de uno a tres años de cárcel. Sin embargo, para José Godino eso se debe acompañar de medidas como botones del pánico en el ordenador de los médicos o dos puertas en la consulta, para huir. El botón del pánico funciona ya en comunidades como el País Vasco o Asturias. Por su parte, el doctor Juan Manuel Garrote, presidente del Colegio de Médicos de Segovia, es partidario de "medidas de protección de rango bajo, como evitar que el médico esté solo, procurando que a su alrededor haya personal sanitario". En este sentido, varios sindicatos proponen crear una figura de apoyo al facultativo: el comunicador.
Las claves
1. De médico a paciente. "La relación ha cambiado. Antes era paterno-filial, ahora es horizontal. Se crea una cercanía en que el paciente, si está nervioso, salta", apunta Garrote.
2. Prisas y esperas. Si al miedo por el estado de salud se une una larga espera y un trato frío, aumenta el estrés del paciente.
3. Frustración. No recibir lo que se espera de la consulta es la principal causa de agresión. Suelen ser cuestiones burocráticas, como no obtener una baja, unas recetas o un certificado médico que habilita para optar a unas oposiciones.
4. Contexto. Los médicos de atención primaria están más expuestos que los especialistas, "ejercen de parachoques", según el doctor Fuertes. Además, en la pública hay más violencia que en la privada.
5. Internet. El 48,50% de los encuestados considera que consultar en internet influye negativamente en el trato con el paciente. "A veces toma la parte por el todo; otras pide tratamientos en fase de investigación", explica el doctor Garrote.