lunes, 6 de diciembre de 2010

Ácido fólico en mujeres embarazadas: poco, tarde y mal” y ademas embarullado

“Ácido fólico en mujeres embarazadas: poco, tarde y mal” y ademas embarullado

Posted on 4 Diciembre 2010 porrafabravo


Comentaba hace unos días Javier G de Dios en el excelente blog Pediatría basada en pruebas,un artículo publicado en Medicina Clínica que  examino la ingesta de acido fólico en más de setecientas embarazadas de la comunidad valenciana. Lo comentaba algo desesperado porque los resultados de este estudio muestran que la ingesta de alimentos por sí sola es insuficiente para que la mayoría de embarazadas alcancen la ingesta recomendada de acido folico (≥ 600μg/día) durante todo el embarazo (y de 400 mcg/día en periconcepción). Latoma de suplementos de acido fólico resuelve solo en parte el problema, ya que no evita que un porcentaje muy amplio de embarazadas sigan sin alcanzar la ingesta recomendada.
Hasta aquí la reseña del pediatra que ve como malformaciones congénitas graves como los defectos del tubo neural podría ser evitadas con un simple aporte de ácido fólico en la preconcepción y embarazo y que le lleva a titular su comentario como “Ácido fólico en mujeres embarazadas: poco, tarde y mal”
Si leemos el estudio podemos ir un poco más lejos y comprobar que el 80, 69 y  34 % de las embarazadas no cumplían la ingesta de acido fólico considerada como mínimo recomendable en el periodo más crítico es decir preconcepción y  primeros dos meses de embarazo. También  se observan fenómenos curiosos como que el déficit mejoraba conforme transcurría el embarazo llegando a solo un 31,5 % de incumplimiento al final de este (séptimo mes), o la distribución temporal y cualitativa de la toma de suplementos, como se ve en la figura.

Evolución del patrón de uso de suplementos individualizado de ácido fólico (AF) en preconcepción y por mes de embarazo. Estudio INMA-Valencia, 2003–2005 (n=782)
En la etapa preconcepcional y primer mes de embarazo se toma el acido fólico como único suplemento, y con dosis excesivas en un treinta por ciento de los casos. A partir del segundo mes la proporción de mujeres que utilizaban más de un tipo de suplementos (en forma de polivitamínicos) fue aumentando hasta superar el 50% a partir del tercer mes de embarazo. No se indican como tales en el estudio la asociaciones de acido fólico con iodo o con vitamina B12.
También se comprobó que el uso de suplementos se inicia tardíamente (después del segundo mes) en una de cada 4 mujeres.
Alrededor de un tercio de las mujeres que manifiestan tomar suplementos de AF lo hacen en exceso, superando la cifra de 1.000 μg/día que se ha considerado como límite  superior tolerable de ingesta. Aunque el riesgo de toxicidad por ácido fólico es bajo, se ha establecido esta cifra entre otras cosas porque se considera que podría enmascarar los síntomas de una deficiencia de vitamina B12,  y dejarla sin tratar con el consiguiente daño neurológico (habría que considerar la vigencia de esta recomendación tan clásica en la época en que la determinación de B12 y fólico es fácil y barata).
Todavía lo podemos complicar más si adjuntamos la tabla* si vemos la tabla de medicamentos dados de alta que tiene acido fólico y las cantidades de acido fólico que aportan por unidad de dosis:
Tras estos datos se vislumbra que si queremos mejorar este problema una premisa fundamentales es disminuir la variabilidad en los suplementos que se prescriben. Urge simplificar el variopinto abanico de medicamentos con acido fólico, tener en cuenta las dosis recomendadas, y de paso aclarar el papel y necesidad de suplementos como el iodo o los polivitamínicos.
En amarillo los medicamentos con ácido fólico como único componente.* Gracias al Centro de Información de Medicamentos del Hospital Valle Hebron por facilitarme la tabla

 
 
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2 Responses ““Ácido fólico en mujeres embarazadas: poco, tarde y mal” y ademas embarullado” →

  1. 4 Diciembre 2010
    Hasta ahora, yo me he guiado por la recomendación de 400mcg/día de ácido fólico como suplemento, hasta la 12ª semana. Y en este sentido, tenía claro que los fármacos comercializados superaban lo indicado, excepto el Zolico, que es el que acostumbro a utilizar (único con esa dosis como sustancia única). Curiosamente, como genérico o principio activo no existe a esa dosis (prescripción electrónica), o al menos no lo encuentro.
    En fin, que sí es un embrollo… como otros muchos.
    Responder
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No todo es medicina: El amor en tiempos de facebook & remember John Lennon

No todo es medicina: El amor en tiempos de facebook & remember John Lennon


Las redes sociales, se transforman, y a nadie extrañará que en este momento se esté gestando otra forma de comunicarnos. El marketing reemplaza a la epidemiologia, y el PBI de sólo 5 empresas farmaceuticas internacionales son mayores al PBI de toda America Latina. Del mismo modo que si Facebook fuera un país, sería el tercer país de la tierra.
Fantasias dirán algunos, mundos virtuales para otros, y una vieja terapeuta que tuve, me diria que no hay nada mas real que una fantasia. O quizás hoy no haya nada más real que las propias relaciones virtuales. Tanto asi, que no conozco en persona más que un 8% de mis contactos en Facebook.
Amigos que uno admira, y que hace años no ve, o quizás nunca hemos compartido un café o una cerveza en una mesa. Cómo explicarle a mis hijas, que siempre se rien cuando cuento…que no habia internet cuando yo era niño. Joder, que si a mi mismo me cuesta creerlo. Asi es el mundo Vichi, ciertamente no era para vos mi saludo del dia del médico, ni para muchos que me han escrito alguna vez, y me han contado que van a un pueblo cada 15 dias para leer lo que escribo. A ellos no va mi homenaje, si no las gracias por hacerlo, por estar en un lugar que a mi, si ya este me resulta dificil, no puedo imaginar los otros.
El mundo se ha expandido, con geografias virtuales, hasta el infinito. Mientras el tiempo se ha comprimido hasta el simple momento que dura un twitter.
Pero no era de esto que queria hablar. Las “Coreas”, aunque el mundo lo ignore nos ponen cerca de una guerra nuclear. Como aquella vieja amenaza de Octubre del 62. Los hombres no hemos enloquecido, tan sólo seguimos pensando en lógicas que nada tienen que ver con lás lógicas difusas, profusas y confusas que nos dominan. Es nuestra esencia. Y la lógica aristotelica-tomista, una de las tantas que occidente ha comprado. Quizás por eso los chinos puedan entender mejor a Hegel, aunque no tengan idea quien fue, o que escribió. No, siempre me voy por otros lados……..y regreso.
Regreso para decirles como cada domingo, que no todo es medicina. Y que hubo un hombre, que marcó mi vida, y que un 8 de Diciembre de 1980, lo lloré como muchos en el mundo, porque marco mi infancia, mi adolescencia, y mi temprana juventud. El hablaba de universalismo, no de globalización. Y mis hijas durmieron con esa música, renovada en forma de música clásica, durante su infancia. Para mi Solchi que nunca me lee, para Agus que transita caminos de alegria como siempre, para Vichi que me recordó que el amor existe. Para el mundo, que no olvide que un hombre, un simple hombre, hizo llorar a millones un dia con su ida. Pero no se fue. Porque cada vez que los tiempos son dificiles, nos volvemos a decir, “Hard times are over, over, for a while”, o cantar como cantaron y cantan en su homenaje cada 8 de Diciembre……Give peace a chance…..A John Winston Lennon, mi homenaje. Por haber luchado con una guitarra o un piano, y sus canciones, por la paz. A las mujeres que amo, a los que recorren estas geografias virtuales, difundan el mensaje, la paz siempre es posible…….y todo lo que necesitamos es amor. Y a quien piense que esto es naif, habre de refutar que más naif es creer que un mundo puede sobrevivir sin esto.

domingo, 5 de diciembre de 2010

The Changing Culture War

OP-ED COLUMNIST

The Changing Culture War

For a long time, the contours of America’s culture war seemed relatively straightforward. On one side was the country’s growing educated class, who tended to be secular, permissive and favorably disposed to the sexual revolution. On the other side were the social conservatives of middle America — benighted yahoos or virtuous yeomen, depending on your point of view, but either way a less-educated and more pious demographic, with more traditional attitudes on sexuality and family.
Josh Haner/The New York Times
Ross Douthat

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Decades of punditry, pop sociology and prejudice have been premised on this neat division — from the religious right’s Reagan-era claim to be a “Moral Majority” oppressed by a secular elite, to Barack Obama’s unfortunate description of heartland America “clinging” to religion. Like any binary, it oversimplified a complicated picture. But as a beginner’s guide to the culture war, the vision of white-collar social liberals and blue-collar cultural conservatives was, for a substantial period, more accurate than not.
That may no longer be the case. This week, the National Marriage Project is releasing a study charting the decline of the two-parent family among what it calls the “moderately educated middle” — the 58 percent of Americans with high school diplomas and often some college education, but no four-year degree.
This decline is depressing, but it isn’t surprising. We’ve known for a while that America has a marriage gap: college graduates divorce infrequently and bear few children out of wedlock, while in the rest of the country unwed parenthood and family breakdown are becoming a new normal. This gap has been one of the paradoxes of the culture war: highly educated Americans live like Ozzie and Harriet despite being cultural liberals, while middle America hews to traditional values but has trouble living up to them.
But the Marriage Project’s data suggest that this paradox is fading. It’s no longer clear that middle America does hold more conservative views on marriage and family, or that educated Americans are still more likely to be secular and socially liberal.
That division held a generation ago, but now it’s diminishing. In the 1970s, for instance, college-educated Americans overwhelmingly supported liberal divorce laws, while the rest of the country was ambivalent. Likewise, college graduates were much less likely than high school graduates to say that premarital sex was “always wrong.” Flash forward to the 2000s, though, and college graduates have grown more socially conservative on both fronts (50 percent now favor making divorces harder to get, up from 34 percent in the age of key parties), while the least educated Americans have become more permissive.
There has been a similar change in religious practice. In the 1970s, college- educated Americans were slightly less likely to attend church than high school graduates. Today, piety increasingly correlates with education: college graduates are America’s most faithful churchgoers, while religious observance has dropped precipitously among the less-educated.
In part, these shifts may be a testament to the upward mobility of religious believers. America’s college-educated population probably looks more conservative and (relatively speaking) more religious because religious conservatives have become better educated. Evangelical Christians, in particular, are now one of America’s best-educated demographics, as likely to enroll their children in an S.A.T. prep course as they are to ship them off to Bible camp.
This means that a culture war that’s often seen as a clash between liberal elites and a conservative middle America looks more and more like a conflict within the educated class — pitting Wheaton and Baylor against Brown and Bard, Redeemer Presbyterian Church against the 92nd Street Y, C. S. Lewis devotees against the Philip Pullman fan club.
But as religious conservatives have climbed the educational ladder, American churches seem to be having trouble reaching the people left behind. This is bad news for both Christianity and the country. The reinforcing bonds of strong families and strong religious communities have been crucial to working-class prosperity in America. Yet today, no religious body seems equipped to play the kind of stabilizing role in the lives of the “moderately educated middle” (let alone among high school dropouts) that the early-20th-century Catholic Church played among the ethnic working class.
As a result, the long-running culture war arguments about how to structure family life (Should marriage be reserved for heterosexuals? Is abstinence or “safe sex” the most responsible way to navigate the premarital landscape?) look increasingly irrelevant further down the educational ladder, where sex and child-rearing often take place in the absence of any social structures at all.
This, in turn, may be remembered as the great tragedy of the culture war: While college-educated Americans battle over what marriage should mean, much of the country may be abandoning the institution entirely.

FDA observa problemas con farmacos para el cáncer de próstata

FDA observa problemas con farmacos para el cáncer de próstata


Fda
Image via Wikipedia
WASHINGTON – El personal regulatorio de medicamentos de Estados Unidos mencionó estar preocupado por los datos de dos fármacos de GlaxoSmithKline Plc y Merck & Co Inc y su efecto en la reducción del riesgo de cáncer de próstata en ciertos hombres.
Ambas medicinas ya están aprobadas para tratar los síntomas en hombres con agrandamiento prostático, pero Glaxo está buscando autorización para ampliar el mercado de su fármaco Avodart como una forma de limitar las posibilidades de cáncer de próstata en los varones con mayor riesgo.
Funcionarios de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) indicaron en documentos publicados de cara a un encuentro público el miércoles que en general los ensayos amplios muestran beneficios, después de cuatro años en el caso de Avodart y de siete en el de Proscar, de Merck.
Esos beneficios se observan fundamentalmente en los varones con ciertos grados de cáncer.
Los expertos manifestaron que “ninguno de los ensayos estaba diseñado adecuadamente y realizado para destacar los resultados de interés primordial”, como la muerte.
“En ambos ensayos hubo además un hallazgo inesperado de un incremento en la incidencia de cánceres de próstata de alto riesgo entre los hombres que estaban recibiendo” los fármacos, añadieron.
En el caso de Avodart de Glaxo, los asesores también mencionaron preocupación por el uso de biopsias y el impacto del medicamento en los hombres negros, entre otras cuestiones.
Por otra parte, los asesores de la agencia estadounidense también considerarán si los nuevos datos deberían incluirse en la etiqueta de Proscar, aunque Merck no está buscando aprobación formal para ampliar su uso.
Proscar es conocido por su nombre genérico finasterida.
“El beneficio de la finasterida sobre la reducción del riesgo en el cáncer de próstata es incierto dado que la disminución del riesgo observada (…) estaba presente sólo en el subgrupo de participantes diagnosticados” con ciertos tumores, escribió el personal de la FDA.
Durante el encuentro del miércoles, un panel de expertos externos a la FDA evaluará los datos de ambas compañías antes de ofrecer su recomendación a la agencia. Luego, la FDA tomará las decisiones finales. Reuters

Protecting Online Privacy

EDITORIAL

Protecting Online Privacy

RelatedThe Federal Trade Commission has come up with timely recommendations to protect privacy online.
For years, data trackers have collected information about people’s activities as they surf the Web, packaging it into profiles to sell to advertisers. The practice itself is not what is at issue, but rather the way it is done. Many trackers don’t disclose it. Others put complex, pro forma disclosures in obscure places on Web sites. Few consumers read them. Most don’t understand how much information they are sharing about their online lives.
Internet companies and advertisers insist that industry self-regulation is enough to protect consumers. But companies’ many lapses — one site that allowed parents to monitor their children online, for example, sold information about the kids’ activities to marketers — suggest it is time for regulators to set minimum standards that every company must follow.
The F.T.C. sets three recommendations to improve the protection of consumer privacy, starting with more transparency, including standard, simple and clear privacy disclosures to let people know who is doing what with the data about their online activities.
It recommends that companies include privacy protection in their operational goals. And most important, the F.T.C. insists that consumers be given a clear, simple option to opt out of online data tracking altogether — along the lines of the do-not-call registry — perhaps through a “do not track” button on Web browsers.
Advertisers argue that allowing surfers to opt out of tracking en masse would hobble the ad revenues that support most Web sites. This argument is overblown.
Giving Americans the choice to opt out of data tracking does not mean everybody will. Moreover, even if regulation limits advertisers’ ability to precisely target their ads according to consumers’ tastes, they will still need to advertise. They will just do it differently. Advertising spending in the United States amounted to 1.8 percent of G.D.P. last year. In 1990, before Yahoo even existed, it amounted to 2.2 percent of G.D.P. It has remained within that range over nearly two decades.
The F.T.C.’s report, which it calls preliminary, is only a first step toward better privacy protection. It is calling for public comment over the next two months, after which it will issue definitive recommendations. Yet while the commission has said it will police privacy abuses more aggressively, its proposal for a “do not track” button will probably require an act of Congress.
Fortunately, privacy protection has bipartisan support. So this is a great opportunity for Congress to prove that it can pass some meaningful legislation.