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En 2010 se vertieron al mar una media de ocho millones de toneladas de plástico desde 192 países con costa, según un estudio publicado en Science. Es una descomunal masa entre 10 y 1.000 veces mayor que la que habría flotando, es decir, como con los icebergs, el problema de la contaminación marina puede ser monstruosamente mayor de lo que se aprecia desde la superficie.
Si se colocara toda esa basura a lo largo de las costas de la Tierra, habría cinco bolsas de la compra llenas de plásticos cada 30 centímetros, dice Jenna Jambeck, investigadora de la Universidad de Georgia y coautora del estudio. La masa de residuos crecerá cada año, dice. En 2015 se lanzarán al mar más de nueve millones de toneladas y, en 2025, el doble que en 2010. Hasta ahora, varios trabajos habían estimado cuánto plástico hay ya flotando en el mar, pero ninguno se había propuesto calcular cuánto llega desde tierra cada año. El equipo de Jambeck lo ha hecho en base a datos oficiales de producción de plásticos, renta de cada país y gestión de residuos. Su estudio se centra en las poblaciones costeras, las que viven a una distancia de hasta 50 kilómetros del mar y el trabajo ha englobado zonas en las que habitan unos 2.000 millones de personas. Los autores consideran que el origen de los residuos que acaban en el mar está en todo ese plástico que se tira de mala forma (por ejemplo en vertederos a cielo abierto o como desperdicios en el suelo) y que escapa a los servicios de recogida de basuras. Una fracción, mayor o menor dependiendo de las condiciones en cada país, acabará en el mar. El estudio ha calculado esa fracción en base a datos de EE.UU. y después los ha extrapolado al resto usando varios rangos de conversión. Los cálculos indican que en 2010 se produjeron 99,5 millones de toneladas de residuos plásticos en el área estudiada, de las que 31,9 millones fueron mal retiradas, es decir, susceptibles de llegar al mar. De toda esa masa de basura, entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas llegaron al mar (la media serían esos ocho millones de toneladas los que habla Jambeck). El estudio señala a los 20 países que más contaminan y que, juntos, producen más del 80% de todo el plástico mal gestionado que hay en el mundo. China es de largo el número uno, seguido por Indonesia, Filipinas, Vietnam y Sri Lanka. Más países asiáticos que actualmente experimentan una potente expansión económica como Bangladesh, Malasia o Myanmar también aparecen alto en la lista, intercalados con algunos africanos como Egipto, Nigeria o Suráfrica, entre otros. En el puesto 16 está Brasil, en el 19 Corea del Norte y en el 20, EE.UU. Los países con costa de la UE ocuparían el puesto 18, señala el trabajo. PLÁSTICO INVISIBLE Estudios anteriores, incluido uno realizado con datos de la expedición Malaspina, habían calculado que hay entre 6.350 y 245.000 toneladas de plástico flotante. Sus autores ya advirtieron de que se trataba de una fracción muy pequeña de lo que realmente podría haber en los océanos. Para Andrés Cózar, investigador de la Universidad de Cádiz que participó en el estudio de Malaspina, el trabajo actual aporta "una pieza importante del puzle de la polución marina con plásticos". "Probablemente, el punto más débil es la conversión de plástico mal gestionado a plástico que acaba en el océano, pues usan porcentajes bastante constantes para todos los países", advierte. Pero aún así las estimaciones encajan con las cantidades de plástico que su propio equipo echó en falta al analizar los residuos en superficie. El nuevo estudio refuerza la hipótesis de una evolución en vertical del plástico en el mar. La mayor cantidad no estaría en esas supuestas islas flotantes de plástico, cuya existencia puso en entredicho la propia expedición Malaspina, sino una masa mucho mayor que se descompone y acaba en fondo. Cózar señala que cuando se trata de plástico, en la fauna marina "siempre que se busca se encuentra", y ya se ha hallado este material en el sistema digestivo de en unas 600 especies, desde ballenas a mejillones. Otras mediciones recientes de las capas profundas del océano han detectado una gran abundancia de microplásticos, dice, y todas estas piezas del puzle apuntan a que hay un tránsito vertical del plástico desde la superficie al fondo marino cuyas consecuencias son desconocidas. "No sabemos lo que está pasando con todo ese plástico en el fondo marino", reconoce Cózar. Los autores del estudio calculan que, de no hacer nada, en 2025 se habrán vertido al océano unos 155 millones de toneladas de plásticos. Se trata de una proyección incierta, claro, y además, dicen, hay posibilidad de reducir de forma drástica la llegada de los residuos al mar, por ejemplo, mejorando los sistemas de recogida de basuras. Uno de los mayores retos es conseguir que esto suceda en los países en desarrollo que copan la lista de los más contaminantes. Autor: Nuño Domínguez |
Unos 300 profesores utilizaron esta tecnología durante ese periodo, y en más del 90% de los casos afirmaron haber conseguido importantes mejoras en el proceso de aprendizaje: favorecen la autonomía, la creatividad y la motivación. Y lo mismo ocurría con el resto de dispositivos que pueden utilizarse en las aulas.
No obstante, desde que las TIC se han asentado en el terreno educativo se viene discutiendo si realmente suponen una ventaja pedagógica. En 2009, el programa Escuela 2.0 del Gobierno tenía como objetivo repartir más de un millón y medio de portátiles entre los alumnos, y 80.000 equipos entre profesores, además de proporcionar a los centros pizarras electrónicas y acceso a Internet. Aunque los colegios e institutos ya disponen de todo este equipamiento, en el estudio de la UB los docentes manifestaban ciertos inconvenientes: a la mayoría les faltaba tiempo para buscar recursos y formación para aprender a optimizar el potencial didáctico de los aparatos. Las tecnologías, por sí solas, no imparten las clases; hay que saber adaptarlas a metodologías y currículos. Sin embargo, también en este sentido se avanza a grandes pasos. Al mismo tiempo que suponen nuevos retos, las TIC presentan oportunidades que los libros de texto y otros recursos tradicionales no permiten. Los planes de estudio pueden diseñarse de manera personalizada para favorecer la inclusión de alumnos con dificultades, adaptarlos a las capacidades de la clase y dinamizar unas lecciones antes estáticas. Incluso para los menos duchos en el uso de las tecnologías existen opciones simples, como elaborar una presentación PowerPoint interactiva o dejar que los propios alumnos busquen cierta información en la web. Para poner aún más fáciles las cosas, cada vez son más los que allanan el camino colgando sus propios recursos digitales en plataformas como la del CeDec. Crear un blog o una web de una temática relacionada con la asignatura o preparar actividades complementarias, como una visita digital a un museo, son otras alternativas. Existen también plataformas en las que el docente puede evaluar a sus alumnos y gestionar las notificaciones a los padres. Los profesores no solo tienen que aprender a utilizar los recursos en sus lecciones, sino que deben inculcar a sus alumnos una conciencia y una responsabilidad tecnológicas. Los nuevos tipos de adicciones y los peligros que entraña la Red para los menores también son retos a los que los docentes, como educadores, deben enfrentarse. El proceso de adaptación continúa, a pesar de llevar años integrando las TIC en las aulas. Las innovaciones en el área de la 'EdTech' no parecen detenerse. A medida que se asumen, quedan más claras las ventajas que la educación tecnológica brinda a los docentes, aunque tendrán que seguir aprendiendo para poder enseñar de otra manera a sus alumnos. Autor: Un reportaje de Lucía Caballero publicado originalmente en Mobile World Capital Barcelona |
Este trabajo, que se presenta en el Congreso Anual de la Sociedad de Biofísicadonde se reúnen estos días más de 6.500 investigadores en la ciudad estadounidense de Baltimore, permite revelar características inéditas de la membrana celular del virus y permitirá estudiar nuevas vías para destruirlo. "Uno de nuestros objeticos primarios era proveer de una simulación informática que permitiera estudiar las propiedades biofísicas del virus, por ejemplo, a qué velocidad las grasas (lípidos) se mueven alrededor de la superficie del virus. En el futuro nos gustaría ver qué ocurre cuando el virus se sitúa muy cerca de la célula huésped o incluso si los anticuerpos se adhieren al sistema", explica a EFE Futuro Tyler Reddy, investigador de la Universidad de Oxford y quien expone su investigación en el Congreso.
El equipo confiesa que su intención es sólo hacer una pequeña contribución a las personas que trabajan en el desarrollo de vacunas y antivirales y que por ello han puesto a disposición de la comunidad científica su modelo informático. Reddy y sus colegas han sacado conclusiones interesantes sobre cómo las proteínas se anclan a otras células. Al estudiar las formas de estas proteínas y cómo se extienden para poder fijarse a la célula, también es posible saber más sobre el diseño de fármacos y anticuerpos que anulen esos anclajes. Otro punto destacable de la investigación es que al entender mejor ese envoltorio del virus de la gripe también es posible estudiar su comportamiento en diferentes ambientes, como por ejemplo, los ríos. Estudios anteriores han confirmado que la presencia del virus de la gripe en un río permite que en un mismo ambiente los anátidos -aves como los patos, por ejemplo- estén expuestos al microorganismo y a la vez a componentes antivirales residuales de los excrementos de la población local, potencialmente dando lugar a cepas de gripe resistente a los fármacos. Reddy afirma que eligieron la gripe "por la gran cantidad de información disponible sobre su estructura, lo que permitía 'construir' el virus en el ordenador, pero también porque el virus tiene la excepcional cualidad de poder sobrevivir alrededor de tres años sumergido en agua destilada. Además, es un agente peligroso para el ser humano y con gran impacto social, así que es un buen campo sobre el que centrar nuestros fondos públicos para investigación". En la misma línea que los británicos, otros grupos trabajan en la recreación completa en el ordenador de distintos virus, por ejemplo el virus del sida. "En mi tiempo libre -añade Reddy- construyo un modelo informático del virus del dengue y tengo interesantes ideas para este caso, un virus frente al que no hay vacuna ni tratamiento antiviral específico, así que espero poder hacer una pequeña contribución que puede ser de ayuda en este campo". Autor: R. Marina |
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Los resultados, publicados en la revista Journal of Endocrinology, muestran que un hígado graso no responde ante un estímulo inflamatorio agudo, como una infección bacteriana, del mismo modo que un hígado sano. Esta respuesta, apuntan los autores del estudio, que ha sido realizado en peces cebra, podría ser una de las claves del proceso que hace que la enfermedad del hígado graso no alcohólico se convierta en cáncer hepático.
"La obesidad es la principal causa de la enfermedad del hígado graso no alcohólico, un trastorno generalmente benigno basado en la infiltración de grasa en el hígado, pero con capacidad de desarrollar cirrosis y evolucionar progresivamente hacía la esteatohepatitis no alcohólica y el hepatocarcinoma. Se trata de la principal causa de dolencia hepática crónica en el mundo occidental. No obstante, aunque se sospecha que hay factores genéticos y otras variables, como la inflamación, que es una pieza clave en la progresión de esta enfermedad, los procesos y genes afectados en su desarrollo aún restan por esclarecer", explica en investigador del CSIC Antonio Figueras, del Instituto de Investigaciones Marinas. Para estudiar las afecciones que provoca el hígado graso, los investigadores modificaron la dieta de peces cebra, Danio rerio. El grupo de peces sobrealimentados desarrolló obesidad, mostró signos de inflamación de hígado progresiva y experimentó una regulación génica similar a la observada en humanos con estas dolencias. "El conocimiento de los procesos diferenciales que se llevan a cabo en el hígado graso respecto a un hígado sano es de una gran importancia para entender cómo un proceso presuntamente benigno puede complicarse hasta producir un riesgo importante para la salud de quien lo padece. De esta forma, podría mejorarse el tratamiento de esta enfermedad, basado hasta ahora en la disminución de factores de riesgo como el sobrepeso mediante dietas hipocalóricas y ejercicio físico", concluye Figueras. Gabriel Forn-Cuní, Monica Varela, CM Fernández-Rodríguez, A Figueras and B Novoa. Liver immune responses to inflammatory stimuli in a diet-obesity model of zebrafish. Journal of Endocrinology. DOI: 10.1530/JOE-14-0398. |