domingo, 19 de agosto de 2012

Esclerosis Múltiple. Guías clínicas

Fuente: http://medicalia.ning.com/group/guias-clinicas/page/esclerosis-multiple

Esclerosis Múltiple

¿De qué hablamos?

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica crónica que consiste en la aparición de  lesiones focales en la sustancia blanca, denominadas placas, en las que lo más llamativo es la pérdida de mielina, con un grado variable de destrucción axonal (Trapp BD, 1998). Estas lesiones suelen ser múltiples y están distribuidas por todo el SNC. Desde el punto de vista anatomopatológico, hay 2 tipos:
  • Placas de desmielinización agudas caracterizadas porque su fenómeno patológico fundamental es la inflamación
  • Placas de desmielinización crónica caracterizadas  por la presencia de desmielinización, degeneración axonal y gliosis.
La hipótesis más aceptada sobre la causa de la EM es el fruto de la interacción entre una determinada predisposición genética y un factor ambiental desconocido (posiblemente una infección vírica) que, al aparecer en un mismo sujeto, originarían un amplio espectro de alteraciones en la respuesta inmune que, a su vez, serían los causantes de la inflamación presente en las lesiones de EM (Fernández Fernández O, 2003). La enfermedad no se hereda con un patrón mendeliano, pero hasta un 15% de pacientes tiene un familiar afecto.
El proceso de desmielinización produce una alteración de la conducción saltatoria típica de las vías mielinizadas normales, enlenteciendo la conducción e incluso bloqueándola siendo el responsable del cuadro clínico.
Es la enfermedad neurológica crónica más frecuente en adultos jóvenes en Europa y Norteamérica. En España estamos en una zona de riesgo medio-alto (Smith KJ, 1999) (40-65 casos / 100000 habitantes). Afecta principalmente a adultos jóvenes, entre 20 y 50 años. La forma recurrente-remitente, la más habitual, es más frecuente en mujeres (2:1), mientras que la forma primaria progresiva es más frecuente en hombres.
 

¿Cómo se manifiesta?

Los síntomas de la EM son muy variados. Prácticamente puede producirse cualquier síntoma atribuible a una lesión en el SNC. La mayoría son deficitarios y se instauran en minutos u horas. Frecuentemente progresan en los días siguientes, sin embargo, algunos son paroxísticos y duran pocos segundos. Debemos puntualizar que no todo síntoma neurológico es sugestivo de EM. Algunos síntomas incluso la hacen improbable: Cefalea intensa, pérdida visual progresiva bilateral, crisis convulsivas, debilidad muscular con amiotrofia, parestesias en guante y calcetín, hemianopsia homónima o disfasia. Las lesiones muestran predilección por ciertas partes del SNC (periventricular, nervio óptico y quiasma, tronco cerebral, cerebelo y médula).
Los síntomas iniciales más frecuentes son las alteraciones visuales (neuritis óptica o alteración de la motilidad ocular), síntomas sensitivos (parestesias, hipostesia...), síntomas motores (debilidad, espasticidad...) y síntomas derivados de lesiones en el tronco cerebral y en cerebelo. La proporción de pacientes que comienzan con cada uno de estos síntomas es muy variable entre los estudios.
Las manifestaciones clínicas (Fernández O, 2003) más frecuentes son:
  • Trastornos motores:
    • Debilidad, por afectación a cualquier nivel de la vía piramidal. La distribución en forma de hemiplejia es la más rara, mientras que la paraparesia y tetraparesia son las más frecuentes.
    • Espasticidad en flexión (por afectación medular) o extensión (por afectación de tronco o hemisferios cerebrales).
    • Reflejos: lo más frecuente es que estén exaltados y asimétricos.
  • Síndrome cerebeloso: Temblor, dismetría, nistagmus, disartria, ataxia de la marcha.
  • Trastornos sensitivos:
    • El trastorno  de la sensibilidad propioceptiva es más frecuente que el de la espinotalámica y puede adoptar cualquier distribución.
    • El dolor es un síntoma frecuente. Destaca la neuralgia del trigémino.
  • Trastornos visuales y oculomotores:
    • Neuritis óptica: Es uno de los síntomas más frecuentes, especialmente como forma de presentación. Los síntomas característicos son disminución de agudeza visual, dolor ocular y alteración para la visión de colores. En fases avanzadas existe afectación de la vía óptica, a menudo asintomática, en casi todos los pacientes.
    • Diplopia  y la paresia del VI par son frecuentes.
    • Oftalmoparesia internuclear es el trastorno oculomotor más frecuente.
    • Nistagmus pendular.
  • Trastornos esfinterianos y sexuales:
    • Aparecen trastornos en la micción en el 78% de los pacientes: Urgencia miccional, aumento de la frecuencia, incontinencia, retención episódica de orina. Además, cualquiera de estas alteraciones suele asociarse a un residuo postmicional en la vejiga que predispone a infecciones urinarias de repetición.
    • Impotencia masculina: Tiene una incidencia entre el 40-80%. Es más frecuente en pacientes con paraparesia. En mujeres la espasticidad grave provoca dificultades para el coito; pueden presentar también pérdida de la libido y anorgasmia por disminución de la sensibilidad genital y lesiones del cono medular.
  • Trastornos psíquicos:
    • La EM es una causa potencial de demencia de tipo subcortical, que debe considerarse sobre todo en los pacientes jóvenes, aunque una demencia evidente es infrecuente en la enfermedad, salvo en fases avanzadas.
    • Depresión mayor o bipolar. Algunos pacientes presentan un estado de euforia o aparente felicidad inusual.
  • Síntomas paroxísticos. Son ataques episódicos breves (segundos a minutos), repetitivos y estereotipados de disfunción neurológica, posiblemente resultado de procesos de transmisión neurológica anormal a partir de fibras parcialmente desmielinizadas. Son frecuentes y deben ser reconocidos e investigados en el interrogatorio habitual. A veces constituyen la manifestación inicial.
    • Signo de Lhermitte: Sensación instantánea como una descarga eléctrica que desciende desde el cuello por la columna vertebral hasta las extremidades, desencadenada con los movimientos de flexión del cuello. Es debido a la lesión de los cordones posteriores.
    • Fenómeno de Uhtfoff (episodios de visión borrosa muy breves).
    • Neuralgia del trigémino.
    • Fosfenos.
    • Ataxia y disartria paroxísticas.
    • Espasmos tónicos.
    • Otros: Crisis de hipo rebelde, parestesias, dolor paroxístico,…
Tras años de evolución, los pacientes pueden tener combinaciones muy variables de los diversos síntomas descritos (lo más frecuente es encontrar signos piramidales, alteraciones sensitivas y signos cerebelosos). El estado clínico se suele reflejar en la historia clínica mediante la exploración neurológica habitual y mediante escalas de incapacidad como la Escala Ampliada de Discapacidad de Kurtzke (Kurtzke JF, 1983), que cuantifica el nivel funcional en una serie de grados.
 

¿Cómo se diagnostica?

No existe ningún marcador patognomónico. El diagnóstico de la EM es fundamentalmente clínico y se basa en la demostración de la existencia de lesiones en la sustancia blanca del SNC dispersas en el espacio y en el tiempo (aparecen lesiones en varios puntos del SNC a lo largo del tiempo, no de manera simultánea), así como en la exclusión de otros procesos. Existen dos conceptos clínicos importantes:
  • Brote: Es la aparición de nuevos síntomas o el empeoramiento de alguno previo, que dura más de 24 horas y menos de 3 meses. Refleja la aparición de una nueva placa o la reactivación y crecimiento de una ya existente. Entre brotes sucesivos debe existir al menos un mes de estabilidad clínica.
  • Remisión: Mejoría hasta la desaparición de los síntomas y signos que han estado presentes al menos 24 horas.
Se han diseñado conjuntos de criterios que permiten el diagnóstico (Prieto JM, 2004) de pacientes con diversas presentaciones. Los más clásicos son los de Poser, que clasifican el diagnóstico de la enfermedad según diversos grados de certeza. Actualmente los más utilizados son los de McDonald (Tabla 1), que hacen mayor hincapié en la resonancia magnética (RM), lo que permite demostrar dispersión temporal cuando los datos clínicos son insuficientes (los estudios de RM indican que se producen lesiones con mayor frecuencia que las que se detectan clínicamente). Permiten un diagnóstico más precoz. Además, existen criterios para diagnosticar las formas primariamente progresivas (Tabla 2) (McDonald WI, 2001).
 Tabla 1.  Criterios diagnósticos de McDonald et al en las formas recurrente-remitentes de EM
Clínica (brotes)Lesiones objetivas
Requerimiento adicional para el diagnóstico
2 ó más2 ó más
Ninguno. La clínica es suficiente y las evidencias adicionales deben ser compatibles con EM
2 ó más1Diseminación espacial en RM o LCR positivo y 2 ó más lesiones características en RM o brote clínico en diferente del SNC
12 ó másDiseminación en el tiempo en RM o un segundo brote clínico
1 (monosintomático)1
Diseminación espacial en RM o LCR positivo y 2 ó más lesiones características en EM y Diseminación en el tiempo en RM o un segundo brote clínico
0 (progresión desde el inicio)1LCR positivo y uno de los tres siguientes:
  • Diseminación espacial en RM, con 9 ó más lesiones cerebrales en T2, o
  • Dos o más lesiones medulares o 4-8 cerebrales y 1 lesión medular, o PEV positivos con 4-8 lesiones en RM, o
  • PEV positivos con menos de 4 lesiones cerebrales más 1 lesión medular y diseminación en el tiempo en RM o progresión de la enfermedad durante 1 año
LCR: Líquido cefalorraquídeo. RM: Resonancia magnética. PEV: Potenciales evocados visuales.
 Tabla 2.  Criterios diagnósticos de EM en las formas progresivas primarias
EM definida
1. Progresión clínica al menos un año y 2. LCR positivo y 3. RM positiva o RM equívoca con PEV característicos
EM probable
1. Progresión clínica al menos un año y 2. LCR positivo y 3. RM equívoca o PEV característicos o
1. Progresión clínica al menos un año y 2. RM positiva o RM equívoca con PEV característicos (sin LCR o LCR negativo)
EM posible
1. Progresión clínica al menos un año y 2. RM equívoca o PEV característicos
Formas evolutivas
  • EM Recurrente-remitente (RR): En esta forma aparecen nuevos síntomas o los existentes se agravan. Puede tener una duración variable (días o meses) y hay una remisión parcial o recuperación total. Puede permanecer inactiva durante meses o años.
  • EM Benigna: Después de uno o dos brotes con recuperación completa no empeora con el tiempo. Suele estar asociada con síntomas menos graves al comienzo. Puede representar un 30 % de los pacientes.
  • EM Progresiva Secundaria (SP): En personas que tienen inicialmente una EM recurrente-remitente, se desarrolla posteriormente una incapacidad progresiva con recaídas superpuestas. Existe una forma infrecuente en la que, sobre un curso progresivo primario, se superponen ocasionales brotes (progresiva recurrente, PR).
  • EM Progresiva Primaria (PP): Existe desde el comienzo un empeoramiento progresivo casi constante de los síntomas, sin brotes definidos.
  • Síndrome clínico aislado (o síndrome monofásico). Actualmente se incluyen dentro del espectro clínico de la EM ciertos síndromes que aparecen aislados, sin episodios previos similares, junto con datos paraclínicos que hacen sospechar la enfermedad, lo que sugiere que puede tratarse del primer brote de una EM. Los principales son: Neuritis óptica, mielitis transversa, síndrome del tronco cerebral, síndrome cerebeloso y síntomas paroxísticos. Un alto porcentaje desarrollará una EM definida, sobre todo aquellos con varias hiperseñales en estudios de RM o alteraciones compatibles en el LCR.
Exploraciones complementarias
  • Líquido cefalorraquídeo (LCR): Informa del estado inflamatorio del cerebro y la barrera hemato-encefálica (BHE). Es imprescindible en el diagnóstico (O’Connor P, 2002). Puede ser normal pero puede presentar pleocitosis inferior a 50 con predominio de linfocitos T e hiperproteinorraquia inferior a 110 mg/dL, así como aumento de IgG y alteración de una serie de índices que relacionan la concentración de albúmina e IgG en suero y LCR, demostrando la existencia de síntesis intratecal de IgG. La presencia de bandas oligoclonales de Ig G en LCR (y que no estén presentes en suero) son muy específicas de EM, y aparecen en el 90-95% de casos.
  • Potenciales evocados: Informa de la existencia de lesiones silentes, demostrando por tanto una diseminación espacial de las mismas. Su alteración característica es una disminución de amplitud y/o un aumento de las latencias, con morfología conservada. Su alteración no es específica de EM. Sólo se consideran útiles los potenciales evocados visuales (PEV) en pacientes sin síntomas visuales y con pocas lesiones en la RMN, en las formas PP y en pacientes con factores de riesgo vascular.
  • Resonancia magnética (RM): Detecta lesiones características en el 95% de los pacientes, permite estudiar la evolución natural y se utiliza como marcador de eficacia terapéutica.
Las lesiones son hiperintensas en las secuencias potenciadas en densidad protónica y T2. Son múltiples y nodulares, aunque en casos de larga evolución confluyen formando lesiones periventriculares difusas. Su localización más característica es periventricular, subcortical y en cuerpo calloso. Pueden observarse lesiones similares en el 50% de las personas mayores de 50 años sin síntomas neurológicos, pero en ellos no suele haber lesiones de fosa posterior. En la médula espinal tienen una morfología ovoidea con orientación cráneo-caudal, no suelen sobrepasar dos cuerpos vertebrales y suelen localizarse en segmentos cervical y dorsal superior.
En las formas progresivas suele haber pocas lesiones encefálicas y de menor tamaño, aunque una RM medular puede demostrar lesiones en el 50% de los casos.
Habitualmente se realizan otras pruebas complementarias que no son necesarias para el diagnóstico de EM, pero que permiten descartar otros procesos (estudios inmunológicos, serológicos, etc.).
Diagnóstico diferencial
Es muy amplio e incluye todas las enfermedades capaces de producir clínica o lesiones multifocales o recurrentes. Las más importantes son:
  • Ictus por embolias repetidas.
  • Síndrome antifosfolípido primario.
  • Vasculitis aislada del SNC.
  • Síndrome de Sjögren: Los hallazgos en la RMN y el LCR pueden ser superponibles. Los síntomas por afectación del SNC están presentes en el 20% y pueden tener un curso fluctuante. El diagnóstico diferencial se establece por la presencia de  xerostomía, queratoconjuntivitis y manifestaciones reumatológicas, los hallazgos serológicos y la demostración de focos inflamatorios en la biopsia de glándula salivar.
  • Sarcoidosis: El 5% de pacientes presenta afectación del SNC. La afectación del nervio óptico, de pares craneales oculomotores y de médula espinal pueden plantear dudas. En la RM pueden encontrarse lesiones en sustancia blanca similares a las de la EM pero suelen observarse signos de meningitis basal o granulomas. En el LCR suele haber marcado incremento de proteínas y células, junto con hipoglucorraquia.
  • LES: Puede provocar un amplio espectro de manifestaciones neurológicas y los hallazgos de la RM y del LCR se asemejan a los de la EM. El diagnóstico diferencial depende de la evolución del cuadro clínico y de la aparición de otras manifestaciones sistémicas. Los ANA pueden estar presentes sin significado patológico hasta en el 15% de los enfermos de EM.
  • Enfermedad de Behçet: Aunque los síntomas neurológicos pueden ser fluctuantes y sugerir una EM, sobre todo en casos con debut neurológico y sin otros criterios de la enfermedad, las lesiones típicas no se localizan a nivel periventricular.
  • Enfermedades infecciosas: Borrelia, infección por VIH, leucoencefalopatía multifocal progresiva, neurolúes.
  • Encefalomielitis aguda diseminada: Enfermedad multifocal monofásica (lesiones múltiples que se producen todas en un mismo período) que ocurre tras ciertas infecciones víricas. Puede resultar indistinguible de la EM.
  • Síndromes neurológicos paraneoplásicos.
  • CADASIL (arteriopatía cerebral autonómica dominante, infartos subcorticales y leucoencefalopatía).
  • Otros: Neuropatía óptica isquémica, espondilosis cervical, neoplasias.
 

Evolución y pronóstico

La evolución inicial hacia las diferentes formas de la enfermedad es: RR 85%, PP 10 % y PR 5%. Es relativamente infrecuente que un paciente con una evolución RR alcance una incapacidad importante, pero alrededor del 50% presentarán una evolución SP después de 10 años, lo que empeora considerablemente el pronóstico funcional. La evolución PR es similar a la SP.
Es muy difícil establecer un pronóstico individualizado al inicio, excepto en las formas PP, en las que suele ser sombrío. Se desconoce qué factores incrementan o disminuyen el riesgo de progresión, aunque se han sugerido las siguientes variables:
  • Variables pronósticas favorables: Mujer, inicio joven de forma aguda, síntomas de inicio visual o sensitivo, escasa discapacidad tras los brotes, largo período entre brotes, escasa carga lesional en RM.
  • Variables pronósticas desfavorables: Hombre, edad de diagnóstico >40 años, inicio motor o cerebeloso, brotes frecuentes, recurrencia precoz tras un primer brote o un curso progresivo, importante carga lesional en RM.
Un aspecto fundamental en la comunicación con el paciente es hacerle entender esta incertidumbre en el establecimiento de un pronóstico de su enfermedad, intentando ser moderadamente optimistas si la situación clínica lo permite (alrededor del 30% de los pacientes realizan una vida normal tras 10-15 años de diagnóstico). Aunque algunos pacientes tienen un curso relativamente benigno, la mayoría desarrollan SP hacia los 6-10 años tras el debut. Aparte de una minoría de pacientes que presentan formas agresivas, el curso de la enfermedad puede prolonga más allá de los 30 años (Nicholas R, 2006)
 

¿Cómo se trata?

Antes de iniciar el tratamiento, el paciente debe ser informado de la naturaleza de la enfermedad, así como de las diversas posibilidades evolutivas y terapéuticas. Debemos diferenciar el tratamiento del brote del que se instaura con el objetivo de alterar la evolución de la enfermedad (Uria DF, 2004).
Tratamiento del brote en fase aguda:
  • Corticoides: Se usan de forma habitual y efectiva en el tratamiento de la fase aguda de los brotes moderados o graves (De Andrés C, 2003). No se ha demostrado si su uso por breves períodos de tiempo pueda tener un efecto beneficioso sobre la evolución a largo plazo de la enfermedad (Filippini G, 2007). La pauta más habitual es Metilprednisolona 500-1000 mg/día IV a  pasar en 2-4 horas, durante 3-5 días. En ciertos ámbitos se puede administrar en régimen ambulatorio. Existen datos que apoyan la idea de que la vía oral también es eficaz. En brotes graves o prolongados se puede prolongar hasta 10 días. Algunos autores defienden la continuación durante 2 semanas de una pauta descendente de prednisona oral, iniciada con 1 mg/Kg/día. Otra pauta de eficacia demostrada es Dexametasona 40 mg/día vía oral, de 3-5 días o 8mg/día IV 7 días. Para los brotes leves, o en pacientes que no pueden acudir a un hospital o durante los embarazos, se continúa usando prednisona oral 1 mg/Kg/día y posteriormente una pauta descendente durante 2 semanas, aunque su eficacia no está suficientemente contrastada. Debe plantearse profilaxis gástrica y de insomnio en estos pacientes.
  • ACTH: Hace años constituía el tratamiento inicial de elección. Se ha demostrado que acorta la duración de los brotes. Se utiliza en pacientes en los que no es posible usar Metilprednisolona.
  • Inmunoglobulinas o plasmaféresis: Se han publicado algunos estudios que demuestran respuestas parciales en pacientes con brotes severos, sobre todo si no existe respuesta a los corticoides (Achiron A, 2004; Gray OM, 2007)
Tratamientos para modificar la evolución: Buscan modificar la historia natural de la enfermedad, evitar el desarrollo de lesiones irreversibles y la consiguiente incapacidad que producirían (Karussis D, 2006). No atenúan los síntomas ya presentes. El momento idóneo de inicio de este tipo de tratamientos es desconocido, debido al curso impredecible de la enfermedad. Suele reservarse para EM RR, aunque muchos autores defienden su indicación en pacientes con síndromes clínicos aislados.
  • Formas recurrentes-remitentes: La mayoría de los pacientes sufren un deterioro neurológico acumulativo (a los 10 años del inicio de la enfermedad un 50% necesita alguna ayuda para caminar y a los 25 años la mayoría tiene importantes discapacidades). Este grado tardío de discapacidad se relaciona con el número y severidad de los brotes. Además, se cree que las fases iniciales de la enfermedad presentan mayor actividad inflamatoria, por lo que se recomienda tratamiento inmunomodulador preventivo en fases cada vez más precoces de la enfermedad.
    • Interferón Beta (IFN-β): Los ensayos clínicos en fase III publicados entre 1993-1998 permitieron la aprobación del uso de IFN-β (Prieto JM, 2003) con distintas pautas: Beta 1b 8 MIU sc/48 horas; Beta 1a 30µg IM/semana y Beta 1a 22 ó 44 µg subcutáneo 3 días/ semana. Las tres modalidades disponen de autoinyectores que permiten la administración por el propio paciente. Se ha demostrado que disminuyen la frecuencia de los brotes entre un 18 y un 33%, así como su severidad y mejoran los marcadores de actividad en la RM. También han demostrado una influencia sobre la progresión de la discapacidad. Están indicados en pacientes con EM RR que manifiestan actividad, ya que han demostrado un efecto beneficioso sobre su evolución. La eficacia comparativa es controvertida (Nicholas R, 2006) Su eficacia sobre las exacerbaciones y la evolución de la enfermedad fue moderada después de uno y dos años de tratamiento (Rice G PA, 2007), no es igual en todos los pacientes y no se sabe durante cuánto tiempo se debe mantener. Los efectos secundarios más frecuentes (que disminuyen con el curso del tratamiento y desaparecen con la interrupción) son: reacción cutánea en el lugar de la inyección y síndrome pseudogripal (se tratan con medidas locales y paracetamol o antiinflamatorios), hipertransaminasemia, leucopenia, anemia (efectos que aconsejan controles analíticos periódicos), empeoramiento clínico paradójico y depresión. Un porcentaje variable de enfermos puede desarrollar anticuerpos neutralizantes que, al menos teóricamente, pueden reducir su efectividad. Su detección en pacientes con mala respuesta puede hacer plantear la suspensión.
    • Acetato de Glatirámero: A dosis de 20 mg/día por vía sc reduce en un 29% la frecuencia de brotes, con tendencia no significativa a la disminución de la discapacidad (Nicholas R, 2006). Es una buena alternativa al IFN en pacientes con EM RR (Ropper AH, 2006). Los efectos secundarios más frecuentes son: induración y eritema cutáneo en los puntos de inyección (algún ensayo defiende que la tolerancia es mejor que la de los interferones); un 15% presenta rubor facial, opresión torácica, disnea y palpitaciones, que remiten espontáneamente
    • Mitoxantrona: Es un fármaco de la familia de las antracenodionas que se utilizan en el tratamiento de las neoplasias y procesos inflamatorios. Es moderadamente efectiva para reducir la progresión de la enfermedad y la frecuencia de las recaídas en los pacientes afectados por EM con recaídas y remisiones, progresiva con recaídas y secundaria progresiva en el seguimiento a corto plazo (2 años) (Martinelli Boneschi F, 2007) Existen diversas pautas: 5-12 mg/m2  cada 3 meses durante 2 años, 8 mg/m2/mes durante 6-12 meses o 12 mg/m2/mes 3 meses y después cada 3 meses durante un año. Los efectos secundarios más frecuentes pueden ser leves (infecciones urinarias, naúseas, alteraciones menstruales, neutropenia, alopecia) o severos (cardiotoxicidad en relación con dosis acumulativas, aplasia de médula ósea transitoria, riesgo de leucemia aguda) por lo que se reserva como tratamiento para casos con evolución rápidamente agresiva que no se controlan con IFN o glatirámero, y bajo control estricto (analíticas y ecocardiografía).
    • Azatioprina: Reduce las recaidas en los primeros 2 años, pero no tiene efectos sobre la incapacidad (Yudkin PL, 1991). Se ha aprobado en España para EM RR a dosis de 2,5 mg/Kg/día. Tiene la ventaja de tener pauta oral y bajo coste. Dados sus posibles efectos secundarios (leucopenia, anemia, hepatotoxicidad, infecciones, aumento de incidencia de neoplasias al 5º año de tratamiento) y su efecto retardado hasta el 1º año de tratamiento, se considera como fármaco de segunda elección o para asociarlo a inmunomoduladores en casos que no responden adecuadamente a éstos.   
  • Formas secundariamente progresivas:
    • Interferón Beta: La Agencia Europea del Medicamento ha aprobado Betaferón y Rebif para EMSP con brotes (han demostrado que disminuyen la frecuencia de los brotes y la actividad inflamatoria en la RMN)
    • Mitoxantrona: Un ensayo ha demostrado su efecto beneficioso en EMSP respecto a la progresión de la discapacidad, el número de brotes y la actividad en la RM.
    • Otras alternativas: Ciclofosfamida, Azatioprina y Metotrexato, sin evidencia concluyente sobre su eficacia. En los últimos años, algunos autores recomiendan añadir al tratamiento inmunosupresor administración periódica de bolus de corticoides.
  • Formas primariamente progresivas: No hay ningún tratamiento aprobado para la EMPP porque ninguno ha demostrado convenientemente su eficacia.
Tratamiento combinado. El reto actual es aumentar la eficacia de los tratamientos disponibles con la combinación de fármacos, para obtener efectos terapéuticos aditivos o sinérgicos: IFN + inmunosupresores (azatioprina, metotrexate, ciclofosfamida...), IFN + mitoxantrona o acetato de glatirámero, IFN + natalizumab, plasmaféresis + inmunosupresores, etc.
Se deberían indicar en pacientes que tras iniciar tratamiento inmunomodulador presentan una respuesta subóptima o nula (disminución del número de brotes, mejoría de imágenes en RM).
Otros posibles tratamientos:
  • Natalizumab: Es un anticuerpo monoclonal recombinante. Reduce el número de brotes, la progresión de la discapacidad y en el número de lesiones en la RM, con un nivel aceptable de seguridad. Se plantea también la asociación de natalizumab con IFN-β. Una de sus ventajas es la administración mensual.
  • Metotrexato: Un ensayo con metotrexato en la EM RR mostró tendencias no significativas a favor del metotrexato, pero fue excluido desde el punto de vista metodológico. Antes de establecer más conclusiones con respecto a la eficacia del metotrexato en la EM, se requieren ensayos adicionales (Gray O, 2007)
  • Ciclofosfamida: Tiene una eficacia muy limitada, por lo que se deben considerar regímenes de tratamiento menos tóxicos antes de su utilización en la práctica clínica (La Mantia L, 2007)
Tratamiento sintomático:
La realización de ejercicio físico puede ser beneficioso para pacientes con EM que no experimentan exacerbación (Rietberg MB, 2007) El tratamiento farmacológico básico de la enfermedad debe ser complementado con el apoyo de rehabilitadores, psicólogos y trabajadores sociales, cuando sea preciso. Además, el tratamiento de los síntomas (Ayuso- Peralta L, 2002) derivados de las lesiones de EM provocadas en el SNC es imprescindible para la mayoría de los pacientes para lograr mejorar su calidad de vida.  
  • Alteraciones motoras:
    • Espasticidad: Es importante mejorar la movilidad, reducir los dolores producidos por espasmos y posturas, favorecer la higiene y evitar complicaciones como las úlceras de decúbito. Se puede combinar el tratamiento fisioterapéutico y el farmacológico. Aunque la eficacia y la tolerancia de los agentes antiespásticos en la EM cuentan con escasa documentación (Shakespeare DT, 2007) se pueden utilizar: Baclofeno (10-120 mg/día) , tizanidina (2-36 mg/día) y Benzodiacepinas (Diazepam o Clonazepam). Si la respuesta es mala se puede utilizar toxina botulínica intramuscular. En casos extremos se ha indicado el tratamiento con baclofeno intratecal.
    • Debilidad: No existen tratamientos eficaces. Se investiga la utilidad de  4-aminopiridina junto con fisioterapia y ortopedia.
    • Temblor: En muchos casos es rebelde e incapacitante. Los fármacos más usados son Clonazepam, propranolol, isoniazida, acetazolamida, primidona y gabapentina. Existen opciones quirúrgicas, como la talamotomía o la implantación de estimuladores talámicos, para casos refractarios.
    • Ataxia: No existe tratamiento eficaz. Se ha utilizado ondansetrón (sólo útil por vía iv), Isoniazida, vitamina B6, Clonazepam, etc. En algunos pacientes seleccionados la cirugía esterotáxica talámica ha demostrado beneficios en la mejora de la ataxia y temblor
  • Fatiga: La fatiga primaria en la EM puede ser tratada con Amantadina (100-300 mg/día). Aunque su eficacia no ha sido bien documentada, es un tratamiento bien tolerado (Taus C, 2007). También se usan: modafinilo (hasta 400 mg/día), pemolina o metilfenidato. Si existe sospecha clínica, deben descartarse otros procesos.
  • Alteraciones urinarias: Provocan gran incomodidad social, aparte de constituir un factor de riesgo de infecciones. Se recomienda estudio urodinámico previo, ya que en muchos pacientes existe combinación de varias patologías. La incontinencia urinaria y la urgencia miccional se tratan con anticolinérgicos: Tolterodina (2 mg/12h), trospio (20 mg/12h) y oxibutinina (20 mg/d). Pueden asociarse antidepresivos tricíclicos. En la retención urinaria y síndromes obstructivos son útiles los bloqueantes alfa-adrenérgicos (tamsulosina, terazosina, doxazosina). Para residuos postmiccionales >100ml se puede realizar autocateterización intermitente. Puede ser necesario el tratamiento quirúrgico (ileocistectomía, derivación urinaria-cutánea o esfinterectomía).
  • Disfunción sexual: A menudo su detección depende del interrogatorio específico. Es más frecuente en varones. Se debe descartar el posible efecto de medicaciones. En casos de impotencia, el Sildenafilo (25-100 mg/día) obtiene una buena respuesta hasta en un 80% de casos. Si fracasa se puede usar prostaglandina-E1 en inyección intracavernosa o intrauretral. En las mujeres las alteraciones más frecuentes son anorgasmia y falta de lubricación vaginal, que pueden mejorar con cremas tópicas con dosis bajas de estrógenos y prostaglandina-E1.
  • Alteraciones del control intestinal: Es frecuente el estreñimiento, que se previene con dieta y laxantes. La incontinencia es más rara, pero difícil de combatir. Se intenta programar las deposiciones y aumentar la consistencia de las heces mediante fibra; en algún caso se puede asociar Loperamida o difenoxilato.
  • Dolor: Es un síntoma frecuente en la EM, aunque no suele llegar a ser incapacitante. Cuando aparece, es crónico en el 85% de los casos y agudo o paroxístico en el resto. Muchas veces adopta un perfil neuropático (quemante, lancinante, pinchazos), con aceptable respuesta a Carbamazepina u otros anticomiciales. El dolor agudo responde a tratamiento con analgésicos comunes, corticoides, antiinflamatorios y fisioterapia. En el dolor crónico no controlado, la electroestimulación neurógena transcutánea, los anticomiciales o los antidepresivos tricíclicos pueden ser de utilidad.
  • Alteraciones cognitivas y psicológicas: La alteración más frecuente es la depresión, que debe tratarse con pautas estándar (fármacos y psicoterapia, según la situación clínica específica de cada paciente). Hay pruebas razonables de que los enfoques cognitivo-conductuales son beneficiosos y ayuda para adaptarse y sobrellevar la EM (Thomas PW, 2007). A veces es difícil diferenciarla de la fatiga, y viceversa. El deterioro cognitivo depende de la duración de la enfermedad y puede adoptar múltiples formas (sutil y casi indetectable, alteración de memoria y del aprendizaje, etc.). Existen estudios en marcha sobre el uso de Amantadina y Donepezilo en el tratamiento del deterioro cognitivo.
  • Tratamiento de fenómenos paroxísticos: Suele intentarse el tratamiento con Carbamazepina y otros anticomiciales (lamotrigina, topiramato), AmitriptilinaGabapentina, acetazolamida o antiinflamatorios.
Otros aspectos del tratamiento. Cuestiones médicas y sociales
  • Embarazo: No está contraindicado en pacientes con EM y no empeora la enfermedad. En pacientes tratadas con IFN, éste debe ser interrumpido si se planea embarazo, hasta finalizar la lactancia.
  • Se debe evitar en lo posible las infecciones víricas.
  • Vacunas: No se contraindican las vacunas habituales (antigripal, antitetánica, anti-hepatitis B).
  • En ocasiones, coincidiendo con fiebre, períodos de stress u otros procesos intercurrentes, los pacientes sufren exacerbaciones de síntomas o signos previos, y que no necesariamente implican un brote. Se les debe educar en lo posible para que diferencien las dos situaciones pero, ante la menor duda, deben acudir a un Hospital para ser evaluados.
  • Existen estudios que demuestran que los pacientes con EM reducen significativamente la atención sobre otros procesos patológicos o sobre medidas preventivas generales respecto a la salud (mamografías, controles analíticos, etc.). Por ello, se prestará atención al cuidado global de la salud.
  • Dieta. Deben evitarse los regímenes estrictos, como las dietas ricas en ácidos grasos poliinsaturados (baja en grasas animales y lácteos), ya que sólo han demostrado un mínimo beneficio. Tampoco existen datos claros para recomendar suplementos vitamínicos.
  • Por supuesto, las dietas exóticas o extremas, así como procedimientos carentes de base científica (por ejemplo, sección del músculo escaleno) deben ser desaconsejados.
 

Bibliografía Esclerosis múltiple

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sábado, 18 de agosto de 2012

Como Diagnosticar Cardiopatías Congénitas que pueden tener desenlace fatal en el RN


Estimado Pediatra  te invito al Seminario de Pediatría, Cirugía Pediátrica y Lactancia Materna. Programa 2012, el día 22 de Agosto    las 21hrs (Centro, México DF, Guadalajara y Lima Perú) a la Conferencia: “Como Diagnosticar Cardiopatías Congénitas que pueden tener desenlace fatal en el RN”  por  el “Dr. Cesar Augusto Zarate Morales”  Cardiólogo Pediatra de Oaxaca Oax.   La sesión inicia puntualmente las 21 hrs. 
Para entrar a la Sala de Conferencia:
1.- hacer click en la siguiente liga, o cópiala y escríbela en tu buscador

2.- “Entra como Invitado” Escribes tu nombre y apellido en el espacio en blanco 

3.- Hacer click en el espacio que dice “Entrar en la Sala”

5.- A disfrutar la conferencia     
                                                                                                                       6.- Recomendamos que dejes tu Nombre Completo, Correo electrónico y que participes
 
Dr. Enrique Mendoza López
Webmaster: CONAPEME
Coordinador Nacional: Seminario Ciberpeds-Conapeme
Av La clinica 2520-310 
Colonia Sertoma ,Mty N.L. México
CP 64710
Tel-Fax 52 81 83482940 y 52 81 81146053
Celular 8183094806
www.conapeme.org
www.pediatramendoza.com
enrique@pediatramendoza.com
emendozal@yahoo.com.mx

Apuntes sobre el estudio neurofisiológico en las miopatías inflamatorias

Reumails: Reumatología al día



Posted: 17 Aug 2012 11:25 AM PDT
En el número de Julio-Agosto de Reumatología Clínica, Gutierrez-Gutierrez et al ha publicado una revisión sobre la uitlidad del EMG en el estudio de las miopatías inflamatorias.
La revisión incluye aspectos teóricos, técnicos y de interpretación. Entre los datos de mayor interés podemos destacar:

Objeto de la exploración

Al menos una conducción motora y senstitiva de un miembro afecto, y electromiografía de aguja de músculos afectados, por lo menos uno proximal y otro distal. Deben explorarse músculos clínicamente débiles de un miembro superior e inferior.


Resultados relacionados con Miopatías inflamatorias

La conducción nerviosa será habitualmente informada como normal. 
El EMG en reposo debe ser plano en un músculo normal. Existen tres alteraciones a considerar:
  • Fibrilaciones y ondas positivas: Indican denervación y se pueden ver en miopatías inflamatorias con necrosis o inflamación importante.
  • Descargas de alta frecuencia: Corresponden a la trasmición de un estímulo por contiguidad generado espontáneamente en una fibra muscular.
  • Descargas miotónicas: Representan la dificultad para la relajación de la fibra muscular. Se aprecian en las miopatías inflamatorias pero también en las distrofias musculares y en la miopatía por antimaláricos.
El EMG durante la contracción voluntaria permite evaluar los potenciales de la unidad motora que representan el reflejo neurofisiológico de la unidad motora. En las fases agudas los potenciales son pequeños de amplitud, breves en duración y polifásicos. En las fases crónicas los potenciales son más amplios y duraderos, lo cual representa la condición de regeneración del músculo en unidades con mayor número de fibras musculares.

El artículo incluye también una revisión sobre el diagnóstico diferencial de las miopatias bajo la perspectiva del estudio electrofisiológico.

Se trata de una revisión de acceso libre que recomendamos tener en cuenta.



viernes, 17 de agosto de 2012

Alumnos Politécnicos Procesan Integralmente la Flor de Jamaica


Alumnos Politécnicos Procesan Integralmente la Flor de Jamaica

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Por Mario Iván Bautista Ruiz
Argonmexico / Aprovechar las propiedades de la flor de jamaica de manera integral, motivó a estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) a elaborar diversos productos con alto valor nutritivo.
Al participar en la XLI Expo IBQ (Ingeniería Bioquímica) de Alimentos 2012, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB), Antonio Gómez Puga, Erick Alberto Montoya Cruz y Jesús Antonio Flores Tovar, presentaron golosinas, galletas y mermelada elaboradas a base del subproducto de la flor de jamaica.
Manifestaron que cuando se utiliza la jamaica en casa es sólo para extraer el zumo; el resto puede ser utilizado para composta, pero por lo general va directo a la basura y no se aprovechan sus cualidades nutritivas mediante un uso integral.
“Lo que hacemos es obtener el zumo de la jamaica por medio de la deshidratación, posteriormente aplicamos un tratamiento de secado para obtener una botana dulce: las Florinetas, que son nuestro producto principal”, detallaron.
Del proceso de deshidratación queda un concentrado con el cual los estudiantes producen una mermelada y del subproducto de las flores resulta una harina con la que elaboran galletas a las cuales les han sustituido grasas y azúcares con inulina, lo que las hace aptas para el consumo de diabéticos.
Los estudiantes del noveno semestre de la carrera de Ingeniería Bioquímica de la ENCB del Politécnico, pretenden darle un nuevo mercado a la flor de jamaica y de este modo extender sus beneficios a la salud, pues posee antocianinas y procianidinas, fuertes antioxidantes que son la causa de su intenso color rojo.
También puede aportar vitaminas A y C, una gran cantidad de minerales, ácido cítrico y fibra soluble, entre otras cualidades, por lo que contribuye a disminuir los niveles de grasas en la sangre y coadyuva en la regulación de la presión sanguínea y en la producción de insulina.
Añadieron que la flor de jamaica también es ideal para quien retiene líquidos o padece problemas renales porque es diurética, mejora el peso corporal al eliminar lípidos y es un relajante natural que nivela el sistema nervioso central y puede ayudar a controlar el estrés.
“Este proyecto nació el semestre pasado cuando consideramos la idea de cristalizar flores para su consumo y conservación; así nacieron las Florinetas, y de ahí la idea de utilizar en su totalidad los subproductos provenientes de la extracción del zumo de jamaica”, indicaron.
 Los estudiantes politécnicos se encuentran inscritos en el taller de Poliemprende para iniciar los trámites de creación de una empresa relacionada con la flor de jamaica, en tanto, se encuentra en proceso de registro y de patente el nombre y la formulación de sus productos que tendrán costos muy accesibles.

Artículos varios

La fisioterapia en las lesiones musculares


Fuente: http://ortopedia.facafisioterapia.net/2012/02/tratamento-fisioterapeutico-nas.html


http://www.estadao.com.br/fotos/ronaldo_coxa_tiagoqueirozAE_29112009(292).jpg    https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9JuXra9frQvFHX3ztaHAJDKwea8TIyK7cG9aak1IqQUlSZ5oJkuYaCewpQKcFWH4cV5wOVX-PkkfhC_RhhmNiD9qioqpb9plf5Im7swTvmNbKIJEgvK93cQitR2Xn-D1RgVTwuA37ZFw/s320/hamstringbruise%5B1%5D.jpg




Contusión muscular es una lesión traumática que se corresponde directamente con 60-70% de las lesiones deportivas debido al contacto físico hay fricción y el daño del tejido subyacente y la interrupción de los capilares, lo que conduce a la aparición de hematomas, moretones, evolucionando hacia un proceso inflamatorio agudo. Los deportes en los que un número mayor se reportan jugadores lesionados son el fútbol, ​​el baloncesto y el rugby y el fútbol es el deporte con mayor participación debido a la cantidad de personas que lo practican (EITNET de 1989, EARL, 2002; Milne, 2002) .

Después de la lesión son los signos y síntomas comunes de dolor localizado en la realización de movimientos activos y pasivos, o incluso sin movimiento, edema, equimosis y hematoma debido a los resultados de hemorragia y movimiento limitado. Así, de acuerdo con la pérdida de la función después de la lesión, contusiones se pueden clasificar como leve, moderada y grave / severa (Earl, 2002).

Durante la exploración física se observa la presencia de otros trastornos, cambios de volumen, enrojecimiento, moretones y hematomas. Uno debe tener cuidado de los pacientes debido al dolor y limitación de movimientos activos y pasivos, edema y aumento de la temperatura local. Para hacer el diagnóstico, las pruebas adicionales se pueden pedir si hay dificultad durante la evaluación. Generalmente, dependiendo del grado de lesión para volver a rangos de actividades de 13 a 21 días la condición a tratar correctamente (CAR, 2003).

El tratamiento clínico para las contusiones es bastante simple, los fármacos más utilizados son los esteroides anabólicos y antiinflamatorios no esteroideos. Tanto aliviar el dolor y reducir la inflamación. Sin embargo, pueden causar la inhibición del proceso de curación y proporcionar el estímulo para la remodelación celular en mucho tiempo retrasando el regreso del atleta para el deporte (Larson, 2002; Harmon, 2003).

Bien basado en la investigación científica actual, se ha diseñado un protocolo de fisioterapia según las fases y el grado de afectación muscular. Para ello, se estudiaron los medios de comunicación y foto-termoterapêuticos cinesioterápicos ser apropiadas para todas las etapas del tratamiento de una atención inmediata porque vemos la necesidad de una intervención de terapia física desde las primeras etapas de una resolución más rápida de la patología.

Dado que los recursos principales de fisioterapia se despliegan crioterapia asociado con la elevación y compresión, ultrasonido laser, el movimiento pasivo, activo isométrica, y intra-articular de estiramiento, ejercicios de cadena cinética cerrada y abierta, más allá de los ejercicios de resistencia.

El interés en desarrollar este tema coexistían con el deseo de crear un protocolo de terapia física que permitiría al paciente una rehabilitación mejor en comparación con los medicamentos usados ​​en la curación de la enfermedad en cuestión. Además de promover, en un tiempo más corto posible, su vuelta al trabajo y actividades de la vida diaria.

Este trabajo tiene como objetivo principal mostrar la importancia de la fisioterapia en la contusión muscular es el mismo en aguda, subaguda y crónica. Por lo tanto, este estudio científico fue diseñado con la intención de hacer una práctica de la terapia física para ayudar en la mejora de la lesión más rápidamente y objetivamente utilizando la literatura especializada de todo el mundo.

Dentro de este panorama presentado, analiza la interrelación entre las técnicas de terapia física y la evolución de la lesión muscular en todas las etapas de la participación, así como la administración de los fármacos comúnmente utilizados para tratar la misma y sus contraindicaciones. Toda esta discusión se va a hacer a continuación.


2 º. TEÓRICO

2.1 Concepto

Lesión muscular contusión es el resultado de un trauma directo y compresión sin que la herida en la piel, en tanto que los tejidos subyacentes sufrir una lesión por fricción a ellos y los vasos sanguíneos subcutáneos y los vasos más superficiales se dañan a menudo en el tejido subcutáneo que conduce formación de hematomas y finalmente se rompe cuando se produce una lesión buques más grandes de la formación de hematomas (EITNET, 1989; Lianza, 1995; Kisner, 1998; Milne, 2002).

2.2 Incidencia

A nivel internacional, los moretones comprenden aproximadamente el 65% de todas las lesiones deportivas. Además, la mayoría de las lesiones no se notifican ni se trata adecuadamente (Earl, 2002). Los músculos más implicados es el cuádriceps seguido gastrocnemio debido a las colisiones directas entre jugadores de equipos contrarios (Roberts, 1998). Los deportes en los que un número mayor se reportan jugadores lesionados son el fútbol, ​​el baloncesto y rugby y el fútbol es el deporte con mayor número de lesiones debido a la cantidad de personas que participan en él y no el deporte en sí (Eitner, 1989).

2.3 Fisiopatología

El músculo esquelético es la masa de tejido principal en el cuerpo, que comprende aproximadamente el 45% del peso corporal total. Los músculos son monoarticular se encuentran cerca de los huesos y, a menudo responsable de apoyar el cuerpo es más susceptible a los golpes. Por otra parte, los músculos biarticulares como el recto femoral, son más superficiales y más susceptible a la tensión muscular (Earl, 2002).

Contusiones son causadas por un traumatismo durante deportivos cuentan músculo externo romo resultante en las células y tejidos dañados y sangrando profundamente dentro o entre los músculos. El resultado es la formación de tejido necrótico y la hemorragia se produce inflamación. Poco se sabe acerca de la función e importancia en el tratamiento de la inflamación. Esta condición puede dar lugar a dos tipos de lesiones. El primero es el hematoma intermuscular con sangrado en la fascia que es más probable que cause moretones distal. El segundo es el hematoma intramuscular, una lesión que resuelve más lentamente y se asocia con la miositis osificante y contractura (Earl, 2002; LARSON, 2002).

La inflamación es causada por la sangre que escapó de los capilares en el tejido intersticial. En unas pocas horas después de la lesión, la presencia de tejido necrótico y hematoma iniciar una reacción inflamatoria. Desde el comienzo de la acción de los macrófagos inflamatorios a la fagocitosis y la posterior estimulación necrótico debridação de capilares son de vital importancia en el proceso de la regeneración muscular. Sin embargo, la inflamación invariablemente causar inflamación que conduce a la anoxia y después a la muerte celular (Earl, 2002).

Aunque la mayoría de los estudios realizados hasta la fecha indican que el grado de respuesta inflamatoria es generalmente considerado excesivo para la regeneración muscular. Otros trabajos se pone en juicio la teoría al observar un empeoramiento en el contexto de los pacientes con anti-inflamatorios no esteroideos (Op. Cit.).

2.4 Los signos y síntomas

Los signos y síntomas comunes de una conmoción cerebral son: dolor localizado en la realización de movimientos activos y pasivos, o incluso el lugar sin moverse, o edema estático, equimosis y hematoma debido a los resultados de sangrado dentro o entre los músculos y, finalmente, la limitación del movimiento derivado de un aumento en la sensibilidad causada por lesión muscular, espasmos musculares y el hematoma (Lianza, 1995; ANDERSON; Strickland, 2002; Larson, 2002).

Puntuación 2,5

De acuerdo con la pérdida de la función después de la lesión, contusiones se pueden clasificar en leve, moderada y grave o grave. En contusiones ligeras producen poca inflamación y el dolor con movilidad normal de las articulaciones casi presentar cierta rigidez, pero ningún cambio en la marcha. En las lesiones moderadas surgir edema moderado y difuso dolor, la movilidad articular es del 75% es la marcha antálgica y muscular en general es un espasmo. Continuando en lesiones graves o edema severo se instalan y puede ser muy rápidamente debido a la hemorragia además, el espasmo muscular doloroso y son más intensos que los grados anteriores, la movilidad articular se reduce al 50% y la marcha cojea (Menezes, 1983).

2.6 Examen Físico

A menudo, el examen físico es la evaluación del paciente más importante y sirve también para descartar otras patologías. El área inspeccionada no debe limitarse sólo a las lesiones, pero las zonas adyacentes a identificar otras posibles lesiones asociadas. Tras la inspección, se pueden observar los cambios de volumen, enrojecimiento, moretones y hematomas. A la palpación, se debe tener cuidado con el paciente debido al dolor y limitación de la movilidad activa y pasiva, edema y aumento de la temperatura local. La marcha se verá comprometida en función del grado de la lesión (EARL, 2002 CAR, 2003).

2.7 Diagnóstico

Si la historia y el examen físico inicial debe ser solicitada sin duda traer una radiografía de la zona traumatizada para ayudar a descartar una fractura o una osificación (Larson, 2002). IRM se utiliza como una modalidad de elección para visualizar el tejido blando con el fin de establecer el grado de lesión y la ubicación del hematoma (ANDERSON; Strickland, 2002). El ultrasonido se usa para establecer la localización de la lesión y su grado de compromiso más allá de calcificaciones formados por la evolución de grandes desplazamientos y pequeños hematomas (Lianza, 1995).

No es un moretón o tratada de forma inadecuada puede llevar a la osificación heterópica, la radiografía revela lesiones benignas como el osteocondroma, osteomielitis, miositis osificante progresiva y lesiones malignas como el osteosarcoma, condrosarcoma, sarcoma de células sinoviales. Síntomas diferenciales como fiebre, sensaciones de frío y los sudores nocturnos pueden ayudar en el diagnóstico diferencial (Larson, 2002).



2,8 pronóstico

El pronóstico de las lesiones musculares, para la mayoría de los músculos, es excelente. Una encuesta sobre datos a través de una contusión en el muslo informó que el promedio de tiempo que el atleta fue descalificado tenían 13 días en una conmoción cerebral leve, una contusión en 19 días a 21 días para conmoción cerebral moderada y grave.

2.9 Tratamiento Médico

El médico debe realizar un comportamiento con el fin de aliviar el dolor tanto como sea posible. Hay que distinguir la intensidad del dolor que esto puede ser difícil, ya que tiende a ser subjetiva, por lo que el tratamiento y la terapia puede ser individualizado. Los fármacos más frecuentemente utilizados para el alivio del dolor y reducción de la inflamación son:

- Esteroide anabólico: recientemente, el tratamiento con corticosteroides o dosis única de esteroides anabólicos han sido eficaces para contusión muscular de curado, debido a los efectos de la inhibición de la inflamación, especialmente cuando se combina con hielo y antiinflamatorio, cuando se inyecta en el sitio de la lesión promueve aliviar el dolor, por lo tanto los principales atletas para volver a jugar. Sin embargo, no deben ser utilizados con frecuencia debido a que son catabólicos e inhibir el proceso de curación, además de los efectos de inhibición de la inflamación puede ser escaso tejido muscular en el lugar, y tal vez en los atletas que están en la fase aguda causar atrofia en el área lesionada, pero el papel de los esteroides no es del todo clara y requiere más investigación (Earl, 2002; LARSON, 2002; Harmon, 2003);

- Antiinflamatorios no esteroideos: se utilizan deben superar por la reacción inflamatoria inicial, ya que inhiben la producción de prostaglandinas mediadores del dolor, mejorando así el rendimiento en el período inicial, pero puede suministrar el estímulo para la remodelación celular durante un largo período de tiempo. Son más eficaces cuando se utilizan de dos a seis semanas, proporcionando alivio del dolor y la inflamación y reducen el edema, lo que permite el movimiento de retorno rápido (Earl, 2002; Larson, 2002).

Tratamiento de fisioterapia 2:10

Inicialmente (aguda) donde hay moretones, inflamación, necrosis de las miofibrillas dañadas y los fagocitos, el objetivo del tratamiento es reducir la inflamación y controlar su dolor, mediante la eliminación del hematoma (EITNET, 1989; LARSON, 2002). Debería ponerse en marcha inmediatamente, las siguientes conductas:

- Sueño: para aliviar el dolor y promover la curación musculoesquelético es necesario el reposo de la parte afectada por el proceso inflamatorio en las primeras 24 horas. El área debe estar en reposo para actividades deportivas adicionales hasta que se haya recuperado, pero la inmovilización completa puede dar lugar a adherencias desarrollo de fibrillas en el tejido circundante, el debilitamiento del tejido conectivo y de los cambios del cartílago articular (Lianza, 1995; Kisner, 1998; Milne, 2002);

- Altura: la extremidad lesionada debe ser alto y causa una reducción ocurre en la presión hidrostática capilar y también reducir la presión de filtración capilar, favoreciendo también retorno venoso y aumenta la absorción linfática de edema estimulante. La elevación puede tanto ayudar en la prevención de la aparición de edema en su reabsorción (Rodrigues, 1995; EITNET, 1989; Milne, 2002; Oren, 2002);

- Compresión: El efecto de la compresión fisiológica y mecánica produce un aumento de presión se produce permitiendo extravascular o ayudar en la resorción edema. La compresión no debe exceder del 80% de la resistencia a la tracción del vendaje cuando es elástica. Hay que considerar que el vendaje debe ser semi-rígida e inelástica, ya que sigue la distensión causada por el aumento del edema (Rodrigues, 1995; MILNE, 2002, ORAR, 2002);

- Crioterapia: El uso de hielo para el tratamiento de lesiones agudas en los atletas es recomendado por la mayoría de los autores. Cuando se utiliza correctamente disminuye la cantidad de tejido dañado con la hipoxia secundaria reducida, se reduce el edema debido a la crioterapia hace que la velocidad de las reacciones químicas más lenta e inhibe la liberación de histamina es un vasodilatador que aumenta el flujo sanguíneo local, la espasmo muscular, el dolor y la duración de la incapacidad también se minimizan debido a su efecto en la reducción de metabolismo celular y la disminución de la conducción nerviosa a través de los nervios periféricos (Eitner, 1989; COCINA, 1998; RODRIGUES; GUIMARÃES, 1998; ANDREWS, 2000; KNIGHT, 2001, BAJO, 2001; Starkey, 2001).

- Láser: cuando se utiliza con intensidad 3J vuelve favorable debido a tener efecto antiinflamatorio, ya que el láser inhibir la producción de prostaglandinas (que es un mecanismo similar al producido por otros fármacos anti-inflamatorios de inhibición). Con esto, disminuye la potenciación de la bradicinina y, en consecuencia, el umbral de excitabilidad de los receptores del dolor ha favorecido su mantenimiento. También existe la estimulación de la microcirculación, reduce la hinchazón y el dolor. Otro efecto es que el láser tiene la curación debido a que promueve el aumento de la producción de ATP, aumentando la velocidad de las células mitóticas y también proporciona una mejor tropismo de tejido (Kitchen, 1998; RODRIGUES, Guimaraes, 1998);

- Ultrasonido: atermica o forma pulsada y 20% se recomienda debido al aumento de la tasa de curación en la fase inflamatoria, ya que aumenta la liberación de los mastocitos, macrófagos y neutrófilos, que influyen en las actividades y provocando la aceleración de la reparación lesiones. También hay un aumento de permeabilidad vascular aumento de la resorción edema. Los estudios han demostrado que la motilidad de los fibroblastos y la angiogénesis se aumentó la velocidad cuando se exponen a ultrasonidos, el aumento de la cantidad de deposición de colágeno y un patrón tridimensional, parecida a la piel no dañada, lo que favorece la extensibilidad de los tejidos que se pueden emplear ventajosamente incorporar a los ejercicios de rango de movimiento después de la aplicación. En cuanto a la frecuencia, 1MHz se debe utilizar (si la lesión es profunda, porque hay mayor absorción a esta frecuencia) y 3MHz si la lesión es superficial. Las lesiones agudas a su intensidad y para aumentar la velocidad de curación debe ser igual o inferior a 0,5 W/cm2. El continuamente en este caso está contraindicado porque de esta manera el ultrasonido es de forma térmica, que puede proporcionar un efecto no deseable, ya que el aumento del metabolismo se produce lo que es desventajoso en esta etapa (Kitchen, 1998; Starkey, 2001);

- Movimientos pasivos: el tratamiento debe iniciarse en la fase aguda cuando tolerado. Disminuyen las complicaciones de la inmovilización de mantener la integridad y la movilidad funcional y la ayuda en el proceso curativo. Estos movimientos deben ser específicas para la estructura implicados evitando la adhesión anormal de las fibrillas en el desarrollo de los tejidos circundantes y evitar la rotura futuro de la cicatriz. La intensidad debe ser ligera algia intenso porque el paciente y para no lesionar el tejido nuevo (Kisner, 1998);

- Los ejercicios isométricos: indicado para mejorar la fuerza muscular. Es necesario saber que su efecto se reduce al mínimo con respecto a la resistencia y la fatiga;

- Movimientos pasivos intra-articular de grado I y II: con juntas para mantener la movilización normal, mientras que el músculo comienza a sanar, y para el alivio del dolor (Kisner, 1998).

En la segunda etapa del músculo tratamiento, conocido como la fase de recuperación o regeneración o subaguda de la característica principal es la proliferación de células satélite y fibroblastos, seguido por la acción de la síntesis de proteínas. El objetivo principal de esta fase es la restauración de la movilidad de los músculos activos (Earl, 2002; LARSON, 2002).

La línea se compone de:

- La compresión, elevación y hielo: el mismo propósito anterior (Eitner, 1989; COCINA, 1998; RODRIGUES, GUIMARÃES, 1998; ANDREWS, 2000; KNIGHT, 2001; LOW, 2001; STARKEY de 2001, ORAR, 2002);

- Estiramiento ligera contracción-relajación: esta técnica se basa en el hecho de que después de pre-estirar una contracción del músculo retraído se relajará como resultado de la inhibición autógena y por lo tanto se estira más fácilmente. Los órganos tendinosos de Golgi puede provocar estrés e inhibir el músculo permitiendo que se estira más fácilmente respetando el límite de la paciente (Kisner, 1998);

- Activos financieros: la fase subaguda es un período de transición durante el cual los activos financieros en el dolor ADM libre en el tejido lesionado puede ser iniciado y avanzó con cuidado, manteniéndolos en una dosis y frecuencia, los síntomas de dolor y la inflamación disminuir el rendimiento de estos tipos de ejercicios. Se utilizan para desarrollar el control de movimiento mientras se mantiene la elasticidad y contractilidad de los músculos de la promoción de la integridad fisiológica de hueso y articular (Milne, 2002);

- Cerrado ejercicios de cadena cinética: se utiliza para imponer carga inicial a la región de una manera controlada y para estimular la contracción co-estabilización de los músculos, y desarrollar la percepción y de control del motor cuando el paciente hace o transferencia de peso lateral anteroposterior. En la medida en que progresa el paciente puede disminuir la cantidad de protección y añadir resistencia o soporte;

- Mantenga los movimientos intra-articular de grado II con el mismo objetivo de la primera fase (Kisner, 1998);

- Ultrasonido: atermica o de impulsos, de modo que sólo el 50% de la relajación con el fin de optimizar el rango de movimiento (RODRIGUES, Guimarães, 1998; COCINA, 1998; Starkey, 2001).

Introducción de la tercera etapa del músculo tratamiento se conoce que la maduración y la remodelación se caracteriza por una recuperación gradual de las propiedades funcionales que incluyen la recuperación de la fuerza muscular tensado componente de tejido conectivo. El objetivo de esta fase es continuar con la movilización activa, que es la restauración de la plena función de los músculos y las articulaciones. Los ejercicios de resistencia progresiva se anima a los pacientes (Milne, 2002). La conducta se basa en:

- Estiramientos: dar flexibilidad a los músculos y también trabajó como parte de un músculo calentamiento;

- Abrir los ejercicios de cadena concéntrico y excéntrico: ganar fuerza muscular;

- Los ejercicios de resistencia: aumentar la fuerza muscular, la resistencia a la fatiga y para optimizar la potencia muscular (Kisner, 1998);

- Propiocepción: se debe iniciar después de recuperar el rango de movimiento, fuerza, resistencia, flexibilidad y muscular después de la reducción del dolor con el objetivo de promover músculo seguridad adecuada para que el atleta vuelva a desempeñar su actividad deportiva (CORRIGAN , 1992).


3 º. METODOLOGÍA

Este estudio fue retrospectivo y revisión de la literatura durante el período julio de 2003 a agosto de 2004, mientras tanto, ha catalogado libros, artículos científicos de la zona recogida en la Biblioteca Uchoa Jacinto, Universidad Tiradentes - UNIDAD y la adquisición por compra . Los contenidos teóricos se complementan con la investigación en los sitios web que tratan el tema, relacionado con las sociedades científicas, universidades e institutos de investigación internacionales priorizando artículos científicos y actualizados.

Un protocolo fue creado fisioterapia según las fases y el grado de afectación muscular. Para ello, se estudiaron los medios de comunicación y foto-termoterapêuticos cinesioterápicos ser apropiadas para todas las etapas del tratamiento de una atención inmediata porque vemos la necesidad de una intervención de terapia física desde las primeras etapas de una resolución más rápida de la patología.

Dado que los recursos principales de fisioterapia se despliegan crioterapia asociado con la elevación y compresión, ultrasonido laser, el movimiento pasivo, activo isométrica, y intra-articular de estiramiento, ejercicios de cadena cinética cerrada y abierta, más allá de los ejercicios de resistencia.


4 º. DISCUSIÓN

Se encontró que los moretones comprenden aproximadamente 60-70% de todas las lesiones deportivas. Los músculos cuádriceps más implicados que entonces era el gemelo debido a las colisiones directas entre los jugadores que realizan deportes de contacto. Entre los deportes donde se registró el mayor número de jugadores lesionados son, en primer lugar, el fútbol, ​​seguido por el baloncesto y el rugby.

Tratamiento clínico más utilizado para el tratamiento de contusiones consistía en el uso de esteroides y NSAIDS que tienen como objetivos efectos inhibidores de la inflamación y el control del dolor, pero no se debe utilizar, ya que inhiben la curación y la remodelación celular puede retrasar el regreso del atleta a sus actividades normales.

Estudios recientes han demostrado que el tratamiento físico y para controlar su dolor y la inflamación permite una mejor recuperación de los atletas en un tiempo más corto que logra por las drogas. Así que figurar en todos los grados de participación.


5 º. CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS

Un atleta de deportes a menudo conduce a situaciones de estrés físico alto que pueden favorecer la aparición de varias lesiones, entre ellas la contusión muscular. En este estudio se encontró que, dependiendo del deporte, el atleta tiende a desarrollar este tipo de lesión y si no se trata adecuadamente puede dar lugar a la ausencia de grandes torneos.

Con esto, la fisioterapia recursos resultaron como un método eficaz para el tratamiento de las lesiones musculares de los atletas en comparación con los fármacos de uso común y el tiempo de los atletas regresarán a sus actividades evitando una evolución más grave de la estructura y por consiguiente pérdida de rendimiento físico.

Este trabajo contribuye a aumentar la información sobre el tema y antes de lo anterior, se sugiere continuar con la investigación de la ejecución del proyecto de protocolo para confirmar su eficacia.

Es necesario estudiar con un grupo control de pacientes, divididos adecuadamente, al azar, aleatorio, doble ciego a ensayar la eficiencia de los recursos de drogas y terapéutica dirigida a mejorar la eficacia paciente y en menos tiempo, así traer satisfacción y bienestar a la atleta sin grandes pérdidas de su condición física.

REFERENCIAS

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