sábado, 16 de abril de 2011
JANO. Médicas
El 17 de abril se celebra el Día Mundial de la Hemofilia
Un estudio analizará la actividad física de los escolares y adolescentes en España
Desestimada la petición de un médico de familia de ser objetor en tareas de información del aborto
Miles de personas se manifestaron en Barcelona contra los recortes sociales de Artur Mas
Los españoles valoran el Sistema Nacional de Salud con una nota de 6,75
La resonancia magnética detecta tumores de mama iniciales en mujeres de alto riesgo
Sanidad anuncia la creación de cuatro nuevas especialidades médicas
Aprende a Subir y Bajar Escaleras utilizando Muletas o Bastones
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Hace poco he actualizado el artículo sobre altura y uso correcto de muletas y bastones, donde se explica cómo regular la altura de estas ayudas técnicas y cómo usarlas correctamente para caminar. He añadido también un vídeo donde se explica todo bastante bien. Después de hacer esto me di cuenta (además de que también me lo comentaron por facebook) de que hace tiempo me había propuesto completar el artículo comentando también cómo usar las muletas (bastones) para subir y bajar escaleras sin peligro de hacernos una nueva lesión. He encontrado varias webs, blogs y vídeos que tratan sobre el tema, así que voy a hacer una mezcla de todos ellos para intentar que se lo más práctico posible. ¿Con qué pie subo o bajo?Para subir va primero la pierna sana, mientras que para bajar, se hace con la afecta. En el blog de Rehabilitación basada en la evidencia encontramos el artículo "Reglas nemotécnicas para subir y bajar escaleras con bastones", donde explica una forma fácil de recordar: Subir = Buena Bajar = Mala Haciendo una asociación mental de relacionar subir con algo positivo (pierna buena) mientras que bajar tiene connotaciones más negativas (pierna mala). Unos compañeros fisios (Fisioaso en los comentarios de este artículo y @i_nma en twitter) sugieren la regla nemotécnica de esta manera: La buena sube al cielo. La mala baja al infierno. Es una forma muy visual de asociar la subida con la pierna buena y la bajada con la mala. ¿Por qué se hace así? Después os lo digo. Primero veamos la práctica. Subir escaleras utilizando muletas1) Situarse cerca del escalón. Las muletas deben permanecer al mismo nivel donde estamos nosotros. 2) Apoyar el peso en las muletas, asegurándonos de que estén firmes. 3) Poner el pie sano en el peldaño superior. 4) Estirar la pierna sana y subir los bastones y pierna lesionada a la vez. Demostración en vídeo: Los movimientos deben ser pausados, para que de tiempo a descansar de un escalón al siguiente, pero firmes y seguros. En caso de notarse inseguro, se puede soltar una muleta o bastón y agarrarse firmemente al pasamanos. Eso sí, necesitaremos ayuda de alguien que nos sujete la muleta o bastón que hemos soltado. Bajar escaleras utilizando muletas1) Colocar los bastones en el peldaño inferior. 2) Apoyar el peso en las muletas, asegurándonos de que estén firmes. 3) Bajar el pie lesionado en el peldaño inferior acompañado de las muletas 4) Bajar el pie sano. Demostración en vídeo: Al igual que antes, el movimiento debe ser relativamente lento pero firme y seguro, armónico. En caso de notarse inseguro, se puede soltar una muleta o bastón y agarrarse firmemente al pasamanos. Eso sí, necesitaremos ayuda de alguien que nos sujete la muleta o bastón que hemos soltado. ¿Por qué se hace así?¿Por qué se sube primero con la pierna buena y se baja primero con la lesionada? Después de haber visto los vídeos, es fácil darse cuenta. Si os fijáis, al subir las escaleras primero con la pierna buena es ésta la que hace el mayor esfuerzo de doblarse y estirarse, cargando con el peso del cuerpo y empujándolo hacia arriba. Es por esto que debe ser la pierna sana la que suba primero. Al bajar, ocurre lo mismo: es la pierna sana la que realiza el esfuerzo de flexión y extensión para hacer que el cuerpo descienda sin peligro al escalón inferior. Es decir, que se hace así porque es la forma de que la pierna dañada trabaje menos. Ésta permanece extendida la mayor parte del tiempo, tanto al subir como al bajar los escalones, y sin soportar peso. El esfuerzo se reparte entre las muletas o bastones y los brazos. Otro vídeo de demostración. En este caso de subir y bajar escaleras: Aquí un vídeo más largo, donde se explica la subida y bajada de escalones y las consecuencias de no hacerlo adecuadamente: Unos consejos para usar muletas- Nada de prisas. Nada de saltos. En los vídeos podéis apreciar que se pueden subir y bajar escaleras de forma rápida y segura sin tener que recurrir a dar saltos o andar a trompicones. - Descansos frecuentes. No hace falta que subas o bajes todo un tramo de escaleras de golpe. Prueba a subir o bajar sólo 3 ó 4 escalones y haz un pequeño descanso. Así, a la larga, te cansarás menos y aprenderás a hacerlo cada vez mejor. - Mantente en forma. Los brazos y la pierna sana hacen mucho esfuerzo, sobre todo en desplazamientos largos. No está de más que hagas un poco de ejercicios para brazos o también para piernas para fortalecer la musculatura y ayudar a que los desplazamientos sean más sencillos. Aquí tienes unos ejemplos prácticos de ejercicios para cuádriceps y rodilla, con vídeos incluidos. Otras referenciasAquí tenéis otras webs con explicaciones y dibujos sobre el uso de muletas. |
Altura y uso correcto de Muletas y Bastones
Una duda extremadamente frecuente que he observado en mi experiencia profesional es cómo resolver el misterio de cómo regular correctamente la altura de las muletas y bastones. Otra duda frecuente es ¿en qué lado se coloca la muleta cuando usamos una sola?. Si nadie se entretiene en explicarlo correctamente, es normal que no se regulen bien. Para evitar esto, vamos a explicar esta y otras dudas en el texto.
Diferencia entre muletas y bastones.En primer lugar, vamos a situarnos un poco. Lo que aquí en España llamamos 'muletas' realmente recibe el nombre de 'bastones ingleses'. Las muletas son las ayudas técnicas que cuentan con un soporte sobre el cual apoya la axila. Estas son de uso muy corriente en muchos países de Europa y en Estados Unidos. Más información y detalles sobre ayudas técnicas en este enlace. Bastones ingleses Bueno, aclarado esto, decir que en este artículo utilizaremos indistintamente los términos de muleta y bastones, puesto que ambos son ayudas técnicas para caminar y las normas para regular la altura de la empuñadura es idéntica en ambos casos. Ahí van dichas normas para regular la altura y usar las muletas o bastones: 1. Caminar con dos muletas o bastones (fase inicial, sin apoyo de la pierna afecta)Por ejemplo, cuando se ha sufrido una fractura o en las etapas iniciales de un esguince de tobillo, lesión de rodilla... y no se puede apoyar la pierna lesionada. Si nos indican que no podemos apoyar, parece elemental, pero hay personas que necesitan que se les deje bien claro: esto quiere decir que, bajo ningún concepto se puede apoyar, puesto que el apoyo provocará dolor y, en el peor de los casos, puede agravar la lesión.
Si nos llevamos las manos a los bolsillos, tocando por los laterales de la cintura, notaremos una 'bola'. Esa 'bola' es la articulación de la cadera (más concretamente, el relieve óseo conocido como trocánter mayor). Sabremos que estamos tocando lo que debemos porque el trocánter se moverá cuando movamos la pierna. En esta imagen podemos observar: A) La pelvis. B) La articulación de la cadera. C) El trocánter mayor. Esta es la 'bola' que tenemos que palpar para tomarla como referencia. Pues bien, la empuñadura de la ayuda técnica, ya seamuleta, bastón, andador...- que vayamos a usar, tendrá que estar justo a esta altura.
En esta situación, las muletas o bastones no tienen que ayudar a realizar la marcha normal: hay que emplear una marcha modificada, donde el pie lesionado no apoyará. Por lo tanto, ese pie tiene que ir elevado del suelo. Para esto, dos consejos: - Utilizar en el pie de apoyo un calzado cómodo, firme y que no tenga suela baja. Esto favorecerá que el otro pie, al no llevar calzado -si va con yeso o férula-, quede algo más corto, con lo cual, es más fácil evitar su apoyo. - Regular la altura del bastón para que quede a nivel del trocánter mayor de la cadera o tal vez un poco más alta. Al quedar ligeramente más alta favorecerá que el cuerpo no se incline adelante, evitando así que el pie lesionado se aproxime al suelo. 2. Caminar con dos muletas o bastones (con apoyo parcial de la piena afecta)Por ejemplo, en el caso de un esguince de tobillo o una lesión de cadera o rodilla que ya esté bastante curada y permita apoyo parcial.El uso de las muletas será para favorecer una marcha normal; es decir, ambos pies van a ir alternándose para caminar, apoyando en el suelo, sólo que las muletas ayudarán a soportar el peso del cuerpo, para disminuir el peso cargado por la pierna afecta. La marcha tiene que ser lo más parecida a lo normal, sin saltos, 'pata coja', inclinarse hacia adelante... Algunas personas tienen verdaderos problemas para realizar una marcha coordinada utilizando muletas. Es bueno que se dedique tiempo a practicar bien y se corrijan errores, puesto que una marcha mal realizada va a probocar dolores, molestias, sobrecargas y otras incomodidades. 3. Caminar con una sola muleta o bastón.Esto sería ya para una fase avanzada de la curación (seguimos con el ejemplo del esguince de tobillo, fractura, lesión de rodilla...). Estamos en una situación donde las dos muletas entorpecen la deambulación, pero la pierna lesionada todavía no puede soportar el peso completo del cuerpo. Un error o descuido frecuente es que a veces no se sabe en qué mano hay que usar la muleta. Podríamos pensar, ya que vemos tanto 'House M.D.' que hay que usar la muleta o bastón en el mismo lado que la pierna lesionada. Así, al apoyar la pierna lesionada, apoyamos el bastón para que ayude. Bueno, pues esto no es correcto. House lo hará así bien por el dolor o bien porque sencillamente esa pierna no tiene fuerza y el bastón tiene que suplir la falta de capacidad de esa pierna para apoyar (o porque es una serie de ficción y así queda más dramática y resaltada la cojera del personaje). Actualización: Muy en la línea de lo comentado en este texto: Hugh Laurie lesionado por la cojera del Dr. House, una prueba más de que caminar con el bastón del lado de la pierna lesionada no trae más que problemas.
Si lo pensamos un momento, tiene mucho sentido: al caminar, los brazos se mueven al contrario que las piernas; por lo tanto, coinciden adelante la mano de un lado y el pie del lado contrario. De esta manera, si situamos el bastón en la mano contraria a la pierna lesionada, nos aseguramos de que, cuando la pierna esté delante, la mano del bastón estará también delante, y se repartirá el peso del cuerpo entre la pierna afecta y el brazo con bastón. Es la manera de realizar una marcha muy parecida a la normal sin realizar excesivo esfuerzo con la pierna todavía lesionada. Demostración en vídeo.Si quedara alguna duda, en este vídeo se solucionan casi todas. Es un poco largo (algo más de 9 minutos) pero lo explican muy bien. Entre los minutos 3 y 5 se expone casi todo lo dicho en este artículo. ¿Alguna vez habéis usado muletas o bastones? ¿Conocíais estos consejos para su uso?Bonus: Subir y bajar escaleras utilizando muletas o bastones.Si regular la altura y utilizar las muletas/bastones en terreno llano requiere su explicación, ni que decir tiene que la dificultad aumenta a la hora de subir y bajar escalones. Para realizar correctamente la técnica y evitemos sustos y accidentes, he creado un nuevo artículo donde se explica de forma muy práctica y con multitud de vídeos de ejemplo. Aquí lo tenéis: |
Hacia el Machu Picchu a bordo del Orient Express
Hacia el Machu Picchu a bordo del Orient Express
Sergi Reboredo
13 Abril 2011
Cien años después de que Hiran Bingham descubriese el Machu Pichu, sus paisajes sobrecogedores a más de 4.000 m de altitud, las ciudades incas cubiertas de vegetación o las islas flotantes sobre el lago Titicaca conforman todavía el destino soñado por miles de viajeros de todo el mundo. Más todavía si se le añade el toque de elegancia y romanticismo de los míticos trenes Orient Express.
Cuzco, el ombligo del mundo
Ya lo decía Javier Reverte en uno de sus libros: “Desde hace una semana soy de nuevo ese pájaro libre sin identidad precisa que es cualquier viajero, alguien que se asombra ante todo cuanto acontece a su alrededor”. Estas palabras describen con exactitud las sensaciones del viajero al llegar a Cuzco. Sus calles empedradas transportan varios siglos atrás, cuando Manco Cápac fundó la ciudad que sería la capital sagrada de los incas, el Dorado de los conquistadores y un gran centro barroco. Hoy, para la mayoría no es más que una parada en el camino que conduce a Machu Picchu. Sin embargo, para los incas, Cuzco siempre fue el ombligo del mundo, un lugar de culto y peregrinación, el centro del universo que una vez fue capaz de organizar a más de 100 pueblos diferentes, levantando construcciones que todavía asombran por su elegancia y perfección.
Cerca de la ciudad se encuentra el valle del río Urubamba, conocido como Valle Sagrado, y las ciudadelas incas de Pisac y Ollantaytambo. El mejor día para visitar Pisac es el domingo, cuando se celebra en sus calles el mercado más colorista del país. Dividido en dos partes, en una se vende toda clase de frutas, verduras y productos del campo, y en la otra, artesanía regional: tapices, ropas e instrumentos musicales que compiten en vistosidad con los trajes tradicionales de los habitantes de las montañas que bajan a comerciar, tal y como lo hacían sus antepasados.
Igual de intemporales son las minas de sal preincas de Maras. De un pequeño riachuelo mana lentamente el agua necesaria para inundar las terrazas de la ladera de la montaña. En poco tiempo el agua se evapora y deja un rastro de sal que después se dará al ganado para compensar su dieta pobre en minerales. No muy lejos se encuentra Moray, conocida por sus bancales en terrazas que, según dicen, los incas usaron como laboratorio para experimentar las condiciones óptimas de cultivo.
A bordo del Orient Express
La estación de Poroy se encuentra en las afueras de Cuzco, y es el punto de partida del mítico tren de las películas europeas de espías: el Orient Express.
Un grupo de bailarines que danzan al ritmo de sonidos melódicos y una copa de champany de bienvenida despiden en el anden a los pasajeros que parten hacia la ciudad perdida de Machu Picchu. El tren lleva el nombre de Hiram Bingham en un sentido homenaje al que fue descubridor científico del secreto inca mejor guardado. Justamente este año, el 23 de julio, se cumplen 100 años de ese momento histórico.
Dejamos atrás la estación a las 9 h de la mañana con puntualidad suiza. El color dorado de los campos de maíz va cambiando hacia el verde de las montañas conforme se avanza en el camino. En el interior del tren todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, incluido el apetitoso brunch de 3 platos.
Al cabo de un rato vemos el sendero que conduce hacia el Camino del Inca, entrada a la ciudad perdida, por el que transitan los excursionistas que han decidido realizar el trayecto a pie. A las 12:30 h el tren llega a la estación de Aguas Calientes, final del recorrido. Ahora es cuando comienza la verdadera aventura.
Machu Picchu, ciudad perdida de los incas
Tras un corto viaje en autobús, accedemos a las entrañas del corazón de los incas. Machu Picchu, que signi- fica “Montaña Vieja”, luce imponente en medio de un grupo de verdes elevaciones situadas al sur del Perú, a 2.400 m sobre el mar, en una zona semitropical de elevada temperatura.
Existen muchas teorías sobre Machu Picchu, pero su significado sigue siendo un enigma y los saqueadores, los primeros exploradores y el tiempo han acabado por borrar las evidencias de lo que pasó. Aun así, los restos hallados de las 200-500 personas que se cree que lo habitaron indican un porcentaje elevado de afectados por la sífilis —enfermedad que según todos los indicios, ya existía antes de que los españoles llegaran— por lo que podría ser que una epidemia acabase con ellos.
Los viajeros pueden visitar todavía algunas de las edi- ficaciones que pudieron ser habitadas por los miembros de la realeza y otras, de paredes menos gruesas y ornamentadas, donde habitaban las clases plebeyas.
De todas las construcciones del complejo, llama especialmente la atención el Templo del Sol, que tiene la peculiaridad de que dos de sus ventanas están orientadas a puntos diferentes del horizonte coincidentes con los primeros rayos de sol que entran de manera directa el día del solsticio de invierno y el del solsticio de verano, es decir, el día mas largo y más corto del año.
Los guías locales explican que el primero en llegar al Machu Picchu fue el cuzqueño Agustín Lizárraga, el 14 de julio de 1902. El explorador estadounidense, Binghan, lo hizo 9 años después, el 24 de julio de 1911, guiado por un niño campesino durante una expedición financiada por la Nacional Geographic Society y la Universidad de Yale. Pero el sabía, y así lo plasmó en su diario, que el verdadero descubridor había sido una persona que vivía en el cercano pueblo de San Miguel, Agustín Lizárraga. En cualquier caso, la Universidad de Yale se llevo a Estados Unidos 46.332 piezas halladas por el explorador americano. Según parece, después de arduas negociaciones, comenzarán a ser retornadas a Cuzco este mismo año.
Andean Explorer, viaje romántico al Titicaca
A las 8 h ya está todo listo en la estación de Huanchac para que el tren deje atrás Cuzco, rumbo a Juliaca, puerta de acceso al lago Titicaca. A través de las ventanillas empañadas por la escarcha vemos cómo se evapora la lluvia caída la noche anterior sobre los adoquines.
El jefe de la estación hace sonar su silbato y mueve una bandera de un granate descolorido. El tren comienza a deslizarse suavemente por las vías. Durante la primera parte del trayecto, las vías férreas discurren paralelas al río Huatany y los campos verdes se suceden, salpicados de bosques de sauces y arboledas de eucaliptos. Es sábado y algunos feligreses se aglutinan en las iglesias levantadas casi a pie de vía, mientras otros se acercan al mercado de madera.
Algunos pasajeros se instalan en el último vagón que funciona como mirador acristalado y tiene la parte posterior descubierta. Allí mismo el camarero del bar prepara pisco sour en la coctelera, la bebida típica del Peru que combina pisco, limón, jarabe de goma, clara de huevo, hielo y un par de gotas de amargo de angostura.
Antes de llegar al lago Muina, el tren gira a la izquierda cruzando el valle para llegar a Rumicolca donde una gran puerta de piedra permitía a los incas controlar a todo aquel que venía desde el este. También pasa junto a la iglesia de Andahuaylillas, una de las joyas de la corona del Cuzco colonial, que cuenta con una magnífica serie de pinturas murales de temas religiosos. El paisaje que desfila por las ventanas dibuja campos de trigo que confieren una atmósfera dorada de sabor idílico y evocador. Una de las tareas principales de la gente que vive en estos parajes es la de cultivar el campo, o como ellos lo llaman, la chacra. Hasta la mitad del siglo pasado la isla estaba divida en haciendas dominadas por terratenientes que fueron expulsados. Hoy, en esas tierras se cultivan patatas, cebadas y el cereal de los incas, la quinoa.
Al llegar a las suaves llanuras andinas vemos vicuñas y alpacas pastando, y las laderas de las montañas en las que se apelotonaban las casas de madera y hojalata cerca de Cuzco se transforman en agrestes montículos en los que apenas crece la vegetación.
Llegamos a Juliaca con los últimos rayos de luz. El sol que ha calentado el ambiente durante todo el día deja paso a una brisa suave y gélida que nos recuerda que superamos los 3.800 m de altitud. Un coche nos espera en la estación para llevarnos hasta Llachón, el encantador pueblo de la península de Capachica que será nuestro centro de operaciones. Estamos en el altiplano peruano, con sus pequeñas islas flotantes realizadas con cañas de totora sobre el lago Titicaca, en las que viven los uros. Y nos espera el valle del Colca sobre el que vuela majestuosamente el cóndor andino. Todo un mundo por explorar…
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