jueves, 2 de febrero de 2012

El año de las ciencias sociales y humanas


El año de las ciencias sociales y humanas

1. Introducción
En varias ocasiones he asistido a presentaciones o leído balances de los principales acontecimientos ocurridos recientemente, algo habitual cuando un año natural está próximo a terminar. El orador o redactor se esfuerza por recopilar de fuentes diversas lo que, a su juicio, merece un comentario, pocas veces crítico y en la mayoría de los casos meramente enumerativo. No es raro que tal autor cite el éxito de Amazon y su Kindle, fruto de la visión empresarial de Jeff Bezos, o nos obsequie con un repaso de la carrera del fallecido Steve Jobs y sus continuadas innovaciones iSomething. Su experiencia personal con esta gente o con los desarrollos comentados es escasa o nula, siempre de segunda mano y lamentablemente termina ofreciendo muy poco valor añadido.
Al contrario de lo comentado, este ThinkEPI tiene un perfil claramente personal, de alguien que a lo sumo se encontró una vez en un congreso con Tim Berners-Lee, aunque no cruzara palabra con él. Se trata de presentar experiencias individuales, posiblemente sesgadas, ya que son fruto de un trabajo en áreas concretas (cuantitativas) de la disciplina, y opiniones personales fruto del uso continuado u ocasional de algunas de las tecnologías emergentes o ya consolidadas. Más importante: me niego a ser un simple relator, y deseo exponer con rigurosidad, y cierta dureza, mi opinión constructiva (insisto, personal, nunca institucional) sobre algunos aspectos y desarrollos que estimo desafortunados o incluso dañinos para nuestra profesión.
2. La universidad está desconectada de la profesión
Nuestra disciplina, de difícil definición, lastrada quizás por tópicos populares que aún se perpetúan tanto en los medios como a la hora de establecer prioridades de gasto en épocas de crisis económica, sigue buscando su hueco en la sociedad actual. Las esperanzas depositadas en el esfuerzo desarrollado desde la academia para promover un encaje más adecuado en el mercado laboral han sido ampliamente defraudadas. No podía ser de otro modo, cuando se ha renegado del estatus tecnológico de las ciencias de la información, correctísima terminología usurpada por terceros, y se debate si incluir nuestros estudios entre los de ciencias sociales o incluso, tamaña barbaridad, entre las humanidades.
Aceptar advenedizos de otras áreas buscando plaza funcionarial en nuestros claustros tiene esas consecuencias. La victoria será, sin embargo, pírrica, pues la tibetización universitaria que aísla la disciplina de los avances tecnológicos, de las innovaciones empresariales o de las exigencias de los empleadores no ha sido asumida (¡por razones obvias!) por la profesión en ejercicio, que cada día se muestra más dinámica y abierta. Sirva, como ejemplo, la diferencia entre los programas docentes en la mayoría de las universidades y los títulos y contenidos de los artículos de El profesional de la información o del Anuario ThinkEPI.
3. Investigación menos exigente
La situación es incluso más grave pues afecta no sólo a la misión docente sino también, y posiblemente de manera más preocupante, a la misión investigadora. En una decisión polémica, bien recibida entre ciertas castas, la Agencia nacional de evaluación y prospectiva (ANEP) ha rebajado la exigencia de calidad de las revistas científicas en las áreas de ciencias sociales y humanidades. Ahora prácticamente cualquier publicación periódica española de estas disciplinas es aceptable, basta con que aparezca en alguno (cualquiera) de los índices nacionales construidos al efecto. Y en ellos cabe casi todo, pues se relajan las exigencias, confundiendo aspectos formales con calidad de contenidos, reinterpretando el significado y alcance de la revisión por pares y cerrando los ojos ante prácticas aberrantes o directamente poco éticas. Entre ellas citaremos
- apropiación y refrito de trabajos de terceros (plagio, es decir hurto de ideas),
- multiplicación abusiva de los mismos artículos,
- duplicación de esfuerzo por desconocimiento de la bibliografía en otros idiomas (poca profesionalidad) y
- publicación de resultados falsos o incompletos, incorrectamente analizados o sin discusión propiamente dicha (directamente una estafa).
Obviamente no se puede generalizar, pues no siempre se confunde opiniones (todo el mundo es un par, lo cual es falso) con impacto real, pero las consecuencias globales a medio plazo van a ser muy negativas, ya que todos los sectores se verán afectados:
- los autores, por la competición de colegas mediocres,
- los editores, obligados a aceptar títulos menores,
- los revisores, por la presión de los editores, y
- los gestores, por la presión de los “colegios invisibles”.
En las humanidades esto significa el triunfo del comentarista cultural sobre el investigador científico, de la erudición sobre el metódico análisis de la evidencia, del poeta sobre el organizador del conocimiento. No pretendo menospreciar ni denigrar la aportación de los primeros, pero creo que la publicación científica merece un respeto que la actuación confusa o manipulada de ciertos actores involucrados en los procesos de evaluación “sensu lato” está ignorando.
Esta posición puede parecer extrema o poco representativa, ya que la endogamia prevalente se autootorga una amplia mayoría. Pero esto es fruto de la ignorancia que se revela palpablemente cuando se comprueba el impacto de los rankings de universidades. El nuevo Ranking de Leiden excluye explícitamente las humanidades, elimina (por defecto en la opción estándar) las publicaciones en otros idiomas diferentes del inglés y le otorga el máximo peso a los resultados en la élite: el 10% superior de las publicaciones.
http://www.leidenranking.com
4. Hay que ver lo que se nos viene
Y para competir en esta nueva arena ya se están fusionando las universidades (en Suecia, Finlandia, Holanda y en nuestra vecina Francia), proceso que en pura lógica requerirá también de la desinversión de aquellas disciplinas menos productivas según estos nuevos criterios. Posiblemente se achacará a la crisis o a alguna mano negra la ruina de muchas disciplinas, pero es todo el colectivo el culpable si mediante la oportuna autocrítica no reniega de las políticas “proteccionistas”.
Permítaseme ofrecer algunos casos concretos, ya que los citados cambios no acaban de permear en nuestra disciplina:
Frente a la explosión del número de publicaciones periódicas mediocres (alentadas por su aceptación indiscriminada en los infames índices comentados), se ignora la génesis, composición e influencia del nuevo Book citation index, de Thomson reuters, al que una vez comprobadas las consecuencias de su implantación muchos maldecirán, pero que apenas se preocupan ahora de adoptar la medidas que permitan aprovechar sus características y disminuir su impacto negativo mediante la creación de series, la adopción de los estándares formales y la formación de comités editoriales internacionales.
Tal vez es demasiado pronto para valorar la reciente aparición del Google scholar citations y del Microsoft academic search, las alternativas gratuitas a WoS/Thomson yScopus/Elsevier. Las críticas arrecian desde los chiringuitos bibliométricos (augurando la destrucción de un nicho de mercado copado por monopolios abusivos), pero muchas comunidades científicas (especialmente las de ciencias de la computación) están francamente encantadas con algunas de sus características.
Asimismo, ciertos sectores del movimiento de acceso abierto parecen estar quedándose atrás. Primando la interoperabilidad y el intercambio estandarizado, se está olvidando proporcionar valor añadido a los repositorios institucionales, que corren el peligro de aislarse de la comunidad a la que sirven. El afán por poblar los repositorios ha llenado éstos de material poco relevante y empiezan a ser palpables ciertas prácticas abusivas. Todo ello sin que dichos contenidos terminen de representar una fracción significativa del total de la producción (salvo en el caso de las tesis).
Y ahora, antes de resolver estos problemas, se lanzan las iniciativas de depósito de datos, un reto tecnológico más complejo aún. Uno de los valores añadidos reclamados con insistencia es la disponibilidad de estadísticas. De hecho se pretende ir más allá e incorporar verdaderos indicadores, que dada la especial naturaleza de los contenidos no serán ya sólo bibliométricos.
5. Aprovechar las redes sociales
Es el nacimiento de la Altmetría, es decir de los indicadores alternativos, que en una traducción muy libre podríamos identificar como web2metría. Todo el mundo habla de la Web 2.0, de su impacto y utilidad, pero se está respondiendo al nuevo reto con recelo o inmovilismo, cuando no rechazo.
Ciertamente, las redes sociales no han penetrado nuestra disciplina de forma adecuada (debido quizá al oligopolio de Facebook, quizá una herramienta demasiado generalista), pero en una profesión muy ligada a los usuarios finales, un meta-especialista como el “community manager” puede tener un nicho importante incluso en la academia.
Ese “nuevo” especialista que garantiza la continuidad del intercambio de información, liberado de las ortodoxias de la disciplina y por tanto más flexible en su actuación y dinámico en sus respuestas, tiene en sus manos herramientas adecuadas. Y aunque las redes sociales profesionales como Academia.eduResearchGate o LinkedIn no son perfectas, se pueden complementar con blogs (que todavía mantienen su interés), wikis o las interesantes propuestas del “social bookmarking” (Delicious, pero sobre todoMendeley, complementado quizá con Zotero), que ya han logrado cierta masa crítica.
La nube sigue siéndonos un tema remoto, más aún cuando se suceden las noticias sobre sus problemas de seguridad. Sin embargo es indudable que ofrece muchas ventajas, tanto a nivel institucional como individual (no hay que olvidarse de DropBox). PoblarSlideShare (¿alguien ha felicitado a Daniel Torres-Salinas al efecto?) es también tarea a considerar.
Y puesto que es moda, y para cerrar el círculo abierto al principio, permítanme terminar hablando de Apple: aunque en España es más habitual ver eBooks, éstos resultan en su actual configuración bastante inadecuados para consultar pdfs de artículos científicos (sobre todo si tienen muchas tablas grandes). Para este último fin, las tabletas (la iPad ya es muy ubicua fuera de nuestro país) son mucho más adecuadas, aunque tienen pocas aplicaciones decentes todavía y se quedan (muy) cortas de memoria. Sin embargo, la característica que más aprecio es el encendido instantáneo, ahí es donde han dejado obsoleto mi miniportátil.
Cómo citar este artículo:
AguilloIsidro F.. “El año de las ciencias sociales y humanas”. Anuario ThinkEPI, 2012, v. 6, pp. ¿¿-??.

Rebelarse contra la relevancia: cómo encontrar lo que buscamos y no lo que Google cree que buscamos


Fuente: http://www.thinkepi.net/rebelarse-contra-la-relevancia-como-encontrar-lo-que-buscamos-y-no-lo-que-google-cree-que-buscamos?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+thinkepi+%28ThinkEPI%29&utm_content=Yahoo%21+Mail

Rebelarse contra la relevancia: cómo encontrar lo que buscamos y no lo que Google cree que buscamos

Las políticas comerciales de Google están incidiendo negativamente en la pertinencia de los resultados de las búsquedas. Esto se debe a que el concepto de relevancia ha cambiado en aras de la personalización de los resultados, algo que perjudica directamente a la búsqueda objetiva, la que se realiza desde los centros de información. Priorizar los resultados que los buscadores consideran que se ajustan a nuestras preferencias dificulta la verdadera pertinencia de las consultas, la que obtiene resultados precisos y que responde a la intención de la búsqueda.
Google siempre destacó por su eficiencia, algo por lo que consiguió situarse como la herramienta por excelencia para la recuperación de información disponible en internet1. Los sucesivos cambios en los algoritmos de recuperación y la anunciada orientación de los resultados hacia las preferencias personales repercuten directamente en las estrategias de interrogación que se deben emplear para conseguir resultados objetivos y, por tanto, localizar los datos o archivos que realmente se necesitan.
La relevancia ya no consiste en ofrecer los resultados que se corresponden con lo que buscamos, sino lo que lo que las herramientas que empleamos para buscar información estiman que es lo que más se ajusta a nuestras supuestas preferencias, junto a aquello que creen que nos puede interesar en virtud de nuestro perfil: noticias, fotos, vídeos, etc. No se ofrece lo que buscamos, sino lo que se cree que buscamos. Pero, cuando se busca información desde servicios bibliotecarios de referencia o desde cualquier unidad documental, la recuperación debe estar lo más alejada posible de preferencias personales.
Los profesionales de la información deben ser expertos en recuperación de información, por lo que tienen que ser conscientes de que las lógicas de los buscadores han cambiado y de cómo ahora nuestras competencias pasan por conseguir identificar relevancia con pertinencia, no con preferencias. En definitiva, se trata de saber que, si empleamosGoogle, la forma de buscar debe ser diferente, más elaborada, porque distintos son ahora los resultados, menos objetivos.
Periódicamente Google informa de los cambios en sus algoritmos de recuperación2, cada vez más orientados hacia la personalización de los resultados, buscando ajustarse a las preferencias de quien realiza la consulta, es decir, a lo que Google cree que nos interesa basándose en la información que tiene de nosotros. Además, las nuevas políticas de privacidad de Google3, que tendrán efecto desde el 1 de marzo de 2012, buscan profundizar aún más en la obtención de resultados subjetivos, al unir la información que, como usuarios de cuentas de Google, hemos dejado en sus servicios: contenidos de nuestros correos electrónicos en Gmail, vídeos vistos en YouTube, historial de búsqueda almacenado, canales RSS en Google reader, perfiles de Google+ y conexiones en redes sociales, aplicaciones Android descargadas, etc.
Las nuevas políticas apuntan a un proceso de “desdoscerización”, donde la inteligencia colectiva sigue siendo un motor de la Web, mayor todavía con las posibilidades de la comunicación móvil, pero donde las preferencias interesan como mercado potencial, como escaparate de tendencias, necesidades que cubrir y productos que vender.
La denominada por la empresa Google como “experiencia Google para los usuarios”, de evidente inspiración mercantil, es contraria en principio a lo que podemos etiquetar como “experiencia Google para profesionales de la información”, quienes siempre deben partir del principio de objetividad en la recuperación de la información. La parte positiva es que estos cambios devuelven el protagonismo a los expertos en información, obligados a dominar la extracción de información de forma adecuada.
Ahora ya no se trata de conocer todos los operadores y sus combinaciones, sino que lo importante es entender cómo funciona Google para personalizar la consulta, no los resultados de las consultas, para buscar de forma precisa, para que la relevancia sea igual a la pertinencia y para que lo encontrado se corresponda con la buscado. Hagan la prueba y busquen, por ejemplo, la nueva edición de un informe de un organismo.
Si realizamos la consulta basándonos en la experiencia de usuario de Google, encontraremos noticias, páginas creadas hace tiempo, imágenes, productos en venta o conversaciones de redes sociales, por lo que se hace necesario filtrar la información desde el inicio, empleando las herramientas avanzadas que tanto Google como los navegadores y otras aplicaciones permiten; para ello, en este artículo se ofrecen algunos consejos para profesionales de la información que quieran rebelarse contra el falso concepto de relevancia y encontrar de forma ágil lo que se esté buscando.
Diez consejos para la recuperación objetiva de información
1. Busca de forma anónima. El anonimato debe ser el punto de partida. Es aconsejable realizar las consultas sin sesiones abiertas con cuentas de Google. Si se accede a un buscador o servicio previa identificación, las consultas se irán almacenando y paulatinamente los resultados se irán ajustando al historial de búsquedas. Si se busca algo diferente, se tardará más en encontrarlo, ya que al personalizarse los resultados, Googlesiempre intentará ofrecer lo más parecido a las búsquedas anteriores. No conviene buscar con cuentas de Google abiertas, aunque siempre se pueden eliminar los resultados acumulados, como se mostrará más adelante.
2. Usa la búsqueda avanzada. Los formularios en los que se combinan los términos de búsqueda para ajustar los resultados son un recurso esencial. El hecho de que sean sistemas clásicos no los convierte en obsoletos y siguen siendo la mejor forma de diseñar estrategias de interrogación. Aunque está activa, Google ya no enlaza claramente su útil “búsqueda avanzada”, que permite delimitar aspectos como consultar por frases, limitar los resultados a servidores específicos o elegir el formato de la información buscada. En recientes cambios de la interfaz principal de Google se eliminó el acceso directo a esta herramienta, que está disponible en:
http://www.google.es/advanced_search
3. Usa operadores de precisión. El valor de los operadores para la recuperación pertinente no es tampoco nada nuevo y está en la base de cualquier buscador eficaz. No obstante, ante los constantes cambios en los algoritmos de Google, cada vez se hace más necesario completar la consulta con algunos operadores, especialmente con aquellos que permiten realizar búsquedas literales (texto entre comillas), limitar la consulta a servidores concretos (site:servidor), elegir formatos de archivo (filetype:tipo de archivo) o excluir términos (-término1 – término2). La información sobre los operadores de Google, en especial los empleados en la búsqueda avanzada, se puede conocer desde su página de ayuda:
http://www.google.es/intl/es/help/features.html
4. Usa los filtros. Google ofrece diversas opciones para seleccionar páginas alojadas en servidores de un área geográfica, en una lengua o en una fecha, por ejemplo. Estas posibilidades se ofrecen en un menú lateral y son útiles para delimitar los resultados. Por defecto, ofrece datos cercanos a nuestra ubicación, por lo que conviene modificar esta información por un área global. De igual forma, Google permite seleccionar tipos de información: noticias, imágenes, libros digitalizados, etc., a partir de un menú que muestra en la parte superior de los resultados. El uso de los filtros se realiza de forma posterior a una consulta; en primer lugar, se debe ejecutar una búsqueda a través del formulario inicial de Google, para después filtrar los resultados con las diferentes opciones del menú lateral, precisando fechas, idiomas o lo que se considere, o del menú superior, limitando la consulta a imágenes, vídeos, libros o el formato de la información que necesitemos.
5. Usa la búsqueda textual. La relevancia, tal como la entienden los profesionales de la documentación, pasa por ajustar los resultados a los términos de búsquedas. El algoritmo de recuperación de Google se fue alejando de este principio pero, consciente esta empresa de que era necesario articular un sistema para localizar información por términos, en noviembre de 2011 puso en funcionamiento Verbatim4, que sirve para obligar a que la recuperación de los términos buscados se realice de forma textual, dando prioridad a las palabras sobre las preferencias. La opción “Verbatim” se encuentra en el menú lateral de los filtros de los resultados de una consulta, bajo las opciones “Más herramientas – Todos los resultados”.
6. Elimina la información personal. Para conseguir la despersonalización de los resultados es necesario borrar cualquier indicio de nuestras consultas anteriores, aunque en casos de centros de información especializados puede ser de interés mantener preferencias de resultados. Tanto para eliminar la información completamente, como para mantener exclusivamente la que se considere pertinente, será útil consultar el panel de control deGoogle, donde se almacenan tanto el historial de consultas como la configuración de los servicios que empleemos. Desde este panel se ofrece la opción para modificar la información personal, borrar algunas páginas o eliminar el historial web de forma completa. El panel de control se encuentra en:
http://www.google.com/dashboard
7. Elimina las preferencias de anuncios. Entre las novedades más discutidas del buscadorGoogle está la personalización de la publicidad que se ofrecerá junto a los resultados de las consultas y que se modificará en función de nuestras preferencias. Si bien esta estrategia comercial es incontestable, sin embargo repercutirá en los resultados, que también se verán orientados hacia nuestros gustos o anteriores consultas. Para conseguir resultados limpios de información personal, lo más conveniente es que no se conozcan nuestras preferencias. Google nos facilita esta operación, permitiendo desactivar la generación de la cookie que alberga estos datos o accediendo a las preferencias almacenadas, desde donde pueden ser borradas. El administrador de preferencias de anuncios de Google está en:
http://www.google.es/ads/preferences
8. Elimina el historial del navegador. Los navegadores permiten que se eliminen los datos de navegación, ya sea el historial de las páginas vistas, las cookies que se han ido cargando en la sesión, las contraseñas empleadas u otros datos almacenados durante el uso del navegador. A menudo las páginas visitadas se toman como fuente de información para posteriores resultados, por lo que, si queremos realizar búsquedas anónimas, es aconsejable bien configurar el navegador para que elimine toda la información al término de cada sesión o bien realizar una limpieza manual de los datos de las consultas: historial, caché, cookies, preferencias, autocompletar, etc.
9. Vacía la memoria caché. Para una eliminación integral de la información personal, datos de páginas visitadas o cualquier otra actividad realizada con los dispositivos que empleemos para buscar información, el complemento idóneo es el borrado de la memoria caché de la CPU, donde se almacenan rutinas de las aplicaciones y datos de navegación. No se trata de una operación directamente vinculada con la mejora de resultados de las consultas en sistemas automatizados, pero  vaciar esta memoria permite iniciar búsquedas asegurándose de que no hay datos almacenados que interfieran en la posible personalización de los resultados. Un programa gratuito con probado rendimiento para el borrado de la memoria caché y las rutinas innecesarias es CCleaner, que se puede descargar desde:
http://www.piriform.com/ccleaner
10. Diversifica los recursos de información. Hay fuentes específicas para cada tipo de información, por lo que un profesional no precisa partir siempre de buscadores para localizar aquellos datos o documentos que necesita. La formación y la experiencia enseñan a seleccionar las fuentes de información más útiles, que debemos organizar para acceder a ellas de forma ágil. Es esencial disponer de un sistema de administración de recursos, para los que son especialmente útiles los servicios de favoritos sociales (DeliciousDiigo) y los escritorios virtuales (NetvibesProtopages). Para la gestión de recursos de información cada vez son más recomendables herramientas como Zotero oMendeley, por su versatilidad para describir cualquier tipo de recurso y por las posibilidades de sincronización de los datos en servidores en la nube, en instalaciones locales o en aplicaciones móviles. Esto mismo ocurre con el navegador Mozilla firefox, que también es una opción para la gestión de los favoritos y la sincronización de los recursos en diferentes dispositivos.
Google es la herramienta de recuperación de información de mayor valor, pero su creciente adaptación de los resultados a criterios comerciales, basados en una supuesta adecuación de los enlaces ofrecidos a las preferencias de los usuarios, está dando como resultado que sea necesario filtrar la información, emplear con frecuencia operadores o modificar las consultas para conseguir los resultados que se buscan. El anonimato en la recuperación de la información es el medio para la consecución de resultados objetivos.Google quiere conocer a sus usuarios para afinar los resultados y darles mejor servicio, pero los profesionales de la información debemos conocer a Google para obtener los resultados que buscamos y para que este potente buscador esté a nuestro servicio.
Notas
1. Google explica su evolución mediante una nota en su blog oficial del 21 de noviembre de 2011, en las que incluye un vídeo y un gráfico con una línea de tiempo muy aclaratorios.
“The evolution of search in six minutes”.
http://insidesearch.blogspot.com/2011/11/evolution-of-search-in-six-minutes.html
2. Inside search: The official Google search blog, es el canal de comunicación desde el que se informa de las novedades del buscador:
http://insidesearch.blogspot.com
3. Google unificará el 1 de marzo de 2012 las políticas de privacidad de sus servicios, que los usuarios están obligados a aceptar si quieren seguir usándolos:
http://www.google.com/intl/es/policies
4. “Verbatim” fue presentado por Google el 15 de noviembre de 2011 en la nota de su blog titulada “Search using your terms, verbatim”.
http://insidesearch.blogspot.com/2011/11/search-using-your-terms-verbatim.html
Cómo citar este artículo:
Merlo-VegaJosé-Antonio. “Rebelarse contra la relevancia: cómo encontrar lo que buscamos y no lo que Google cree que buscamos”. Anuario ThinkEPI, 2012, v. 6, pp. ¿¿-??.

Ceguera post parto


Amaurosis postparto en una mujer con preeclampsia severa 
Postpartum amaurosis in a woman with severe preeclampsia.
Mourelo M, Álvarez M, Díaz JL, García T, Galeiras R, Freire D.
Indian J Crit Care Med [serial online] 2011 [cited 2012 Jan 20];15:227-9.Available
The maternal and perinatal fetal prognosis of preeclampsia depends on the gestational age of the fetus at onset, the severity of the disease, the quality of care, and the presence of pre-existent medical conditions. One of the uncommon effects of severe preeclampsia on the eye is sudden loss of vision. The present case report is of a woman with severe preeclampsia exacerbated by delivery that coursed with difficult-to-control arterial hypertension and reversible cortical amaurosis without impaired consciousness or seizures.
http://www.ijccm.org/temp/IJCCM154227-6110924_165829.pdf
http://www.ijccm.org/text.asp?2011/15/4/227/92077  
Informe de caso: Eclampsia de inicio tardío manifestada como ceguera bilateral cortical
Case report: Late-onset eclampsia presents as bilateral cortical blindness.
Gold KJ, Barnes C, Lalley J, Schwenk TL
Am Fam Physician. 2005 Mar 1;71(5):856, 858, 861.
TO THE EDITOR: Although preeclampsia is typically diagnosed in the prenatal period, we would like to describe an unusual case of late-onset eclampsia presenting postpartum as sudden bilateral cortical blindness. The patient was a healthy, 21-year-old black woman, gravida three, para one, with a previous normal pregnancy and no history of hypertension or preeclampsia. She had an unremarkable prenatal course and her blood pressure prenatally ranged from 98/62 mm Hg to 130/80 mm Hg one week before delivery. Urine protein was zero or trace at all visits. She delivered a healthy 2,670 g (5 lb, 8 oz) male infant at term. Blood pressures immediately postpartum were mostly 120s to 130s/60s to 70s mm Hg with occasional pressures of 140 to 150/80 to 90 mm Hg
http://www.aafp.org/afp/2005/0301/p856a.html
 
 
Amaurosis bilateral cortical en preeclampsia severa
Arlette Adauy E., Enrique Valdés R. Hugo Salinas P., Pamela Rojas M.a, Cristián Miranda M.
Rev Chil Obst Ginecol 2005;69;460-63
Resumen
Se presenta un caso clínico con diagnóstico final de preeclampsia severa que debuta con una complicación excepcional, la amaurosis bilateral cortical. Se discute esta presentación poco frecuente, realizándose una revisión actualizada.
PALABRAS CLAVE: Preeclampsia, eclampsia, amaurosis cortical
http://www.scielo.cl/pdf/rchog/v69n6/art09.pdf
 
 
Atentamente
Dr. Benito Cortes-Blanco
Anestesiología y Medicina del Dolor

La Feria Internacional del Libro en Taiwán muestra avances en lectura digital


La Feria Internacional del Libro de Taipéi 2012 abrió hoy sus puertas en Taiwán, con un repaso a la historia de la lectura y los últimos avances en libros digitales y su almacenamiento en internet.
Entre los países participantes, destacan España, MéxicoPerú con libros editados en español, inglés y otros idiomas, y también Francia, Alemania, Australia, JapónEstados Unidos, Corea del Sur, Italia y China.
En la primera jornada, los organizadores destacaron la llamada "lectura verde" o "lectura ecológica", para ahorrar papel y evitar la tala de árboles, por medio de las nuevas tecnologías y el reciclado.

El lema de este año en la feria, una de las principales en su género en Asia, es "la lectura ha evolucionado", y en su principal pabellón muestra las últimas tendencias en lectores de libros electrónicos, formatos y almacenamiento en la internet por medio de la computación en nube.

Hay exposiciones especiales dedicadas a libros de literatura, tecnología, religión, los viajes, comercialización y educación infantil, y las principales editoriales mundiales muestras sus últimas novedades.

La muestra ha sido organizada por la Oficina de Información del Gobierno, la Fundación de Libros de Taipei , el Ayuntamiento de Taipei y el Consejo para el Desarrollo del Comercio Exterior de Taiwán, y dura seis días.
(Agencia EFE)

El nuevo arte de cazar libros


Se ha celebrado en Nueva York la Digital Book Expo, donde cientos de editores y escritores se han lanzado a pintar un futuro brillante para la edición digital en los próximos años en Estados Unidos. La verdad es que las editoriales americanas están haciendo un esfuerzo para adaptarse a los nuevos tiempos, siendo laseditoriales independientes las que ven nuevos nichos de mercado, como la escritura social de libros, que aprovechar con la llegada de nuevas tecnologías aplicadas al mundo del libro y las redes sociales.
Me gustaría señalar las declaraciones de Neil Gaiman al periodista de The Guardian, Richard Lea, preguntado por cómo ve el autor británico el futuro del libro.

Publicar hoy en día es como el Klondike. Nadie sabe qué está pasando. Todo lo que saben es que hay oro en las colinas y quieren hacerse con él. A la publicación tradicional le quedan cinco o diez años, pero eso no va a significar menos libros. Habrá un montón de libros más, sólo que la gente los encontrará de manera diferente.
La gente los encontrará de manera diferente. Ahí está una de las claves más importantes dentro del negocio editorial en los próximos años. No tanto cómo serán losereaders, los formatos de los ebooks o los royalties para los autores. Lo hemos comentado alguna vez, pero lo cierto es que viendo cómo funcionan los servicios de autoedición digital, en los próximos años asistiremos a la irrupción en el mercado de cientos de miles de ebooks de los que no tendremos ni la más mínima referencia.
Una actitud frente a estos libros puede ser la vía dura, filtrando todos los contenidos que no vengan de editoriales que conozcamos. Esto sería darle un valor al trabajo del editor. Pero claro, de esta manera también nos podríamos perder obras interesantes sólo porque muchos escritores se hayan hartado de llevarse apenas un 10% por sus libros. También hemos hablado de ese filtro que deben introducir algunos libreros digitales para destacar novedades que aparezcan desde editoriales pequeñas o independientes, o desde la propia autoedición.

Las redes sociales, como Lecturalia, también van a jugar un gran papel al juntar en un mismo portal un gran número de opiniones y recomendaciones, accesibles de una manera muy sencilla. El poder prescriptor de la comunidad es algo a tener muy en cuenta en el futuro, que se presenta, al menos en un futuro inmediato, algo caótico.

Si hasta ahora encontrar libros nuevos y diferentes era un trabajo complicado, revisando catálogos y autores recomendados entre amigos, pronto se convertirá en un trabajo de caza en una jungla repleta de animales peligrosos. También hay que ir más allá de las listas automatizadas de más vendidos o más visitados por una sencilla razón, acaban por ser listas auto alimentadas. Si se da un espacio privilegiado a una serie de libros acaban siendo siempre los mismos los que reciben un mayor volumen de visitas y ventas. Bueno para el negocio de ventas, no hay duda, pero poco interesante desde el punto de vista de un buen cazador de libros.

¿Y vosotros? ¿Cómo creéis que será el mundo del futuro a la hora de encontrar un buen libro, dejando a un lado el clásico recurso de pasear una tarde de sábado entre las interminables estanterías de una librería?

Los chicos que leen en su tiempo libre rinden más






Los chicos que leen en su tiempo libre rinden más

Leer puede ser para los chicos y adolescentes, además de un placer, una inversión a largo plazo. Dos estudios dan cuenta de esta evidencia, mientras que los especialistas consultados por Clarín coinciden: la lectura en los tiempos de ocio hace que los futuros adultos rindan mejor en la vida.
Una reciente investigación británica de la Universidad de Oxford, que siguió a casi 20.000 personas entre la adolescencia y la adultez, reveló que leer por placer asegura un mayor éxito profesional. Los testearon a los 16 años y volvieron a hacerlo a los 33. Los lectores habían llegado a ocupar mejores puestos en empresas que aquellos para los que la lectura no había sido una prioridad.
En la Argentina, se comprobó que los estudiantes que egresan del secundario salen mejor preparados si en sus casas hubo una biblioteca. La conclusión se desprende del último Operativo Nacional de Evaluación del Ministerio de Educación, que examinó a los alumnos de quinto año: a medida que crece la cantidad de libros en el hogar, los desempeños en Lengua y Matemática mejoran. Y la falta de libros en casa explica, en parte, las bajas notas que obtienen en el colegio.
El verano, fuera de las obligaciones escolares de todo el año, es una época ideal para incentivar la lectura, sobre todo en los más pequeños de la familia. Desde la Fundación Leer, aseguran que dedicarles unos 20 minutos diarios a leerles un libro es clave para generar el hábito y que luego, una vez alfabetizados, ellos continúen haciéndolo por sus propios medios.
Según Rafael Gagliano, docente de Filosofía y Letras de la UBA, leer libros “permite un nivel de concentración y focalización mayor, reduce la dispersión de la vida mental y posibilita mirar detalladamente una trama o historia y ser fiel a su comprensión e interpretación”.
Gloria Gitaroff, psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, enumera una serie de ventajas difíciles de rechazar: “El hábito de la lectura no sólo nos entrena; ayuda a expresarnos mejor y acostumbra a una correcta ortografía y gramática, y a ampliar el vocabulario. Además, desarrolla la imaginación y la creatividad, aumenta la capacidad de memoria y ejercita la concentración”.
Abraham Gak, ex rector de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, considera que la lectura “permite hablar mejor y, en matemática, contribuye a desarrollar un pensamiento lógico. Quienes están acostumbrados a leer libros adquieren una sensibilidad diferente y se expresan con mayor exactitud, a contramano de los que sólo leen por Internet, donde sólo picotean y adquieren un conocimiento fragmentario”.
Para Patricia Mejalelaty, directora ejecutiva de la Fundación Leer, la lectura es una habilidad transversal a todas las áreas del conocimiento. “Un chico que no lee libros tiene dificultades para comprender y seguramente le va a ir mal en todas las asignaturas. No sólo en Lengua. Por ejemplo, no va a ser capaz de comprender el enunciado de un problema matemático o de sacar ideas de un texto”, grafica. Por eso destaca que es importante que tanto padres como maestros ejerzan un rol de mediadores en el hábito de implantar la lectura. “Donde no sólo sea la lectura sino donde circule la palabra y esté presente la anécdota, en donde los abuelos tengan un rol determinante”, aconseja Mejalelaty. Y agrega: “Cuando los chicos tienen acceso a libros que han sabido captar su interés, como lo logró Harry Potter con una historia atrapante, se sumergen de lleno”.
Axel Rivas, director del Programa de Educación del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), destaca que el buen desempeño en relación a la disposición de libros en el hogar está emparentado fundamentalmente con una cultura familiar: “Esa correlación no se debe al hecho de que sólo tengan libros, sino a que hay una familia con predisposición a transmitir ese habito desde temprana edad. Se trata de una responsabilidad conjunta en que juegan varios aspectos: el principal es generar confianza en los chicos: todos pueden aprender”.
Los especialistas coinciden en que la presencia de libros en el hogar depende de una tradición y cultura familiar. Y del estrato social. En muchos casos, la ausencia de libros se debe a limitaciones de espacio e incomodidades propias del hacinamiento en las casas. Gak opina que “esto está unido a las condiciones de vida y a los derechos que deben tener todos los chicos. Por eso es tan importante la igualdad de oportunidades”.
Fuente: http://www.queleer.com.ve/noticias/31012012_03.html
By_J.Y.