viernes, 27 de febrero de 2015

Un estudio desvela que no todos los genes tienen misma probabilidad de mutar

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Un estudio desvela que no todos los genes tienen misma probabilidad de mutar

El estudio, que avanza la revista Nature en su edición en Internet, concluye que las principales diferencias entre las tasas de mutación a lo largo del genoma humano están causadas por la maquinaria de reparación del ADN. Los investigadores han descrito el funcionamiento de un 'corrector ortográfico del ADN' que se centra principalmente en las partes más importantes de los cromosomas, las que contienen genes clave realmente esenciales. Según ha explicado Ben Lehner, investigador de enfermedades relacionadas con el envejecimiento en el CRG, copiar sin errores el gran libro que es nuestro genoma cada vez que una célula se divide "es un trabajo complicado".

El científico ha destacado que las células están preparadas para revisar y reparar los errores en el ADN, pero los errores no se corrigen igual, lo que significa que algunos genes tienen más probabilidad de mutar y de contribuir a la enfermedad que otros. Los científicos analizaron 17 millones de 'variantes de un solo nucleótido', es decir, mutaciones en las que sólo cambia un nucleótido (letra) de la secuencia del ADN en 650 tumores de diferentes tejidos en humanos.

Las mutaciones estudiadas son somáticas, es decir, no son heredadas de los padres ni se transmiten a los hijos, sino que se acumulan por envejecimiento. Muchas de ellas son el resultado de la exposición a agentes mutágenos como fumar tabaco o la exposición a rayos ultravioleta, y otras aparecen de forma natural por errores generados al copiar el ADN para renovar los tejidos. En su trabajo, Ben Lehner y su equipo han demostrado que los errores genéticos se reparan mejor en algunas partes que en otras.

Esta variación la genera un mecanismo de reparación del ADN llamado 'reparación del malapareamiento' que sería una especie de corrector ortográfico genómico que ayuda a arreglar los errores en el genoma después de copiarlo. "Hemos encontrado que aquellas regiones con más genes 'encendidos' tienen una menor tasa de mutación. Esto no es porque sucedan menos errores en esas regiones sino porque el mecanismo que los repara es más eficiente", ha dicho Ben Lehner.

Según el estudio, la maquinaria celular de reparación del ADN es muy precisa cuando copia regiones importantes que contienen genes que son clave para el funcionamiento de las células pero trabaja de forma más relajada cuando copia regiones menos importantes. Los investigadores del CRG también han visto que la tasa de mutación difiere cerca de un 10% en el genoma humano de células provenientes de diferentes tejidos.

Concretamente, los tumores en el hígado, en la zona colorrectal y el sistema linfático presentan más mutaciones en algunas partes de nuestros cromosomas, mientras que los tumores de mama, ovarios y pulmón acumulan más mutaciones en otras regiones. Los científicos han encontrado que los genes más importantes y que están 'encendidos' (expresados) en un tejido en particular también muestran menos mutaciones en los tumores de ese tejido.

"La diferencia no está en el número de nuevas mutaciones sino en el mecanismo que mantiene esas mutaciones bajo control", ha comentado el investigador posdoctoral en el CRG y autor también del trabajo, Fran Supek. "Gracias al estudio de células cancerosas, ahora sabemos más sobre cómo se mantiene la integridad del ADN, lo cual es también muy importante para las células sanas", ha añadido Supek. Los científicos observaron que una vez que el 'corrector ortográfico genómico' deja de funcionar en una célula, la información empieza a descomponerse, no sólo rápidamente, sino que de forma equitativa en todas las partes del genoma y, con independencia de si son partes importantes o no, ninguna puede ser reparada correctamente.

El cerebro humano es una máquina hecha con piezas recicladas

http://www.madrimasd.org/informacionidi/noticias/noticia.asp?id=63022&origen=notiweb&dia_suplemento=viernes


El cerebro humano es una máquina hecha con piezas recicladas

Un ejemplo son las plumas, que funcionaban como un sistema de climatización para los dinosaurios y acabaron sirviendo para volar. Otra muestra de la forma de operar de la naturaleza son las manos humanas. Con un pulgar enfrentado al resto de dedos, permiten manejar con precisión desde puntas de lanza hasta pinceles y se consideran un paso fundamental en el proceso de humanización. Sin embargo, como mostraba un estudio reciente, nuestros ancestros tenían manos modernas mucho antes de que sus cerebros fuesen capaces de utilizarlas para crear tecnología. Es posible que aquellas herramientas resultasen ya útiles para hurgar en el tronco de los árboles en busca de comida o recolectar raíces, y después, cuando la aparición de una mente más compleja lo hizo posible, se acabasen empleando para tareas más sofisticadas.

Nuestro cerebro, como otras partes del cuerpo, también es un collage de piezas heterogéneas que resultaron útiles en algún momento de la historia evolutiva o, al menos, no fueron tan nocivas como para ser descartadas. Ese gusto por el reciclaje ha tomado un nuevo significado cuando se trata del cerebro de una especie como la humana, que a través de la cultura ha reformulado las reglas de la evolución. En un artículo publicado en la revista Trends in Cognitive Sciences, investigadores de Dartmouth College revisan lo que se conoce sobre la materia y explican que nuestra habilidad para responder a rápidos cambios culturales es posible porque el cerebro es capaz de reutilizar para usos modernos circuitos cerebrales surgidos por motivaciones antiguas. Ese sería el caso de la lectura, una actividad que los humanos solo han practicado de forma habitual en el último siglo de sus 150.000 años de existencia como especie. "No evolucionamos para leer, pero la investigación muestra que leemos reciclando un engranaje neuronal que evolucionó para procesar caras y objetos", afirmaCarolyn Parkinson, una de las autoras del artículo.

Entre estos peculiares animales que son los Homo sapiens, inventos culturales como el lenguaje pueden incluso modificar el uso de circuitos antiguos. "Se ha observado que, a la hora de percibir rostros invertidos, como en el reflejo de un espejo, las personas analfabetas son mejores que las alfabetizadas", señala Fernando Moya, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante (UMH-CSIC). Aunque esa nueva forma de percepción haga perder habilidad para reconocer caras y formas desde diferentes ángulos, algo útil en la naturaleza, "cuando nos alfabetizamos, tenemos que identificar como diferente una imagen de su reflejo, como en b y d y esa evolución social modifica nuestros circuitos", añade. Frente a los sistemas puramente biológicos de otros animales, los humanos cuentan con la cultura como sistema de transmisión de habilidades con las que enfrentarse al mundo, y la cultura se convierte en una fuerza que también puede modificar su fisiología.

Carolyn Parkinson y Thalia Wheatley, la autora principal del trabajo, relatan el conocimiento acumulado sobre cómo el reciclaje de instrumentos biológicos pudo dar origen a nuestra cultura. Algunas hormonas, como la oxitocina o la vasopresina, han servido durante millones de años para regular el comportamiento reproductivo de los mamíferos, afianzando a través del placer las relaciones entre las parejas y de los padres con las crías. En los humanos y en otras especies de primates, sin embargo, estas hormonas han podido servir para fortalecer relaciones sociales y facilitar una capacidad de cooperación extraordinaria en el mundo animal. Algunos estudios han mostrado que la oxitocina, además de incentivar los cuidados maternales, reduce los recelos hacia miembros desconocidos de la misma especie en primates y favorece la colaboración entre humanos sin lazos de sangre, rasgos de comportamiento que posibilitan la creación de sociedades tan complejas como las actuales.

En este continuo proceso de reutilización de piezas y reconexión del cableado neuronal, los simios se vieron, hace unos tres millones de años, en una tesitura que puede estar en la génesis de un nuevo tipo de animal, distinto de los que hasta entonces habían luchado por su vida en la Tierra. "Se sabe que el humano tiene una plasticidad cerebral anómala", explica Marina Mosquera, investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona. Esta plasticidad puede tener su origen en la revolución que protagonizaron los homínidos cuando, debido a cambios en el clima, el bosque tropical africano en el que vivían se convirtió paulatinamente en una región de sabana. "Con esos cambios, en lugar de tener los recursos alimenticios en los mismos sitios, porque un bosque tropical es mucho más homogéneo y además no tiene estaciones, tuvieron que adaptarse y ser mucho más flexibles. Es posible que ahí esté el origen de la plasticidad que vemos hoy en los humanos", plantea Mosquera.

Conociendo las circunstancias en las que, poco a poco, fue surgiendo la humanidad, también puede servir para tratar de explicar las limitaciones de la mente. El antropólogo británico Robin Dunbar, padre de la hipótesis del cerebro social, observó que, en primates, existía una correlación entre el tamaño del cerebro y el del grupo social en el que viven. En el caso de los humanos, que tienen un cráneo de unos 1.500 centímetros cúbicos, el límite superior para sus grupos es de 150 individuos. Esta cifra se corresponde con las dimensiones de los grupos de cazadores recolectores, con el de las comunidades agrícolas e incluso con la cantidad de amigos que realmente podemos gestionar en Facebook.

EL PELIGRO DE LOS CAMBIOS
"Los cambios culturales son muy rápidos, y cuando la biología y la cultura no se encuentran a gusto entre sí, el choque puede ser bastante contundente", advierte Emiliano Bruner, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos. "Esto vale tanto para la bioquímica de la sangre como para las capacidades cognitivas, y saber cómo funciona todo esto, debilidades y posibilidades, es fundamental para saber cómo optimizar recursos y minimizar problemas", continúa. "Internet ha conllevado un cambio increíble en nuestra estructura social y cultural, habrá que estar atentos para no tener sorpresas desagradables", añade.

Parkinson y Wheatley hablan también de las posibilidades que ofrece el conocimiento, implícito o explícito, de nuestros viejos botones evolutivos. Que el cerebro humano haya evolucionado en pequeñas tribus de individuos que se conocían a la perfección tiene consecuencias en un mundo donde nuestra vida diaria depende de millones de desconocidos. Cuando se quiere animar a la gente a ayudar a las víctimas de hambrunas, epidemias o desastres naturales, es más eficaz presentar a una víctima que sirva para identificar el sufrimiento que mostrar datos y razonamientos objetivos, por atroces que sean. Esta parte de la naturaleza humana explica en parte la dificultad para movilizar frente a problemas globales como el cambio climático. "Nuestro cerebro ha evolucionado con unos condicionamientos sociales que tienen mucho que ver con la tribu, con lo cercano, con lo familiar, y ahora estamos en una situación en la que el destino de la humanidad es global. Nuestro cerebro ha evolucionado para reconocer como propio lo cercano y como ajeno lo lejano, y ahora nos enfrentamos a una situación en la que el destino es igual para lo cercano y lo lejano", resume Moya.

El mecanismo evolutivo para adaptarse mejor a las circunstancias a través del reciclaje de herramientas ya disponibles no solo ha tenido efectos secundarios desde el punto de vista social. "Cuando se habla de evolución y selección, no estamos hablando de rasgos individuales, sino de un paquete, que la selección acepta o rechaza. Genes, caracteres anatómicos, procesos fisiológicos, moléculas, son componentes que van todos enlazados. Con lo cual, si cambia una cosa, otras cambiarán como consecuencias secundarias", recuerda Bruner. "Algunos son hasta negativos, pero no tan negativos como para rechazar otras ventajas que conllevan", continúa.

Desde el punto de vista médico, este conocimiento sobre la evolución empuja a preguntarse "cuántas enfermedades se deben a inconvenientes de la evolución, y parece que la lista puede ser bastante larga, sobre todo para simios como nosotros que hemos desarrollado a través de la evolución un cerebro tres veces más grande de lo que sería normal para el tamaño de nuestro cuerpo", indica Bruner. "Aumenta el volumen, el calor, los vasos sanguíneos, y las peleas por el espacio dentro del cráneo. Como resultado tenemos un cerebro muy potente, pero con una serie de problemas que pueden incluir la miopía o hasta la enfermedad de Alzheimer", remacha.

Tras millones de años de evolución, la cultura humana ha acelerado el ritmo de transformación del entorno en el que viven los propios humanos. "La plasticidad que tenemos nos ha permitido adaptarnos relativamente bien hasta ahora, pero ya no tenemos capacidad para absorber los cambios con tanta rapidez", opina Mosquera, aunque "cuando se podría estudiar cómo estamos asimilando ese cambio acelerado es a partir de los últimos veinte años", añade. En las próximas décadas se podrá comprobar si la maquinaria de reciclaje evolutiva sigue funcionando sin preparar demasiadas chapuzas.

Autor:   Daniel Mediavilla

lunes, 23 de febrero de 2015

Síndrome de dolor regional complejo en pediatría / Pediatric complex regional pain syndrome


Catéteres multisitio en nervios periféricos para el tratamiento de dolor regional complejo tipo síndrome I.
Successive multisite peripheral nerve catheters for treatment of complex regional pain syndrome type I.
Martin DP, Bhalla T, Rehman S, Tobias JD.
Pediatrics. 2013 Jan;131(1):e323-6. doi: 10.1542/peds.2011-3779. Epub 2012 Dec 10.
Abstract
Complex regional pain syndrome (CRPS) type I is a painful and disabling syndrome that is accompanied by physical changes in the affected extremity. It generally occurs after trauma, manifesting as pain that is out of proportion to the inciting event. Treatment of the disorder is difficult, with many patients being refractory to multiple pharmacologic regimens. Regional anesthetic techniques, including neuraxial blockade, sympathetic blockade, Bier block, or peripheral nerve catheters, have been used with varying degrees of success. We describe, for the first time, the use of multiple peripheral nerve catheters to treat CRPS type I in a 10-year-old girl when multimodal pharmacologic regimens failed. At separate times, aperipheral nerve catheter was placed to treat CRPS of the distal left lower extremity as well as the right upper extremity. The goal of this therapy was to relieve pain and thereby allow the reinitiation of intensive physical therapy. A continuous infusion of 0.1% ropivacaine was infused via thecatheters for ~60 hours. The patient was subsequently able to participate in physical therapy as well as activities of daily living with improved eating, sleeping, and mood. Although many therapeutic modalities have been tried in CRPS type I, given the debilitating nature of the disorder and the variable response to therapy, new and alternative therapeutic interventions, such as continuous peripheral nerve catheters, are needed.
Redes cerebrales intrínsecas normalizan con el tratamiento en el síndrome de dolor regional complejo pediátrico.
Intrinsic brain networks normalize with treatment in pediatric complex regional pain syndrome.
Becerra L, Sava S, Simons LE, Drosos AM, Sethna N, Berde C, Lebel AA, Borsook D.
Neuroimage Clin. 2014 Aug 10;6:347-69. doi: 10.1016/j.nicl.2014.07.012. eCollection 2014.
Abstract
Pediatric complex regional pain syndrome (P-CRPS) offers a unique model of chronic neuropathic pain as it either resolves spontaneously or through therapeutic interventions in most patients. Here we evaluated brain changes in well-characterized children and adolescents with P-CRPS by measuring resting state networks before and following a brief (median = 3 weeks) but intensive physical and psychological treatment program, and compared them to matched healthy controls. Differences in intrinsic brain networks were observed in P-CRPS compared to controls before treatment (disease state) with the most prominent differences in the fronto-parietal, salience, default mode, central executive, and sensorimotor networks. Following treatment, behavioral measures demonstrated a reduction of symptoms and improvement of physical state (pain levels and motor functioning). Correlation of network connectivities with spontaneous pain measures pre- and post-treatment indicated concomitant reductions in connectivity in salience, central executive, default mode and sensorimotor networks (treatment effects). These results suggest a rapid alteration in global brain networks with treatment and provide a venue to assess brain changes in CRPS pre- and post-treatment, and to evaluate therapeutic effects. KEYWORDS: Children; Pain; Resting state; Salience; fMRI
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Anestesia y Medicina del Dolor

domingo, 22 de febrero de 2015

Así se origina el olor a lluvia

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Así se origina el olor a lluvia

Ahora un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts(MIT) cree haber dado con este mecanismo. Es más, lo ha grabado en vídeo. Utilizando cámaras de alta velocidad, los investigadores han observado que, cuando una gota de lluvia choca contra una superficie porosa, atrapa minúsculas burbujas de aire en el punto de contacto. Al igual que el gas en una copa de champán, las burbujas viajan hacia arriba a través de la gota para explotar una vez llegan a la superficie, liberando con ello una pequeña cantidad de aerosoles, o nubes de partículas en suspensión, procedentes del suelo.

En su estudio, Cullen R. Bruie, profesor asociado de Ingeniería Mecánica en el MIT, y el investigador post doctoral Youngsoo Joung, han sido capaces incluso de predecir la cantidad de aerosoles que se liberan dependiendo de variables como la velocidad de caída de las gotas y la permeabilidad y porosidad de la superficie de contacto.

Para ello grabaron con cámaras de alta velocidad gotas de 'lluvia artificial' generadas en su laboratorio a medida que chocaban con una serie de superficies, según iban variando la velocidad de las gotas al dejarlas caer desde diferentes alturas. A partir de este experimento concluyeron que los aerosoles parecen liberarse en mayor cantidad durante lluvias ligeras o moderadas, tras lo que pueden ser transportados por el viento.

Los investigadores piensan que, en el medio natural, estos aerosoles pueden arrastrar no solo aceites vegetales y otros elementos aromáticos almacenados en el suelo, sino también bacterias y virus. "Hasta ahora no se sabía que se pudiesen generar aerosoles a partir de la caída de gotas de lluvia en el suelo", dice Joung. "Este hallazgo puede ser un gran punto de partida para trabajos futuros que revelarán cómo microbios y químicos que se encuentran en el suelo pueden liberarse al medio ambiente e, incluso, llegar hasta los seres humanos". "Se trata de un fenómeno tremendamente común y es raro que nadie haya observado este mecanismo anteriormente" comenta Bruie. Buie y Joung han publicado sus resultados en la revista Nature Communications.

GRABADO A ALTA VELOCIDAD
Los investigadores realizaron hasta 600 experimentos con 28 tipos de superficie: 12 materiales sintéticos y 16 muestras de suelo. Además de comprar suelos comerciales, Joung tomó muestras del suelo en los alrededores del MIT y a lo largo del río Charles, en Boston (EE.UU.), que discurre junto al campus del MIT.

Luego construyeron un sistema de cámaras de alta velocidad para capturar el impacto de las gotas. Al poder observar la caída de una gota 250 veces más despacio que su velocidad real, las secuencias obtenidas revelaron un mecanismo que nadie había observado anteriormente: cuando la gota se estrella contra la superficie comienza a aplastarse y, simultáneamente, pequeñas burbujas se crean en el punto de contacto con el suelo, atraviesan la gota y son lanzadas al aire. Dependiendo de la velocidad de caída de la gota y las propiedades de la superficie sobre la que cae, una nube de 'aerosoles frenéticos' se dispersa.

"Los llamamos frenéticos porque se pueden generar cientos de gotas de aerosol en un periodo corto de tiempo, unos pocos microsegundos", explica Joung. "Además, hemos descubierto que se puede controlar la velocidad de generación de aerosoles variando las propiedades del suelo y la velocidad de impacto", añade.

Joung continúa realizando experimentos similares, utilizando superficies impregnadas con bacterias del suelo y patógenos como E. coli para observar como los contaminantes pueden ser dispersados por las lluvias. En su investigación actual también se depositaron tinturas en las superficies y, posteriormente, comprobaron que las gotas de aerosol dispersadas eran capaces de arrastrarlas, lo cual confirmaría que este mecanismo puede dispersar las sustancias depositadas en el suelo.

"Para prevenir la trasmisión de microorganismos desde la naturaleza a los humanos necesitamos comprender los mecanismos de los que se sirven. Gracias a este trabajo hemos descubierto uno de estos mecanismos", concluye Joung.

Autor:   Javier Barbuzano

Un paso más en la investigación del tratamiento del infarto agudo de miocardio

Fuente
Este artículo es originalmente publicado en:
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Un paso más en la investigación del tratamiento del infarto agudo de miocardio

Tras la reciente presentación de los primeros resultados del estudio que evalúa clínicamente el uso de células multipotentes aisladas del corazón de donantes (CMC, células multipotentes cardiacas) para el tratamiento del infarto agudo de miocardio, el coordinador del proyecto europeo CAREMI (acrónimo de Cardio Repair European Multidisciplinary Initiative), el Dr. Antonio Bernad -Profesor de Investigación del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) y Director de Programa BUC del Campus de Excelencia UAM+ CSIC- ha anunciado el inicio de la segunda fase del estudio, que incluirá a 49 pacientes y que se sumarán a los seis ya tratados y que no han mostrado "ningún tipo de incidente" hasta la fecha.

El infarto agudo constituye uno de los grandes retos de los sistemas de salud de los países occidentales, ya que aunque su pronto y eficaz tratamiento ha permitido disminuir considerablemente la mortalidad, es responsable de una gran parte de los casos de insuficiencia crónica cardiaca. Su tratamiento, a pesar de los avances más recientes, continúa siendo un gran reto, para el que son necesarios abordajes multidisciplinares que requieren aglutinar y coordinar a expertos en muy diversas disciplinas.

CAREMI ha desarrollado durante los últimos 5 años una nueva aproximación para limitar el daño tisular provocado por el infarto, basada en la activación de los mecanismos naturales de reparación que posee nuestro corazón en respuesta a diversos daños. El proyecto, que ha sido coordinado desde el CentroNacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) por el Dr. Bernad, está financiado por la Comisión Europea con un presupuesto total de 11,3 millones de euros, de los cuales más de 3 millones de euros se han invertido en el desarrollo del ensayo clínico, objetivo central proyecto.

El producto desarrollado son CMC alogénicas (no del propio paciente) que se administran por vía intracoronaria de forma sencilla y segura. Mediante este esquema operativo es posible tener validados lotes de CMC a disposición del equipo médico, para su utilización en el momento en el que pueda tener una mayor eficacia terapéutica. Los resultados preclínicos indican que la administración de CMC durante la primera semana tras el infarto, cuando la situación clínica se ha estabilizado, promueven una importante regeneración cardiaca. En paralelo, el consorcio CAREMI está desarrollando terapias complementarias, entre las cuales se encuentra el desarrollo de micropartículas que, tras cargarlas con factores con actividad terapéutica, permitan actuar sobre el lecho cardiaco mejorando su evolución.
. Localización de las células CMC (verde) en una sección de corazón adulto
De izquierda a derecha: 1. Localización de las células CMC (verde) en una sección de corazón adulto. La tinción en rojo, corresponde a la detección de la proteína actina alfa de músculo liso (cardiomiocitos). 2. Cardiomiocito adulto aislado derivado de las células CMC (verde) que muestra co-tinción roja (proteína actina alfa de músculo liso) 3. Estructuras endoteliales obtenidas in vitro por diferenciación de las células CMC
CAREMI está integrado por especialistas reconocidos en diferentes disciplinas, básica, preclínica y médica y cuenta con una destacada contribución de diversos grupos y entidades españolas. La empresa de biotecnología Coretherapix (Madrid), del grupo Genetrix, promovió esta iniciativa y ha liderado el desarrollo técnico y logístico del ensayo clínico y la evaluación preclínica. El Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (Cáceres) ha desarrollado la validación de los procedimientos en animales grandes. Dos empresas españolas, Vivotecnia (Madrid) y Farmacros (Albacete), han colaborado en los estudios de bioseguridad y biodistribución durante diferentes fases del proyecto, y una tercera, 3P Biopharmaceuticals (Pamplona), ha producido las CMC con calidad clínica. Los centros de investigación CNIC/CNB, junto con el Instituto de Biología Experimental Tecnológica (Lisboa) y la propia empresa Coretherapix han realizado la caracterización exhaustiva de la población de CMC humanas a nivel molecular y celular y de su respuesta a diferentes estímulos, así como la caracterización de poblaciones celulares homólogas en ratón. La caracterización de la posible respuesta inmune frente a las células CMC administradas ha sido llevada a cabo por el Hospital Saint Louis de París, uno de los referentes internacionales en este campo. Finalmente, el desarrollo de monoesferas activas está siendo liderado por las compañías holandesas Innocore y Nanomi B.V., recientemente adquirida por la multinacional Lupin.

El objetivo central de CAREMI es la evaluación clínica de las células CMC. Los estudios constitutivos de la fase de escalado del ensayo clínico se han llevado a cabo en el Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), bajo la dirección del Prof. Fernández-Avilés, y en el Hospital Universitario de Leuven-UZ Leuven (Bélgica), bajo la coordinación del Prof. Stefan Janssens (KU Leuven). Como se hizo público recientemente, CAREMI ha finalizado la primera fase del estudio clínico sin que se haya observado ningún tipo de efecto adverso (6 pacientes). Se inicia ahora por tanto la fase final que implica la inclusión de un total de 49 pacientes. Para ello, junto al Hospital Universitario Vall d´Hebron, se incorporarán al consorcio 4 nuevos Hospitales españoles. Coretherapix, además de ser el principal impulsor de CAREMI, es el promotor del ensayo clínico y responsable del desarrollo del producto; además está trabajando en una nueva plataforma de producción celular, en colaboración con IBET, que permitirá dar el salto cualitativo necesario en una fase clínica más avanzada.

Anestesia en cirugía bariátrica / Anesthesia for bariatric surgery

Diplomado en Terapia Respiratoria
 
24 Enero - 25 Julio 2015  

AVALES
Universidad Autónoma del Estado de México
Asociación Mexicana de Terapia Respiratoria
Medicina Respiratoria Hospital Ángeles Mocel México, DF

Mayores informes en: cuidadosneurocriticos.com
Manejo anestésico en pacientes de cirugía bariátrica. Experiencia de dos años en una institución en Suiza
Anesthetic management of patients undergoing bariatric surgery: two year experience in a single institution in Switzerland.
Lindauer B1, Steurer MP2, Müller MK3, Dullenkopf A1.
BMC Anesthesiol. 2014 Dec 18;14:125. doi: 10.1186/1471-2253-14-125. eCollection 2014.
Abstract
BACKGROUND: In the field of anesthesia for bariatric surgery, a wide variety of recommendations exist, but a general consensus on the perioperative management of such patients is missing. We outline the perioperative experiences that we gained in the first two years after introducing a bariatric program. METHODS: The perioperative approach was established together with all relevant disciplines. Pertinent topics for the anesthesiologists were; successful airway management, indications for more invasive monitoring, and the planning of the postoperative period and deposition. This retrospective analysis was approved by the local ethics committee. Data are mean [SD]. RESULTS: 182 bariatric surgical procedures were performed (147 gastric bypass procedures (GBP; 146 (99.3%) performed laparascopically). GBP patients were 43 [10] years old, 78% female, BMI 45 [7] kg/m(2), 73% ASA physical status of 2. 42 patients (28.6%) presented with obstructive sleep apnea syndrome. 117 GBP (79.6%) patients were intubated conventionally by direct laryngoscopy (one converted to fiber-optic intubation, one aspiration of gastric contents). 32 patients (21.8%) required an arterial line, 10 patients (6.8%) a central venous line. Induction lasted 25 [16] min, the procedure itself 138 [42] min. No blood products were required. Two patients (1.4%) presented with hypothermia (<35 °C) at the end of their case. The emergence period lasted 17 [9] min. Postoperatively, 32 patients (21.8%) were transferred to the ICU (one ventilated). The other patients spent 4.1 [0.7] h in the post anesthesia care unit. 15 patients (10.2%) required take backs for surgical revision (two laparotomies). CONCLUSIONS: The physiology and anatomy of bariatric patients demand a tailored approach from both the anesthesiologist and the perioperative team. The interaction of a multi-disciplinary team is key to achieving good outcomes and a low rate of complications.
KEYWORDS: Anesthesia; Bariatric surgery; Complications; Obesity
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Anestesia y Medicina del Dolor

El joven médico que va a erradicar la segunda enfermedad humana

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Este artículo es originalmente publicado en:
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El joven médico que va a erradicar la segunda enfermedad humana

Hay un par de fotografías históricas que dejan claro que la humanidad, cuando quiere, puede superar en bondad y poder a cualquiera de los dioses adorados por las 4.000 religiones diferentes que existen en el mundo. La primera imagen muestra al cocinero somalí Alí Maow Maalin, de 23 años, con el cuerpo lleno de úlceras. En la segunda foto, tomada unos meses después, aparece el mismo joven pero sonriente, con sus heridas sanadas. Alí Maow Maalin fue, el 26 de octubre de 1977, la última persona que se infectó de manera natural de viruela, una enfermedad que llegó a matar a más de medio millón de personas al año, incluidos cinco reyes europeos solo en el siglo XVIII. Gracias a una campaña de vacunación masiva, la viruela fue la primera, y única hasta la fecha, enfermedad humana erradicada de la faz de la Tierra.

"Técnicamente es posible que veamos la foto del último enfermo de pian en 2017", sostiene el médico español Oriol Mitjà. En el mundo rico, la palabra pian no dice nada. Pero en las regiones remotas de algunos países tropicales es una peste que azota donde se acaban los caminos, allí donde los médicos son como seres imaginarios de los que hablan los más viejos. El pian es una enfermedad olvidada provocada por una bacteria, emparentada con la sífilis, que sin tratamiento deforma los huesos, deja las piernas como lunas en cuarto menguante y llega a borrar, literalmente, la cara de las personas afectadas, sobre todo niños.

Ahora, el pian, que afecta a unas 500.000 personas, puede desaparecer del planeta gracias a una estrategia que, según se ha anunciado este miércoles, funciona. Un personaje del dramaturgo alemán Bertolt Brecht proclamaba: "Desgraciada la tierra que necesita un héroe". En este caso, la tierra desgraciada son 13 países de África, el sudeste asiático y el Pacífico occidental, con los que se ceba el pian. Y el héroe es Oriol Mitjà.

En 2010, cuando tenía 29 años, el joven investigador aterrizó en la remota isla de Lihir, en Papúa Nueva Guinea, para trabajar como médico. Llegaba con un premio extraordinario de licenciatura y un máster en Londres sobre enfermedades tropicales bajo el brazo. Al poco de llegar, pasó por su consulta un niño con un síntoma que no había estudiado ni había visto antes en una estancia en India: una úlcera roja en el brazo del tamaño de una moneda de dos euros. Un médico local le puso al día: "Es el pian".

La enfermedad llevaba olvidada medio siglo. En 1952, cuando había 50 millones de afectados en el mundo, la Organización Mundial de la Salud y Unicef pusieron en su punto de mira al pian con el objetivo de erradicarlo. Iniciaron una campaña de tratamiento masivo con inyecciones de penicilina en 46 países. Doce años después, el número de casos clínicos se había reducido un 95%. Entonces, se decidió relajar el cerco y la bacteria resurgió, volviendo a borrar rostros de niños en las regiones más pobres de los países más pobres.

Mitjà, enfrentado a un enemigo derrotable con un simple antibiótico, decidió no sumarse a la desidia de las autoridades. Junto a su director de tesis, Quique Bassat, ambos del Instituto de Salud Global de Barcelona, se puso a diseñar una estrategia para combatir el pian. Necesitaban un tratamiento más sencillo que un pinchazo de penicilina, una medida que requiere personal médico entrenado y genera miedo entre la población. En 2012, anunciaron los resultados de un estudio con 250 niños en la revista británica The Lancet: con una sola pastilla de otro antibiótico, la azitromicina que en los países ricos se suele emplear para bronquitis y otitis, los chavales con pian se curaban.

Animada por el impulso del español, la OMS decidió retomar el objetivo de erradicar el pian y se fijó como meta el año 2020. Como se necesitan tres años sin casos para dar una enfermedad por extinguida, el último enfermo de pian tendría que ser curado en 2017. Faltaba demostrar que la estrategia de Mitjà funcionaba a gran escala. Y funciona.

Un nuevo estudio que se publica en la revista The New England Journal of Medicine muestra los resultados de una campaña de tratamiento masivo para la mayor parte de los 16.000 habitantes de la isla de Lihir. En solo un año, entre 2013 y 2014, la proporción de enfermos cayó casi un 90%. La presencia de la enfermedad en la población pasó del 2,4% al 0,3%. Y el estudio continúa con seguimientos para llegar a los cero casos.

"Nuestros resultados demuestran que, técnicamente, la estrategia puede erradicar la enfermedad en 2020", explica Mitjà por teléfono desde Papúa Nueva Guinea, donde coordina el Centro Médico de Lihir, a 48 horas de viaje desde su casa en España. En su hospital, el pian ha desaparecido. Cuando llegó en 2010, el médico novato se acercó a los colegios de la zona para conocer la extensión de la enfermedad que acababa de descubrir en su consulta. Solicitó a los profesores que pidieran a sus alumnos con úlceras que se levantaran. "La mitad de la clase se ponía en pie", recuerda. Otros, con la cara borrada o los huesos torcidos, ni siquiera querían ir al colegio y se quedaban en casa.

"La dificultad fundamental para erradicar la enfermedad será llegar a las zonas más remotas", admite Mitjà. En la isla de Lihir, con aldeas perdidas, su equipo consiguió repartir pastillas al 84% de la población. En otros lugares, alcanzar esa cifra puede ser tremendamente complejo. En septiembre de 2012, Médicos Sin Fronteras intentó poner en marcha la estrategia de los investigadores españoles en uno de los lugares más inaccesibles del planeta, las selvas del norte del Congo. Allí, los médicos pasaban horas en todoterreno, en canoa y caminando por pantanos o a machetazos por la selva para llegar a sus pacientes: pueblos pigmeos de cazadores-recolectores.

El 10% de los niños en las zonas más aisladas presentaba las úlceras del pian. Muchos de ellos eran incapaces de tragarse la pastilla de azitromicina porque nunca habían visto una. Gracias a un esfuerzo épico, la ONG consiguió administrar el antibiótico a 17.500 pigmeos, pero no bastó. En la selva congoleña, los pigmeos, nómadas, iban y venían desde las vecinas República Centroafricana y República Democrática del Congo. Y con ellos viajaba la enfermedad. Las úlceras regresaron a las aldeas tratadas.

"La fragilidad de los sistemas de salud es el talón de Aquiles de cualquier campaña!, reconoce Quique Bassat, ahora destinado al Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique), donde su institución barcelonesa investiga enfermedades como la malaria, el sida y la tuberculosis. Sin embargo, Bassat es optimista si hay voluntad política. "Ahora la obligación de la OMS es promover la estrategia contra el pian y ponerla en marcha", afirma.

Uno de los desafíos es poner de acuerdo a los 13 países afectados, ya que la campaña debe ser sincronizada para que sea eficaz. Eso significa coordinar a las autoridades sanitarias de países como Costa de Marfil, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Timor Oriental y Papúa Nueva Guinea.

Otro de los retos es encontrar financiación, aunque el tratamiento es muy barato. En la isla de Lihir, cada píldora de azitromicina ha costado unos 17 centavos de dólar (0,15 euros), gracias al trato con un fabricante indio de genéricos. Los recursos humanos para distribuir la pastilla los ha puesto la empresa minera australiana Newcrest, propietaria del gigantesco depósito de oro que se esconde en el cráter de un volcán extinto en la isla de Lihir. Es uno de los mayores depósitos del mundo. Desde 1997, del volcán han salido unos 280.000 kilogramos de oro, aunque los 16.000 habitantes de Lihir siguen en la pobreza.

Para la campaña internacional de erradicación, la OMS negocia una donación de azitromicina con la farmacéutica estadounidense Pfizer, que no quiso donar en el ensayo en la isla de Lihir. La empresa, que tuvo un beneficio neto de más de 8.000 millones de euros en 2014, sí ha donado más de 225 millones de tratamientos con azitromicina para la campaña internacional contra el tracoma, otra enfermedad provocada por una bacteria, que en este caso ataca los ojos y ha dejado ciegas a más de un millón de personas en todo el mundo. "Pfizer estaba esperando nuestros resultados para evaluar si dona azitromicina contra el pian", confía Mitjà.

Si todo sale como está planeado, el pian será la segunda enfermedad humana erradicada tras la viruela. O la tercera, después de la poliomielitis, una patología provocada por un virus que ataca el cerebro y la médula espinal y puede causar parálisis. En un principio, la OMS quiso erradicarla para el año 2000 y, superada por la realidad, fue retrasando la meta hasta el actual 2018. Otra candidata a segunda enfermedad erradicada es la producida por el gusano de Guinea, una especie de espagueti de un metro que agujerea a las personas como en la película Alien. En 2014 solo se detectaron 126 casos, pero atrincherados en Sudán del Sur y Mali, donde grupos vinculados a Al Qaeda han frenado el programa de erradicación.

En 1988, había 350.000 casos en 125 países. Tras una campaña de vacunación internacional, en 2014 solo se registraron 413 casos, concentrados en tres países: Afganistán, Nigeria y Pakistán. En estos dos últimos, grupos armados han asesinado en menos de tres años a 77 trabajadores de campañas de vacunación, por bulos absurdos que afirman que el tratamiento es un plan para esterilizar a los musulmanes. Los fusiles Kaláshnikov y Oriol Mitjà y sus colegas pueden hacer que la fotografía del último enfermo de pian sea la siguiente imagen de la que la humanidad pueda sentirse orgullosa.

Autor:   Manuel Ansede

Interrumpiendo la aspirina / Discontinuation aspirin

No.1890                                                                                   22 de Febrero 2015
Diplomado en Terapia respiratoria
Diplomado en Terapia Respiratoria
 
24 Enero - 25 Julio 2015  

AVALES
Universidad Autónoma del Estado de México
Asociación Mexicana de Terapia Respiratoria
Medicina Respiratoria Hospital Ángeles Mocel México, DF
Mayores informes en: cuidadosneurocriticos.com
Debería el paciente dejar de tomar aspirina para la prevención primaria?
Should patients stop taking aspirin for primary prevention?
Jeremiah P. Depta
Cleveland Clin J Med Feb 2015

La interrupción de dosis bajas de aspirina y el riesgo de infarto de miocardio: Estudio de casos y controles en la atención primaria del Reino Unido.
Discontinuation of low dose aspirin and risk of myocardial infarction: case-control study in UK primary care.
Rodríguez LA, Cea-Soriano L, Martín-Merino E, Johansson S.
BMJ. 2011 Jul 19;343:d4094. doi: 10.1136/bmj.d4094.
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Anestesia y Medicina del Dolor