domingo, 12 de agosto de 2012

No dejes que la artrosis te amargue la vida

















Fuente:  http://www.medicinatv.com/reportajes/no-dejes-que-la-artrosis-te-amargue-la-vida-368

26.06.2001

No dejes que la artrosis te amargue la vida


La artrosis es una de las enfermedades reumáticas más prevalentes, en nuestro país esta patología afecta a unos cinco millones de personas. Además, la artrosis genera el 35 por ciento de las consultas en Atención Primaria y es responsable de más del 30 por ciento de todas las incapacidades laborales, tanto permanentes como temporales. Si a esto añadimos los costes sanitarios que se derivan de su tratamiento, podremos apreciar que se trata de uno de los problemas de salud más importantes en España.
La Liga Reumatológica Española (LIRE) ha iniciado una campaña informativa en todo el país, que cuenta con el aval científico de la Sociedad Española de Reumatología (SER), con el fin de informar al paciente sobre las medidas terapéuticas y estilos de vida más beneficiosos para mejorar su calidad de vida. Bajo el lema "No dejes que la artrosis te amargue la vida", los expertos pretenden "concienciar a la sociedad sobre cómo prevenir y mitigar los efectos de una enfermedad que afectará a muchas más personas en las próximas décadas, debido al aumento de la esperanza de vida", señala Sebastián Berga, presidente de la Liga Reumatológica Catalana.
Esta campaña, declarada de interés sanitario por el Ministerio de Sanidad y Consumo, intenta sensibilizar a la población sobre la incidencia y el impacto socioeconómico y sanitario de la artrosis. Toda la campaña está centrada en informar al paciente, por ello se repartirán más de 600.000 folletos de manera gratuita y se pondrá a disposición del público una línea 900 (900 123 655), donde los pacientes y personas interesadas podrán hacer consultas generales sobre la artrosis o sobre las actividades de la campaña a nivel nacional.
"Lo fundamental es la información, difícilmente vamos a poder luchar los médicos contra la artrosis en nuestras cuatro paredes, con nuestros instrumentos si la gente no tiene una idea relativamente clara de lo que es", explica el doctor Pere Benito, Jefe del Servicio de Reumatología del Instituto Municipal de Asistencia Sanitaria (IMAS) de Barcelona. Este especialista considera que todavía hay mucho desconocimiento por parte de la población, "en los reumatismos seguimos muy atrasados, la gente todavía confunde reumatismo con artritis, con artrosis, con fibromialgia, no saben lo que es", afirma el doctor Benito.
La artrosis es la degeneración del cartílago, uno de los tejidos que forman las articulaciones. Su función es proteger los extremos de los huesos, amortiguar las fuerzas en el trabajo de la articulación y permitir su movilidad. Cuando este cartílago se desgasta y aparece la artrosis, surgen síntomas como el dolor o la pérdida de movimiento normal. La artrosis es la enfermedad reumática con mayor impacto en la capacidad funcional y la segunda de mayor impacto en la calidad de vida de quien la padece.
Artrosis y calidad de vida
"Queremos transmitir un mensaje positivo al paciente con artrosis: hoy en día, tener artrosis y calidad de vida a la vez no son cosas incompatibles. Seguir el tratamiento más adecuado, realizar un ejercicio moderado regularmente y llevar un estilo de vida saludable siguiendo las indicaciones del médico o reumatólogo, son los pilares básicos de un buen control de la artrosis", señala el doctor Carlos Ossorio, presidente de LIRE. En muchas ocasiones los pacientes piensan que ante esta enfermedad no hay nada que hacer, pero aunque la artrosis no se cura, sí se pueden realizar diversos tipos de tratamientos para paliar sus síntomas y conseguir una mayor calidad de vida.
"El principal inconveniente a la hora de atajar la extensión de la artrosis entre la población es la escasa información disponible", apunta el doctor Pere Benito. "Que las articulaciones se degeneren hasta cierto punto es normal, también se degenera la piel y el cabello a uno se les cae y a otros les aparece blanco, una cosa es la degeneración por su uso a lo largo del tiempo y otra son los síntomas que da esa degeneración", añade este especialista. Por este motivo, es muy importante que la población acuda al médico ante cualquier síntoma del aparato locomotor, ya que es la manera de saber si existe algún problema y poder poner los medios para evitarlo. Pero en muchas ocasiones, "los afectados subestiman los primeros síntomas de la enfermedad y, en vez de acudir al especialista, prefieren automedicarse", añade el doctor Benito.
Un factor que puede influir también en este hecho es que en la artrosis una de las principales causas es la edad y es posible que los pacientes se resignen ante la aparición de algunas molestias. "Que el abuelito se queje cuando sube y baja escaleras es normal y quien tiene que llevarlo al médico, que son los hijos, no lo llevan. Cuando un paciente se ahoga es fácil que vaya al médico, pero generalmente cuando a un paciente le duele el aparato locomotor acude tarde al médico, porque se automedica, se menosprecia este dolor", concluye el doctor Pere Benito. Por este motivo los expertos han querido poner el énfasis de esta campaña en la educación de los pacientes, ya que el actual estilo de vida, más sedentario, con una dieta rica en grasas y el aumento de la esperanza de vida, hacen prever que dentro de algún tiempo habrá muchas más personas afectadas por esta patología.
Más información en:

«Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer» Alfonso V de Aragón Alfonso V de Aragón, el rey bibliófilo

 «Los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer»
Alfonso V de Aragón
Alfonso V de Aragón, el rey bibliófilo
La pasión del rey Alfonso V de Aragón y I de Nápoles por los libros es de sobra conocida. Alfonso, “castellano de origen y mentalidad”, nace infante Trastámara en Medina del Campo (1396), siendo el hijo primogénito de Fernando de Antequera –regente de Castilla y futuro Fernando I de Aragón- y de Leonor de Alburquerque. En la Corte castellana de Enrique III ya supo rodearse de cortesanos poetas como Iñigo López de Mendoza, futuro marqués de Santillana. Será también en aquella Corte donde adquiera sus primeros conocimientos de latín, filosofía y poesía.
En su primer viaje a Italia, recién coronado rey (1416), se hará acompañar de hombres letrados y de armas como Pedro de Santa Fe, Jordi de Sant Jordi, Andreu Febrer y Ausias March. Su patrimonio librario se limitaba por entonces a 61 volúmenes. Sin embargo, tras la conquista de Nápoles (1443) el Magnánimo ya había conseguido reunir –primero en Gaeta, después en Nápoles– una “Biblioteca de Estado” de alrededor de 2500 volúmenes, dotada además de un presupuesto de 20 mil ducados anuales. Una colección excepcional para su tiempo, que sería acrecentada más tarde por sus sucesores en el trono napolitano (Bas Carbonell, 2008).
Iluminada durante el día por amplios ventanales,  por velas y luminarias en las horas nocturnas, la Biblioteca Real de Castel Nuovo contaba con su propio personal especializado: bibliotecarios, iluminadores, copistas y encuadernadores. A manera de ejemplo, la documentación histórica atestigua que sus bibliotecarios-conservadores Baltasar Scariglia y Tomas de Venia cobraban mensualmente 8 ducados, 1 libra y media de azúcar y 4 libras y media de velas para iluminar la sala de lectura (Alcina Franch, 2000).
Gracias a diversos inventarios y epistolarios, tenemos conocimiento de que su extraordinaria biblioteca se fue constituyendo por muy diversas vías: Por medio de compras especiales, por incautación de botines de guerra, por encargos concretos a copistas y miniaturistas, por copia directa de manuscritos –pedidos en préstamo por sus embajadores en Roma, Venecia, Florencia– o merced a regalos recibidos de manos de otros príncipes y cortesanos.
La colección libraria real reunida por Alfonso tenía un carácter mixto cristiano-pagano, ya que abarcaba por igual obras de temática religiosa (biblias, salterios y obras de teología), clásicos de la Antigüedad (César, Tito Livio, Virgilio, Séneca, Tucídides, Quintiliano, Macrobio, Flavio Josefo, Plinio, Ptolomeo, Vitruvio, Aristóteles, Platón, Ovidio, Horacio, Nepote, Suetonio, Homero, Esopo, etc.) y por supuesto, obras de humanistas coetáneos suyos (Valla, Aretino, Guarino, Pontano, Faccio, il Panormita, etc.). La herencia de la Antigüedad Clásica palpitaba en la cuidada selección de textos latinos allí reunidos –con decoraciones a menudo inspiradas en el estilo romano–,  aunque su colección más personal nunca renunciaría a la miniatura gótica flamenca –muy del gusto del monarca–. Podemos concluir pues que la Biblioteca Real tenía la doble función de servir a los“studia humanitatis” de su Corte, y de potenciar la imagen simbólica de su propietario como personaje poderoso y cultivado.
En efecto, Alfonso V crea y mantiene una Corte Humanística en Nápoles. Su esposa, María de Castilla, queda como regente en sus dominios peninsulares; él, mientras tanto, encontrará en tierras italianas los favores de otra dama: Lucrezia d`Alagno.
El Magnánimo reúne en su Corte a poetas y eruditos castellanos, aragoneses, valencianos y catalanes –como Pedro de Santa Fe, Jordi de Sant Jordi, Andreu Febrer, Ausias March y Joanot Martorell– los cuales compondrán versos en sus lenguas vernáculas.
El Cancionero de Stúñiga(VITR/17/7) –custodiado en la BNE- recopila buena parte de la poesía lírica compuesta en dicha Corte: un total de 164 composiciones de más de 40 autores -como Lope de Estúñiga, Juan de Mena, y el ya citado Marqués de Santillana-. El Cancionero refleja asuntos cortesanos, con alusiones al rey Alfonso, a la reina María, a su hija ilegítima, a su amante Lucrezia y a los nobles y damas de sus veladas napolitanas. En él predomina la temática del “amor cortés” –el amor idealizado y no correspondido del caballero hacia la dama- y, en menor medida, los temas festivos, elegíacos, la sátira política y hasta la “parodia sacra”. En su frontispicio destaca la orla vegetal donde cuatro virtudes sostienen una láurea, cuyo escudo interior quedó en blanco.
Junto a aquellos hispanos, Alfonso V también se sabrá rodear de los grandes humanistas itálicos del momento: hablamos de personajes como Porcellio Pandone, Enea Silvio Piccolomini, Giovanni Pontano, Lorenzo Valla –su secretario personal–, Antonio Beccadelli il Panormita –su asesor cultural y autor de su 1ª biografía: De dictis et factis Alphonsi regis Aragonum (BHUV Ms. 445)– y Bartolomeo Faccio. Éste último, en su De viris illustribus (1456), no dudará en mostrarle como un gobernante “pío, culto, firme e imparcial, síntesis perfecta de los principios cristianos y del César romano”.
En esta misma línea propagandística, Lorenzo Valla pone al servicio del rey todos sus conocimientos filológicos y no duda en denunciar como falsa la pretendida “Donación de Constantino”, a fin de ensalzar la figura del monarca aragonés frente al pujante poder papal. El mismo Valla relata en sus Recriminationes in Faccium que el rey tenía a bien que le leyeran textos antiguos, interrumpiendo la lectura para plantear cuestiones y comentarios a sus interlocutores.
Según Piccolomini, era tal su interés por adquirir conocimientos que a menudo Alfonso entraba en el Estudio y la Universidad napolitanos confundiéndose con los alumnos (Mechó González, 2010).
Como muestra de su bibliofilia, nos relata il Panormita que, la víspera anterior a entrar en combate, el rey tenía por costumbre reunir a sus oficiales y leerles textos de Séneca, Julio César y Tito Livio, libros estos que guardaba bajo su lecho: “sabemos que dormía el rey con los libros debajo de la cama y cuando despertaba al amanecer, pedía lumbre para seguir leyendo”, no en vano Alfonso llegó a afirmar que  “prefería perder un reino antes que uno de sus libros” (Bas Carbonell)
Otro ejemplo de su amor por los libros lo encontramos en una carta remitida por Alfonso V a Cosme de Médicis, en la cual le confiesa: “ningún presente honra tanto, no sólo al que lo recibe, sino también a quien lo da, como los libros que encierran sabiduría. Por ello, oh Cosme mío, te expreso mi agradecimiento de manera muy singular. No solo acrecientas mi biblioteca, sino mi dignidad y mi fama” (Rubio, 1960; López Poza, 2009).

La heráldica del rey Alfonso. Sus armas y emblemas

Las armas de Alfonso V, como Rey de Aragón, de Sicilia, de Nápoles, y Duque de Calabria, eran: preferentemente, los palos verticales de oro y gules de Aragón, solos, o bien combinados en sotuer con las águilas de Sicilia, o bien cuartelados con la suma de los palos horizontales de plata y gules de Hungría, los lises dorados sobre azur de Francia y las cruces potenzadas de Jerusalén. Esta última combinación –propia del escudo del Reino de Nápoles– es una de las predominantes en las orlas de los manuscritos humanísticos de la Biblioteca Real, junto con la versión cuartelada Aragón-Jerusalén –propia del Ducado de Calabria–.
Armas del Reino de Aragón con la cimera del “drac pennat” -emblema parlante por equivalencia entre dragón y d´Aragón-. Arriba, a la izquierda, fol. 108 del Gran Armorial de la Toison d´Or (BNF RES-MS-4790). A la derecha, detalle del fol. 65 del Ms. Harley 6199 (Brritish Library).
Escudo del Reino de Nápoles, detalle del fol. 2 del Franceschi Philelphi Satyrae hecatosticae (BHUV Ms. 0398)
Hay que comentar que, en los manuscritos de su biblioteca, además de las armas de Aragón y sus combinaciones, aparecen en menor proporción otros escudos, como el de los Sforza, algunos pontificios y cardenalicios y los blasones de algunos particulares.
Como complemento a sus armas, el Magnánimo adoptó además unos emblemas y motes propios y originales. En las miniaturas de la biblioteca de los reyes napolitanos aparecen variados emblemas reales de compleja explicación, como las montañas diamantinas, los armiños, la telaraña, la madeja de oro, el nudo, la rueda, la cabellera, la planta espinosa, los carcajes, el martillo, etc. (Alcina Franch). Pero fueron sobre todo tres, por su marcado valor simbólico, los más significativos para Alfonso V: Las espigas de mijo, el sitial peligroso y el libro abierto –sobre el cual nos detendremos más en detalle–.
El haz de mijo solía venir asociado al mote latino “Non timebo milia populi”. Este lema se prestaba a un juego de palabras, ya que el numeral mil y mijo se escribían igual en latín: “No temeré el mijo del pueblo / no temeré a mil del pueblo”. El mijo, como cereal, era además símbolo de la incorruptibilidad y de la caridad.
El siti perillós –el sitial peligroso–, a veces incluso llameante, comenzaría a ser usado como emblema tras su entrada triunfal en Nápoles (26 febrero 1443) –plasmada en el relieve del arco de Castel Nuovo, obra de Francesco Laurana–, alegoría sin duda de la dificultad que le supuso su conquista. Hay quienes han visto en él la silla curul que precedía a los emperadores romanos en las entradas triunfales: “el imperio puede consumir al hombre en su propio orgullo, pues el triunfador era al fin y al cabo tan sólo un hombre” (Estaban Llorente, 2010). Pero también hay quien ve en el sitial reminiscencias de la leyenda artúrica, como “la silla reservada a quien, puro de corazón, lograra sentarse en ella, aún a riesgo de perder su vida, demostrando así estar destinado a encontrar el Santo Grial de la Última Cena” (Beltrán, 2008).
El libro abierto. Es imposible renunciar a la idea del libro como objeto preciado, parte integrante de un tesoro patrimonial y una expresión más del poder real. Así lo parece atestiguar el emblema del libro abierto y el lema “Liber sum”. El libro evoca en latín (liber) un doble significado, esto es, “soy un libro”, pero también “soy libre”.
Nos relata Becadelli il Panormita: “La divisa del rey es un libro abierto, para demostrar que a él le corresponden el saber y el conocimiento de las buenas artes y la ciencia, lo cual no se puede alcanzar sin leer, estudiar y amar los libros”. Dice igualmente: “En el fragor de las batallas, entre banderas y gallardetes sobresalía su insignia, que traía por divisa un libro abierto con la inscripción Vir sapiens dominabitur astris”. La leyenda inscrita en el libro parece remitir a un aforismo astrológico atribuido a Claudio Ptolomeo, que en la corte del Magnánimo venía a traducirse como  “el hombre sabio es capaz de decidir su propio destino”.
La citada divisa del libro y su correspondiente mote los hallamos también en lasmedallas dela Liberalitas Augusta, acuñadas en 1449 por Antonio di Puccio Pisano, Pisanello. -Merece la pena visualizar sus bocetos preliminares a tinta para medallas similares, reunidos en el Codex Vallardi (2306 r., 23072486) del Museo del Louvre-. Estas medallas no eran sino ofrendas o regalos que el monarca entregaba a sus allegados. Por lo demás, el propio Alfonso era coleccionista de monetarios antiguos y, como los otros príncipes italianos de su época, apreciaba la rica medallística del pisano.
 
Pisanello. Medalla de la “Liberalitas Augusta” de Alfonso V, 1449 (M.A.N.)
Anverso: · DIVVS · ALPHONSVS · REX · / · TRIVMPHATOR · ET · / · PACIFICVS · Busto armado del rey de perfil a la derecha; a la izquierda una celada abierta con cimera de cresta solar y decorada con la divisa del libro abierto con el mote del “Vir sapiens dominabitur astris”; a la derecha del busto, una corona real y sobre ella · M · / · · C · C · C· C·, y debajo XLVIIII.
Reverso: LIBERA  LITAS · / · AVGV  STA ·. Un águila imperial, que al parecer acaba  de matar un corzo, invita a sus crías a que disfruten de  su presa. En exergo: PISANI PICTORIS · OPVS ·.
A Pisanello se le atribuye el redescubrimiento iconográfico y documental “quattrocentesco” de la tradición numismática romana. En el anverso de esta medalla el soberano se hizo representar armado, con los apelativos de divino, triunfante y pacífico. La celada con cimera solar y el libro con aforismo astrológico le venían a definir además como sabio y nuevo Apolo.
Esta misma medalla servirá de inspiración mucho más tarde (1557) al pintor Juan de Juanes para realizar su célebre retrato de Alfonso el Magnánimo (Museo de Zaragoza), y cuyo lienzo está expuesto actualmente en la muestra Otras Miradas, organizada con motivo del Tricentenario de la Biblioteca Nacional de España.
Juan de Juanes. Alfonso V de Aragón, 1557. (Museo de Zaragoza)
Al rey Alfonso se le atribuyen las siguientes palabras: “los libros son, entre mis consejeros, los que más me agradan, porque ni el temor ni la esperanza les impiden decirme lo que debo hacer”. Este mismo sentido lo encontramos bajo la fórmula latina: “nec spe sine metu”, y ostentando por “pictura” unos libros, enLos emblemas morales de Juan de Borja (Praga, 1581), asociándose “a la lealtad del buen consejero, al que no guían más intereses que los de su señor, sin esperar premio ni temer castigo, algo tan difícil de lograr, que sólo puede hallarse en los consejeros muertos, es decir, en los libros”. (López Poza).
Como marca de propiedad e imagen de poder, las armas y divisas reales figuraban decorando los objetos más diversos: Desde la tienda de campaña del monarca “una tenda gran Real de cotonina la qual fou del Rey Alfonso ab divises de libres…”, pasando por instrumentos musicales, como cierto órgano“figurades les armes d`Aragó, li Siti perillós e lo libre…”, o, por supuesto, sus piezas de orfebrería, las cuales habría de empeñar para financiar la conquista de Nápoles. También aparecen sus armas y divisas en una galera de guerra “e tot l`enfront de la popa molt spes es ple de petits scuts d`armes d`Aragó et des libres…”. Y del mismo modo figuraban sus insignias en estandartes, como la veintena que el pintor valenciano Jacomart le decorara en 1447 (Español, 2002-2003).
Sus armas y divisas fueron reproducidas también en elementos constructivos, como las claves pétreas de la Gran Sala de Barones del Castel Nuovo de Nápoles (Serra Desfilis, 2008), o en las partidas de azulejos de Manises, encargadas al alarife Juan Al-Murci para solar sus fortalezas de Gaeta, Castel Nuovo y Valencia, y sus fundaciones monacales. Estas losetas y alfardones lucían esmaltados en azul cobalto los millsllibres e títols”, los lemas reales referentes a la virtud necesaria para acometer y culminar la conquista de Nápoles: “Virtut apurar no’m fretura sola” (“No me faltará virtud hasta el final”), “Seguidores vencen” y el salmo “Dominus mihi adiutor et ego despreciam inimicos meos”: (“Sea el Señor en mi ayuda, y yo haré desprecio de mis enemigos”) (Coll Conesa, 2009).
Alfardón de Juan Al-Murci, S. XV, con las divisas reales de los “Mijos” y el “Libro”. (Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí)
El emblema del libro abierto en los manuscritos napolitanos
Para la elaboración de este capítulo hemos recurrido en buena medida a la extraordinaria biblioteca virtual del proyecto cooperativo de digitalizaciónEuropeana Regia(2010-2012, BNF, BSB, BHUV, HAB, KBR) de la cual hemos extraído las  imágenes y extractos de descripciones catalográficas que articulan nuestro discurso.
La heráldica de los manuscritos de la biblioteca real de Nápoles ha sido de suma utilidad para su datación, pues contribuye a establecer las relaciones dinásticas entre las diversas casas nobiliarias, ejerciendo ante todo como signos de propiedad y verdaderos ejemplos de los gustos culturales de los reyes napolitanos (Alcina Franch).
Los escudos de armas reales figuraban en las miniaturas, generalmente en el margen inferior central de orlas vegetales, a menudo sostenidos por angelillos o niños desnudos. Por su parte, la emblemática real estaba representada en las citadas orlas humanísticas dentro de láureas y roleos dorados o de pedrería, pero también dentro de las letras capitales de los textos.
Destacamos las siguientes obras manuscritas cuyos frontispicios lucen, entre otras, la divisa del libro abierto:
Ioviani Pontani De obedientia; De príncipe (BHUV Ms. 0833)
Ioviani Pontani De obedientia; De príncipe (BHUV Ms. 0833). Este códice transcribe dos tratados de política de Giovanni Gioviano Pontano. El primero de los cuales, el “De obedientia” (f. 3 º-87r) está dedicado a Roberto Sanseverino, príncipe de Salerno, y el segundo, “De Principe” (f. 91r-107v), está dedicado a Alfonso, Duque de Calabria. Miniado por el napolitano Cristoforo Majorana, en el folio 3 presenta una orla con “bianchi girari”, en cuyos tondos aparecen representados la Justicia, la Templanza, Mercurio y Hércules, así como varios emblemas reales –el libro, el trono en llamas–. En la parte inferior, el escudo de Aragón-Calabria.
L[ucii] Iunii Moderati Columellae rei rusticae (BHUV, Ms. 0054).
L[ucii] Iunii Moderati Columellae rei rusticae (BHUV Ms. 0054). El códice contiene los doce libros de la obra “De re rustica” y el “De arboribus” de Lucio Junio ​​Columela. Miniado en el taller de Francesco Antonio del Cherica, en el f. 4  figura la orla florida de tipo florentino en la  que se disponen un cervatillo, niños y aves, así como emblemas reales: el monte de punta de diamante, el libro abierto, la planta de mijo, la telaraña, y escudo del Duque de Calabria sostenido por dos“putti”.
Beati Thomae de Aquino Ad regem Cypri de rege et regno (BHUV, Ms. 0840)
Beati Thomae de Aquino Ad regem Cypri de rege et regno (BHUV Ms. 0840). El códice transcribe la obra “Del reino y de los reyes de Chipre” de Santo Tomás de Aquino, quien escribió hasta el capítulo cuarto del libro segundo, donde empezó a escribir Ptolomeo de Lucca, quien la finalizó. Según De Marinis este manuscrito fue realizado por Jacopo da Fabriano para Isabel de Aragón, hija de Alfonso, duque de Calabria, y de Hipólita María Sforza, antes de sus bodas con el duque de Milán, Gian Galeazzo Sforza. Preciosa orla miniada en oro, con emblemas –sitial ardiente, libro abierto, mijo– “putti” y santo Tomás sosteniendo con la mano derecha el escudo de los monarcas napolitanos, y en la izquierda otro blasónde la familia Sforza con águilas y serpientes, de la boca de las cuales sale el hombre rojo; la letra capital miniada representa al monarca entronizado, con globo y espada o cetro.
Emilii Probi De excellentibus ducibus externarum gentium. Lattantii Firmiani versus de Phenice (BHUV Ms. 0765)
Emilii Probi De excellentibus ducibus externarum gentium. Lattantii Firmiani versus de Phenice (BHUV Ms. 0765). Este códice florentino transcribe la obra“Vitae excellentium imperatorum”, y las vidas de los autores latinos Atico, Catón y Virgilio, por Cornelio Nepote, y el poema “De ave phoenicea” de Lactancio. Decoración: En el fol. 4, frontispicio con decoración vegetal con emblemas reales –montañas diamantinas, nudo, libro abierto y cabellera–, aves, ciervos, mariposas y, en la parte inferior, sendos “putti” flanqueando el escudo del Ducado de Calabria.
Macrobii Theodo[sii] Saturnalior[um]; [Commentarii in Somnium Scipionis]. Pu[blii] Cornelii Scipionis africani Somnium (BHUV Ms. 0055)
Macrobii Theodo[sii] Saturnalior[um]; [Commentarii in Somnium Scipionis].Pu[blii] Cornelii Scipionis africani Somnium (BHUV Ms. 0055). El códice transcribe los siete libros de las “Saturnales” de Macrobio, en los que se trata unitariamente temas muy diversos como el lujo, el baile, la embriaguez y otros temas. La figura fundamental es el personaje de Virgilio, considerado como un sabio, que es tratado en los libros 3-6. Contiene también “Commentarii in Somnium Scipioni”. El manuscrito incluye al final del sueño de Escipión de Cicerón, parte final del tratado político “De re publica”.  Decoración: Miniado por Cristoforo de Majorana, orla floral y figurada en oro y colores, conteniendo emblemas reales –libro abierto, sitial ardiente, haz de mijo, madeja, telaraña, montañas de diamante–, ángeles, dragones, caracol, aves, serpiente con cabeza de mujer, y escudo de los Soberanos de Nápoles.
Como vemos, los libros de lujo de Alfonso V respondían a muy diversos estilos decorativos e iconográficos –gótico internacional, miniatura humanística lombarda, napolitana, florentina, veneciana, etc. –. Pasamos a comentar a continuación unos cuantos ejemplos:
En la línea del gótico internacional valenciano, destacamos un Salterio y libro de horas. (British Library,Ms. Add. 28962),  confeccionado e iluminado por Leonardo Crespi por encargo del confesor real, el cardenal dominico Joan de Casanova. Junto a los escudos de armas de Aragón, ubicados dentro de las iniciales miniadas, la divisa del libro abierto es representada aquí en las gualdrapas del caballo real arremetiendo contra un ejército musulmán(miniatura del fol. 78, -fig. 8-).
Una muestra de la miniatura milanesa del Quattrocento la encontramos en el ejemplar Franceschi Philelphi Satyrae hecatosticae (BHUV Ms. 0398). Este manuscrito fue ofrecido por el propio autor a Alfonso el Magnánimo, como atestiguan las miniaturas de su frontispicio (f. 2 º r.), en donde figuran: El escudo de armas real acompañado de la inscripción: Alphonso regio optimo maximo”, la letra capital de comienzo del texto –en cuyo interior está representada la entrega del libro al rey, sentado en su sitial, de manos del propio autor– y, finalmente, en la orla florida inferior –donde figuran las iniciales del autor (Fr) y (Ph) flanqueando su escudo de armas, inserto dentro de una corona vegetal–.
Dentro de la miniatura napolitana es reseñable un Virgilio: [Publii Vergilii Maronis Opera: Bucolica ; Georgica ; Aeneis] (BHUV Ms. 837). Su primera hoja empieza directamente por el primer verso de las Bucólicas”, en el cual destaca la “T” inicial miniada. La hoja está rodeada por una orla de bianchi girari” de tipo napolitano. En la parte inferior, sendas coronas de laurel aparecen en blanco –estarían destinadas a cobijar los emblemas de su futuro propietario–. En medio, una escena virgiliana, deteriorada por el paso del tiempo. Treinta y nueve miniaturas componen las ilustraciones de todo el códice, de las cuales once ocupan toda la hoja, destacando la que representa el pasaje de la recepción en el palacio de la reina Dido y la del caballo troyano. Los investigadores han detectado la intervención de tres miniaturistas como mínimo, advirtiéndose que sólo las primeras miniaturas llegaron a ser finalizadas.
Como ejemplo de manuscritos decorados conforme a modelos florentinos,un Séneca copiado por Pietro Ursuleo e iluminado por Matteo FeliceSéneca: De Questionibus naturalibus, De Remediis fortuitorum, Liber proverbiorum (BNF Ms. Latin 17842). El frontispicio está decorado  con una orla vegetal de “bianchi girari” en la que se alternan “putti”, liebres y aves. A su derecha, una láurea alberga el retrato de perfil del rey Alfonso con la leyenda “Alphonsus Rex Aragonum”, mientras que en la parte inferior de la orla se representa un escudo real en lacería flanqueado por sendos ángeles y pavos reales. La inicial Q historiada del título alberga a Séneca escribiendo en su estudio.
A inicios del siglo XVI la Biblioteca de los reyes aragoneses de Nápoles se dispersa víctima de las incautaciones de Carlos VIII de Francia y de las ventas a Luis XII (BNF), pero también merced a las partidas patrimoniales traídas consigo a Valencia por Fernando de Aragón, Duque de Calabria (BHUV). Como vimos más arriba, buena parte de los fondos vuelven a estar reunidos en línea gracias al proyecto cooperativo Europeana Regia.
A modo de conclusión, tras el estudio de la iconografía heráldica y emblemática del Magnánimo, así como del tesoro documental que constituyó su Biblioteca Real Napolitana, hemos de reiterar, una vez más, la notable labor propagandística de sus patrocinados por ensalzar por igual su imagen de triunfal conquistador de Nápoles y de nuevo “rey sabio”.
Manuel Pérez Rodríguez-Aragón
Biblioteca Digital Hispánica
Bibliografía
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MECHÓ GONZÁLEZ, Antonio. “Antonio Pisano y Enrique Giner: dos visiones medallísticas sobre Alfonso V El Magnánimo” en IMAGO. Revista de Emblemática y Cultura Visual, [Núm. 2, 2010]. [pdf en línea]
MONTSERRAT MESANZA, Juan BAlfonso V el Magnánimo, la imagen real. Zaragoza: El Justicia de Aragón, 1996.
REYES BIBLIÓFILOS, Los: [catálogo de la exposición], Biblioteca Nacional, Madrid, junio-septiembre 1986.
SERRA DESFILIS, Amadeo. “Legacy and Imperial Ideal in the Early Renaissance: the Artistic Patronage of Alfonso V the Magnanimous”, en Europe and its Empires/ edited by Mary N. Harris and Csaba Levai. Pisa: Plus-Pisa University Press, 2008. [pdf en línea].
VILLALMANZANO, Jesús. Joanot Martorell: Biografía ilustrada y diplomatario.Valencia: Ajuntament de València, 1995 [pdf en línea].

Curso de alta especialidad actualización en artroplastia de CADERA y RODILLA

Para el 7 y 8  de septiembre del 2012 tenemos en la ciudad de Aguascalientes, el curso del especialización en artroplastia de cadera y rodilla:


Curso de alta especialidad actualización en artroplastia de CADERA y RODILLA


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ALTA CALIDAD EN ORTOPEDIA
DR SALVADOR RIVERO BOSCHERT
CIRUGIA ARTROSCOPICA DE RODILLA Y HOMBRO
HOSPITAL MEDICA SUR
PUENTE DE PIEDRA 150-111 TORRE 2
COL. TORIELLO GUERRA
TLALPAN MEXICO DF 14050


INFORMES E INSCRIPCIONES:
Colegio Mexicano de Ortopedia y Traumatología A.C.
World Trade Center México, Montecito #38, piso 25,
oficinas 23-27 Col. Nápoles, CP. 03810, México, D.F.
Tels. + (55) 9000 2790 al 94
eventos@smo.edu.mx / smo@smo.edu.mx
comunicarse al CMO para su inscripción






Final de las Olimpiadas de Verano 2012

Los juegos olímpicos de verano 2012 han llegado a su fin en un entorno de competitividad internacional, y con ello este último envío con temas médicos relacionados al deporte que esperamos hayan sido de su agrado y sobretodo de utilidad en su práctica diaria.
Se le invita a sugerir temas para los próximos envíos y aprovechamos para desearle un excelente fin de semana.

The 2012 Summer Olympics Games have ended in an environment of international competitiveness, and thus the latter shipping with medical issues related to sports. We hope you enjoy reading the articles and the information would be useful in your daily practice. You are invited to suggest topics for the following shipping. 
Wish you a great weekend.
Lo mejor, lo peor, y el jugo: la necesidad y sugerencias para mejorar los Juegos Olímpicos. 
The best, the worst, and the juiced: the need for and suggestions to improve the Olympics.
Calisher CH.
Department of Microbiology, Immunology and Pathology College of Veterinary Medicine and Biomedical Sciences, Colorado State University, Ft. Collins, CO 80523, USA. calisher@cybercell.net
Croat Med J. 2009 Jun;50(3):328-31.

The emblem of the Olympic Games is composed of 5 interlocking, colored (blue, yellow, black, green, and red) rings on a white field. It was designed in 1913 by Baron Pierre de Coubertin, the founder of the modern Olympic Games. The rings signify passion, faith, victory, sportsmanship, and work ethic ("ethics" is not mentioned, except as "sportsmanship," but is expected). Each night during the Olympics a summary of the day's events is presented on television and details provided in newspapers, on radio, and on the web. What we are told about are the highlights, that is, the events that the media feel are important and will be watched by large audiences. Fencing, badminton, and handball usually are not mentioned here, unless one of the competitors falls, plays poorly, or is shown to be a person of the sex opposite of that we all assumed her (rare) or him (very rare) to be, although the athletes competing in those events have practiced most of their lives to perfect their skills. This seems rather inane. Why is the 100-m dash of greater interest than taekwondo? I don't know, but it is. Not many people are interested in watching weight-lifting and the participants in those events perform before audiences comprising their relatives, friends, and biased judges, as well as those whose IQs are so low they could not figure out how to obtain tickets to the basketball competition
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2702747/pdf/ 
CroatMedJ_50_0328.pdf 
Atentamente
Anestesiología y Medicina del Dolor