miércoles, 21 de diciembre de 2011

El plomo, el arsénico y el cadmio aumentan el riesgo de cáncer de páncreas


El plomo, el arsénico y el cadmio aumentan el riesgo de cáncer de páncreas
Los altos niveles de plomo, arsénico y cadmio aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, mientras que los de níquel y selenio lo reducen. Es la conclusión a la que llega un estudio de investigadores españoles y estadounidenses publicado en la revista científica Gut.
FUENTE | El País Digital21/12/2011
Los investigadores Núria Malats, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), y Miquel Porta, del Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM), estudiaron los niveles de 12 elementos en 118 pacientes con cáncer de páncreas y 399 pacientes con otras patologías, todos ellos ingresados en diferentes hospitales españoles.

Los investigadores analizaron la presencia de estos metales en las uñas de los pies. "Las uñas las recogimos entre 1992 y 1995, lo que ilustra lo útiles que son los bancos de muestras biológicas. Tras más de 15 años de almacenamiento, se analizaron en el Dartmouth College de Estados Unidos, y en ellas se detectaron muy altos niveles de metales o elementos como plomo, arsénico, cadmio…", explica Porta. Los resultados de la comparación de los restos encontrados en las uñas de los pacientes con cáncer y los que no lo padecían acabaron mostrando que los que tenían niveles más altos de plomo presentaban seis veces más riesgo de padecer cáncer de páncreas. En el caso del arsénico y el cadmio, el riesgo se multiplicaba por dos o por tres. 

El análisis también mostró que los individuos con niveles de níquel y selenio altos tenían una probabilidad entre un 33% y un 95% menor de desarrollar un cáncer de páncreas que los que tenían niveles más bajos. No es la primera vez que un estudio científico asocia el selenio con la protección contra determinados tipos de cáncer. Este elemento puede contrarrestar los efectos nocivos del cadmio, el arsénico y el plomo, según algunas investigaciones. 

¿Dónde están los elementos nocivos? "Nuestra hipótesis es que la principal fuente de exposición es la dieta, aunque también están en el aire y el agua, y en algunos lugares de trabajo. Eso es lo siguiente que vamos a estudiar", asegura Porta. 

Las uñas, señala Malats, "son una buena matriz biológica donde se acumulan metales por un periodo de tiempo considerable, entre uno y tres años". La investigadora añade que "el cadmio está presente en el tabaco y en exposiciones ocupacionales, el arsénico en el suelo y agua, y el plomo en contaminación de gasolina y ambiental. El organismo los absorbe de diferente manera, vía respiratoria o digestiva y se almacenan en diferentes tejidos, entre ellos, las uñas". 

Este estudio podría tener una aplicación clínica. "Ayudará a hacer prevención primaria, a prevenir la aparición de la enfermedad”, afirma Porta. "Casi todo el mundo se dedica a buscar mejores diagnósticos y tratamientos (con poquísimo éxito), pero pocos a impedir que el mortífero cáncer de páncreas aparezca", añade. Este tipo de cáncer es poco frecuente pero muy letal. Hasta ahora, solo el tabaco, la obesidad y la diabetes se consideraban factores de riesgo comprobados.

"Los resultados deben replicarse", explica Malats. "Si se replican, el siguiente paso es probar el efecto protector del selenio, al menos, mediante un ensayo clínico antes de poder administrarlo a población de alto riesgo de desarrollar cáncer de páncreas". 

Autor:   Elena G. Sevillano

La ira no expresada perjudica la salud cardiovascular de la mujer


La ira no expresada perjudica la salud cardiovascular de la mujer
La irritación que provocan determinadas experiencias personales o hechos externos es una respuesta natural del ser humano. Sin embargo, una canalización inadecuada puede afectar a la salud cardiovascular. Investigadoras de la Universidad Nacional de educación a Distancia(UNED) han descubierto que las mujeres que reprimen la ira sufren más problemas cardiovasculares que las que la expresan o la controlan.
FUENTE | UNED21/12/2011
“En nuestro estudio descubrimos que, en las mujeres, la alta tendencia a suprimir o guardar la ira conlleva un mayor malestar emocional, peores hábitos de salud y más síntomas cardiovasculares”, explica Ana M. Pérez-García, autora principal del trabajo e investigadora del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos de la UNED.

El trabajo, publicado en el último número de la revista Psicothema, analiza de qué forma afecta la ira a la población femenina en su salud cardiovascular. Para ello, las investigadoras diferenciaron entre tres tipos de ira: interiorizada, exteriorizada y controlada. La población estudiada estaba formada por 327 mujeres con una edad media de 35,4 años, todas estudiantes de la UNED. El 63% de ellas trabajaba; el 22% eran estudiantes; el 12%, amas de casa y el 3% restante estaba sin empleo.

La relación existente entre las enfermedades cardiovasculares y la ira -ese estado emocional de intensidad variable que va desde la irritación hasta la furia- había sido estudiada en anteriores trabajos. Sin embargo, la novedad de éste radica en que profundiza en el análisis de las mujeres (mucho menos estudiadas que los varones) y, que además de analizar la ira expresada y reprimida, mide otra forma de expresión muy poco abordada en la investigación de esta área, que es controlar las reacciones de enojo.

“El control de la ira parece amortiguar el efecto negativo para la salud asociado a la mayor represión del enfado”, afirma la investigadora. Para llegar a esta conclusión, la población estudiada completó un abanico de escalas que analizaban la expresión de la ira, el malestar emocional, los síntomas cardiovasculares y las conductas preventivas. De las 327 mujeres, las que indicaron que querían continuar (218) repitieron la batería de preguntas un año después. 

MEJOR EXPRESAR QUE REPRIMIR
La investigación revela que, comparando la ira manifestada con la interiorizada, es preferible expresarla puesto que, aunque se asocie con mayores niveles de presión sanguínea, de frecuencia cardíaca y una mayor secreción de adrenalina (entre otras reacciones fisiológicas), la recuperación hasta los niveles normales es más rápida que si se reprime. 

“La represión de la ira hace que esos sentimientos perduren durante mucho más tiempo por lo que, aunque las reacciones no alcancen la misma intensidad, su duración se prolonga y pueden volver una y otra vez al primer plano de atención de la persona, con sus correspondientes alteraciones fisiológicas”, indica Pérez-García. 

Esta expresión del enojo tiene unos límites puesto que “verbalizar la ira no significa caer en actos agresivos o violentos”, añade la investigadora. Según los expertos, lo preferible desde el punto de vista de la salud cardiovascular es controlar el enfado y llevarlo a expresiones emocionales más favorables. 

INEVITABLE PERO CONTROLABLE
La existencia de la ira es inevitable porque actúa como respuesta natural de adaptación del ser humano a las amenazas. Sin embargo, a pesar de que sea un estado emocional inherente a hombres y mujeres, existen casos en los que la ira no sigue los parámetros “normales” y supone un factor de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. 

“Lo malo no es enfadarse ante un motivo importante para el individuo o frente a situaciones donde la mayoría de las personas reaccionarían de forma similar”, declara Pérez-García. “El problema está cuando uno se enoja demasiado y ante demasiadas cosas, especialmente si la mayor parte de las personas, ante esos mismos hechos, no muestra ira o no con tanta intensidad”, añade. 

Para mitigar su aparición, los investigadores recomiendan reevaluar positivamente el problema, recurrir al sentido del humor, distraerse, hacer ejercicio físico y buscar consejo de amigos que ayuden a relativizar el suceso. Y, ante los indicios de tensión, tomarse unos segundos y respirar profundamente. 

El siguiente paso de la investigación se centrará ahora en el apoyo social de los enfermos cardiovasculares y en las estrategias que siguen los pacientes crónicos. En ambos casos, el estudio analizará las diferencias de género existentes.



Referencia bibliográfica:Ana M. Pérez-García, Pilar Sanjuán, Beatriz Rueda y M. Ángeles Ruiz. “Salud cardiovascular en la mujer: el papel de la ira y su expresión”. Psicothema, 2011. 23 (4), 593-598.

Cerebro y musica


Música y cerebro (II): evidencias cerebrales del entrenamiento musica
http://www.neurologia.com/pdf/Web/5312/bg120739.pdf

Música y cerebro (I): fundamentos neurocientíficos y trastornos musicales

For Healthcare Professionals


Clinical Care Guidelines

 

Guidelines regarding thrombosis and thrombophilia



A.  DVT and PE Prevention and Treatment - General Guidelines:


1.  ACCP 2008
ACCP Guidelines for Antithrombotic and Thrombolytic Therapy: 8th Edition
Evidence-based treatment recommendations are provided for prevention and treatment of arterial and venous thromboembolism, including in pregnant women and children, by a group of experts from the American College of Chest Physicians (ACCP), ..  ACCP Guidelines for Antithrombotic and Thrombolytic Therapy: 8th Edition; Chest 2008 Jun;133(6 Suppl):110S-112S.

2.  AHA 2011  DVT and PE 
Management of massive and submassive pulmonary embolism, iliofemoral deep vein thrombosis and chronic thromboembolic pulmonary hypertension. A scientific statement from the American Heart Association
Evidence-based management recommendations for iliofemoral DVT, massive and submassive PE, chronic thromboembolic pulmonary hypertension and postthrombotic syndrome are addressed in this statement by a group of experts brought together by the American Heart Association (AHA).   Jaff MR, McMurtry MS, Archer SL, et al. Management of massive and submassive pulmonary embolism, iliofemoral deep vein thrombosis and chronic thromboembolic pulmonary hypertension. A scientific statement from the American Heart Association. Circulation 2011,123(pre-published on the web).

3.  AAOS 2011
Clinical Guideline on Prevention of Pulmonary Embolism in Patients Undergoing Total Hip or Knee Arthroplasty
Recommendations from the American Academy of Orthopedic Surgeons (AAOS) on DVT prophyalxis after orthopedic procedures.    Am Academy Ortho Surg (AAOS)  Clinical Guideline; Aug 2011

4. ACP 2011
Clinical Guidelines:Venous Thromboembolism Prophylaxis in Hospitalized Patients: A Clinical Practice Guideline From the American College of Physicians
Recommendations from the American College of Physicians regarding prophylaxis in hospitalized patients. Amir Qaseem, Roger Chou, Linda L. Humphrey, Melissa Starkey, and Paul Shekelle for the Clinical Guidelines Committee of the American College of Physicians Ann Intern Med November 1, 2011 155:625-632


5. ASH 2011
Clinical Practice Guide on Anticoagulant Dosing and Management of Anticoagulant-Associated Bleeding Complications in Adults 

The American Society of Hematology has developed a pocket-sized Quick Reference guide adapted in part from The American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guideline on Antithrombotic and Thrombolytic Therapy (8th Edition).


B. Pregnancy, VTE and thrombophilia guidelines


1. ACOG 2011
Guidelines from the American College of Obstetricians and Gynecologists regarding the prevention, management and treatment of blood clots during pregnancy.  Obstetrics & Gynecology. 118(3):718-729, September 2011.  Note: journal license required to view full article
Review of common thrombophilias and their association with maternal venous thromboembolism risk, adverse pregnancy outcomes, indications for screening to detect these conditions and management options during pregnancy. Obstetrics & Gynecology. 118(3):730-740, September 2011.  Note: journal license required to view full article. 




C.  Cerebral Venous Thrombosis Guidelines:


1. AHA 2011 Cerebral venous thrombosis
Diagnosis and Management of Cerebral Venous Thrombosis: A Statement for Health Care Professionals from the American Heart Association
This consensus statement provides a comprehensive overview of cerebral venous sinus thrombosis and provides evidence-based recommendations for its diagnosis, management, and treatment. The group of experts was brought together by the American Heart Association (AHA). Gustavo Saposnik et al. Diagnosis and Management of Cerebral Venous Thrombosis: A Statement for Healthcare Professionals; Stroke. 2011 Apr;42(4):1158-1192. Epub 2011 Feb 3.




D.  Cancer and VTE guidelines:  
1. NCCN 2010 

 NCCN Clinical Practice Guidelines for Venous Thromboembolic Disease
Comprehensive. Evidence-based guidelines from the National Comprehensive Cancer Network (NCCN) covering prevention, care and management of venous thromboembolism (VTE) in cancer patients. Note: this site requires registration (free) before being able to view this document.

2. ACCP 2008 - Prevention of VTE in Cancer Patients
Prevention of Venous Thromboembolism
Discusses the prevention of venous thromboembolism (VTE), including cancer patients, and is part of the Antithrombotic and Thrombolytic Therapy: American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines (8th Edition). Geerts WH et al. Prevention of Venous Thromboembolism; Chest. 2008;133:381S-453S

3. ACCP 2008 – Treatment of VTE in Cancer patients
Antithrombotic Therapy for Venous Thromboembolic Disease
Discusses the treatment of venous thromboembolism (VTE), including cancer patients, and is part of the Antithrombotic and Thrombolytic Therapy: American College of Chest Physicians Evidence-Based Clinical Practice Guidelines (8th Edition). Kearon C et al. Antithrombotic Therapy for Venous Thromboembolic Disease; Chest. 2008;133:454S-545S.

3.  ASCO 2007 
 American Society of Clinical Oncology Guideline: Recommendations for Venous Thromboembolism Prophylaxis and Treatment in Patients with Cancer
Detailed, evidence-based recommendations for the use of anticoagulation in the prevention and treatment of venous thromboembolism (VTE) in patients with cancer. Lyman GH et al. American Society of Clinical Oncology Guideline: Recommendations for Venous Thromboembolism Prophylaxis and Treatment in Patients with Cancer. J Clin Oncol. 2007;25:5490-5505;

4.  International Myeloma Working Group 2008 
Myeloma Prevention of thalidomide- and lenalidomide-associated thrombosis in myeloma
Recommendations for VTE Prophylaxis in Multiple Myeloma by the International Myeloma Working Group.. Palumbo A et al. Prevention of thalidomide- and lenalidomide-associated thrombosis in myeloma.. Leukemia. 2008;22:414-423.  Note: journal site license required to view full article.