viernes, 13 de mayo de 2011

Música contra los 'achaques'


Música contra los 'achaques'
Mejora la capacidad de aprendizaje, la comunicación, ayuda a cambiar el mal humor e, incluso, alivia el dolor crónico. Éstas son sólo algunas de las ventajas que produce una buena melodía en la salud de las personas que la escuchan. Pero hay más.
FUENTE | El Mundo Digital13/05/2011
Según un estudio realizado por la Universidad Northwestern (Illinois, EE.UU.) y publicado en la revista científica 'PLoS One', aquellos que, además de atender a la música, también la practican tienen más posibilidades de mejorar los problemas de oído al llegar a la vejez.

"Los que a lo largo de su vida se han dedicado a tocar un instrumento parecen tener una serie de ventajas en, al menos, dos funciones importantes que se deterioran con la edad: la memoria auditiva y la capacidad de oír y mantener una conversación en un ambiente ruidoso", asegura Nina Kraus, directora del Laboratorio de Neurociencia Auditiva de esta universidad y co-autora del estudio.

Para realizar esta investigación, se estudió a 37 personas de entre 45 y 65 años. De ellos, 18 aprendieron a tocar algún instrumento de niños y habían continuado con él durante toda su vida. Tanto a ellos como a los que no eran músicos se les realizó una serie de pruebas para analizar qué eran capaces de oír en un ambiente con ruido, cuál era su memoria auditiva y también la visual.

"Los que habían aprendido a utilizar un instrumento desde pequeños superaban al grupo de los que no eran músicos en todas la pruebas menos en la memoria visual, cuyas respuestas eran muy similares", afirma la doctora Kraus. Un dato que considera relevante ya que "las dificultades para entenderse que tienen los mayores en determinados lugares es una queja común. Además, este impedimento les puede llevar al aislamiento social y la depresión".

MANTÉN DESPIERTO EL CEREBRO

Pero, ¿cómo afecta ese entrenamiento musical a las facultades de los adultos mayores? Para Leocadio Rodríguez, jefe del Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de Getafe, "cuando se estimula durante toda una vida las distintas partes del cerebro que intervienen en una actividad, por ejemplo la música, esas zonas están más entrenadas, es como si tuviesen más reservas, por lo que cuando llegan los déficits de la vejez, a ellos les aparecen más tarde o no los tienen", comenta para ELMUNDO.es.

Además, no sólo ocurriría con los músicos. "Aquellos que se han dedicado a actividades relacionadas con el lenguaje, al llegar a mayores no presentan problemas relacionados con esta faceta, por lo que no les cuesta, por ejemplo, los ejercicios de comprensión. Es más, cuando tratamos casos de demencia, los profesionales lo hacemos partiendo del nivel educativo del paciente", explica el doctor Rodríguez.

"La música interviene en todas las dimensiones neuronales, por lo que la mejora de estas personas no es únicamente un 'efecto de control del volumen'", comentan los autores del estudio. "Más bien han incrementado su capacidad para extraer patrones sonoros relevantes, incluyendo el sonido de sus propios instrumentos, armonías y ritmos. Es como un pintor, que está en sintonía con los atributos visuales de la pintura", aseguran.

Vicente Vizcaíno León es actualmente profesor de guitarra clásica española en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. A sus 70 años declara a ELMUNDO.es que "la música es necesaria y buena para la salud en todas las edades. Se ha comprobado que los niños que estudian música, que tocan un instrumento sin que les fuercen a ello, son gente más despierta. Si se dedican a ello, esta característica se acentúa", explica.

Eso sí, no vale todo tipo de música. "La buena, la que ayuda a personas enfermas y a aquellos que quieren relajarse o concentrarse es la de Mozart o Beethoven. Otro tipo de cosas, como el heavy, puede estar bien para los jóvenes, pero yo creo que no consigue los mismos beneficios", comenta Vizcaíno León.


Autor:   Silvia R. Taberné

La ciencia resucita la esperanza de curar el sida


La ciencia resucita la esperanza de curar el sida
La lucha contra la infección por VIH avanza en ocasiones a base de pequeños éxitos en un panorama de grandes fracasos. Durante años, la comunidad científica sintió que no se iba a llegar a desarrollar ninguna vacuna preventiva, tras la decepción que supuso el fracaso del ensayo clínico STEP. En él se probó una vacuna preventiva en Tailandia que, lejos de evitar la infección, pareció incluso fomentarla. La tendencia cambió con la publicación en 2010 del primer resultado positivo. Aunque los datos de eficacia eran mínimos, nada que permitiera anticipar una posible comercialización de la vacuna, la ciencia pareció animarse y se multiplicaron las estrategias.
FUENTE | Público13/05/2011
Algo parecido está sucediendo ahora con la búsqueda de la erradicación del VIH. La revista Science dedica un amplio artículo a las distintas estrategias que se están estudiando en todo el mundo (España tiene un papel destacado) para hacer que el esquivo VIH pueda desaparecer de la sangre de los seropositivos. El resumen coincide con el anuncio de los resultados de un estudio que sus autores califican de revolucionario y que confirma lo que muchos ya venían sospechando: que la terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA) no sólo mantiene bajo control la infección por el VIH en los seropositivos, sino que también reduce el riesgo de transmitirlo a otras personas.

DE MORTAL A CRÓNICA

Este trabajo añade más valor a una terapia que cambió radicalmente el curso de la enfermedad, que pasó de ser mortal a crónica. Sin embargo, la TARGA también está asociada a una "gran decepción", como recuerda el investigador del Instituto de Salud Carlos III José Alcamí: la que vino propiciada por un anunció que marcó la XII Conferencia Internacional sobre Sida. En esa reunión, David Ho, el director del Centro de Investigación en Sida Aaron Diamond, en Nueva York, afirmó que, según un modelo estadístico que había desarrollado a partir del cálculo de la vida media de las células del sistema inmune, el seguimiento de TARGA durante 3,2 años eliminaría por completo el VIH del organismo.

"El fallo de Ho fue no tener en cuenta lo que llamamos células dormidas, que son las que mantienen el virus inactivo en sus cromosomas y se esconden en reservorios, escapando a la acción de los antirretrovirales", subraya el miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA) Juan Carlos López Bernaldo de Quirós.

Los reservorios los descubriría un año más tarde el investigador de la Universidad John Hopkins Robert Siliciano. Un estudio realizado conjuntamente con Ho puso de manifiesto que seropositivos que llevaban 30 meses con niveles indetectables de VIH tenían en realidad cerca de un millón de células infectadas latentes. Según cálculos posteriores, una persona tendría que estar 72 años en tratamiento con TARGA para limpiar dichos reservorios. "Cayeron en picado las expectativas de curación y se instauró la cautela", reflexiona Alcamí.

EL PACIENTE DE BERLÍN

El hallazgo que ha hecho que se vuelva a hablar de curación del VIH no ha venido de ningún especialista en enfermedades infecciosas. Fue un oncólogo hematólogo alemán, Gero Hütter, el que consiguió el que por el momento es el único caso documentado de curación de sida, el de Timothy Ray Brown.

Como relata el artículo de Science, este estadounidense afincado en Berlín descubrió en 1995 que estaba infectado con el virus del sida. Aunque se benefició de la terapia antirretroviral, tuvo varios ingresos hospitalarios y llegó a tomarse, incluso, unas "vacaciones terapéuticas", la finalización de la TARGA por los efectos secundarios. Una estrategia que, según López Bernaldo de Quirós, ya no se sigue.

En 2006, Brown recibió un segundo diagnóstico devastador. Sufría leucemia mieloide aguda, un cáncer de pronóstico reservado, cuyo tratamiento estándar era la quimioterapia y, en caso de recurrencia, el trasplante de médula ósea. Derivado a Hütter, este decidió experimentar por su cuenta y riesgo una hipótesis nunca antes ensayada. Buscó un donante de médula ósea compatible con Brown con una rara mutación en el gen CCR5, que hace rechazar el patógeno a un escaso 1% de los hombres de raza caucásica. El oncólogo encontró al donante que, curiosamente, era un alemán residente en EE.UU. "Tuvo éxito, pero el trasplante de médula ósea tiene un riesgo de mortalidad nada despreciable", reflexiona Alcamí.

La curación del también llamado paciente de Berlín ha dinamizado la búsqueda de una cura del sida. Los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. han multiplicado sus inversiones en este campo, aunque, tal y como subraya Alcamí, los resultados obtenidos hasta ahora son sólo "hechos anecdóticos".

De todas las técnicas estudiadas, una de las más avanzadas es la terapia génica. En la última Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI), un equipo de investigadores delCentro de Investigación Clínica Quest y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) presentó los resultados de un ensayo clínico en humanos, en los que se modificó un pequeño porcentaje de sus CD4 infectadas para que tuvieran la mutación del gen CCR5 del paciente de Berlín. "Hoy por hoy tiene poco significado", comenta López Bernaldo de Quirós. "Sólo el 25% de las células reimplantadas mantuvo la resistencia una vez de vuelta en el organismo del paciente, el 75% restante seguía siendo vulnerable".

Una posibilidad de éxito sería que el VIH acabara con ese 75% de células y la cuarta parte restante se multiplicara y se convirtiera en la fuerza predominante. "Para demostrarlo, habría que dejar al virus libre para que matara al resto de las células; es un experimento con un riesgo monstruoso y no creo que lo hagan", vaticina Alcamí. "Además, ha requerido un año de esfuerzos y trabajo para muy pocos pacientes; sólo es útil como prueba de concepto, pero no tiene aplicación práctica", añade el miembro de SEISIDA.

Alcamí apuesta por otra estrategia, el uso de fármacos para sacar a las células durmientes de su reservorio. El último ensayo en este sentido lo lleva a cabo el virólogo de la Universidad de Carolina del Norte David Margolis, que está probando a añadir un fármaco para el cáncer (SAHA) a la TARGA para atacar los reservorios del VIH. Quizá entonces la teoría de Ho podrá funcionar y acabar con el VIH para siempre.

CASI NINGUNA ENFERMEDAD INFECCIOSA SE ERRADICA

José María Gatell, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínic de Barcelona.

Pregunta. ¿Qué opina de la terapia génica como estrategia de curación?
Respuesta. Creo que para que esta estrategia funcionara se necesitaría el reemplazo total de las células CD4, lo que se consigue con la aplicación de quimioterapia y el trasplante de médula ósea. Esto tiene una mortalidad del 15%, por lo que no se puede hacer. Creo que el reemplazo parcial servirá de poco.

P. En el artículo de Science se habla del uso de un fármaco para el cáncer como complemento a la TARGA y posible estrategia de curación. ¿Qué le parece esta idea?
R. El medicamento SAHA del que hablan es sólo uno más de varios intentos. Cuando se produce una infección por VIH, el virus se integra dentro del cromosoma de las células CD4 y se queda latente. Con estos fármacos, se pretende sacarlos de los reservorios, pero, hasta ahora, ningún intento ha funcionado, a veces porque no han conseguido reactivarlos y, en ocasiones, porque eran demasiado tóxicos. Es una línea de trabajo productiva pero, hoy por hoy, es sólo una hipótesis.

P. ¿Cuál de las estrategias descritas es su apuesta personal?
R. Las más sensatas son las que persiguen la erradicación y la búsqueda de una vacuna terapéutica. Sin embargo, creo que la primera es más difícil, porque no hay casi ninguna enfermedad infecciosa que se erradique del todo.

TRES INTENTOS DE ELIMINAR EL VIRUS

Terapia génica

Imitar con terapia génica la mutación en el gen CCR5 que confiere resistencia a la infección a un 1% de las personas es el objetivo que persiguen dos grupos en EE.UU. El primer ensayo clínico es el de los investigadores Jacob Lalezari, de la Clínica Quest de San Francisco, y Ronald Mitsuyasu, de la Universidad de California en los Ángeles. Nueve voluntarios participaron en el ensayo. Se extrajo parte de sus células CD4 y se modificaron con un adenovirus con ADN del gen mutado. Tras el tratamiento de las células y su multiplicación en laboratorio (de diez millones a 2.000 millones), las células fueron reintroducidas en el organismo. Sólo el 25% mantuvo la mutación. Si se lograra que esas nuevas CD4 se reprodujeran, el VIH acabaría con el sistema inmune restante para convivir con las células resistentes. Pero supondría retirar el tratamiento a los pacientes, un paso con muchos riesgos.

Tratamiento combinado 

El descubrimiento de la terapia antirretroviral de alta eficacia (TARGA) supuso tal vuelco para el curso del sida (que pasó de ser mortal a crónica) que, en un principio, se especuló con la idea de que estos fármacos podría erradicar el VIH, según planteó en 1996 David Ho, director del Centro de Investigación en Sida Aaron Diamond de Nueva York. Sin embargo, su teoría (que le valió ser nombrado Hombre del Año por la revista ‘Time') se desveló falsa al año siguiente, cuando se descubrió que células infectadas por el VIH, llamadas durmientes, se escondían en el organismo y sólo actuaban cuando la TARGA había eliminado las células activas. Acabar con estos reservorios despertando a las células durmientes es el objetivo de diversas estrategias, la última de ellas dirigida por el investigador de la Universidad de Carolina del Norte David Margolis, que prueba en humanos combinar la TARGA con un fármaco para el linfoma llamado SAHA.

Intensificación farmacológica 

La tercera estrategia que busca la erradicación del VIH es la llamada de intensificación. Algunos expertos creen que no deja de ser una nueva versión de la teoría de Ho que postulaba que con la TARGA se podría llegar a acabar con el virus. Consiste en añadir un nuevo fármaco antirretroviral a la TARGA que ya mantiene a raya al virus en un seropositivo. Uno de los trabajos más destacados en este sentido, publicado en Nature Medicine hace ahora un año, era fruto de varias instituciones españolas, incluidos el Instituto IrsiCaixa y el Hospital Clínic de Barcelona. La estrategia consiguió un éxito moderado, aunque en ningún momento se pensó en retirar la medicación a los participantes. Con esta forma de actuar se pretende acabar con la replicación residual que el virus mantiene, a pesar de su control por los medicamentos, pero no se aborda el fin de los reservorios.


Autor:   Ainhoa Iriberri

Más hormonas para la menopausia


Más hormonas para la menopausia
El debate sobre las ventajas de la terapia de sustitución hormonal para tratar la menopausia sigue muy vivo. Un reciente estudio que avala el tratamiento en mujeres sanas, jóvenes (en la cincuentena) y con síntomas molestos, supone, a juicio de los especialistas, un respaldo a esta opción terapéutica que en 2002 recibió uno de los varapalos científicos más sonados de los últimos tiempos.
FUENTE | El País13/05/2011
La suspensión de un ambicioso trabajo estadounidense en el que participaban 16.000 mujeres, elWomen's Health Initiative (WHI), fue casi un golpe mortal para este tratamiento. Se consideró que los riesgos -ligero incremento de sufrir cáncer de mama e infarto- superaban a los beneficios -reducción de fracturas por osteoporosis-, lo que cayó como un jarro de agua fría sobre los defensores del tratamiento para combatir los sofocos y demás efectos del climaterio, lo que prácticamente proscribió la terapia.

Poco a poco, se han ido combatiendo los recelos, hasta el punto de que, entre 2002 y 2010, buena parte de las sociedades científicas de especialistas en menopausia -57 de todo el mundo- se han posicionado a favor de la terapia o han regulado con recomendaciones la administración del tratamiento, como apunta Nicolás Mendoza, vocal de la Asociación Española de Estudio de la Menopausia (AEEM). Una revisión de más de 500 artículos científicos publicados entre esos mismos años elaborada por Mendoza también apunta en esta dirección. "En general, insisten en la seguridad del tratamiento en edades jóvenes y la eficacia en el tratamiento de los síntomas", comenta. Curiosamente, uno de los últimos avales al tratamiento hormonal surge del propio estudio que demonizó la terapia.

Un trabajo elaborado a partir del seguimiento a 7.600 mujeres del WHI (del total de 16.000) que solo fueron tratadas con estrógenos -la terapia convencional suma a estos los gestágenos-, indica que los riesgos desaparecen al acabar el tratamiento. Pero lo más sorprendente es que a estas mujeres la terapia las protegió frente al cáncer de pecho: tenían un 23% menos de probabilidades de desarrollar el tumor. Y las que tenían 50 años registraron la mitad del riesgo que el resto de sufrir un ataque cardíaco.

Estas conclusiones, publicadas en abril en el Journal of American Medical Assotiation (JAMA) a partir de una investigación del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle (EE.UU.), cuestionan la prohibición total de la terapia, a juicio de Rafael Sánchez Borrego, presidente de la AEEM, por lo que son "una buena noticia para la terapia hormonal". "Demuestra que en la actualidad sigue habiendo mujeres candidatas a someterse a terapia, porque en ellas los beneficios superan a los riesgos", indica.

¿Quiénes serían las destinatarias del tratamiento? Las más sensibles a los efectos (sofocos, sudoración nocturna, sequedad vaginal, entre otros) de la pérdida de estrógenos derivada del climaterio, sin factores de riesgo cardiovasculares u oncológicos y en torno a los 50 años (la edad media de aparición de la menopausia en España son los 51 años). "No se debe reservar a mujeres con síntomas severos, sino a aquellas para las que los efectos del climaterio repercutan en su estilo de vida, ajustando el tratamiento a su edad y durante un determinado tiempo", añade Nicolás Mendoza. "El 80% de las mujeres puede atravesar este proceso sin medicación", apunta Sánchez Borrego. "Cambios en el estilo de vida, como evitar alimentos picantes o lugares calurosos, adoptar una dieta equilibrada o vestirse con varias capas para adaptarse a la temperatura de cada espacio pueden ser suficientes". Para este especialista, que también es el responsable de la sección de Menopausia de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, la terapia hormonal estaría indicada para el 15% o el 20% de las mujeres.

Estas tasas eran el objetivo ideal de la Asociación Española de Estudio de la Menopausia antes de que se paralizara el ensayo estadounidense. Por entonces, en España se había alcanzado un 8% de cobertura que, debido a los efectos de la interrupción del WHI, ha caído en picado hasta el 1%. "Ha bajado a niveles preocupantes, lo que se nota especialmente en zonas donde el nivel cultural es más bajo de la media, como sucede en partes de Andalucía", reflexiona Nicolás Mendoza, profesor de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Granada y expresidente de la Asociación Andaluza para el Estudio de la Menopausia. El impacto de la suspensión del estudio estadounidense y la vinculación de la terapia al cáncer fue tal que incluso cuando se prescribe el tratamiento hormonal a mujeres con menopausia precoz, "para quienes siempre estuvo indicado, otros médicos como su psiquiatra, dentista o el de cabecera aún les reprueban que sigan este tratamiento", apunta la ginecóloga Montserrat Manubens, del USP Institut Universitari Dexeus.

El estudio publicado recientemente en la revista JAMA hace relación a mujeres que solo tomaron estrógenos, porque analiza la evolución de un grupo de pacientes que se había sometido a una operación de histerectomía (extracción del útero, la segunda cirugía ginecológica más frecuente). El tratamiento convencional de la terapia hormonal consiste en una combinación de estrógenos y gestágenos. Los primeros, para combatir la pérdida natural de esta hormona, y los segundos, con el fin de proteger el útero de los efectos de los estrógenos.

Pese a que las conclusiones solo hagan referencia a este grupo de mujeres o que ni los estrógenos ni los gestágenos que se administraron a las estadounidenses del macroestudio son los que se toman en España (aquellos eran sintéticos y actualmente se prescriben derivados naturales), Sánchez Borrego insiste en que se trata de un aval a la terapia, especialmente hacia las bondades de los estrógenos.

"Los malos de la película [en relación al ensayo] eran los gestágenos. En Europa nunca se han usado los de aquel trabajo, por lo que aquí quizás los resultados fueran otros". De hecho, apunta, un estudio francés en el que se emplearon derivados naturales de las dos hormonas no detectó riesgo para la mama. Además, la media de edad de las mujeres del trabajo americano fue de 63 años. "Es de suponer que a los 50 años, la edad ideal para el tratamiento, el estado de las arterias es notablemente mejor y, por ello, menores los riesgos cardiovasculares".

Con argumentos similares, Nicolás Mendoza incide en que se hizo una lectura equivocada del macroestudio WHI. No solo porque analizaba un determinado tipo de gestágenos que no se usan en Europa, sino porque tampoco se discriminó por edades: "Al participar mujeres mayores, de más de 70 años, las conclusiones sobredimensionaron el riesgo cardiovascular y de cáncer". Por ello, este profesor de ginecología destaca la importancia de que el informe publicado en JAMA analice los datos en función de la edad, lo que ilustra los beneficios que aporta a mujeres adultas de mediana edad. "Es una noticia fantástica porque quita hierro a la situación y miedo al cáncer de la mujer que quiera seguir este tratamiento", comenta.

Además de la terapia hormonal -"que no puede ser demonizada", comenta Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y vocal de la AEEM-, existe otro tipo de tratamientos para hacer frente a los efectos del climaterio. Sobre todo para quienes sufren una reacción vasomotora más intensa: "Los sofocos son el síntoma más común. Si se presentan de noche, la mujer se despierta, descansa mal, está más cansada, puede estar más irritable y tiene peor calidad de vida".

La terapia hormonal "es una opción de primera línea", insiste, "pero existen otras a base de extractos de plantas ricas en isoflavonas, como la soja o el trébol rojo". A pesar de que las isoflavonas no tienen la misma efectividad que la terapia hormonal, pueden convertirse en una alternativa para quien no esté indicado o no desee un tratamiento basado en hormonas. "Mientras que con la terapia sustitutiva desaparecen más del 90% de los sofocos, la eficacia de las isoflavonas oscila entre el 40% y el 55%", indica Navarro.

Esta especialista en farmacología explica que la genisteína es la isoflavona más estudiada y advierte de que se tiene que prescribir en las dosis establecidas por las sociedades médicas. "La toma diaria recomendada está entre los 40 y los 80 miligramos, generalmente más cercana a estos últimos", comenta. Deben consumirse en preparados autorizados. "No estamos hablando de complementos alimenticios, sino de productos registrados como medicamentos, con todas las garantías de seguridad, calidad y eficacia", dice.

Al margen del uso de estos productos alternativos o de los intereses comerciales que pudiera tener la industria farmacéutica respecto a la terapia, es probable que la suspensión del estudio estadounidense WHI acabara con las esperanzas de convertir la medicación hormonal en una especie de elixir de la eterna juventud femenina mediante un tratamiento sustitutivo de largo plazo para compensar la pérdida de estrógenos. Pero las conclusiones de este trabajo tampoco deben implicar un veto total. Artículos como el de JAMA apuntan en esta dirección, a juicio de Sánchez Borrego.

En mujeres con síntomas severos, de mediana edad, bien monitorizadas y sin factores de riesgo, el tratamiento hormonal "sería la indicación de primera elección". "Habrá mujeres que con seis o 12 meses tendrán suficiente y otras en las que habrá que alargarlo". Pero siempre con la vista puesta en un tratamiento temporal. "No se trata de medicalizar un estado natural".

ESTUDIOS, HORMONAS Y MENOPAUSIA

Un estudio publicado en abril en la revista Journal of the American Medical Association sobre 7.600 mujeres histerectomizadas (sin útero) muestra que la terapia hormonal de estrógenos protege frente al cáncer de pecho y, en aquellas en la cincuentena, de accidentes cardiovasculares.

Estas mujeres forman parte de las 16.000 que participaron en el estudio Women's Health Initiative, que en 2002 se suspendió al considerar que los posibles beneficios de la terapia hormonal sustitutiva no compensaban el mayor riesgo de cáncer o infartos.

Especialistas de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia sostienen que el estudio de JAMA, así como otros trabajos, avalan la utilidad de la terapia en mujeres sanas a quienes el climaterio afecta en su calidad de vida por ser especialmente molesto (en torno al 15%) debido, fundamentalmente, a la aparición de sofocos, insomnio, irritabilidad, sequedad vaginal o palpitaciones.

Existen tratamientos alternativos a base de isoflavonas que, a pesar de ser menos eficaces, sirven de alternativa a quien no quiera ser tratada con hormonas.


Autor:   Jaime Prats

Bacterias y resistencia a antibióticos: la función de los plásmidos IncP-1


Bacterias y resistencia a antibióticos: la función de los plásmidos IncP-1
Científicos de Suecia han descubierto que la parte de ácido desoxirribonucleico (ADN) bacteriano que normalmente porta la resistencia a antibióticos posee la capacidad de transmitirse entre distintos tipos de bacteria y adaptarse a especies bacterianas muy distintas. Los descubrimientos, presentados en la revista Nature Communications, arrojan luz sobre cómo los plásmidos IncP-1 pueden aumentar la posibilidad de que se produzca una propagación de genes.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario13/05/2011
Los avances médicos proporcionan más y mejores tratamientos para aquellos que los necesitan, pero cada vez más bacterias presentan resistencia a los antibióticos más comunes. Por si fuera poco, algunas de ellas también están adquiriendo resistencia a todos los antibióticos disponibles en el mercado. Los expertos en la materia denominan a este problema «multirresistencia». Consideran que esta característica es una de las mayores amenazas para la salud pública.

La resistencia a antibióticos puede aparecer en bacterias tanto del organismo humano como del entorno y puede transferirse a las bacterias que provocan enfermedades humanas. Esto puede suceder con independencia de si las bacterias guardan relación entre sí.

Investigadores de la Universidad de Gotemburgo y la Universidad Tecnológica Chalmers indican que los plásmidos conjugativos, que contienen genes tra, realizan el proceso complejo de la conjugación, es decir, la transferencia de plásmidos de una a otra bacteria. Los plásmidos conjugativos forman parte del ADN bacteriano y los plásmidos sólo pueden existir y multiplicarse dentro de una célula. Estos plásmidos aprovechan la maquinaria celular y a continuación se trasladan a otra célula. De este modo la bacteria consigue propagarse.

El equipo realizó análisis avanzados de ADN para investigar plásmidos IncP-1, un grupo de genes portadores de resistencia a antibióticos. Determinaron el origen de varios plásmidos IncP-1 y su movilidad entre distintas especies de bacterias.

«Nuestros resultados muestran que los plásmidos del grupo IncP-1 han existido y se han adaptado a bacterias muy distintas», explica Peter Norberg del Instituto de Biomedicina de la Universidad de Gotemburgo, autor principal del estudio. «También se han recombinado, lo que implica que un único plásmido puede considerarse como un intrincado rompecabezas de genes, de tal modo que cada uno se ha adaptado a distintas especies de bacterias.»

Esto no sólo es muestra de una adaptabilidad excepcional, sino que también sugiere que estos plásmidos pueden desplazarse y reproducirse con relativa facilidad entre especies de bacterias muy distintas.

En relación a la función del IncP-1, el profesor Malte Hermansson del Departamento de Biología Celular y Molecular de la Universidad de Gotemburgo indicó: «Los plásmidos IncP-1 son "vehículos" de enorme potencia para transportar genes de resistencia a antibióticos entre especies de bacterias. Por tanto no importa demasiado en qué entorno, parte del mundo o especie bacteriana surge la resistencia a antibióticos. Los genes de resistencia podrían desplazarse con facilidad de un entorno de desarrollo original a bacterias capaces de infectar a humanos mediante plásmidos IncP-1 u otros plásmidos con propiedades similares que ejercieran de "vehículos".

Dexmedetomidina y clonidina en anestesia epidural; Evaluación comparativa.


Dexmedetomidina y clonidina en anestesia epidural; Evaluación comparativa.
Dexmedetomidine and clonidine in epidural anaesthesia: A comparative evaluation.
Bajwa SJ, Bajwa SK, Kaur J, Singh G, Arora V, Gupta S, Kulshrestha A, Singh A, Parmar SS, Singh A, Goraya S.
Indian J Anaesth 2011;55:116-21
Efforts to find a better adjuvant in regional anaesthesia are underway since long. Aims and objectives are to compare the efficacy and clinical profile of two α-2 adrenergic agonists, dexmedetomidine and clonidine, in epidural anaesthesia with special emphasis on their sedative properties and an ability to provide smooth intra-operative and post-operative analgesia. A prospective randomized study was carried out which included 50 adult female patients between the ages of 44 and 65 years of (American Society of Anaesthesiologists) ASAI/II grade who underwent vaginal hysterectomies. The patients were randomly allocated into two groups; ropivacaine + dexmedetomidine (RD) and ropivacaine + clonidine (RC), comprising of 25 patients each. Group RD was administered 17 ml of 0.75% epidural ropivacaine and 1.5 μg/kg of dexmedetomidine, while group RC received admixture of 17 ml of 0.75% ropivacaine and 2 μg/kg of clonidine. Onset of analgesia, sensory and motor block levels, sedation, duration of analgesia and side effects were observed. The data obtained was subjected to statistical computation with analysis of variance and chi-square test using statistical package for social science (SPSS) version 10.0 for windows and value of P< 0.05 was considered significant and P< 0.0001 as highly significant. The demographic profile, initial and post-operative block characteristics and cardio-respiratory parameters were comparable and statistically non-significant in both the groups. However, sedation scores with dexmedetomidine were better than clonidine and turned out to be statistically significant (P< 0.05). The side effect profile was also comparable with a little higher incidence of nausea and dry mouth in both the groups which was again a non-significant entity (P> 0.05). Dexmedetomidine is a better neuraxial adjuvant compared to clonidine for providing early onset of sensory analgesia, adequate sedation and a prolonged post-operative analgesia.

 

Atentamente
Anestesiología y Medicina del Dolor

Movie Reviews


From left, Ellie Kemper, Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Rose Byrne, Maya Rudolph and Wendi McClendon-Covey in
MOVIE REVIEW | 'BRIDESMAIDS'

Deflating That Big, Puffy White Gown

By MANOHLA DARGIS
"Bridesmaids" celebrates the giddy, liberating humor of the writers Kristen Wiig and Annie Mumolo.
From left, Michael Sheen, Rachel McAdams, Woody Allen, Owen Wilson and Lea Seydoux on the red carpet during the opening night of the Cannes Film Festival.
CRITIC'S NOTEBOOK

Paris (and Cannes) in the Spring, Through Woody Allen's Eyes

By MANOHLA DARGIS
The Cannes Film Festival led with Woody Allen's new movie, "Midnight in Paris"; other early screenings have included Julia Leigh's "Sleeping Beauty" and Gus Van Sant's "Restless."