sábado, 8 de enero de 2011

Hallan cómo proteger a los enfermos renales crónicos de la glucosa

La revista ‘Laboratory Investigation’ publica este hallazgo

Hallan cómo proteger a los enfermos renales crónicos de la glucosa

Cuando el riñón no es capaz de limpiar la sangre de sustancias tóxicas, la diálisis peritoneal utiliza el peritoneo (la membrana que cubre el interior de la cavidad abdominal) como filtro. Los líquidos necesarios para hacer este tipo de diálisis contienen glucosa y con el tiempo se pueda crear un ambiente diabetogénico. Un nuevo estudio abre las puertas a la utilización de otros productos menos dañinos.
En la imagen, el grupo de investigadores. Foto: REDinREN.
Los líquidos que se infunden para llevar a cabo la diálisis peritoneal contienen glucosa, y su utilización puede crear un ambiente diabetogénico en la cavidad peritoneal, que deteriore y engrose la membrana. Los responsables de este deterioro son el pH ácido de los líquidos, las bacterias y sus derivados que eventualmente entran en ella, así como los productos de glicación avanzada que se forman a partir de la glucosa.
Una investigación coordinada por Abelardo Aguilera y Manuel López-Cabrera, ambos investigadores de la Red de Investigación Renal (REDinREN), analizó en 42 animales de laboratorio las consecuencias de la diálisis peritoneal.
“Esta investigación abre las puertas a la utilización de otros productos para disminuir el daño peritoneal inducido por los líquidos de diálisis peritoneal y aumentar la longevidad de la membrana peritoneal”, explican los autores.
Los resultados, publicados en la revista Laboratory Investigation, concluyen que el grupo tratado con agonistas de los receptores PPAR-γ presentó una membrana peritoneal con mucho menor grosor, es decir, se había reducido la inflamación. Los agonistas de los receptores PPAR-γ controlan sistémicamente la glucemia al mejorar la sensibilidad a la insulina y por eso se utilizan como tratamiento en la diabetes tipo 2.
Los autores se plantearon si uno de los antagonistas de los receptores PPAR-γ, la Rosiglitazona, tendría un efecto positivo sobre la preservación anatómica y funcional de la membrana peritoneal. Como consecuencia, los científicos hallaron que la Rosiglitazona también tiene un efecto anti-apoptótico, es decir, también frena la muerte celular programada que inducen los líquidos de la diálisis peritoneal.
Los investigadores concluyen que añadir este tipo de medicamentos “aumentaría la vida útil de dicha membrana y el paciente renal crónico podría sobrevivir más tiempo gracias a la diálisis peritoneal”. Esta estrategia ha sido, de momento, muy poco utilizada por la comunidad científica mundial.
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Referencia bibliográfica:
Sandoval P, Loureiro J, González-Mateo G, Pérez-Lozano ML, Maldonado-Rodríguez A, Sánchez-Tomero JA, Mendoza L, Santamaría B, Ortiz A, Ruíz-Ortega M, Selgas R, Martín P, Sánchez-Madrid F, Aguilera A, López-Cabrera M. PPAR-γ agonist rosiglitazone protects peritoneal membrane from dialysis fluid-induced damage. Lab Invest. 2010 Oct;90(10):1517-32.
Fuente: REDinREN

La cantidad de tejido adiposo es igual de importante que la masa corporal en la lucha contra la obesidad

La cantidad de tejido adiposo es igual de importante que la masa corporal en la lucha contra la obesidad

La bióloga Aline Jelenkovic ha analizado hasta qué punto influyen la genética y el ambiente en la morfología corporal. Para ello, ha estudiado a familias nucleares del Gran Bilbao, con hijos de entre 2 y 19 años de edad. En su tesis corrobora que el factor ambiental influye considerablemente en la cantidad de tejido adiposo (tejido compuesto por células acumuladoras de grasa), y que éste se relaciona, a su vez, con la presión arterial. Su control parece, pues, clave para luchar contra la obesidad.
Más de un billón de adultos en el mundo padece sobrepeso. Foto: Marla Showfer.
La tesis, realizada por Aline Jelenkovic y defendida en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), afirma que la cantidad de tejido adiposo es fundamental para el control de la obesidad. Los datos obtenidos estiman que las características o fenotipos que definen la talla, la forma y el tejido adiposo del cuerpo humano son hereditarios en un índice que va de moderado a alto (0,28-0,69). El ambiente también juega un papel relevante.
De hecho, la morfología humana viene en parte determinada por factores genéticos y ambientales que se dan en común en los fenotipos correspondientes. La tesis Body morphology, obesity and blood pressure in nuclear families from the Greater Bilbao: genetic and environmental influences (Morfología corporal, obesidad y presión arterial en familias nucleares del Gran Bilbao: influencias genéticas y ambientales) destaca la influencia de ambos en los fenotipos relacionados con la obesidad, pero también cabe destacar que la genética no afecta a todos ellos por igual.
Concretamente en el caso de los fenotipos que determinan la cantidad de tejido adiposo, el factor hereditario resulta menor, y el factor ambiental cobra importancia. Además, la tesis explica que el incremento general de masa corporal observado en este muestreo se entiende en base al incremento del tejido adiposo (los fenotipos que marcan la masa corporal están estrechamente relacionados con los que marcan la cantidad de grasa). La tesis concluye, pues, que controlar la cantidad de tejido adiposo, y no solo la masa corporal total, es clave para luchar contra la obesidad.
De hecho, la grasa corporal no solo es clave por estar relacionada con la masa corporal, sino por estarlo también con otro componente igualmente característico de la obesidad: la presión arterial. La presión arterial (y el pulso, en particular), por sí sola, muestra estar considerablemente influenciada por el factor ambiental, y menos marcada por el factor genético (0,14-0,31). Por otra parte, no hay factores genéticos y ambientales comunes que avalen una relación proporcional entre la presión arterial y la obesidad. Lo que sí se observa, sin embargo, es que la cantidad de grasa corporal tiene efectos genéticos en los fenotipos de la presión arterial, corroborando la relación entre ambos.
La obesidad se presenta como la gran pandemia del siglo XXI. Datos recientes apuntan a que más de un billón de adultos en el mundo padece sobrepeso, de los cuales al menos 300 millones son clínicamente obesos. Es más, los índices de obesidad infantil muestran un incremento preocupante, con más de 155 millones de niños y adolescentes con sobrepeso, de los cuales 40 millones son claramente obesos.
Factores biodemográficos y socioeconómicos
Jelenkovic también ha caracterizado la relación que guarda la morfología corporal con la familia. La tesis considera que es un factor significativo, pero no especialmente influyente. Así las cosas, la investigadora ha observado que, por ejemplo, los hermanos comparten más factores ambientales con influencia en su morfología corporal que los padres e hijos. En cuanto a las madres, la tesis concluye que los niños de madres jóvenes tienden a tener más masa y grasa corporal, y que la edad de la madre al nacer el primogénito, así como la educación parental, están más estrechamente unidos a los fenotipos relacionados con la obesidad que otros factores familiares.
El factor socioeconómico tampoco es especialmente influyente, pero arroja algunos datos llamativos. Por ejemplo, a mayor estatus económico, también es mayor la estatura, y menor la adiposidad. Además, el estatus socioeconómico es más influyente en fenotipos relacionados con la cantidad de tejido adiposo que con la masa corporal.
Sobre la autora
Aline Jelenkovic Moreno (París, 1982) es licenciada en Biología. Ha redactado la tesis bajo la dirección de Esther Rebato Ochoa, profesora del Departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV/EHU. La tesis se ha realizado mayoritariamente en la UPV/EHU. Asimismo, se ha trabajado en colaboración con el Departamento de Salud Pública del Instituto Hjelt de la Facultad de Medicina de la Universidad de Helsinki. En la actualidad, Jelenkovic es investigadora postdoctoral en la misma UPV/EHU.
Fuente: UPV/EHU

Aportan novedades relevantes en el tratamiento del síndrome mielodisplásico

El estudio ha sido publicado en la revista ‘Leukemia’

Aportan novedades relevantes en el tratamiento del síndrome mielodisplásico

Un estudio internacional liderado por investigadores del Servicio de Patología del Hospital del Mar (Barcelona) revela datos de referencia sobre los parámetros que determinan la evolución del síndrome mielodisplásico (SMD). El trabajo describe cambios citogenéticos en el cromosoma 5 (5q-) que tienen valor pronóstico.
En la imagen, muestra de sangre de precursores linfocíticos en una Leucemia linfoide aguda. Foto: Wikipedia.
Hematólogos citogenetistas de Austria, Alemania, Japón, EE UU y España, todos ellos miembros del grupo Cytogenetics MDS Working Group (MDS Foundation), han confirmado los buenos resultados de un tratamiento para el SMD del que se había desaconsejado el uso por efectos indeseados que ahora se han desestimado.
“Hace unos años se desaconsejó el uso de este fármaco a causa de la sospecha de que producía una mayor tasa de evolución a leucemia aguda. Desde entonces, los pacientes afectados por SMD se quedaron huérfanos de tratamiento”, explica Francesc Solé, coordinador del estudio.
Uno de los puntos fuertes de este estudio, publicado recientemente en la revista Leukemia, es el tamaño de la muestra usada, ya que se trata de la serie más grande de pacientes con esta anomalía publicada hasta ahora. Los hallazgos de este grupo de expertos podrían suponer un antes y un después para los pacientes afectados.
“Hemos confirmado que los pacientes con SMD tratados con Lenalidomida no padecen más leucemias que los afectados sin tratamiento, ya que estas leucemias forman parte de la evolución de la enfermedad y algunos pacientes la sufrirán, tomen o no el fármaco”, añade.
Por contra, “los pacientes con SMD mejoran en las alteraciones sanguíneas que padecen. En dos meses el 70% deja de tener que hacerse transfusiones continuadas”, concluye Solé.
Síndromes mielodisplásicos
Los síndromes mielodisplásicos (SMD) son un grupo de enfermedades de la sangre y la médula ósea que provocan un bajo número de células sanguíneas sanas. Si las células madre de la medula ósea, las responsables de fabricar las células de la sangre, tienen un defecto y funcionan de manera anómala, se imposibilita que se conviertan en glóbulos blancos, rojos o plaquetas y, con el tiempo, puede desarrollar una leucemia mieloide aguda (LMA).
Las alteraciones en estas líneas de células sanguíneas se producen en pacientes que fundamentalmente tienen alteraciones en el cromosoma 5. Cuando las alteraciones consisten en la falta de uno de los brazos de este cromosoma (5q-), se considera que los enfermos tienen una peor evolución.
Se calcula que cada año se diagnostican entre 40 y 80 nuevos casos de SMD por millón de habitantes y la media de edad de aparición es de 70 años. Las causas que pueden provocar esta enfermedad son diversas: anomalías genéticas, trastornos consecuencia de tratamientos previos con quimioterapia o radioterapia, o la exposición prolongada a pesticidas, insecticidas o al humo del tabaco.
Fuente: SINC

La prevención de los malos hábitos de vida debe abordarse incluso antes de los 13 años

La prevención de los malos hábitos de vida debe abordarse incluso antes de los 13 años

Una mala alimentación, la ingesta de alcohol, el sedentarismo… Los hábitos de vida poco saludables ya se detectan en la adolescencia temprana, y predominan especialmente entre las mujeres y los jóvenes de entre 19 y 26 años. Por lo tanto, las campañas de prevención deben tener muy en consideración dichos grupos de riesgo, y dirigirse incluso a menores de 13 años.
Marta Arrue Mauleon, autora de la tesis. Foto: UPV/EHU.
La tesis de Marta Arrue, presentada en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y titulada Hábitos de vida y factores psicológicos durante la adolescencia y juventud en la Comunidad Autónoma del País Vasco, analiza a 2.018 jóvenes del País Vasco que han contestado a diversos cuestionarios. Con los datos recopilados, ha desglosado sus hábitos de vida, según el sexo y la edad (adolescentes de 13 a 17 años y jóvenes de 18 a 26 años).
Los datos apuntan a que la juventud tiene más conductas de riesgo de las esperadas, e incluso de las que ellos mismos perciben, ya que creen estar más sanos de lo que realmente están. El hábito menos saludable resulta ser el de la alimentación, seguido de la ingesta de alcohol, el sedentarismo, el riesgo en las relaciones sexuales, el consumo de tabaco y drogas y un sueño de baja calidad e insuficiente.
Por edades, cabe destacar que las conductas de riesgo se presentan ya en la adolescencia temprana, y que todos los hábitos a excepción del sueño empeoran con los años. Arrue determina que se debe prestar especial atención a los adolescentes de 16 años: es el punto de inflexión, la edad en la que se decantan bien hacia las actividades saludables, bien hacia las de riesgo.
Respecto al género, las mujeres presentan mayores conductas de riesgo que los hombres. El punto débil de las mujeres es el sedentarismo, el tabaco, el sueño y el riesgo de embarazo e infecciones de transmisión sexual. Los hombres, en cambio, presentan puntos débiles en el consumo de alcohol y drogas ilegales, así como en la alimentación.
Por otra parte, Arrue concluye que los factores de riesgo tienden a asociarse simultáneamente, aunque bien es cierto que las conductas saludables también vienen en cadena. Existe correlación, por ejemplo, entre la actividad física o falta de ella y el consumo o no de alcohol y tabaco. Esto significa que no se debe minimizar la importancia de un único hábito de riesgo, ya que puede arrastrar otros. Pero a su vez, también facilita las campañas de prevención, ya que promover un único hábito de vida saludable puede acarrear más buenas conductas.
Factores psicológicos
Esta tesis no solo describe los hábitos de vida, sino que realiza un análisis correlacional entre éstos y el estado psicológico de las personas estudiadas. Ésta es una de sus principales aportaciones. Los resultados muestran que los adolescentes y los jóvenes con hábitos de vida saludables tienen una autoestima más elevada, mayor bienestar psicológico, mayor satisfacción corporal y menos indicadores psicopatológicos. Arrue afirma que hay un efecto de retroalimentación entre los hábitos y las condiciones psicológicas: unos buenos hábitos benefician la salud psicológica, y, a su vez, son unas condiciones psicológicas óptimas las que facilitan llevar una vida sana.
Precisamente por correlaciones positivas como ésta, la investigadora destaca la importancia de tener en cuenta las múltiples variables que rodean el hábito de vida al lanzar las campañas de prevención. Además del factor psicológico, sugiere que deberían considerarse factores como el cultural, el económico o el legal (la escasa protección de los menores frente al alcohol y el tabaco). Arrue recuerda que la tendencia a los malos hábitos no se debe a la falta de información, ya que de eso ya se han encargado las numerosas campañas realizadas, por lo que deben de estar implicados otros factores.
Por lo tanto, la lucha contra los malos hábitos de vida requiere un abordaje multifactorial y pluridisciplinar, además de detectar el problema lo más tempranamente posible y prestar especial atención a los grupos de riesgo (mujeres y jóvenes).
Sobre la autora
Marta Arrue Mauleon (San Sebastián, 1971) es licenciada en Historia Contemporánea y diplomada en Enfermería. Ha redactado la tesis bajo la dirección de Carmen Maganto Mateo y Maite Garaigordobil Landazabal, catedráticas pertenecientes al Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU. Para realizar la tesis, la investigadora ha llevado a cabo muestreos en diversos centros de educación de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, así como en la UPV/EHU y en la Universidad de Deusto. En la actualidad, Arrue es profesora de la Escuela de Enfermería de Leioa (UPV/EHU).
Fuente: UPV/EHU

Europa acorrala al tabaquismo

El estudio se publica en la revista ‘Plos One’

Europa acorrala al tabaquismo

Un estudio liderado por la Unidad de Control del Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología (ICO) confirma que las leyes antitabaco en Europa tienen efectos directos sobre la disminución del consumo y la exposición pasiva al humo. La conclusión se ha obtenido al relacionar el Eurobarómetro sobre tabaco y la Escala de Control del Tabaquismo (TCS, por sus siglas en inglés).
Los expertos prevén que estas medidas reduzcan la incidencia de enfermedades cardiovasculares a corto y medio plazo, así como de la incidencia de cáncer. Foto: SINC.
Un nuevo estudio, publicado en la revista Plos One, confirma la hipótesis de que cuanta más restricción, menos consumo y exposición pasiva al humo. El trabajo, que se ha realizado sobre la Europa de los 27, relaciona la encuesta del Eurobarómetro sobre tabaco y la escala TCS (que contempla las principales medidas de control del tabaquismo a nivel internacional).
“Los países que puntúan más en la escala TCS, debido a sus políticas activas de control, cuentan con una prevalencia de consumo de tabaco inferior y la proporción de población expuesta al humo, tanto en casa como en el trabajo, también es menor”, explica a SINC Esteve Fernández Muñoz, coautor del estudio y jefe de la Unidad de Control del Tabaquismo del ICO.
En países como Reino Unido, Irlanda, Malta y Suecia, que puntúan más alto en la escala TCS (es decir, que adoptan mayores medidas de control del tabaquismo), la prevalencia del consumo es “relativamente baja” –inferior al 28,8%-, al igual que la prevalencia de la exposición al humo de tabaco –inferior al 13,8% en el hogar, y al 23,4% en el trabajo-.
Sin embargo, en República Checa, Alemania, Luxemburgo, Grecia y Austria, donde existen menos medidas de control, la prevalencia del tabaquismo fue “relativamente alta” –más del 30%-, así como la prevalencia de la exposición al humo –entre el 15 y 30% en el hogar, y entre el 15 y el 36% en trabajo-.
Cada vez más medidas en España
Fernández Muñoz señala que la reforma de la ley 28/2005 sobre medidas sanitarias frente al tabaquismo, que entró ayer en vigor, “representa un importantísimo avance para su control y supone abolir el ‘modelo español’ de supuesta tolerancia”.
Aunque España puntúa en las partes más altas de la escala TCS, existen algunos aspectos en los que puntúan bajo, como el precio del tabaco. “Es uno de los países de toda Europa donde es más barato”, asegura.
“Está demostrado que el aumento de precio del tabaco es la medida más eficaz de control de tabaquismo (30 puntos sobre 100 en la escala TCS) en relación a otras acciones, como por ejemplo, los tratamientos para dejar de fumar (10 puntos en la escala TCS)”, afirma el investigador.
Los expertos prevén que estas medidas reduzcan la incidencia de enfermedades cardiovasculares a corto y medio plazo, así como de la incidencia de cáncer, principalmente de pulmón, a más largo plazo. En España, la exposición pasiva al tabaco produce entre 1.200 y 3.200 muertes al año por cáncer de pulmón e infarto de miocardio.
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Referencia bibliográfica:
Jose M. Martínez Sánchez, Esteve Fernández, Marcela Fu, Silvano Gallus, Cristina Martínez, Xisca Sureda, Carlo La Vecchia, Luke Clancy. “Smoking Behaviour, Involuntary Smoking, Attitudes towards Smoke-Free Legislations, and Tobacco Control Activities in the European Union”.Plos One 5 (11): e13881, noviembre 2010.
Fuente: SINC

El bilingüismo mejora la atención y la memoria

Han comparado resultados de personas bilingües con los de traductores simultáneos

El bilingüismo mejora la atención y la memoria

El proyecto Procesos de Atención y memoria en la selección de idiomas en bilingües y traductores, coordinado por los profesores Teresa Bajo Molina y Pedro Macizo Soria, de la Universidad de Granada, ha demostrado que el bilingüismo es beneficioso porque "mejora las capacidades atencionales y entrena la memoria", explica la profesora Bajo. Es decir, que saber dos idiomas tiene ventajas más allá de la evidente facilidad para comunicarse.
La profesora Teresa Bajo Molina y su equipo han llegado a esta conclusión a través de una serie de experimentos realizados con personas bilingües en español y en inglés, "entendiendo por bilingüismo el conocimiento alto de dos idiomas y su uso frecuente; es decir, no es necesario haber crecido con las dos lenguas a la vez", aclara la investigadora.
Diferentes grupos de bilingües, de entre 16 y 24 personas, han participado en los experimentos y han realizado una serie de pruebas (p.e. nombrar dibujos en diferentes idiomas, leer o traducir frases, etc.) en que se mide el tiempo de respuesta y la actividad eléctrica cerebral. Así, sus resultados muestran que una persona bilingüe activa los dos idiomas a la vez incluso en situaciones en que necesita sólo uno.
Esta activación, unas veces supone una ventaja y otras una dificultad. Por ejemplo, "presentamos un dibujo a la persona para que lo nombre. En el caso de las palabras cognadas (palabras que se parecen mucho en los dos idiomas y representan lo mismo), como "piano", se activan los dos idiomas y la identificación del dibujo es mucho más rápida que para un monolingüe. Facilita el hecho de que haya características comunes entre las dos representaciones léxicas". Sin embargo, para palabras homógrafas (que se escriben igual pero no significan lo mismo), como "pie" (en inglés, pastel), se activan los dos conceptos a la vez creando interferencias y la persona tiene que seleccionar, con lo que el tiempo de respuesta es mayor", explica la profesora Bajo.
El cerebro de adapta al idioma
Para resolver el conflicto entre los dos idiomas que se activan y que la persona pueda seleccionar el que es apropiado, es necesaria la actuación de un mecanismo atencional que implica la parte prefrontal del cerebro y que inhibe aquel término que en el contexto no es apropiado demostrando que se puede ignorar información interna.
En este punto, el grupo de investigación de la profesora Bajo introduce el análisis de los traductores simultáneos. "En el caso de un intérprete no se puede inhibir uno de los dos idiomas sino que los tiene que mantener activos al mismo tiempo porque escucha en uno y habla en otro. Los traductores consiguen mantenerlos activos a pesar de que supone mucho esfuerzo cognitivo. Esto significa que el cerebro puede actuar de forma diferente a como lo haría de forma natural dependiendo de la práctica a la que se ve expuesto, es decir, el cerebro se adapta, es plástico", asegura Teresa Bajo. "Un intérprete también usa el mecanismo de memoria de trabajo (la que te permite mantener activa información para realizar una tarea) de forma más eficaz".
"Tras todas estas pruebas, hemos demostrado que el cerebro puede responder de forma diferente con entrenamiento" y el aprendizaje de otro idioma es, de algún modo, un entrenamiento. En general, "ser bilingüe tiene más ventajas que inconvenientes. Aunque aquel que maneja dos idiomas, los maneja un poco más lentamente que otro que sólo usa uno, las consecuencias generales de ser bilingüe son que usa mecanismos atencionales mucho más que los que no lo son; los bilingües son capaces de manejar mejor situaciones de selección, de toma de decisiones. En situaciones de distracción se concentran más fácilmente para elegir", explica. De hecho, otros estudios hechos en Canadá con mayores, apunta Bajo, "han demostrado que el uso de otro idioma retrasa el deterioro de la edad".
Los niveles altos de bilingüismo aumentan la concentración
Como explica la profesora Bajo Molina, "ahora estamos afinando la investigación por grados de bilingüismo. A falta de corroborar los resultados, estamos encontrando que si hay idioma muy dominante, interfiere mucho, y es el mecanismo de inhibición el que funciona mucho más. Mientras que en los niveles más altos de bilingüismo, los idiomas no compiten y dominan los procesos de focalización, lo que les hace mejores en las tareas que obligan a mantener la atención, la concentración".
El siguiente reto de este grupo investigador es "estudiar el desarrollo de niños que están en colegios bilingües y ver el desarrollo de los procesos atencionales a medida que aumenta el conocimiento del segundo idioma. Además queremos comparar a menores que tienen alguna dificultad en el lenguaje (problemas de lenguaje, problemas atencionales, etc....) con los que no lo tienen. Queremos saber si, en este caso, las ventajas superan a los inconvenientes como es en el caso general", concluye Teresa Bajo.
Fuente: Andalucía Innova