viernes, 31 de diciembre de 2010

La asistencia médica descubre sus límites

La asistencia médica descubre sus límites

Muchas veces la medicina se vuelve contra los pacientes


Llevado al extremo de la irracionalidad, el esfuerzo de la medicina por preservar y cuidar la salud de las personas ha demostrado que es capaz de volverse en contra de aquellos a quienes pretende proteger. Cuando los médicos se empecinan en extender la vida aún más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes, aparece lo que se ha dado en llamar el encarnizamiento terapéutico. Pero prolongar la vida innecesariamente no sólo perjudica a quienes se les priva del derecho a una muerte digna. En un mundo donde los recursos públicos que se destinan al cuidado de la salud no sólo son finitos, sino que muchas veces resultan insuficientes, su uso irracional parece cercenar aún más el acceso de la población en general al cuidado de su salud. Hoy se acepta el establecimiento de un límite en la asistencia médica, pero la cuestión es definir cuál es y quién establece, y aun más, cómo se valida este límite. Un punto de partida puede ser la observación de casos y el cambio actitudinal frente al manejo de estos conceptos. Por Adolfo Vásquez Rocca.




Clinical testimonials
Clinical testimonials
La aplicación del avance tecnocientífico en la práctica de la medicina asistencial de alta complejidad ha de conducir al diseño de experiencias de campo en las que se plantea el crucial dilema ético del fin de la vida: establecer y describir la naturaleza del vínculo entre el soporte vital avanzado y la muerte. 

Al tiempo que el acelerado desarrollo del cuidado intensivo del paciente grave y los nuevos procedimientos diagnósticos y terapéuticos han generado la aparición de nuevos cuadros clínicos, asociados a esta nueva medicina crítica como resultado de la aplicación sostenida y prolongada de los métodos de soporte vital ordinarios y avanzados. Entre ellos pueden mencionarse el estado vegetativo persistente, frecuentemente derivado de encefalopatías y disfunciones orgánicas múltiples con trastornos cognitivos frecuentes. Estos cuadros resultan paradigmáticos en este tiempo porque asocian, vinculan y confunden la terminalidad con el carácter presuntamente reversible y transitorio del estado crítico. 

En la generación de la toma de decisiones en cuidados intensivos los principios bioéticos, el derecho y las competencias del profesional médico -intensivista- juegan un rol determinante, incluso al principio y término de estos eventuales procedimientos, tanto cuando se discute si es pertinente o no el ingreso del paciente en este tipo de servicio, como a la hora de definir entre aplicar nuevos procedimientos invasivos -fútiles en muchos casos- y el retiro del soporte vital avanzado. En en los intersticios de una u otra decisión, entre el encarnizamiento terapéutico y las consideraciones en torno al dolor, la dignidad y la esperanza, se desliza este concepto de tenues fronteras, a saber, el mejor interés del paciente. 

Este núcleo de interés constituye un cambio de paradigma a partir del cual deben replantearse cuestiones cruciales, entre las que se cuentan el desarrollo de una cultura y sensibilidad en torno al planeamiento de la limitación del esfuerzo terapéutico, entendido este ya no sólo como la delimitación tácitamente acordada en vistas a evitar problemas médico-legales a los médicos, sino como una toma de posición deliberada, una decisión que informa una acción, que ejecuta un conjunto de medidas claramente definidas y terapéuticamente controladas tendiente a una limitación ya sea de las medidas que estaban tomadas ejemplo: respiración mecánica, drogas vasoactivas, antibióticos en la infección, así como no iniciar nuevas terapias por ejemplo: diálisis que son de mucho costo, de mucha invasión y eventualmente poco rendimiento. 

Es así como en la terapia intensiva se plantean a diario una serie de problemas en relación con la aplicación de los principios bioéticos generales a casos particulares, ello derivado de la posibilidad de aplicación de métodos diagnósticos y terapéuticos invasivos. 

Mi convicción, así como el tema a fundamentar en esta Tesis, es que estos dilemas podrían ser atenuados si en la formación inicial, de pregrado, el profesional médico fuera preparado y entrenado no sólo en los aspectos teóricos y principios abstractos -propios de las definiciones de los código de ética médica y bio-ética- sino, y de modo fundamental, en los aspectos concretos e individuales de las situaciones de conflicto, dadas en el caso a caso que es, por lo demás, el proceso por el que se va sentando jurisprudencia. 

Para ello se propone aquí la necesidad de -una vez abordados los aspectos legislativos, sensibilizado al cuerpo médico así como a la opinión pública en torno a un debate amplio y democrático sobre estas cuestiones- diseñar modificaciones en el currículum de la educación médica que posibiliten preparar a las nuevas generaciones de médicos tanto en los aspectos valóricos como terapéuticos involucrados. 

Esto como práctica en la etapa de internado y en las distintas instancias de simulación gnoseológica y operativa según el plan de estudios de cada Escuela de medicina. La formación teórico-práctica versaría sobre cuestiones tocantes a los criterios, oportunidad y viabilidad de recursos, de la medicina paliativa o aplicaciones de terapias de soporte vital avanzados, así como de discernir cuando éstas, concurriendo todos los aspectos legales, terapéuticos, humanos y espirituales, debe ser retirada y de manera no adjetiva, la preparación de los profesionales en estas maniobras y destrezas terapéuticas y humanizadoras, todo ello atendiendo al estado del arte médica. Para esto es necesario desarrollar consensos amplios que den lugar a la inserción institucionalizada en el currículo de la enseñanza de la medicina tales contenidos y destrezas terapéuticas. 

Reflexión en torno a la muerte; una aproximación desde la Antropología médica 

De este modo, la reflexión sobre la muerte intervenida como un fenómeno emergente de nuestra cultura resulta imprescindible para que la sociedad se involucre en un tema que le incumbe en forma absoluta y exclusiva. Surge de aquí la necesidad de precisar conceptos: 

El concepto de muerte intervenida comprende todas aquellas situaciones en que la aplicación de la suspensión o no aplicación de algún método de soporte vital se constituye en un límite en el tratamiento vinculado con la producción de muerte cardiorrespiratoria tradicional. Es una larga historia la de la domesticación del morir por parte de la medicina, en lo que no cabe duda es de que la invención del respirador artificial significó un antes y un después en esta materia. 

El respirador, como es sabido, se gestó durante la epidemia de polio que asoló al mundo en la década del cincuenta. Por aquel entonces, un médico danés decidió utilizar bolsas de aire para bombear oxígeno a los pulmones de niños que, afectados por la enfermedad, morían asfixiados; claro que el método era imperfecto: los mantenía con vida siempre y cuando la enfermera no dejara de bombear oxígeno. La solución llegó semanas después de la mano de la feliz idea de acoplar una bomba mecánica a la bolsa de aire. Como era de esperar, la tecnología no tardó en extenderse; pero no habría de pasar mucho tiempo hasta que el avance obligó a los médicos a enfrentar situaciones clínicas hasta ese momento impensables. Cuando comenzaron a aparecer los métodos de soporte vital, principalmente el respirador, los médicos se encontraron con que tenían pacientes que eran ventilados artificialmente, pero que sufrían cuadros neurológicos absolutamente irreversibles. 

Lentamente, las unidades de cuidados intensivos estaban comenzando a poblarse de un nuevo tipo de pacientes: personas que jamás recuperarían la conciencia, pero que podían ser mantenidas con vida artificialmente durante décadas. Sucede que por aquel entonces estaba aún vigente la idea tradicional de muerte, que la asocia al cese de la actividad cardíaca y respiratoria. 

Mantener con vida a estos pacientes representaba tanto una prolongación injustificada del sufrimiento de sus familiares que asistían a una agonía eternizada, como un acaparamiento inconducente de recursos monetarios y de infraestructura hospitalaria. Ante esta nueva perspectiva, fue estrictamente necesaria la reformulación del concepto de muerte. 

En esta historia de la domesticación del morir los conceptos se han vuelto problemáticos y ambivalentes a partir, precisamente, de las definiciones al uso de la noción de muerte; tanto a través del concepto de la pérdida completa de la función cerebral, lo que después de casi cuarenta años de empleo de este criterio de demarcación para diagnosticar la muerte, puede visualizarse un continuo que se asocia tanto con la necesidad o interés de procurarse órganos para trasplante, como con la necesidad de evitar prolongadas agonías en pacientes irrecuperables. Cuestiones que en un análisis inmediato se revelan de distinta naturaleza y por ello ponderable en términos diversos. 

Según se ha expuesto el criterio de muerte cerebral estableció que el fin de la vida llega cuando coinciden la muerte del tronco y de la corteza del cerebro. Sin embargo, algunos estudios del tema sugieren la incidencia de otro factor en la adopción de este nuevo criterio de muerte. Meses antes, más precisamente el 3 de diciembre de 1967, el doctor Christian Barnard había realizado el primer trasplante de corazón: esta nueva posibilidad trastrocaba la mirada que se posaba sobre los pacientes con daños neurológicos irreversibles que eran mantenidos vivos en forma artificial. “La definición de muerte cerebral es un artificio de técnica -opina el doctor Mainetti-. Tiene por único fin introducir la posibilidad de retirar un soporte vital y dar por muerta a una persona a la que se mantiene con vida sin ningún sentido, abriendo así la posibilidad de utilizar sus órganos para un trasplante” 

El criterio de muerte cerebral es una de las primeras respuestas sobre los límites en la atención médica de aquellos pacientes que ya no son capaces de verse beneficiados por ningún tratamiento. Pero no es la única. Un paso más allá se encuentra el derecho del propio paciente -o de su familia- a rechazar un tratamiento que se considera inútil. Se revisarán en el desarrollo de esta tesis, varios casos que perduran en el imaginario colectivo como los impulsores del debate que finalmente diera lugar a la instauración de este derecho. 

En las últimas décadas la licitud ética -derivada de la aceptación de la práctica- de la interrupción en la aplicación de los métodos de soporte vital ordinarios y avanzados en situaciones que no configuran los supuestos de muerte cerebral -como los estados vegetativos y otras situaciones clínicas irreversibles- y hasta los intentos de obtener órganos para trasplantes en estas ocasiones (cuando se contare con el acuerdo explícito del donante o su representante) hace posible una interpretación conjunta de estos cuadros a través de la admisión del establecimiento de un límite en la asistencia médica. 

La cuestión ahora es definir cuál es y quién establece, y aun más, cómo se valida este límite. Un punto de partida puede ser la observación de casos y el cambio actitudinal frente al manejo de estos conceptos. 

La observación de casos permite al menos establecer como tendencias generales que en el estado de coma irreversible -definido como muerte cerebral- se tiende a aconsejar el retiro de la respiración mecánica. Así, también, se visualiza en las últimas décadas una aceptación progresiva de disponer la abstención y/o el retiro del soporte vital en pacientes con evolución irreversible para permitir su muerte. Ahora bien, de ambas situaciones basadas en evidencia empírica podemos derivar un punto problemático común: existen casos de pacientes críticos en los que se visualiza la necesidad de establecer límites en la asistencia médica. 

El tema central presente en ambas circunstancias es que en estos casos la muerte resulta ligada a las decisiones (acciones u omisiones) que se toman en el ámbito asistencial sobre el soporte vital. Estas decisiones constituyen por sí mismas ese límite y marca el comienzo de toda una época de ‘muerte intervenida’ por oposición a la muerte natural hoy casi desconocida y olvidada por inexistente. Es en virtud de ello que dentro de la expresión ‘muerte intervenida’, utilizada primariamente para describir las acciones de abstención y retiro habituales en terapia intensiva, se incluye también a la muerte cerebral, esto como hito histórico fundamental. 


BCF
BCF
Marco general del Problema Clínico y Bioético 

Desde las décadas del setenta y del ochenta en adelante se ha asistido a la aparición cada vez más frecuente de cuadros clínicos intermedios constituidos por un coma inicial resultante de una injuria cerebral con variables grados de lesión del sistema nervioso como en el estado vegetativo persistente, demencias profundas y otros, en que no se cumplen los criterios aceptados de muerte cerebral (indemnidad del sistema reticular activador del tronco cerebral y de las funciones respiratoria y circulatoria), pero que también tienen daño cerebral irreversible con pérdida absoluta de las funciones corticocerebrales superiores. 

Tienen permanentemente abolida la conciencia, la afectividad y la comunicación con conservación de los ciclos sueño-vigilia, y fuertes estímulos puede provocar apertura ocular si los ojos permanecen cerrados y también acelerar la respiración, el pulso y la tensión arterial. Los reflejos y movimientos oculares se conservan, así como también los reflejos protectores del vómito y de la tos. Estos pacientes pueden tener movimientos espontáneos que incluyen masticación, rechinar dientes y deglutir. 

También pueden emitir sonidos o gestos que sugieren ira, llanto, queja, gemidos o sonrisas. Su cabeza y ojos pueden inconsistentemente rotar hacia luces o emitir sonidos no verbales. Pese a que para un criterio experto todas estas actitudes son consideradas como de origen subcortical es innegable que a la mirada expectante de los seres queridos estos signos pueden constituir un motivo de aliento y arraigo emocional que es imposible negar como vivencia afectiva. 

Así, en los últimos años la pregunta por los límites que se deberían establecer a la prolongación artificial de la vida ha sumado un nuevo aspecto. El conflicto ya no lo plantea el médico que propone una terapia que conduce al encarnizamiento terapéutico, sino que nace del paciente o de sus familiares que piden un tratamiento que no se considera eficiente. 

La respuesta de la bioética se centra en el llamado concepto de futilidad, que es por decir lo menos, bastante controvertido. Los tratamientos fútiles, esto es inútiles, lo único que logran es dar al paciente dolor, daño, incomodidad y gasto económico. Sin embargo el problema es ¿cómo determinar la futilidad de una terapia médica? ¿Sólo con los criterios estadísticos que le son propios? 

Existen dos criterios, responde. La futilidad fisiológica es el más simple: es cuando el tratamiento demuestra no modificar las variables fisiológicas del paciente que uno busca. Desde otra perspectiva se sostiene que se puede definir la futilidad mediante criterios estadísticos: un tratamiento sería fútil cuando tiene menos del 5% de posibilidades de resultar exitoso. No hace falta aclarar que para determinar la futilidad de un tratamiento es necesario actuar caso por caso. Los límites que delimitan este concepto son muy controvertidos y discutibles; por ello las instituciones médicas cuentan hoy con comités de bioética. 

Los comités de bioética son, en su propia definición, espacios multidisciplinarios y pluralistas que se nutren del aporte de expertos no sólo provenientes de la medicina, sino también del derecho, la antropología, la religión y, en algunos casos, de representantes de la comunidad. 

La medicina como actividad artesanal destinada al cuidado y eventual curación de las personas siempre tuvo límites, pero el final de la vida llegaba por factores externos alejados de una decisión cercana de efectos inmediatos y directos. Ahora, y como resultado del progreso tecnológico, la posibilidad del manejo de la función vital influye en la determinación y el tiempo de muerte. 

Esta cuestión central, que atiende la realidad médica cotidiana y que se encuentra en el marco de las decisiones posibles con el hombre enfermo, marca el comienzo de toda una época de muerte intervenida, por oposición a la natural. 

De alguna forma se ha producido una suerte de asalto tecnológico a la disponibilidad de los individuos sobre su propia muerte. Este asalto ha dado lugar a la medicalización de la muerte, obligando, como se ha visto, incluso a cambiar su definición a través de la adopción del criterio de muerte cerebral. 

Por otra parte, hoy la muerte no sólo es técnicamente controlable y administrable, sino que resulta en cierta forma negociable. La dramática situación actual de los recursos destinados a la salud lleva a que se establezcan criterios para decidir qué enfermedades se tratan y cuáles no. Todos estos aspectos sensibles, tocantes a materias de salud pública, también serán considerados en la presente tesis. 

Fundamentos de la Investigación Antropológica y Médica 

Llevado al extremo de la irracionalidad, el esfuerzo de la medicina por preservar y cuidar la salud de las personas ha demostrado que es capaz de volverse en contra de aquellos a quienes pretende proteger. Cuando los médicos se empecinan en extender la vida aún más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes, aparece lo que se ha dado en llamar el encarnizamiento terapéutico. 

La agonía injustificadamente prolongada, el sufrimiento extremo, la desfiguración y el aislamiento del paciente; cualquiera de ellas puede ser la consecuencia del encarnizamiento terapéutico que conlleva formas de morir que resultan una caricatura de la dignidad personal. 

Es habitual hablar de la lucha de la vida contra la muerte, pero hay un peligro inverso, presagiado por la literatura de ficción y de algún modo avalado por el desarrollo tecnológico de la medicina. Tendremos que luchar contra la probabilidad de que no muramos. Contra el olvido de la muerte. Nos encontramos en el proceso de reactivar esta inmortalidad patológica, la inmortalidad de la célula cancerígena, tanto a nivel individual como al nivel de las especies como un todo. Es la venganza contra los seres mortales y sexuales de las formas de vidas inmortales e indiferenciadas, en lo que podríamos llamar, al modo de Baudrillard, la solución final. 

La muerte, que una vez fue una función vital, se podría convertir en un lujo, en un costoso placer. En todos los modos futuros de la civilización, donde la muerte habrá sido eliminada, los clones del futuro podrán pagar muy bien por el lujo de morir. 

Ni la psicología ni la biología han reconocido el lugar central de la pulsión de muerte en la determinación de los seres humanos. Y así como hay una pulsión de inmortalidad para la cual se tienen respuestas tecnológicas como la clonación, también hay una pulsión de muerte. Como hemos visto, estas pulsiones entran en juego simultáneamente y es posible que una no sea más que una variante de la otra, nada más que su dilatación. 

Y es que, a veces, “el intento de respetar la vida puede acabar en trato inhumano o degradante, es decir, indigno”, escribió hace algunos años Diego Gracia, miembro de la Fundación de Ciencias de la Salud, de España, en el prólogo del libro Morir con dignidad. 

Podría decirse que la muerte indigna -aquella que se demora sin ofrecer nada a cambio, más que sufrimiento y humillación- es un invento reciente. Nace como resultado del avance que protagonizó en los últimos cincuenta años la medicina, avance que permite hoy prolongar la vida a través de instrumentos que proporcionan a los pacientes un soporte vital que suple funciones biológicas perdidas o cuando menos suspendidas. 

Pero prolongar la vida innecesariamente no sólo perjudica a quienes se les priva del derecho a una muerte digna. En un mundo donde los recursos públicos que se destinan al cuidado de la salud no sólo son finitos, sino que muchas veces resultan insuficientes, su uso irracional parece cercenar aún más el acceso de la población en general al cuidado de su salud. 

Por eso, cabe preguntarse, ¿hasta cuándo es lícito extender artificialmente la vida de una persona? Desde hace algunas décadas, los expertos en bioética han elaborado una serie de criterios que permiten ponerle freno al afán desenfrenado de los médicos por vencer a la muerte, evitando así el encarnizamiento terapéutico. 


[Adolfo Vásquez Rocca]mail: adolfovrocca@gmail.com es Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, Teoría del Conocimiento y Pensamiento Contemporáneo. Áreas de Especialización: Antropología y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV. Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. Director de la Revista Observaciones Filosóficas, Secretario de Ejecutivo de PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la PUCV, Editor Asociado de Psikeba, —Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales, Buenos Aires—miembro del Consejo Editorial Internacional de laFundación Ética Mundial de México y Director del Consejo Consultivo Internacional de KonvergenciasRevista de Filosofía y Culturas en Diálogo. El Dr. Adolfo Vásquez Roca es asimismo columnista de diversas revistas y publicaciones internacionales. 

Las capas de la Física


Las capas de la Física (I)de Genciencia 

Retrato de Newton
El avance científico significa que los nuevos paradigmas científicos a lo largo de la historia han ido substituido, o mejor dicho ampliado, a los anteriores. Así, pues, en un instante histórico dado teníamos un paradigma conocido, y que funcionaba a la perfección en casi todos los experimentos que eramos capaces de realizar. Ese es paradigma reinante en aquél momento, la mejor aproximación que tenemos a La Verdad (si es que existe tal cosa).
Y, por otro lado, mientras el paradigma establecido sigue confirmándose útil dentro de su ámbito de aplicación, siempre se estaba construyendo un nuevo paradigma con la pretensión de ampliar al anterior, lograr explicar aún más cosas. En este sentido, es importante entender que las teorías nuevas no substituyen a las nuevas, sino que las amplían, nos acercan un escalón más a la explicación de la realidad.
A groso modo, sin entrar en demasiados detalles históricos, podemos distinguir cuatro generaciones de paradigmas científicos. Empezando por las teorías pre-método científico, a menudo heredadas de la cultura clásica y mitos infundados.
Después, entre Galileo y Newton acuñaron la mecánica clásica (de la cual posteriormente se hicieron versiones más potentes, como la mecánica lagrangiana o la hamiltoniana; pero tienen el mismo contenido físico, así que nosotros las consideraremos dentro de la misma generación).
A principios del siglo pasado empezó la tercera gran generación de paradigmas físicos. Fue una generación muy particular, ya que se caracterizó por no tener un sólo paradigma, sino por tener dos, que además eran incompatibles entre sí: la relatividad y la mecánica cuántica.
No tardó mucho en llegar la cuarta generación: la teoría cuántica de campos. Se caracteriza por intentar unir los dos paradigmas antagónicos de la anterior generación, aunque no lo consigue completamente. En particular, la teoría cuántica de campos (que a veces recibe el nombre segunda cuantización) consigue unificar la mecánica cuántica con la relatividad especial, pero ha fracasado en incluir todo lo relacionado con la gravedad.
La teoría cuántica de campos, que data de la década de 1930-1940, sigue siendo la mejor teoría sobre la realidad que tenemos hoy en día, y que ha pasado los test experimentales. Dentro de este marco, en la década de los 1970, se desarrolló el Modelo Estándar (¿recordáis la diferencia entre teoría y modelo?), que describe a la perfección el comportamiento de todas las partículas que, a día de hoy, se han producido en laboratorio; y realiza predicciones que se verifican experimentalmente hasta con doce cifras exactas. Sólo nos falta comprobar experimentalmente un detallito, el famoso bosón de Higgs.
Y, hasta aquí, todos los paradigmas que han podido ser confirmados experimentalmente.
Como ya dijimos, los Físicos estamos constantemente intentando superar los límites, crear un nuevo paradigma que complete al anterior. En la actualidad, y desde que se implementó la teoría cuántica de campos, el gran reto está en encontrar una teoría que permita superar las limitaciones actuales. Tenemos candidatos (cuerdas, loops, etc), pero hoy en día todo es trabajo en progreso, no ha sido experimentado, ni siquiera hemos terminado de confeccionar la teoría. El tiempo dirá.


Las capas de la Física (y II) Genciencia 

Capas de una cebolla
Como íbamos diciendo, a lo largo de la joven historia del método científico podemos distinguir cuatro grandes paradigmas, cada cual una versión mejorada y ampliada del anterior. Recalco mucho este punto ya que es una de las ideas equivocadas sobre la Física que la gente suele tener: las nuevas teorías no demuestran que las anteriores fueran erradas, sólo demuestran que eran incompletas.
Esto hay que tenerlo muy claro, cada teoría tiene su rango de validez. Lo cual también significa que tiene sus límites, si los sobrepasamos la teoría ya no nos sirve. Cuando la comunidad científica desarrolla un nuevo paradigma que substituya al anterior, lo que busca es precisamente ampliar el rango de validez, reducir los fenómenos que quedan sin explicar.

Pero si a nosotros, en un momento dado, nos interesa estudiar un sistema que está dentro del rango de validez de la teoría antigua, podemos utilizarla sin ningún problema Incluso a sabiendas de que hay una teoríamejor; da igual, la teoría antigua es válida para esa situación, se aproxima lo suficiente a la realidad.
De esta forma, dentro del rango de aplicación del paradigma antiguo podemos elegir cuál de los dos aplicar: el nuevo con toda su potencia (y complicación), o bien el antiguo. En ambos casos, el resultado debería ser el mismo (o, al menos, tan parecido que a la práctica sea imposible de distinguir). Esto es muy útil porque, normalmente, las teorías antiguas son más sencillas que las modernas (por eso se descubrieron antes, supongo).
Por todo esto, y repito una vez más, las teorías nuevas no substituyen a las antiguas, las amplían. Como diría Shrek, la ciencia es como una cebolla, tiene muchas capas.
En el capítulo anterior hablamos de cuatro generaciones de paradigmas científicos, ¿cuales son sus limitaciones?
La mecánica clásica se puede aplicar siempre que tengamos situaciones en que se maneja mucha energía (a comparar con las energías típicas de las partículas elementales) y velocidades muy pequeñas con respecto a la de la luz. En situaciones donde las energías involucradas sean muy pequeñas necesitaremos pasar a la mecánica cuántica. En cambio, si tenemos velocidades similares a la de la luz, deberemos ir a la relatividad.
La mecánica cuántica es útil siempre que trabajemos con sistemas de muy poca energía (por ejemplo, partículas), donde las velocidades son muy bajas con respecto a la de la luz. Además, tampoco es capaz de describir la creación ni destrucción de partículas, en mecánica cuántica siempre terminan las mismas partículas que empiezan, por decirlo así. Por último, no es capaz de describir la gravedad.
La relatividad es útil para cuerpos con energías macroscópicas, independientemente de la velocidad a la que se muevan. Es decir, puede describir perfectamente partículas que se mueven a (o, mejor, cerca de) la velocidad de la luz. Además, la versión general de la teoría es capaz de describir la gravedad, en términos clásicos. Lo que no puede describir son sistemas de muy baja energía, donde el comportamiento cuántico es importante.
Y, para terminar, el último gran paradigma, la teoría cuántica de campos, elimina todas las restricciones anteriores… menos una, sólo tiene un defecto: no es capaz de describir la gravedad cuánticamente. Pero sí que es capaz de describir correctamente partículas muy pequeñas, que se muevan a cualquier velocidad. Además, permite estudiar la creación y destrucción de las mismas.
Como dijimos, a día de hoy tenemos varias teorías candidatas para confeccionar el nuevo paradigma que solucione los problemas de la teoría cuántica de campos. Pero aún no están terminadas, ni mucho menos contrastadas experimentalmente. Tendremos que tener paciencia (y parece que bastante, por desgracia).
Foto | Danka

Notable Opinion Art of 2010


SLIDE SHOW

Notable Opinion Art of 2010

A selection of visual highlights from the past year.
para ir al documento completo pinchar el siguiente link:





Notable opinion art 2010

El regreso a la política de Andreu Mas Colell

El regreso a la política de Andreu Mas Colell

andreumascolellAndreu Mas Colell, una de las figuras probablemente más influyentes de los últimos años en política científica, retorna a la cosa pública de la mano del nuevo presidente de la Generalitat, Artur Mas. Su cartera, ni más ni menos que Economía, Finanzas, Universidades e Investigación. ¿Vaivén de los políticos o innovación?
XAVIER PUJOL GEBELLÍ
El nombramiento de un consejero en una comunidad autónoma no merecería por lo general mayor comentario, salvando el impacto local, de no ser que habláramos de uno de los motores económicos, como es el caso de Cataluña, y de no tratarse de quien se trata: Andreu Mas Colell.
Figura académica más que reconocida internacionalmente por sus aportaciones al ámbito de la Economía, disciplina de la que ha sido profesor en Berkeley y Harvard, en Estados Unidos, y luego en la Universidad Pompeu Fabra y en la Graduate School of Economics, en Barcelona, en su currículum destacan méritos tan relevantes como ser personalidad de referencia en el desarrollo de la teoría del llamado “equilibrio general”, además de ser referente mundial en teoría de la microeconomía. En ese mismo currículum –que da cierto vértigo leerlo entero—no destaca demasiado la que está considerada otra de sus grandes facetas, la de contribuir intelectualmente a la organización de sistemas de ciencia influyentes. No en vano, su último cargo ha sido el de Secretario General del European Research Council, organismo que actualmente lidera la investigación de excelencia europea y que rápidamente se ha granjeado el prestigio entre científicos del más alto nivel.
Ahora vuelve a la arena política llamado por Artur Mas, reciente ganador de las elecciones en Cataluña. Su misión va a ser comandar un macrodepartamento con competencias en Economía y Finanzas y, para sorpresa de muchos, en Universidades e Investigación. La pregunta que se formulan muchos es si esta unión de responsabilidades tiene sentido. Y la respuesta que dan tantos otros es que tratándose de Mas Colell, lo tiene sobradamente.
El discurso que está ganando cuerpo es el de generar un departamento que tenga por nombre algo así como Economía y Conocimiento, lo cual, conociendo al personaje, entronca con su discurso personal y su apuesta intelectual en política científica. La expresión, tan a menudo usada gratuitamente, de fomentar una economía basada en el conocimiento, tendría en esta fórmula por ahora inédita en España, su mejor expresión.
Ignoro si este es el planteamiento que defienden Artur Mas y la cúpula de CiU. Máxime si se tiene en cuenta que vivimos en un momento de gran incertidumbre económica y que las soluciones a corto plazo, tan del gusto de los políticos, además de vistosas resultan en este instante poco menos que acuciantes. Como responsable de Economía, Mas Colell va a tener que enfrentarse a aspectos tan delicados como la contención del gasto público, la reducción del déficit y, por supuesto, una negociación con el aparato del Estado que no se prevé como absoluto fácil. Además, se le van a reclamar medidas que contribuyan a paliar el paro y a relanzar una economía que, como tantísimas otras, está maniatada por el contexto de crisis general.
Es en este último punto donde, probablemente, Mas Colell pueda jugar sus mejores bazas. Dada su experiencia y su conocimiento, tanto en el ámbito más local como en el internacional, su clarividencia a la hora de proyectar un cierto futuro puede resultar cuanto menos estimulante, puesto que tiene ante sí la oportunidad de sentar las bases de un cambio de modelo productivo basado en la generación de conocimiento.
El caso es saber si las circunstancias, entre las que se encuentran su propio partido político además del gobierno presidido por José Luís Rodríguez Zapatero y la situación de crisis, se lo van a permitir. Pero visto que el actual modelo, culminado con la burbuja inmobiliaria, parece más que agotado, buscar soluciones en el medio y largo plazos parece acertado. Ello sin obviar los árboles de las urgencias que no deberían escondernos el bosque del futuro.
Si yo fuera político, que no lo soy ni pretendo serlo, tal vez apostaría por desnudarme de consideraciones partidistas y apostaría por una fórmula que en estos momentos transformaría Cataluña en un laboratorio de gestión y proyección económica inédito que, en caso de dar frutos positivos, puede extenderse al resto del territorio y actuar al mismo tiempo de locomotora. La persona y el instrumento ahí están. Ahora toca que los políticos, aquellos que ven bien o mal una misma cosa dependiendo de si gobiernan o están en la oposición, piensen por una vez en el interés general y se olviden del debate partidista.

Los secretos de la anestesia


Los secretos de la anestesia
Miles de personas en todo el mundo entran al día en un quirófano para someterse a algún tipo de cirugía. La anestesia les permite ser operados sin dolor, aunque algunos de los mecanismos neurobiológicos que permiten dormir y volver a despertar al cerebro sin riesgos siguen siendo un misterio.
FUENTE | El Mundo Digital30/12/2010
Una revisión en la revista 'The New England Journal of Medicine' repasa los últimos hallazgos sobre esta cuestión.

Emery Brown y su equipo, del departamento de Anestesia del Hospital General de Massachusetts(EE.UU.), uno de los centros médicos más importantes del mundo, repasan los últimos avances en la ciencia del sueño y la neurociencia para tratar de desvelar nuevas claves sobre la anestesia general.

De hecho, comparan los patrones de actividad eléctrica que se producen en nuestro cerebro bajo anestesia, durante el sueño o en estado de coma y aseguran que la anestesia general se parece más (cerebralmente hablando) al coma que a un sueño profundo como a menudo se imagina. "Hasta ahora, los anestesistas eran reacios a hacer la comparación con el coma porque se consideraba un término demasiado duro, pero es que realmente tiene que ser algo tan profundo, ¿cómo sino íbamos a poder operar a alguien?", se pregunta Brown.

En su revisión, Brown y sus colegas también analizan cómo actúan ciertos fármacos anestésicos para lograr el estado de inconsciencia, amnesia, falta de percepción del dolor e inmovilidad que caracteriza a la anestesia general. "Es una revisión muy bien hecha que demuestra que cada vez conocemos mejor las bases bioquímicas y los receptores sobre los que actúa la anestesia", explica el doctor Fernando Gilsanz, jefe del servicio de Anestesia del Hospital La Paz de Madrid.

Por ejemplo, es curioso que la ketamina, cuyo mecanismo en realidad provoca una excitación de las neuronas, se emplee para 'dormir' al paciente en la mesa de operación. Aunque como explican en su artículo, lo que ocurre es que la ketamina provica en realidad un exceso de actividad que provoca un efecto similar a un envío caótico y desorganizado de información y datos en un ordenador que acaba colapsando el sistema.

Y es que, como critican con sutileza a sus colegas, "muchos anestesistas saben cómo inducir y mantener a sus pacientes en el estado necesario para operarles, pero no están familiarizados con los mecanismos neuronales básicos que les permiten llevar a cabo su trabajo". Y añaden, el hecho de que la anestesia lleve al cerebro a un estado tan profundo como el coma podría explicar, por ejemplo, porqué algunos pacientes tardan horas en despertar de una intervención, o porqué los pacientes más ancianos pueden tener algunas secuelas cognitivas que persistan durante meses.

En resumen, "comprendiendo mejor los estados del sueño y el coma pueden llevar a nuevos modos de antesia basados en otras formas de alterar el nivel de conciencia, y aportar la analgesia y la relajación muscular necesarias".

Autor:   María Valerio

La década prodigiosa del cáncer


La década prodigiosa del cáncer
Están por concluir los primeros diez años del siglo XXI. Mucho de memorable queda escrito en su crónica para la historia de la lucha contra el cáncer.
FUENTE | El Mundo Digital30/12/2010
Uno podría fijarse en los conocimientos adquiridos sobre la genética de la enfermedad, en cuánto se ha conseguido mejorar el pronóstico del cáncer de colon o de pulmón, o bien en la avalancha de nuevos medicamentos, diferentes por completo a la quimioterapia tradicional.

Todo sería interesante, pero vamos a cerrar el año y la década escribiendo acerca del cáncer de mama. Y ello por dos motivos; el primero porque dos avances fundamentales han conmovido los círculos oncológicos, casi simultáneamente, en estas últimas semanas del 2010. En segundo lugar, porque ambos han sido producto de la investigación española.

PRUEBAS DE CONCEPTO Y 'TORNAPRÁCTICAS'

La investigación clínica es la que se realiza fuera ya del laboratorio, en los hospitales, aplicando nuevos tratamientos a los pacientes que participan voluntariamente en ensayos clínicos. Para que un tratamiento experimental llegue a ser habitual, suelen hacer falta muchos años, muchos voluntarios, mucho dinero y mucho esfuerzo. De toda esa maraña de investigación, dos clases de ensayos clínicos son los que más atención suscitan, los más importantes.

El primer tipo de ensayo clínico es el de prueba de concepto, y el segundo, lo vamos a bautizar a nuestro antojo como de 'tornapráctica'. Si el desarrollo de un nuevo tratamiento contra el cáncer fuera un cuento infantil, ambas clases de ensayos vendrían a ser, respectivamente, el "érase una vez", y el "comieron perdices".

El ensayo de prueba de concepto es el que toma una idea virgen, amasada en las probetas de los laboratorios, y tiene los arrestos de llevarlo a la práctica por primera vez. Esta clase de investigaciones son la llave que abre o cierra la cancela de un sendero inexplorado. Si el ensayo es positivo, si demuestra lo que se proponía, inversores e investigadores se decidirán a indagar adónde conduce ese camino.

Los ensayos de prueba de concepto son arriesgados. Uno falsamente positivo supondrá dilapidar tiempo y recursos para llegar a ningún sitio. Al contrario, algunos terrenos muy fructíferos de la investigación contra el cáncer han permanecido olvidados durante décadas, sólo porque un primer ensayo mal diseñado o interpretado juzgó que por allí no había nada interesante que buscar.

Los ensayos de 'tornapráctica' ('practice-changing', en inglés) son los que clausuran un territorio de investigación. Recogen los esfuerzos, resultados y también contradicciones acumulados durante años respecto a un asunto concreto, y los condensan en una investigación de resultados tan persuasivos, que la comunidad oncológica entera ha de revisar su forma de tratar a los pacientes de ese momento en adelante, cambiando su práctica habitual para acomodarla al nuevo estándar.

ÉRASE UNA VEZ, EN SAN ANTONIO

San Antonio es una ciudad tejana con pocos atractivos, aparte de los restos arqueológicos de la batalla de El Álamo. No obstante, cuantos nos dedicamos al cáncer de mama peregrinamos allí casi todos los años. La razón es su simposio internacional sobre cáncer de mama, el más importante de todos los dedicados al tumor maligno más frecuente de la mujer, la reunión mundial de especialistas donde se desvelan los resultados de las investigaciones más sustanciosas.

El 10 de diciembre pasado, el doctor Josep Baselga (Hospital Vall d'Hebron de Barcelona y Hospital de Massachusetts en EE.UU.) ocupaba el atril central 'del sanatorio', para comunicar los resultados del ensayo neo-ALTTO. Se trata de un esfuerzo coordinado de 24 países de Europa, América y Asia, con una participación muy importante del SOLTI, un grupo de investigadores de nuestro país.

La cosa consistía en averiguar el efecto de la combinación de dos fármacos, trastuzumab (Herceptin) y lapatinib (Tyverb), sobre una variedad especialmente agresiva de cáncer de mama. Sus células están cuajadas de una proteína llamada HER2 que acelera su multiplicación. Cada uno de los medicamentos experimentados ataca esa proteína desde un flanco distinto, pero se desconocía si su combinación resultaría beneficiosa. El tratamiento, asociado a quimioterapia convencional, se aplicaba antes de la cirugía, de manera que sus efectos pudieran analizarse a nivel microscópico, tras la extirpación de los tumores.

Participaron 455 pacientes, 45 de ellas en España (el tercer grupo más numeroso tras Taiwán y Alemania). Los resultados no podían dejar abierta más de par en par las puertas de esta nueva vía: algo más de la mitad de los tumores tratados con la combinación de medicamentos desaparecieron sin dejar rastro, ni siquiera apreciables bajo la lente de los microscopios.

A esto se lo conoce como respuesta patológica completa, y es la máxima prueba de eficacia de un tratamiento contra el cáncer. Hasta la fecha, los medicamentos más potentes (incluidos el trastuzumab y el lapatinib, usados por separado), apenas llegaban a una cuarta parte de respuestas completas.

LAS PERDICES DE GEICAM
El próximo 4 de febrero Luz Casal, tras superar su segundo tumor de mama, vuelve a ofrecer un concierto a beneficio del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama. GEICAM tiene ya quince años de historia, es el grupo cooperativo de investigación oncológica más potente de España y el más reputado en el extranjero. Poco le queda ya que demostrar, pero el pasado 2 de diciembre ponía 'una pica en Flandes' publicando uno de esos 'ensayos tornapráctica' en 'The New England Journal of Medicine', la publicación médica más prestigiosa del mundo. Para un investigador clínico, publicar en el 'niu ingland' viene a ser algo así como para un actor de teatro estrenar en Broadway.

El ensayo, firmado por el doctor Miguel Martín (Hospital Gregorio Marañón, Madrid) y otros treinta especialistas, se fija en un grupo particular de mujeres con cáncer de mama; aquéllas cuyos ganglios linfáticos no están afectados por las células tumorales.

Los nódulos de la axila son el primer lugar al que llegan las células cancerosas de la mama, antes de invadir otras partes del cuerpo. Las pacientes con ganglios negativos (o sea, sanos) son las más numerosas en la actualidad y las de mejor pronóstico, a pesar de lo cuál, una de cada cuatro acaba por sufrir alguna clase de recaída. Desde hace algunos años sabemos que las pacientes operadas de cáncer de mama que SÍ tienen los ganglios linfáticos invadidos (ganglios positivos) recaen menos cuando, antes o después de la cirugía, reciben quimioterapia con taxanos (un grupo de anticancerosos originalmente obtenidos de un árbol de la familia del tejo).

Hasta hoy, desconocíamos si ese beneficio también se extendía a las mujeres con mejores expectativas, las que tienen los ganglios limpios. Como los taxanos son caros y tienen efectos adversos, la mayoría de los oncólogos recomendamos combinaciones de quimioterapia basadas en taxanos a las pacientes con ganglios positivos, y quimios más sencillas, sin taxanos, a las de ganglios negativos.

Los investigadores del GEICAM (con una pequeña aportación de colegas alemanes y polacos) consiguieron reunir 1.060 voluntarias, operadas de cáncer de mama con los ganglios libres de células tumorales, pero con algún factor adicional que aumentaba algo su posibilidad de recaer como, por ejemplo, tener menos de 35 años o un tumor grande. La mitad de ellas recibió el tratamiento convencional; la otra mitad, el tratamiento experimental que incluía taxanos.

Como las recaídas del cáncer de mama pueden retrasarse bastante, fue menester armarse de paciencia y seguir minuciosamente su evolución durante años (¡la última voluntaria en participar lo hizo en marzo de 2003!). Siete años de 'santa paciencia' viendo madurar los datos no son pocos, y pueden desquiciar al más manso de los investigadores. Pero rematar un ensayo digno del New England es como criar un vino gran reserva, algo que no se puede apresurar.

Al 'descorchar' el ensayo hace una pocas semanas, el resultado merecía la espera: las mujeres que se trataron con taxanos mostraban un 30% menos de recaídas que las que no los recibieron, prácticamente el mismo beneficio ya comprobado en las mujeres con ganglios positivos. A partir de ya, este nuevo conocimiento se incorpora a las consultas de oncología médica y a las cartas de nuestra mano para ganarle la partida al cáncer.

Estas Navidades, unas 5.000 familias españolas añorarán a sus esposas, madres, hermanas o hijas, fallecidas a lo largo del 2010 a causa del cáncer de mama. La enfermedad es cruel y, demasiado cerca de ella, ya sea como enfermo, familiar o médico, parece que no se va a acabar jamás, que corremos inútilmente, sin ganar un solo palmo de terreno, como en las pesadillas. No es así. Gracias a la investigación clínica, a muchos profesionales entregados, a miles de corajudas mujeres voluntarias en ensayos clínicos, a algunos recaudadores como Luz Casal, el ciclo que media entre el "érase una vez" y el "comieron perdices" de la ciencia contra el cáncer, se abrocha una y otra vez; regalando unas cuantas vidas más cada Navidad que llega y pasa. 

Primera reconstrucción completa de un pene en España


Primera reconstrucción completa de un pene en España
Especialistas del Servicio de Urología y de Cirugía Plástica del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid, han realizado por primera vez en España la reconstrucción completa de un pene, con el implante de una prótesis, a un paciente de 41 años que sufría carcinoma en esa zona.
FUENTE | Público30/12/2010
Se trata de la primera intervención quirúrgica de este tipo realizada en este país, ya que existen antecedentes, pero en cirugías de cambio de sexo o no completas -sin prótesis-, en caso de mutilación por motivos diversos.

El carcinoma de pene requiere siempre de cirugía que, dependiendo del tamaño y agresividad de la lesión, se realiza con amputación parcial o total, ha informado la Comunidad de Madrid.

Las funciones sexuales y miccionales se ven afectadas en casi todos los casos y, además, este tipo de tratamientos son muy mutilantes para el paciente, quien "lo vive con depresión, desesperanza e incluso ideas de suicidio".

NEOPENE Y NEOURETRA

Precisamente con la intención de mejorar estas funciones y la autoestima del paciente, se planificó una reconstrucción total, incluyendo realización de un neopene y de una neouretra, y el implante de una prótesis.

El proceso ha pasado por cuatro fases. En la primera, los urólogos realizaron la amputación para erradicar la lesión tumoral, con resultado oncológico "excelente", ya que el paciente no precisó posteriormente ningún otro tratamiento y fue dado de alta.

Posteriormente, los cirujanos plásticos llevaron a cabo la reconstrucción, transcurridos 12 meses desde la extirpación para confirmar la ausencia de enfermedad tumoral, en una intervención que duró aproximadamente 10 horas.

La reconstrucción del pene, procedimiento quirúrgico muy poco frecuente, se hizo utilizando una pieza del tejido del propio paciente de la zona anterior del antebrazo derecho, nutrida por una arteria y dos venas.

Ese tejido fue enrollado a modo de dos cilindros, cada uno en un sentido y, de este modo, una de las vueltas sirvió para la reconstrucción de la uretra y la otra para el forro externo cutáneo.

El tejido fue implantado en la zona a reconstruir, tras darle una estructura sanguínea propia y conectarlo a las arterias y vasos de la zona inguinal. Inmediatamente después, se conectó la envoltura cutánea externa, anclándola al pubis.

SIN COMPLICACIONES

El paciente evolucionó satisfactoriamente, sin constatación de recidiva tumoral y con un tejido trasplantado funcionalmente perfecto, sin complicaciones de ningún tipo, según indica el Ejecutivo autonómico.

Ante tal situación, los urólogos se plantearon el implante de una prótesis para solventar los problemas relacionados con su actividad sexual.

Los cirujanos la implantaron a través de una única incisión, en una intervención de únicamente dos horas, sin complicaciones reseñables.

La prótesis consta de tres componentes: cilindros eréctiles, reservorio y bomba hidráulica. En condiciones normales el cilindro está vacío y se asemeja a un pene en detumescencia, pero cuando se llena de suero se pone rígido y simula perfectamente una erección fisiológica.

A dicho cilindro le llega el suero procedente de un reservorio que se implanta a través del orificio inguinal derecho, para dejarlo ubicado en el espacio retropúbico o de Retzius.

La bomba para trasladar el suero desde el reservorio al cilindro queda emplazada en el escroto y el paciente sólo debe presionarla y consigue la erección.

El postoperatorio transcurrió sin incidencias y se dio el alta al paciente tras cuatro días de hospitalización.

En el momento actual, el afectado maneja perfectamente la prótesis y mantiene relaciones sexuales satisfactorias, ya que conserva sensibilidad y llega al orgasmo sin dificultad y, desde el punto de vista oncológico, está curado y no presenta recidiva de su enfermedad. 

Los hitos científicos del 2010

Los hitos científicos del 2010

Como todos los años, la prestigiosa revista Science acaba de publicar su lista de los 10 principales hitos científicos del 2010. Seguramente no estarán todos los que fueron. Esperemos que, al menos, sí sean todos los que están
La máquina cuántica
La máquina cuántica
El top ten de los avances científicos se lo ha llevado la constatación de que algunas de las leyes de la mecánica cuántica puede ser extrapolable al mundo macroscópico. Un dispositivo casi visible al ojo humano, presentado en Nature, podía estar en dos estados simultáneamente –quieto y vibrando-; algo propio, hasta ahora, solo del mundo subatómico…
En segundo lugar, y aunque técnicamente ya se había logrado con el virus de la polioSciencedestaca la famosa bacteria cuyo genoma fue sintetizado químicamente por el grupo de Craig Venter… Por otra parte, y además de simuladores capaces de estudiar los movimientos de los átomos de algunas proteínas o de diseñar cristales artificiales con láser, otros logros han consistido en la secuenciación del genoma neandertal -confirmando su presencia hasta en un 5% de nuestro ADN-, nuevos avances en tratamientos preventivos contra el contagio por VIH o lasecuenciación masiva de exones –la parte de los genes que codifican proteínas- implicados en enfermedades raras.
Bacterias con ADN sintético
Bacterias con ADN sintético
Por otra parte, se están estudiando las pequeñas variaciones genéticas entre humanos mediante el análisis rápido y barato de las secuencias de los denominados 1000 genomas. También repite como hito la reprogramación celular que, este año, se ha llevado a cabo de forma algo más segura a través de ARN sintético. Por último, ya estamos en condiciones de obtener ratas manipuladas genéticamente con genes desactivados –knockout- tal y como se ha estado realizando hasta ahora en ratones.
ADN y su manipulación
ADN y su manipulación
Personalmente considero que otros importantes descubrimientos podrían haberse colado perfectamente en esta peculiar hit parade: algún que otro exoplaneta con posibilidad de albergar vida; la denominada teleportación o, ya con toda la polémica del mundo, la posibilidad de crecerbacterias en arsénico en lugar de fosfato. El tiempo dirá…