jueves, 5 de mayo de 2011

Libro Electrónico de Medicina Intensiva Sección 21. Neurocríticos


libro
REMI envía todos sus contenidos gratuitamente por correo electrónico a más de 9.400 suscriptores. [Suscripción]. ¡Sigue REMI en FACEBOOK!
[Primera página: http://medicina-intensiva.com


Libro Electrónico de Medicina Intensiva
Sección 21. Neurocríticos
Capítulo 5. Miastenia gravis. Ed 1ª, 2008.
Autores: Ramón Ortíz Díaz-Miguel, Pilar Sánchez Rodríguez. Servicio de Medicina Intensiva Hospital Virgen de la Salud de Toledo

21.05. Miastenia gravis
A. GENERALIDADES
La miastenia gravis es un trastorno neuromuscular que caracterizado por debilidad y fatigabilidad de los músculos esqueléticos. La causa fundamental de esta entidad patológica radica en la disminución de receptores de acetilcolina, en las uniones musculares debido a un proceso inmunitario mediado por anticuerpos.
Su prevalencia es aproximadamente de una por cada siete mil quinientas personas, y se observan picos de incidencia en mujeres en el tercer y cuarto decenio de vida, y en varones en séptimo y sexto decenios, con una proporción entre mujeres y varones de 3/2.
Su importancia en las unidades de cuidados intensivos es por la potencial causa de insuficiencia respiratoria como consecuencia del agotamiento de los músculos intercostales y del diafragma.
B. ETIOPATOGENIA
En la unión neuromuscular, la acetilcolina se sintetiza en las terminaciones motoras y se almacena en vesículas. Cuando un potencial de acción recorre un nervio motor y alcanza la terminación nerviosa, se libera acetilcolina y se combina con los receptores de la acetilcolina (RAC) presentes en los pliegues postsináptcos. En este momento se abre el canal del receptor, permitiendo la entrada rápida de cationes principalmente sodio, que a su vez hace que se despolarice la placa terminal de la fibra muscular, formándose un potencial de acción desencadenando la contracción. Este proceso finaliza por la hidrólisis de la acetilcolina por acción de la acetilcolinesterasa, presente en los pliegues sinápticos.
En la miastenia gravis el defecto fundamental es un descenso del número de RAC disponibles en la membrana muscular postsináptica (Figura 1 y 2) debido a una respuesta autoinmunitaria mediada por anticuerpos mediante 3 mecanismos:
  1. Degradación de los RAC por formación de enlaces cruzados y endocitosis.
  2. Bloqueo del centro activo por fijación en donde debería interaccionar la acetilcolina.
  3. Lesión de la membrana postsináptica, en colaboración del complemento.
Los anticuerpos patógenos son IgG dependientes de linfocitos T, siendo eficaces las estrategias inmunoterápicas dirigidas contra dichas células T. Parece ser que en este proceso patológico juega un papel fundamental el timo, siendo esta glándula anormal en 75% de los pacientes (65% hiperplasia tímica y 10% timomas) [1].
La cantidad de acetilcolina liberada por cada impulso disminuye tras la actividad repetida. Este fenómeno, el cual está presente en personas sin enfermedad, añadido a la disminución de la eficacia de la trasmisión neuromuscular en pacientes miasténicos, produce la activación de un número cada vez menor de fibras musculares sobre todo tras impulsos sucesivos, produciendo la llamada debilidad o fatiga miasténica [2].
C. CLÍNICA
El grado de afectación clínica varía de unos pacientes a otros. La clasificación de Hoz Herman establece que existe cierta relación entre la clínica, la respuesta al tratamiento y el pronóstico [3].
Tabla 1. Clasificación de la miastenia gravis
  • I. Miastenia ocular (15% de los casos)
  • IIA. Miastenia generalizada leve: progresión lenta; sin crisis; responde al tratamiento (30% de los casos)
  • IIB. Miastenia generalizada moderada-grave: existen síntomas bulbares pero sin crisis; respuesta parcial al tratamiento (25% de los casos)
  • III: Miastenia aguda fulminante: síntomas generalizados graves, crisis respiratorias y elevada mortalidad; no responde al tratamiento (15% de los casos)
  • IV. Miastenia grave tardía: los mismos síntomas que en III, pero de aparición progresiva en menos de dos años, en pacientes previamente clasificados en los grupos I y II (10% de los casos)
En general la miastenia gravis afecta sobretodo a los músculos inervados por los núcleos motores del tronco del encéfalo:
  • Musculatura ocular extrínseca (no afecta pupila): los síntomas más comunes con diplopia y ptosis palpebral uni o bilateral.
  • Musculatura facial: dificultad para la oclusión palpebral e hipomimia.
  • Musculatura deglutoria y lingual: Disfagia, claudicación mandibular y cambio de voz.
  • Músculos cervicales: mayor afectación de los flexores.
En extremidades la debilidad es más frecuente en miembros superiores y región proximal.
Los pacientes se quejan de debilidad que empeora tras la actividad repetida, fenómeno que se denomina fatigabilidad y además aumenta a lo largo del día, por lo que están mejor por la mañana que por la noche.
La crisis miasténica es una presentación aguda de la miastenia gravis, que afecta a todos los músculos incluidos el diafragma y los intercostales, lo que puede provocar un cuadro de hipoventilación grave con insuficiencia respiratoria que precisa tratamiento urgente y soporte ventilatorio mecánico. Esta forma de presentación de la enfermad puede ocurrir en pacientes ya diagnosticados precisamente, pero también puede ser una forma de presentación fulminante de la enfermedad. Dicha crisis miasténica suele ser precipitada de forma aguda por una infección sistémica, alteración electrolítica, tras la anestesia o por el uso de determinados fármacos [4, 5] (tabla 2).
Tabla 2. Causas de exacerbación de miastenia gravis
  • Infección sistémica.
  • Desequilibrio electrolítico (Na, K, Ca, P, Mg)
  • Tirotoxicosis o hipotiroidismo.
  • Fármacos (ver tabla 3)
Tabla 3. Fármacos que agravan la miastenia gravis
  • Antibióticos (aminoglucósidos, clindamicina, colistina, tetraciclinas, cotrimoxazol)
  • Bloqueantes neuromusculares y relajantes musculares
  • Antiarrítmicos (lidocaína, quinidina, procainamida, betabloqueantes, calcioantagonistas)
  • Antireumáticos (cloroquina, D-penicilamina)
  • Antipsicóticos (litio, fenotiacinas) y antidepresivos
  • Otros (opiáceos, anovulatorios, antihistamínicos)
D. DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de miastenia gravis debería considerarse en todo paciente con debilidad inexplicable particularmente de la musculatura ocular y/o bulbar, y fatiga muscular de manera progresiva con patrón fluctuante en el tiempo. Los reflejos pupilares, el sensorio, los reflejos osteotendinosos y la sensibilidad son normales, al contrario que en otros síntomas paralíticos agudos y subagudos. El diagnóstico debería considerarse en pacientes con debilidad inexplicable de los músculos respiratorios o fracaso en la desconexión de la ventilación mecánica [6]. El diagnóstico se confirma mediante 4 procedimientos:
1. Detección de anticuerpos contra el receptor de acetilcolina
Aproximadamente el 85% de los pacientes tienen anticuerpos contra receptores de la acetilcolina, aunque el título de anticuerpos no se relaciona con la gravedad de la enfermedad. La presencia de anticuerpos confirma la existencia de miastenia, pero su ausencia no lo descarta, especialmente cuando sólo están presentes las manifestaciones oculares. En un subgrupo de pacientes con MG seronegativa se han detectado recientemente anticuerpos contra una proteina llamada proteinkinasa específica muscular (anticuerpos anti-Musk).
2. Prueba del edrofonio (tensilon)
Los fármacos que inhiben la enzima acetilcolinesterasa permiten que la acetilcolina entre en contacto de manera repetida con un numero limitado de RAC, induciendo un incremento de la fuerza en los músculos miasténicos. Como prueba diagnóstica se utiliza el edrofonio, debido a que su acción se inicia rápidamente (30 segundos) y dura unos 5 min. El médico debe centrarse en uno o más grupos musculares que presenten debilidad inequívoca.
Se administra una dosis inicial de 2 mg. de edrofonio por vía intravenosa. Si se produce una mejoría definitiva se considera positiva y se da por finalizado. En caso de no producirse se administran 8 mg. intravenosos adicionales. Esta dosis se debe dividir en 2 debido a que en algún paciente por razones idiosincráticas se producen efectos adversos como fasciculaciones, bradicardia o síncope.
3. Estudios electrofisiológicos
Estimulación repetitiva: en la miastenia se observa una disminución en la amplitud del potencial de acción del músculo (mayor de 15%) tras el ejercicio o la estimulación nerviosa repetida (2-3 por segundo), siendo más evidente este hallazgo en los músculos faciales y proximales.
Electromiografía de fibra aislada: es la prueba más sensible (>95%). Permite cuantificar la transmisión neuromuscular en placas motoras individuales. Suelen utilizarse músculos faciales o el extensor común de los dedos. Puede dar falsos positivos en neuropatías periféricas, poliomielitis y enfermedades de la motoneurona.
4. Pruebas de imagen
Todos los pacientes con miastenia gravis deberían tener estudio torácico buscando hiperplasia tímica o timomas.
Existe otra prueba llamada "test del hielo" que solo puede ser utilizada cuando hay ptosis. Se aplica hielo sobre el ojo afectado, mejorando la ptosis en el 80% de los casos si el paciente presenta miastenia gravis y no mejora si es debido a otras causas. No precisa monitorización cardiaca.
E. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
E1. Con síntomas generalizados
E1.1. Síndrome de Eaton-Lambert. Trastorno presináptico de la unión neuromuscular, se detectan anticuerpos anticanales de calcio en el 85% de los pacientes. Clínica: debilidad muscular, fatigabilidad, sequedad de boca e impotencia. En la mayoría de los casos se asocia a cáncer especialmente de pulmón tipo "oat-cell". Los síntomas neurológicos frecuentemente mejoran tras la extirpación de tumor.
Tabla 4. Diagnóstico diferencial con el síndrome de Eaton-Lambert [2]

 

Características

               

 

Síndrome de Eaton-Lambert

 

Miastenia gravis

Localización del defecto
Presináptico
Postsináptico
Componente afectado de la unión neuromuscular
Canales de calcio

AChR
Presentación inicial
Debilidad en músculos de miembros
Debilidad ocular
Progresión
De miembros a cara
Craneocaudal
Efecto del ejercicio
Mejora la debilidad
Empeora la debilidad
Tumor comúnmente asociado
Carcinoma pulmonar de células pequeñas
Tumores tímicos
Reflejos profundos
Deprimidos o ausentes
Intactos o exaltados
Alteraciones autonómicas
Presentes
Ausentes
Anticuerpos séricos
Anticuerpos anticanales de calcio en membrana presináptica
Anticuerpos AChR
Estimulación nerviosa repetitiva
Incremento de la respuesta
Disminución de la respuesta

E1.2. Síndromes miasténicos congénitos. Grupo heterogéneo de trastornos que se asocian a mutaciones genéticas, la mayoría autosómicas recesivas. Existen formas presinápticas, sinápticas y postsinápticas. La presentación típica es antes de los 2 años y la clínica es similar a la miastenia gravis. Para su diagnóstico se precisan estudios electrofisiológicos e inmunohistoquímicos muy sofisticados.
E1.3. Botulismo. Oftalmoparesia, debilidad generalizada y parálisis respiratoria. Las pupilas están dilatadas y son "perezosas". La estimulación repetitiva demuestra un incremento de la respuesta.
E1.4. Miastenia inducida por penicilamina. Puede desencadenar una verdadera miastenia gravis autoinmune. Se recupera a las pocas semanas después de haber suspendido el fármaco.
E1.5. Neurotoxicidad por venenos de serpientes, escorpiones, arañas.
E1.6. Polirradiculoneuropatías inflamatorias desmielinizantes: Guillain-Barré, Miller-Fisher.
E2. Con síntomas en musculatura ocular
E2.1. Miopatías mitocondriales: oftalmoplejia externa progresiva. La lentitud y simetría suelen evitar la diplopia. Puede existir afectación multisistémica como retinitis pigmentaria, bloqueo cardiaco...
E2.2. Hipertiroidismo. Puede producir diplopia, exoftalmos y retracción palpebral. La ptosis es rara. El diagnóstico lo dará la función tiroidea y TAC orbitario.
E2.3. Lesión intracraneal que cause oftalmoplejia. La RMN permitirá el diagnóstico. Si se asocia a disfasia habrá que descartar la distrofia muscular oculofaríngea.
F. TRATAMIENTO
El fallo respiratorio es la causa que, casi de forma constante, justifica el ingreso en la UCI de estos pacientes, siendo necesaria la respiración mecánica. Se debería realizar una determinación seriada de la capacidad vital forzada (CVF), la presión máxima inspiratoria (PMI) y la presión máxima espiratoria (PME), siendo éstos mejores índices que los gasométricos u oximétricos.
Una CVF < 20ml/Kg., PMI no menos negativa de -25 cm H2O y una PME < de 40 cm H2O indican la necesidad de intubación [7].
Una vez asegurada la función respiratoria el tratamiento utilizado en la crisis miasténica es:
F1. Plasmaféresis
En este procedimiento el plasma que contiene anticuerpos patógenos es separado mecánicamente de las células sanguíneas, las cuales son devueltas al paciente. La mayoría de los pacientes responden a las 48 horas, pero la duración de la mejoría es escasa, por lo que la terapia se suele plantear de manera intermitente. Por lo general se realizan unas 5 sesiones donde en cada una se intercambian unos 3-4 litros de plasma durante un periodo de 2 semanas, a intervalos de 24 a 48 horas. Puede que durante la plasmaféresis aumente la sensibilidad a los inhibidores de la acetilcolinesterasa, por lo que se debe reducir la dosis de éstos.
F2. Inmunoglobulinas
Producen una rápida pero transitoria mejoría en la fuerza muscular, siendo un tratamiento útil en la crisis miasténica y en el periodo perioperatorio. Las indicaciones son las mismas que para la plasmaféresis, teniendo como ventaja el no requerir un equipo especial ni una vía venosa de gran calibre para su administración. La dosis habitual es de 400 mg/Kg/día, durante 5 días consecutivos. Aproximadamente el 70% de las pacientes experimentan mejoría, que comienza 4 ó 5 días después del tratamiento, y persiste durante semanas o meses. Como efectos adversos pueden aparecer cefalea, sobrecarga hídrica y en casos aislados meningitis aséptica o supresión renal.
Cuando la clínica es muy grave y en preparación para cirugía se suele comenzar la terapia con plasmaféresis (nivel B) [8], y si no responde se recurre a la inmunoglobulina, mientras que si es moderada directamente empezaremos con la inmunoglobulina, aunque no existen pruebas procedentes de ensayos controlados aleatorios ni de otros ensayos para determinar si la inmunoglobulina intravenosa mejora el resultado o reduce el uso de esteroides en la miastenia gravis moderada-grave o si la plasmaféresis mejora a largo plazo la evolución y el pronóstico de la miastenia gravis [9, 10]. El principio teórico de estos tratamientos es bloquear (Ig) o lavar (plasmaferesis) los anticuerpos contra los RAC circulantes [11], y son igualmente efectivas para el tratamiento de las exacerbaciones de la miastenia gravis (Nivel A) [8].
F3. Esteroides
Consiguen una mejoría en el 80% de los casos, si bien pueden causar un empeoramiento inicial de los síntomas. Por ello habrá que administrarlos en una sola dosis en vez de en fracciones durante todo el día. La dosis inicial de prednisona debe ser relativamente baja, de 15 a 25 mg. al día, para evitar la debilidad precoz que se produce en alrededor de la tercera parte de los pacientes, tratados inicialmente con un régimen de dosis elevado. Esta dosis se incrementa de manera gradual, según la tolerancia del paciente: unos 5 mg/día, en intervalos de dos o tres días hasta alcanzar la dosis máxima de 60 mg/día.
Estos enfermos comienzan a mejorar semanas después de alcanzarse la dosis máxima. La cantidad de prednisona puede reducirse de manera gradual, aunque puede requerirse de meses o años para determinar la dosis mínima eficaz.
F4. Inhibidores de la acetilcolinesterasa
Son el pilar fundamental en el tratamiento de la miastenia gravis, previo a la iniciación de las terapias inmunes, aunque dosis elevadas pueden causar crisis colinérgica (ver situaciones especiales).
· Piridostigmina (Mestinón ®): es la agente más utilizado. No hay una pauta establecida de tratamiento porque las respuestas varían entre pacientes, incluso en un mismo enfermo. En general se administra oralmente cada 4 ó 6 horas siendo la dosis diaria de 180 a 540 mg., comenzando su efecto a los 15 o 30 min. y durando entre 3 y 4 horas; en caso de no poder ser utilizada la vía oral, la dosis recomendada por vía intravenosa es de 1/30 veces la dosis de piridostigmina tomada por el paciente por vía oral en infusión continua durante 24 horas.
· Neostigmina (Prostigmina ®): muchos autores prefieren el uso de este fármaco por su vida media más corta (aproximadamente una hora). La dosis recomenda por vía oral es de unos 15 mg. a intervalos de 3 o 4 horas. Mientras que si la vía de administración es la intravenosa la dosis recomendada es de 1/60 veces la dosis de neostigmina tomada por el paciente por vía oral en infusión continua durante 24 horas.
Para evaluar si se requiere aumentar la dosis o se está sobredosificando (crisis colinérgica) se recomienda administrar edrofonio 0,01 mg/Kg iv y observar la respuesta. Los incrementos de dosis deben hacerse de 0,5 mg/hora y evaluar en las dos horas siguientes [12].
F5. Inmunosupresores
Indicados cuando los corticoides estén contraindicados, no sean eficaces o como tratamiento coadyuvante que permita disminuir dosis.
· Azatioprina: la más utilizada. Parece que en pacientes con afectación grave la combinación con prednisona es más eficaz que ambas por separado [13]. En 10% presentan una reacción sistémica (fiebre, dolor abdominal, vómitos y rash cutáneo) que obliga a suspender el tratamiento. Tiene toxicidad hematológica, hepática y pancreática. Dosis 2-3 mg/Kg/día. Lentitud de inicio de la mejoría (3-12 meses), con máxima respuesta en 1-2 años.
· Ciclosporina: se utiliza en pacientes que no toleran o no responden a la azatioprina. Inicio de mejoría a las 2-12 semanas y máxima respuesta a los 3-6 meses. Presenta como efectos adversos nefrotoxicidad, hipertensión, cefalea e hirsutismo. Dosis de 3-6 mg/Kg/día dividida en dos tomas.
· Ciclofosfamida: se usa en pacientes refractarios a otros tratamientos. Dosis total de 2-5 mg/Kg/día. Efectos adversos: Leucopenia, cistitis hemorrágica y síntomas gastrointestinales.
· Micofenolato: Parece mostrar beneficio pero los estudios son limitados. Dosis estándar 1-2 gr/día [14].
· Tacrolimus: actividad biológica similar a ciclosporina. No hay estudios controlados que avalen su eficacia [15].
F6. Timectomía
Se considera que hay que llevar a cabo una timectomía en los pacientes con miastenia gravis generalizada entre la pubertad y los 55 años de edad y en todos los pacientes con timoma (Nivel A) [8], ya que existe gran evidencia en este grupo de una notoria mejoría de la historia natural de la enfermedad. En caso de crisis miastenica será necesario estabilizar al paciente previo a la intervención [16,17].
F7. Medidas generales en UCI
Como hemos comentado el fallo respiratorio es la causa casi constante que justifica el ingreso en UCI, siendo necesaria la ventilación mecánica. El destete se debe iniciar cuando el paciente comience a experimentar mejoría en los parámetros antes mencionados (capacidad vital, fuerza máxima inspiratoria y espiratoria). Es importante la realización de fisioterapia respiratoria, ya que no es infrecuente la incidencia de atelectasias en estos pacientes [18]. La nutrición enteral y la profilaxis de trombosis venosa profunda con heparina de bajo peso molecular son dos aspectos que deben estar presentes en el manejo general de estos pacientes. Será necesario corregir y tratar los factores desencadenantes que hayan podido precipitar el proceso (infecciones).
G. SITUACIONES ESPECIALES
G1. Crisis colinérgica
Es una complicación propia de los pacientes que siguen tratamiento con anticolinesterásicos, ya que estos fármacos a altas dosis pueden ocupar los mismos receptores que la acetilcolina en la terminal postsináptica y reducir la neurotramisión. La clínica es similar a la crisis miasténica: debilidad, fatiga muscular e insuficiencia respiratoria, acompañándose además de efectos colinérgicos importantes (fasciculaciones, diaforesis, bradiarritmias, hipotensión, hiperactividad gastrointestinal). Para establecer el diagnostico se administra 0,01 mg. de edrofonio, que no produce mejoría en la debilidad colinérgica y sí en la miasténica. Si tras considerar estos datos existen dudas acerca del tipo de crisis, lo más importante es asegurar la función respiratoria retirando los anticolinesterásicos, valorando respuesta, para reintroducir posteriormente estos fármacos a dosis inferiores [19].
G2. Embarazo
Durante este periodo es complicado predecir como va a afectar al curso de la enfermedad, pudiendo permanecer estables, mejorar o empeorar ("regla de los tres tercios"). Usualmente empeoran en el primer trimestre y mejoran en el tercero. El músculo liso no se ve afectado, por lo que las complicaciones obstétricas no son muy comunes. Como medidas se prefiere utilizar anestesia local o regional evitando los fármacos contraindicados.
Miastenia neonatal transitoria: Se produce en un 12 % de recién nacidos por transferencia placentaria de anticuerpos maternos. No se ha demostrado correlación entre la aparición o la gravedad de la enfermedad y el título de anticuerpos. La mayoría de los pacientes son sintomáticos desde el primer día de vida. Las manifestaciones clínicas son dificultad para la alimentación por trastornos de la deglución y succión, hipotonía, dificultades respiratorias, llanto débil, debilidad facial y de los músculos oculares. El tratamiento consiste en cuidados médicos generales. La recuperación se produce en pocas semanas.
G3. Cirugía
Un acto quirúrgico puede bastar para descompensar el curso de la enfermedad. Como prevención se suele administrar una dosis de corticoides en el postoperatorio de alrededor de unos 100 mg. de prednisona. Si son necesarios los bloqueantes musculares será preciso la ventilación mecánica y aumentar la dosis de corticoides y anticolinesterásicos.
H. BIBLIOGRAFÍA
  1. Green DM. Weakness in the ICU: Guillain-Barre syndrome, myasthenia gravis, and critical illness polyneuropathy/myopathy. Neurologist 2005; 11(6): 338-347.
  2. Thanvi BR. Update on myasthenia gravis. Postgrad Med J 2004; 80: 690-700. 
  3. Lacomis D. Myasthenic crisis. Neurocrit Care 2005; 3(3): 189-194.
  4. Harrison's Principles of internal medicine. Kasper DL, Braunwald E, Fauci AS, Hauser SL, Longo DL, Jameson JL, Isselbacher KJ, Eds. Sixteenth edition, 2005.
  5. Irwin and Rippe's Intensive Care Medicine. Irwin RS, Rippe JM. Fifth edition, January 2003.
  6. Dhand UK. Clinical approach to the weak patient in the intensive care unit. Respir Care 2006; 51(9): 1024-1040.
  7. Mehta S. Neuromuscular disease causing acute respiratory failure. Respir Care 2006; 51(9): 1016-1021.
  8. Skeie GO, Apostolski S, EvoliA, Gilhus NE, Hart IK, Harms L, Hilton-Jones D, Melms A, Verschuuren J, Horge HW.Guidelines for the treatment of autoimmune neuromuscular transmission disorders. Eur J Neurol 2006; 13(7): 691-699.
  9. Gajdos P, Chevret S, Toyka k. Plasma exchange for myasthenia gravis. Cochrane Database Syst Rev 2002; (4): CD002275.
  10. Gajdos P, Chevret S, Toyka K. Intravenous immunoglobulin for myasthenia gravis. Cochrane Database Syst Rev 2006; 19(2): CD002277.
  11. Murthy JM, Meena AK, Chowdary GV, Narayanan JT. Myasthenic crisis: clinical features, complications and mortality. Neurol India 2005; 53(1): 37-40.
  12. Bedlack RS, Sanders DB. How to handle myasthenic crisis. Essential steps in patient care. Postgrad Med 2000; 107(4): 211-214, 220-222.
  13. Palace J, Newsom-Davis J, Lecky B. A randomized double-blind trial of prednisona alone or with azatioprina in myasthenia gravis. Neurology 1998; 50: 1778-1783.
  14. Conti-Fine BM, Milani M, Kamiski HJ. Myasthenia gravis: past, present, and future. J Clin Invest 2006; 116: 2843-2854.
  15. Kothari MJ. Myasthenia gravis. J Am Osteopath Assoc 2004; 9: 377-384.
  16. Chevalley C, Spiliopoulos A, de Perrot M, Tschopp JM, Licker M. Perioperative medical management and outcome following thymectomy for myasthenia gravis. Can J Anaesth 2001; 48(5): 446-451.
  17. Abst PL, Patel HJ, Marsh A, Schwartz SL. Analysis of thymectomy for myasthenia gravis in older patients: a 20-year single institution experience. J Am Coll Surg 2001; 192(4): 459-464.
  18. Rabinstein AA, Mueller-Kronast N. Risk of extubation failure in patients with myasthenic crisis. Neurocrit Care 2005; 3(3): 213-215.
  19. Popova LM, Piradov MA. Intensive care in myasthenic and cholinergic crises. Anesteziol Reanimatol 1996; 2: 13-15.

© REMI, http://medicina-intensiva.com. Mayo 2011.

Revista Tradusfera


jueves 5 de mayo de 2011

Revista Tradusfera


Revista Tradusfera | En la punta de la lengua

Tradusfera pretende ser la agrupación de blogs y artículos con contenidos relacionados con la traducción y la localización.

Tradusfera nace como un proyecto para impulsar los blogs y páginas de los traductores hispanohablantes, aunando los artículos que he considerado más adecuados para los traductores que se inician en esta carrera profesional. Cabe mencionar que hay muchos más artículos merecedores de ser publicados en la revista. Sin embargo, es poco el espacio reservado para la revista y me he visto obligado a publicar una pequeña selección de un mundo de contenidos 2.0 en continuo desarrollo.
Ya podéis descargar la revista Tradusfera:


Descargar
http://pmdtrad.files.wordpress.com/2011/05/tradusfera.pdf

miércoles, 4 de mayo de 2011

Aparición y desarrollo del cáncer de pulmón


Aparición y desarrollo del cáncer de pulmón
La prestigiosa revista Cancer Cell publica una importante investigación realizada por el Grupo de Oncología Experimental, que dirige Mariano Barbacid en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).
FUENTE | CNIO - mi+d04/05/2011
La investigación revela importantes sorpresas en relación a la ruta de señalización mejor conocida en cáncer, la ruta de RAS, y abre una importante vía para el desarrollo nuevos tratamientos contra el cáncer de pulmón mediante la generación de inhibidores de la quinasa c-RAF. 

El Programa de Terapias Experimentales del CNIO había previsto iniciar la síntesis de estos inhibidores, pero ha tenido que renunciar a ello al no disponer, en estos momentos, de la financiación necesaria. La inhibición de una quinasa, conocida como c-RAF, impide la aparición y el desarrollo del cáncer de pulmón inducido por los oncogenes K-RAS en modelos de ratón diseñados para reproducir fielmente los tumores humanos. De hecho, los oncogenes K-RAS son responsables de un 25% de los cánceres de pulmón, especialmente en fumadores.

Ésta es la principal conclusión de la investigación realizada por el Grupo de Oncología Experimental que dirige Mariano Barbacid en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y que aparecerá en el número de mayo de la revista Cancer Cell

El descubrimiento es importante porque permitirá el desarrollo de una nueva línea de tratamiento específico para el cáncer de pulmón utilizando inhibidores selectivos para esta quinasa. Es importante recordar que inhibidores de una quinasa muy similar, B-RAF mutada en melanoma, están teniendo una actividad anti-tumoral muy significativa contra el melanoma metastático. De hecho, la compañía que ha generado estos inhibidores, Plexxicon, acaba de ser adquirida por 950 millones de dólares. 

Se da la circunstancia, que el Programa de Terapias Experimentales del CNIO ha tenido que renunciar a iniciar la síntesis de estos inhibidores al no disponer de más fondos públicos y no permitir elMinisterio de Ciencia e Innovación la entrada de financiación privada debido a un informe jurídico basado en la actual Ley de Fundaciones. 

ANTECEDENTES: LA CASCADA DE QUINASAS 

Si se introduce el término "Ras" en la base de datos "Medline" aparecerán más de 40.000 publicaciones científicas. Los genes Ras, los primeros genes mutados descubiertos en tumores humanos, son sin duda unos de genes actualmente más estudiados en biomedicina. Y no sólo los genes, sino también su ruta de señalización. Desde 1993, se sabe que las proteínas Ras transmiten señales recibidas del exterior de la célula hasta el núcleo a través de una serie de quinasas denominas RAF, MEK y ERK. Mientras que las proteínas Ras interaccionan y activan a las quinasas RAF, éstas a su vez activan las quinasas MEK y éstas las quinasas ERK en lo que se ha denominado una "cascada" de quinasas. Esta cascada, aparentemente lineal, se bifurca una vez que las quinasas ERK activan distintos factores de transcripción en el núcleo, diversificando así las señales recibidas del exterior según las distintas necesidades de las células. "Lo que aún nos quedaba por entender, a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta ahora", explica Mariano Barbacid, jede del Grupo de Oncología Experimental del CNIO, "es por qué existe esta cascada de quinasas cuando en principio parece que todo sería más fácil si las proteínas Ras activaran directamente al último eslabón de la cascada, es decir las quinasas ERK, sin necesidad de intermediarios". 

Para intentar resolver este misterio, el laboratorio dirigido por Mariano Barbacid se planteó hace tres años eliminar de forma sistemática estas quinasas tanto en ratones normales como en ratones genéticamente modificados para que desarrollen adenocarcinomas de pulmón y poder así conocer cuál es su función real en un organismo vivo y complejo como es el ratón. Para ello contactó con una serie de laboratorios ubicados en Estados Unidos, Canadá, Francia y Austria con el fin de obtener estirpes de ratón en las que se pudiera eliminar estas quinasas. Estas estirpes fueron cruzadas con un ratón genéticamente modificado, generado en el CNIO, que expresa un oncogén K-Ras en células de pulmón y que en pocos meses desarrollan adenocarcinomas indistinguibles de los que padecen los seres humanos, muy especialmente los fumadores. Las estirpes así generadas permitirían saber cuáles de estas quinasas eran necesarias para el desarrollo del tumor. 

De acuerdo con la hipótesis prevalente, la eliminación de las quinasas ERK y MEK impidieron el desarrollo del tumor. Es decir estos resultados confirmaban que la señalización de los oncogenes Ras ha de ser necesariamente transmitida a través de estas quinasas. Estos resultados podrían interpretarse como una "solución" para el cáncer de pulmón mediante la generación de inhibidores de quinasas MEK o ERK. Desgraciadamente, cuando los investigadores del CNIO, Sarah Francoz y Rafael Blasco, eliminaron de forma sistemática estas quinasas en ratones normales, estos fallecían en menos de dos semanas debido a problemas masivos en múltiples órganos. Estos resultados probablemente expliquen por qué los inhibidores de las quinasas MEK previamente desarrollados por varias multinacionales farmacéuticas no están siendo efectivos en la clínica, ya que producen efectos tóxicos cuando se utilizan a concentraciones suficientemente altas para inhibir de forma significativa las quinasas MEK. 

LA SORPRESA

La sorpresa saltó cuando el equipo de Mariano Barbacid eliminó las quinasas B-RAF y c-RAF, dos de los tres miembros de esta familia de quinasas que representan el primer eslabón de la cascada responsable de trasmitir las señales recibidas por las proteínas Ras. "Mientas que la eliminación de la quinasa B-RAF no tuvo ninguna consecuencia para el desarrollo tumoral", explica el investigador, "la eliminación de la quinasa c-RAF impidió completamente la aparición de tumores. Desde un punto de vista puramente c
ientífico, este resultado tiene una gran importancia ya que demuestra que la función de las quinasas B-RAF y c-RAF tiene que ser diferente y, en consecuencia, que la "cascada" de señalización de Ras no es lineal como se creía hasta ahora". 

Al igual que se hizo con las quinasas MEK y ERK, c-RAF se eliminó de forma sistemática en ratones normales, tanto pos si sólo como conjuntamente con B-RAF. En este caso los ratones permanecieron normales y no desarrollaron ninguna patología. "Esto implica", concluye Mariano Barbacid, "que podremos inhibir la quinasa c-RAF con inhibidores selectivos sin que se produzcan efectos tóxicos en el paciente, asumiendo por supuesto, que estos resultados genéticos resultados obtenidos en ratones sean extrapolables a seres humanos. Es más; los inhibidores de c-RAF no tendrían que ser 100% selectivos -algo muy difícil de conseguir en los inhibidores de quinasas-, ya que una inhibición colateral de B-RAF tampoco tendría consecuencias negativas, según estos resultados".

Todo ello sugiere que los inhibidores de c-RAF podrían ser efectivos contra el adenocarcinoma de pulmón, tal y como lo están siendo frente al melanoma los inhibidores de B-RAF, recientemente desarrollados por la empresa Plexxicon


c-RAF, but Not B-RAF, Is Essential for Development of K-Ras Oncogene-Driven Non-Small Cell Lung Carcinoma por Rafael B. Blasco, Sarah Francoz, David Santamaría, Marta Cañamero, Pierre Dubus, Jean Charron, Manuela Baccarini y Mariano Barbacid aparecerá en el número del 17 de mayo de la revista Cancer Cell.

El articulo ya está disponible "online" en http://www.cell.com/cancer-cell/home  

Canalización de la arteria radial guiada por ecografía


REMI envía todos sus contenidos gratuitamente por correo electrónico a más de 9.400 suscriptores. [Suscripción]. ¡Sigue REMI enFACEBOOK!
[Primera página: http://medicina-intensiva.com
Artículo nº 1631. Vol 11 nº 5, mayo 2011.
Autor: Cecilia Hermosa Gelbard

Canalización de la arteria radial guiada por ecografía
Artículo original: Ultrasound-guided catheterization of the radial artery: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. Shiloh AL, Savel RH, Paulin LM, Eisen LA. Chest 2011; 139(3): 524-529. [Resumen] [Artículos relacionados]
Introducción: La canulación arterial es un procedimiento habitual en UCI [1], siendo de elección la arteria radial debido a su localización anatómica superficial y con poca variación interindividual en cuanto a su recorrido. El método tradicional de localización es la palpación, con complicaciones poco frecuentes (entre 1-5%) [2] (isquemia, pseudoaneurisma, hematomas, sangrado local, infección); sin embargo en los pacientes críticos, frecuentemente hipotensos y edematosos, en ocasiones esta canulación es difícil, siendo necesarios varios intentos que implican un mayor riesgo de complicaciones. La inserción de catéteres guiada mediante ultrasonidos una práctica cada vez mas empleada en UCI, aunque mas usada para inserción de catéteres venosos centrales y con evidencia de una importante reducción de las complicaciones y del número de intentos para su colocación [3]. Esto ha hecho que en los EEUU, la Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ) recomiende su uso como una de las estrategias para mejorar la atención del paciente [4]. Hay escasa experiencia en el empleo de ultrasonidos para la canalización de catéteres arteriales, pero a pesar de ello los escasos estudios clínicos desarrollados hasta el momento son favorables [5].
Resumen: El objetivo de esta revisión sistemática y metanálisis fue determinar la utilidad, efectividad y beneficio del uso de la ecografia bidimensional en tiempo real para la canalización de arterias radiales. Se incluyeron 4 ensayos con un total de 311 sujetos (tanto pediátricos como adultos). 152 sujetos incluidos en el grupo de la palpación, con una tasa de éxito al primer intento del 27% y 159 en el grupo guiada por ultrasonido, con una tasa de éxito al primer intento del 43%. En comparación con el método de la palpación, el método guiado por ultrasonido se asoció con una mejora del 71% en la probabilidad de éxito en el primer intento (riesgo relativo 1,71; IC 95% 1,25-2,32).
Comentario: El uso de la guía del ultrasonido en tiempo real para la cateterización de la arteria radial mejora la tasa de éxito en el primer intento de canulación. Este metanálisis esta limitado por el número pequeño de ensayos y de pacientes para el análisis, no ser ensayos ciegos, no realizarse en servicios de Medicina Intensiva (quirófano, pediatría, urgencias), por lo que no se incluyen pacientes realmente inestables. Es por ello que son necesarios estudios de investigación en UCI para incrementar la evidencia disponible al respecto y sacar conclusiones específicas para los enfermos críticos.
Cecilia Hermosa Gelbard
Hospital del Henares, Coslada, Madrid
© REMI, http://medicina-intensiva.com. Mayo 2011.
Enlaces:
  1. Celinski SA, Seneff MG. Arterial line placement and care. Irwin and Rippe´s Intensive Care Medicine, 6a ed. Philadelphia 2008. p 38-47.
  2. Clinical review: complications and risk factors of peripheral arterial catheters used for haemodynamic monitoring in anaesthesia and intensive care medicine. Scheer B, Perel A, Pfeiffer UJ. Crit Care 2002; 6: 199-204. [PubMed]
  3. Randomized, controlled clinical trial of point-of-care limited ultrasonography assistance of central venous cannulation: the Third Sonography Outcomes Assessment Program (SOAP-3) Trial. Milling TJ Jr, Rose J, Briggs WM, Birkhahn R, Gaeta TJ, Bove JJ, Melniker LA. Crit Care Med 2005; 33: 1764-1769. [PubMed]
  4. Making health care safer: a critical analysis of patient safety practices. Shojania KG, Duncan BW, McDonald KM, Wachter RM, Markowitz AJ. Evid Rep Technol Assess (Summ). 2001; (43): i-x, 1-668. [PubMed]
  5. Shiloh AL, Eisen LA. Ultrasound-guided arterial catheterization: a narrative review. Intensive Care Med 2010; 36: 214-221. [PubMed]
Búsqueda en PubMed:
  • Enunciado: Ensayos clínicos sobre cateterización arterial guiada por ultrasonidos
  • Sintaxis: Ultrasound-guided arterial catheterization AND clinical trial[ptyp]
  • [Resultados]