sábado, 25 de diciembre de 2010

Tormenta científica en la red

Tormenta científica en la red

Gallery_Image_6168El anuncio de la bacteria capaz de sustituir el fósforo por arsénico en su ciclo vital publicado recientemente por investigadores de la NASA en Science, ha provocado una tormenta científica sin precedentes a través de Internet. Por lo que cuentan las voces más críticas, ni alienígena ni arsénico, sino todo lo contrario.
XAVIER PUJOL GEBELLÍ
Felisa Wolf-Simon, geomicrobióloga del Instituto Nacional de Astrobiología, adscrito a la NASA, la agencia espacial norteamericana, publicó hace unas semanas un hallazgo cuanto menos sorprendente en la revista Science. De acuerdo con sus investigaciones, en el lago Mono, en el Parque Nacional de Yosemite, en Estados Unidos, habita una extraña bacteria que es capaz de sobrevivir en condiciones extremas. Tanto, que ha acabado sustituyendo el fósforo, componente esencial de la vida junto con el nitrógeno, carbono, hidrógeno, oxígeno y azufre, por arsénico, una molécula considerada hasta ahora dañina en los organismos vivos. De ser cierto el hallazgo, el estudio del origen de la vida podría dar un vuelco casi completo. Significaría, en palabras de la propia investigadora, que las seis moléculas consideradas hasta la fecha como esenciales para permitir cualquier forma de vida, pueden presentar variantes que ensanchan los límites. Y también que, muy probablemente, no hubo un origen único de la vida sino que, por lo menos, hubo dos y en condiciones “mucho más comunes” que las que se precisaron para la “sopa mágica” que originó el principio de los principios.
La falta de transparencia en esta investigación, junto con un anuncio imprudente de los servicios de comunicación de la NASA, han provocado, sin embargo, que lo que debería haberse convertido en una de las noticias del año acabe siendo un absurda polémica que se está ventilando a través de Internet. El caso va de extraterrestres.
En el texto publicado en Science, los autores describen su hallazgo y relatan como la bacteria del lago Mono, con aguas con altas concentraciones de arsénico, es capaz de sobrevivir ante la ausencia de fósforo y su sustitución por arsénico. La sustitución, señalan, llega hasta el punto de que el arsénico forma parte de la pared celular de la bacteria o incluso de su ADN sin que ello le provoque la muerte. De ser verídico este extremo, dice Wolf-Simon, la búsqueda de señales de vida en otros planetas debería abrirse a esta posibilidad.
La NASA y su gente de prensa echaron el resto. Probablemente por estar faltos de buenas noticias en la agencia espacial estadounidense, alentaron la información con insinuaciones al hallazgo de “algo extraterrestre” lo que, como muy bien señaló en su día la periodista Alicia Rivera en El País, generó un efecto bola de nieve que se extendió rápidamente por los medios de todo el mundo.
El hechizo se rompió en cuanto Science levantó el embargo y todo el mundo pudo leer el artículo o las crónicas elaboradas por distintos medios. De alienígena, la bacteria no tiene nada.
El revuelo causado por la noticia, no obstante, ha despertado la curiosidad de la comunidad científica internacional, y en particular de los microbiólogos, que entienden que el hallazgo es efectivamente relevante. Pero reclaman pruebas para darlo por bueno. Y es ahí donde Nature, la competencia editorial de Science, está alentando un debate que se vehicula por la red. La publicación británica ha criticado públicamente en una carta editorial abierta en Internet lo que considera un hermetismo innecesario y censura que ni el equipo de investigadores ni la propia NASA faciliten más información.
Mientras, la incredulidad crece, al tiempo que lo hace el debate on-line. La contundencia con la que se expresan algunos científicos llega al punto de no sólo dudar de la bacteria que vive gracias al arsénico, si no también de la calidad de las muestras y sobre todo de los análisis. Algunos van más lejos y dudan así mismo de la pericia del equipo de investigadores.
Llamativo es, en todo caso, que la red está siendo de nuevo el vehículo inesperado en un debate social. Esta vez, la comunidad que vierte sus opiniones es la científica, pero en otros casos recientes, como el ya célebre Wikileaks, han sido la comunidad de profesionales del periodismo, además del público general, las que se han expresado. Tal vez a estas alturas suene a Perogrullo, pero está claro que los debates en la red existen y pueden llegar a modificar actitudes y rebasar ampliamente los límites propios de una profesión o de una comunidad. Es una nueva lección para los comunicadores de presente y, por supuesto, de futuro.
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Un supermercado virtual de productos ecológico


Un supermercado virtual de productos ecológicos
Los productos ecológicos acaban de poner una pica en Mercamadrid, el gigantesco centro de distribución de alimentos de la capital. Estar presente allí es hacerlo en el mercado más grande de España. Y es justo en ese lugar donde acaba de abrir su sede EnterBio, una nueva empresa que se anuncia como el primer hipermercado español de productos 100% ecológicos y que entregará pedidos directamente a domicilio tras solicitarlos por Internet.
FUENTE | El Mundo Digital24/12/2010
La presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, inauguró las instalaciones de esta joven compañía, a la que puso como ejemplo de iniciativa empresarial y de apuesta por un tipo de actividad que apuesta por la salud y los productos de calidad. Todos ellos elementos muy valorables en época de crisis, recordó Aguirre.

EnterBio es un supermercado virtual que ofrece más de 1.000 referencias distintas de productos ecológicos, desde alimentos hasta cosmética o productos de limpieza. Los pedidos se hacen a través de la web y la entrega es a domicilio, pudiendo elegir día y hora de entrega.

JÓVENES IMPULSORES

Cosme Echanove, Rodrigo Redondo y Íñigo de Juan son los tres jóvenes emprendedores - todos menores de 40 años - que se han lanzado a este negocio. Como explican a elmundo.es, han unido sus conocimientos previos para alumbrar esta empresa. Uno de ellos viene del mundo de Internet y de los negocios on line, otro tiene larga experiencia empresarial y el tercero lleva 15 años como productor de ganadería ecológica. Juntos han lanzado esta compañía que espera solucionar uno de los graves escollos a los que se enfrenta el mercado de los productos ecológicos: la distribución. Aunque España es el máximo productor europeo de este tipo de alimentos y productos, sigue siendo difícil encontrarlos en las tiendas convencionales. De hecho, el 80% de la producción española se dedica a la exportación, señal de que el mercado nacional aún está por explotar.

La solución puede estar en este nuevo tipo de negocio: compra a la carta, vía catálogo web, y entrega a domicilio. Además, los creadores de EnterBio proponen un novedoso sistema de fidelización de clientela y adquisición de nuevos usuarios: la retribución a aquellos clientes que inviten a otros a comprar en EnterBio.

Como explica Cosme Echanove, director de EnterBio, "para llegar al máximo número de personas se utiliza un marketing basado en el boca a boca". Los consumidores que animan a otras personas a comprar en EnterBio se benefician cada mes de una bonificación. De este modo, creando grupos de consumo, cada persona puede reducir el precio de su compra e incluso que le salga gratis, afirma el directivo de EnterBio.

La compañía asegura que incorpora también criterios éticos en el trato con los proveedores y que ofrece a los productores hasta un 50% del precio de venta mientras que el modelo convencional sólo da entre un 15% y un 20%. "Ésto redunda en el desarrollo del ámbito rural", afirman en la empresa.

EnterBio lleva un mes de actividad y ya emplea a 12 personas en sus naves de Mercamadrid. Sus gestores esperan llegar en poco tiempo hasta los 40 empleados.

ALIMENTOS ECOLÓGICOS

La etiqueta 'ecológica' la conceden los Consejos Reguladores de Agricultura Ecológica, dependientes de las comunidades autónomas. Estos certificados acreditan que en la elaboración de los productos no se han utilizado fertilizantes ni pesticidas químicos ni organismos modificados genéticamente ni tratamientos hormonales ni farmacéuticos en el caso de los productos animales.

Los productos ecológicos son vistos como 'naturales', buenos para la salud y beneficiosos para el medio ambiente, pues los métodos de producción, sin agentes tóxicos, no agreden a la tierra y a la flora y fauna que rodea los cultivos.

Tras recientes sentencias y cambios legales, está prohibido usar los términos 'bio' y 'eco' si el producto no está certificado como tal por el Consejo Regulador correspondiente. Hasta hace poco, existía poca vigilancia con este asunto y algunos productores, entre ellos grandes compañías, añadían libremente la partícula 'eco' o 'bio' a sus productos sin que hubiera certificado detrás. Ahora, los consumidores ya no se enfrentan a esos fraudes, pues la normativa es muy estricta.

Autor:   Pedro Cáceres

Las videoconsolas no sustituyen al ejercicio de verdad


Las videoconsolas no sustituyen al ejercicio de verdad
Jugar al tenis, boxear, esquiar o incluso correr. Son algunas de las actividades que los niños pueden realizar sin moverse de casa gracias a las videoconsolas de última generación. Sin embargo, los pediatras recuerdan que estos juguetes no pueden ser el sustituto del ejercicio físico tradicional, "aunque nos obliguen a movernos".
FUENTE | El Mundo Digital24/12/2010
"Hay que tener en cuenta", afirma el doctor Jordi Pou, coordinador del Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría (AEP), "que se puede a jugar a tenis o a cualquier otro juego sentado, sin hacer casi ejercicio. Aunque nos obligue a movernos, nunca se puede tomar como un sustitutivo del deporte".

Este tipo de videojuegos puede generar, además, todo lo contrario de lo que pretende. "En ocasiones, su intención es fomentar el ejercicio físico, pero lo que pueden causar en realidad son situaciones de elevado estrés perjudiciales para el menor". Aunque el coordinador del comité de seguridad de la AEP sí reconoce que este tipo diversión "es más positiva que otros videojuegos tradicionales ya que el contenido de estos últimos incita a la violencia y a la agresividad, lo que puede llevar a situaciones de taquicardia y aumento de la frecuencia respiratoria".

Los pediatras también recuerdan que "un uso prolongado de estos juegos violentos favorece una menor atención en la escuela, sedentarismo, obesidad y violencia, y puede incluso afectar al desarrollo de su personalidad y a las relaciones sociales". Por este motivo, el principal consejo que ofrecen los expertos es que los padres escojan bien los juegos y, sobre todo, que no permitan que los niños y jóvenes pasen más de dos horas al día jugando.

LOS PELIGROS DE REGALAR UN MÓVIL
En estas fechas tan propicias para los regalos, los pediatras españoles también recuerdan que regalar un móvil a los niños tiene más riesgos que beneficios, puesto que afecta a su desarrollo "y les disuade de jugar con lo que realmente estimula su crecimiento".

A juicio del doctor Pou, "los móviles no pueden considerarse un juguete, porque los niños no están preparados para utilizarlos. No sirve para su desarrollo y abre un camino evolutivo para el que no están aún capacitados. Es como si les regalásemos un coche". En el caso de los adolescentes, los expertos también recomiendan un consumo moderado, ya que en los últimos años han aumentado los casos de adicción a las nuevas tecnologías entre los jóvenes, incluso llegando a modificar las pautas de interacción social y la comunicación directa.

UN JUEGO PARA CADA EDAD
Los pediatras insisten en la necesidad de adquirir juguetes olvidándose de las modas y pensando exclusivamente en la edad, las habilidades y la afinidad de cada niño. "Algunos juguetes fomentan la psicomotricidad (como los de destreza, que obligan a utilizar dos sentidos vista-mano u oído-mano), otros trabajan la creatividad o la cooperación (deportivos, principalmente) y otros los valores sociales, como los disfraces o los muñecos. Dependiendo de cada edad, se tiene que elegir el más conveniente".

Todos los juegos deben contar con la identificación de homologación de la Comunidad Europea (CE), que garantiza que, por ejemplo, los tejidos no sean inflamables y las pinturas no contengan elementos tóxicos. "Debemos evitar los juguetes que estén fabricados en países fuera de Europa porque la mayoría de ellos carecen de rigurosos controles de seguridad y pueden causar muchos problemas", advierte Pou. También es esencial que los padres guarden los embalajes ante posibles irregularidades, y supervisen los juguetes de vez en cuando para comprobar que no hay astillas ni piezas sueltas u oxidadas.

El cinturón, también en el embarazo


El cinturón, también en el embarazo
Aunque es obligatorio también para ellas desde el año 2006, muchas mujeres embarazadas tienen dudas a la hora de abrocharse el cinturón en el coche porque temen que pueda dañar al feto de alguna manera. Por si los datos que había hasta ahora no eran suficientemente convincentes, nuevas evidencias sugieren que tener un accidente sin este elemento de seguridad supone un 2,8% más de riesgo de perder al bebé que si van protegidas.
FUENTE | El Mundo Digital24/12/2010
Esta cifra procede de un amplio proyecto de seguridad vial que está llevando a cabo el Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (Idiap), con sede en Barcelona, y que a lo largo de los próximos meses irá abordando distintas cuestiones relacionadas con la salud del conductor.

Como explica a ELMUNDO.es el doctor Carlos Martín, miembro de la Sociedad Catalana de Medicina de Familia y Comunitaria, "no existen contraindicaciones para ponerse el cinturón si está bien colocado, e incluso para seguir conduciendo hasta prácticamente las últimas semanas de gestación, dependiendo de cada embarazo".

La clave, añade, está en abrocharse la banda sin ponerla por encima del abdomen. Es decir, colocando la cinta horizontal por debajo de la tripa, sobre los muslos, ajustada al máximo sobre las caderas (ciñendo la pelvis). En cuanto a la banda que cruza el pecho en diagonal, la clave está en pasarla sobre la clavícula y entre las mamas, rodeando el abdomen pero nunca por encima de éste.

"Si por mala suerte, la mujer embarazada tiene un accidente, está más protegida llevando el cinturón de seguridad que no llevándolo. Tanto en los asientos delanteros como en los traseros", resume el especialista catalán (en cuyo estudio se estima este riesgo aproximadamente en un 2,8% mayor riesgo de aborto).

Martín también aconseja además mantener cierta distancia de seguridad entre el volante y la tripa (para que no se toquen), que variará según el volumen abdominal, aunque debe rondar los 15 ó 20 centímetros. También se desaconseja desactivar el airbag con la intención errónea de proteger a la mujer y a su bebé.

En cuanto a los hábitos al volante, sus datos señalan que si ya eran conductoras previamente al embarazo, mantienen su hábito; aunque en el caso de las conductoras esporádicas tienden a convertirse en pasajeras, sobre todo en la segunda mitad del embarazo.

Autor:   María Valerio

25 de diciembre, una amenaza para su corazón

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El 25 de diciembre, una amenaza para su corazón
Se olvidan las buenas costumbres del resto del año, se abusa de la comida y de la bebida, aparece la nostalgia... Y claro, el corazón se resiente. El día 25 de diciembre es la fecha en la que se registran mayor número de fallecimientos por fallo cardiaco.
FUENTE | El Mundo Digital24/12/2010
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Duke (EE.UU.), el día de Navidad es el que registra mayor número de fallecimientos por causas cardiacas en todo el año, seguido del 26 de diciembre y del 1 de enero. No es extraño que en el mes de diciembre estas muertes se disparan un 8% con respecto a noviembre, el segundo de mayor riesgo.

Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Fundación Española del Corazón (FEC), los grandes responsables de este fenómeno navideño son el estrés, la desconcordia familiar y los excesos con la comida y la bebida. También influyen "la mala costumbre de posponer la visita al médico", por tratarse de unas fechas festivas, o la falta de constancia en la toma de medicamentos al salir de la rutina.

"Estos elementos no son determinantes para desarrollar una enfermedad cardiovascular; sin embargo, sí pueden ser más perjudiciales si se sufren problemas cardíacos previos o se tiene un alto riesgo de padecerlos", comenta el doctor Juan Manuel Escudier, miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y cardiólogo del Hospital Universitario de Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).

CONTROLAR LOS EXCESOS

Por tanto, los expertos recomiendan controlar los excesos, "pues estos no son buenos para nadie, pero, menos aún, para pacientes con enfermedades cardiovasculares, como los que padecen hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica, diabetes o angina de pecho". La ingesta desproporcionada de sal, alcohol, azúcares y grasas puede producirles descompensaciones y conllevarles problemas mayores.

Asimismo, también recomienda controlar la dieta a las personas sanas en estas fechas, ya que "se tienden a consumir muchas más calorías de las habituales, lo que genera un aumento de peso que normalmente suele incrementar la grasa visceral, la que se deposita en el abdomen".

Otra de las propuestas de la FEC para estas navidades es aprovechar el nuevo año para hacerse buenos propósitos beneficiosos para nuestra salud, como dejar de fumar. De este modo mejorarán su salud y la de los que les rodean.

Enfermedades crónicas, la pandemia del siglo XXI


Enfermedades crónicas, la pandemia del siglo XXI
La mayor esperanza de vida en los países desarrollados y el progresivo envejecimiento de la población es un hecho incuestionable. Un fenómeno relativamente nuevo con una consecuencia principal: el marcado incremento de las enfermedades crónicas. Estamos ante la nueva pandemia del siglo XXI.
FUENTE | El Mundo Digital25/12/2010
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las dolencias prolongadas en el tiempo, y que no tienen cura, son y serán la gran carga de los sistemas sanitarios (ricos y pobres). En este sentido, los especialistas de la medicina y los propios enfermos se encuentran ante el reto de adaptarse a una realidad cambiante a la que no pueden dar la espalda. Cada año, 35 millones de fallecimientos en el mundo derivan de estas patologías; una cifra que representa el 60% de las muertes por todas las causas.

Los problemas cardiovasculares, la diabetes, los trastornos respiratorios (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, EPOC, o el asma) y el cáncer son las cuatro crónicas fundamentales. Un cuarteto que puede mitigarse actuando sobre factores de riesgo como el tabaquismo, el abuso del alcohol, el sedentarismo o las dietas desequilibradas. Pero no son los únicos cuadros clínicos que se han logrado estabilizar, sin llegar a atajarlos.

Algunas enfermedades infecciosas, como el sida o la hepatitis C, también se han sumado a este grupo, permitiendo que los que las padecen vivan más tiempo, aunque no se libren de los cuidados médicos específicos.

Para la OMS, la puesta en marcha de un plan de acción es urgente, y, más aún, conociendo el matiz prevenible de la mayor parte de los episodios. Es lo que le ocurre al 80% de las enfermedades cardiacas, infartos cerebrales y diabetes tipo 2, o a uno de cada tres cánceres. Se pueden evitar simplemente modificando algunos estilos de vida.

NO SÓLO PREVENIR

Pero siendo realistas, las necesidades actuales ya no sólo se reducen a las medidas preventivas. Los trastornos crónicos se han hecho un hueco importante y se hace imprescindible el cambio de mentalidad. No basta con propiciar el abandono del hábito de fumar, por ejemplo. Ya hay ciudadanos con cáncer o una enfermedad respiratoria que, lejos de curarse, les va a acompañar toda la vida. Ahora toca gestionar una serie de casos crónicos que, en España, devoran cerca del 70% del presupuesto sanitario.

De hecho, el Ministerio de Sanidad plantea poner en marcha, a lo largo del próximo año, una estrategia nacional de atención al paciente crónico. Y ya hay algunas comunidades autónomas, sobre todo el País Vasco, que han decidido adelantarse y están implantando sus propios programas a través de sus consejerías de salud.

En el plano internacional, la OMS ya cuenta con un plan de acción para prevenir y controlar estos trastornos entre 2008 y 2013. Además, en 2011 está programada una reunión, promovida por Naciones Unidas, para abordar el tema globalmente. La situación es novedosa en todos los continentes.

Frente a esta pandemia, presente y futura, el trabajo es de todos y la respuesta ha de ser multidisciplinar. Es una idea con la que coinciden los expertos. Los propios enfermos, sus familiares, los especialistas, los gobiernos y la sociedad, en general, cuentan con una función esencial en este necesario cambio de paradigma.

Uno de los primeros retos que conviene solucionar tiene que ver con la estructura del actual sistema sanitario que nació con un fin que ahora no encaja del todo: "el de atender los casos agudos", explica a ELMUNDO.es Domingo Orozco, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). Está claro que este tipo de episodios no han desaparecido, pero ahora son las enfermedades crónicas las que demandan más cuidados sanitarios (tanto atención primaria como hospitalaria).

Para estos pacientes, recalca Ignacio Riesgo, consultor de Pricewaterhousecoopers, "los siete días que permanecen hospitalizados no son lo más relevante, sino los 20 años que llevan padeciendo una o varias patologías".

El incumplimiento del tratamiento (algo que le sucede al 50% de los pacientes crónicos) y la sobrefrecuentación de las consultas médicas son algunas de las principales señales de alerta del inadecuado funcionamiento del sistema actual. En cuanto al excesivo número de citas médicas, en ocasiones son fruto de la desmesurada preocupación de los pacientes, pero a menudo este fenómeno surge como única alternativa.

Ése es el caso, por ejemplo, de un paciente diabético mal controlado y con otras patologías añadidas. Acude con bastante frecuencia al centro sanitario porque su pronóstico empeora en varias ocasiones. Además, su historia clínica no la lleva un servicio, o un solo profesional, sino que requiere visitar distintas consultas y escuchar las pautas -a veces contradictorias- que le prescriben los médicos. Todo ello, sin contar las hospitalizaciones que pudiese requerir.

CLASIFICAR

Frente a esta situación, los expertos coinciden en la necesidad de estratificar a estas personas agrupándolas en función de su cuadro clínico. Como apunta Riesgo, los crónicos simples serían los que padecen una enfermedad crónica que está controlada; los de riesgo, los que sufren dos o más trastornos; y los complejos, los que presentan una variedad de patologías que requieren frecuente atención médica y varios ingresos. Pero, además de agruparlos, se torna esencial la coordinación entre los distintos especialistas que deben complementarse, y no pisarse, sobre todo en los casos de múltiples patologías.

Con este modelo en mente, más centrado en el enfermo y no en la enfermedad, los expertos pueden decidirse a implantar una atención más intensa y especializada, en los casos más graves, o de autogestión para los más sencillos. Esta última opción es de vital importancia puesto que estos enfermos simples suponen el grueso de la población crónica. Si se les forma para que puedan cuidarse por sí solos, además de cumplir con las pertinentes revisiones, se liberaría una carga importante del sistema sanitario y, además, se conseguiría aumentar la confianza del propio individuo. "De él es del que más depende su enfermedad. El conductor del coche es el paciente. Nosotros le decimos, por ejemplo, cuáles son las mejores carreteras pero él decide", recalca Orozco.

En esta línea, Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes, impulsó hace dos años unos cursos de formación -de unas 20 horas de duración- para enfermos crónicos, familiares y voluntarios, en los que se les dota de las competencias necesarias para afrontar el nuevo cuadro de vida que les bosqueja la enfermedad. "Ya hemos educado a más de 500 personas en España y también hemos conseguido que algunos se conviertan, a su vez, en formadores". Se trata de que comprendan su enfermedad, cumplan con el tratamiento y mejoren sus hábitos de vida.

No obstante, este impulso del llamado autocuidado no debe suponer, en ningún caso, el abandono del paciente. Por ese motivo, cuando se pueda fomentar esta mayor autonomía, los especialistas abogan por complementarlo con el potencial que ofrecen las tecnologías. Mediante un teléfono común o con avanzados sistemas para monitorizar a distancia se puede asegurar el seguimiento del enfermo. "Las tecnologías de la información y comunicación cuentan con un potencial para permitir soluciones personalizadas sin altos costes", apunta un informe internacional sobre enfermedades crónicas impulsado por la compañía Health Dialog y realizado en 12 países.

LA ENFERMERÍA

Junto con el rol de los médicos, que deben colaborar más entre ellos, y el de los afectados, más activos y autónomos, las voces expertas destacan el papel de la enfermería. Dotándolos de información y la suficiente autoridad, estos profesionales pueden aligerar parte de la carga médica, promocionar los hábitos de vida saludables y también hacer de nexo, en el caso de los pacientes que menos acuden al centro sanitario o al hospital.

Ante el omnipresente temor al cambio, y al esfuerzo que supone lograrlo, destacan ejemplos como el de Reino Unido. El Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) apostó en el año 2000 por implantar este modelo de clasificación de pacientes y de autogestión de los cuidados médicos y el paso del tiempo no ha hecho más que darles la razón. Menos bajas laborales e ingresos hospitalarios; menor dependencia de los médicos; mayor calidad de vida; y, también, costes más bajos. Unos resultados y un aval empírico que, como matiza Albert Jovell, se obtuvieron tras formar a 40.000 enfermos crónicos.

Autor:   María Sainz

Búsquedas y recuperaciones de información mejores y más rápidas en la era de la información


Búsquedas y recuperaciones de información mejores y más rápidas en la era de la información
CORDIS ha puesto en marcha un nuevo servicio de búsqueda en versión beta y ofrece a los usuarios la oportunidad de remitir sus observaciones. El nuevo servicio de búsqueda de CORDIS cordis.europa.eu/newsearch es rápido y eficaz y ofrece una gama de servicios que ayuda a los usuarios a localizar la información con más sencillez que nunca. Además, les ayudará a descubrir contenidos de CORDIS con mayor facilidad y a averiguar lo que CORDIS les puede ofrecer.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario25/12/2010
Con el paso de los años CORDIS ha acumulado miles de registros relacionados con los Programas Marco de investigación puestos en marcha por la Unión Europea a saber, 4PM, 5PM, 6PM, 7PM, Euratom. El nuevo servicio de búsqueda se ha desarrollado y puesto en funcionamiento con el fin de que se puedan recuperar datos con mayor eficacia y con menos complicaciones. Los usuarios podrán navegar sin trabas por las diversas categorías de contenidos disponibles en CORDIS e identificar elementos similares que podrían ser pertinentes.

El nuevo servicio beta está diseñado para ser intuitivo y centrado en el usuario. Permite realizar búsquedas sencillas en campos abiertos a partir de palabras clave y ofrece diversas opciones de filtrado.

Para la mayoría, la opción más rápida y sencilla para dar con información sobre la investigación europea será la «búsqueda rápida». Pero quienes ya conozcan los programas y las actividades de investigación y desarrollo I+D tienen a su alcance múltiples opciones para delimitar la búsqueda. El usuario tiene la opción de restringir la búsqueda mediante una serie de criterios, entre ellos el área temática y el tipo de documento.

Otra característica del nuevo servicio de búsqueda es la posibilidad de definir canales RSS a partir de cualquier consulta de búsqueda. Es decir, el usuario puede personalizar sus canales RSS para recibir sólo aquella información que le interese. Esta función resultará de especial utilidad para administradores de webs que deseen retransmitir información seleccionada de CORDIS en su propio sitio web. Cuando el servicio de notificación se encuentre plenamente funcional, a principios de 2011, enviará al usuario alertas automáticas de las últimas actualizaciones que se correspondan con sus intereses.

La función de mapas y localizadores se basa en los últimos adelantos en la tecnología de búsqueda y geolocalización. Al buscar un socio, un proyecto o el resultado de una investigación, CORDIS mostrará su ubicación geográfica sobre un mapa.

Mientras dure la fase beta de este nuevo servicio se seguirán desarrollando nuevas funciones adicionales del mismo. Se han previsto actualizaciones periódicas que proporcionarán características nuevas y responderán a las exigencias y sugerencias de los usuarios. Para facilitar todo este proceso, el equipo de desarrollo de CORDIS anima a los usuarios a remitir sus observaciones.  

Científicos identifican variantes genéticas asociadas a la endometriosis


Científicos identifican variantes genéticas asociadas a la endometriosis
Un equipo internacional de científicos ha identificado dos variantes genéticas que aumentan la propensión a padecer endometriosis, una afección ginecológica común. Sus hallazgos, publicados en un artículo de la revista Nature Genetics, podrían conducir a nuevas y mejores formas de diagnosticar y tratar esta enfermedad.
FUENTE | CORDIS: Servicio de Información en I+D Comunitario25/12/2010
Se estima que la endometriosis afecta a unos 170 millones de mujeres de todo el mundo, lo que equivale al 10% de las mujeres en edad reproductiva. Este trastorno se caracteriza por el crecimiento y la acumulación de células similares a las que recubren el útero en otros órganos alojados en la pelvis, como los ovarios y los intestinos. Produce síntomas como dolor pélvico crónico, dismenorrea y, en algunos casos, infertilidad.

El único modo de obtener un diagnóstico fiable es la exploración laparoscópica de la pelvis, de manera que muchos casos no se diagnostican hasta varios años después de la aparición de la enfermedad. Los tratamientos disponibles son la intervención quirúrgica y la terapia hormonal, que produce muchos efectos secundarios.

«La endometriosis es una afección que puede resultar dolorosa y angustiosa y que afecta a un número considerable de mujeres en edad reproductiva», afirmó la Dra. Krina Zondervan de la Universidad de Oxford (Reino Unido). «Hace tiempo que se sabe que la endometriosis es hereditaria, pero hasta ahora no se habían detectado variantes genéticas sólidas que aumentasen el riesgo de desarrollar esta enfermedad.»

«Nuestro estudio de asociación del genoma completo, el más amplio hasta la fecha y el primero realizado con mujeres de ascendencia europea, consistió en comparar el ADN [ácido desoxirribonucleico] de 5.586 mujeres con endometriosis con el de 9.331 mujeres sanas», explicó el profesor Grant Montgomery del Instituto de Investigación Médica de Queensland, (Australia).

El equipo identificó dos regiones del genoma asociadas a un mayor riesgo de padecer endometriosis. La primera y más sólida afecta al cromosoma 7; esta región podría participar en la regulación de algunos genes cercanos responsables del desarrollo del útero y su revestimiento.

El equipo también confirmó la existencia de una relación entre una variante genética del cromosoma 1 y la endometriosis. Esta segunda variante está localizada cerca del gen WNT4, relacionado con el metabolismo hormonal y el desarrollo y la función del aparato reproductor femenino.

«Nuestro estudio supone un importante avance, ya que aporta el primer indicio sólido de que algunas variaciones en el ADN son responsables de la mayor predisposición de algunas mujeres a desarrollar endometriosis», señaló la Dra. Zondervan. «A partir de este punto es preciso estudiar los efectos de estas variaciones en las células y las moléculas del organismo.»

Los factores genéticos parecen ser especialmente determinantes en las manifestaciones más graves de la afección.

«Los estudios previos revelaron el carácter hereditario de la endometriosis, pero no analizaron el impacto de la genética en las distintas fases de la enfermedad», comentó el profesor Montgomery. «Nuestro estudio demuestra que la contribución genética es más importante en los casos moderados y graves de endometriosis, lo que condicionará las investigaciones sobre esta afección en el futuro.»

Según concluyó el Dr. Stephen Kennedy de la Universidad de Oxford: «Estamos convencidos de que los resultados de este estudio contribuirán al desarrollo de métodos de diagnóstico menos invasivos y tratamientos más eficaces contra la endometriosis».

Esta investigación fue realizada por el IEC («Consorcio Endógeno Internacional»), que reúne a investigadores de la Universidad de Oxford (el Departamento de Obstetricia y Ginecología de Nuffield y el Centro de Genética Humana Wellcome Trust) y del Instituto de Investigación Médica de Queensland, así como de la Facultad de Medicina de Harvard y el Brigham and Women's Hospital (Estados Unidos).

viernes, 24 de diciembre de 2010

Ghosts of a Christmas Past

December 23, 2010, 9:00 PM

Ghosts of a Christmas Past


Advertisement from the Macon Daily Telegraph
Macon, Ga., Dec. 24, 1860

On the next page of that Christmas Eve newspaper was a more discreet advertisement, this one just five lines of small print:The city was preparing itself for the holiday. In the pages of the Macon Daily Telegraph, ads touted toys and sweets, books and jewelry, all at bargain prices. In a large front-page ad, the store of H.N. Ells & Co., on Mulberry Street, reminded readers that “Old Santa-Clauz” was coming to town, and urged upon them such last-minute stocking stuffers as apples, figs, candy, and firecrackers.
FOR SALE.

A NEGRO WOMAN 21 years old, and her daughter about six years old. The woman is a good house servant, plain cook, and good washer and Ironer. Warranted sound. Terms cash.
Men, women, and children were for sale throughout the much of the United States during that last holiday season before the Civil War, exactly a century and a half ago. In Easton, Md., “Negro Henry, Aged about 26 years, and Negro George, aged about 19 years,” were “offered at private sale until the 25th inst.” – that is, until Christmas Day. In Washington, D.C., just a few blocks from the White House, one owner advertised “a servant girl, seventeen years of age – a slave for life.” In the Christmas morning edition of the Augusta (Ga.) Chronicle, the local sheriff announced the upcoming sale of a “Mulatto Boy slave named Charles, about 14 years of age.” The lad, who had been seized from his mistress to satisfy debts, was to be put up for public auction in the town market on New Year’s Day.
The last weeks of each December were a strange and frightening time to be a slave in America. (Was there ever a normal time, however?) In the antebellum period, the end of the calendar year was – as it is now – a busy period for financial transactions. Assets were liquidated, debts settled, taxes paid, balance sheets scrutinized. Any of these might lead a slaveholder to divest himself of some human property. Based on the evidence in contemporary newspapers, New Year’s Day slave auctions like the one in Augusta were common.
The estimated five to 10 percent of American slaves who were rented from one master to another (in some regions the figure was more than 60 percent) had their own reasons to be terrified. Jan. 1 was when old rental contracts expired and slaves’ services were auctioned off for the year ahead, sending them to different, often far-flung, plantations. One former bondsman would recall how each New Year’s Day, “the cries and tears of brothers, sisters, wives, and husbands were heard in the streets” as black families were separated – at least for twelve months, but possibly forever.
At the same time, surreally enough, Christmas was a time when many masters encouraged their slaves to eat, drink, and be merry. Field hands were commonly given the entire week as a holiday – their only one of the year. South Carolina Senator James Henry Hammond – who did not hesitate to rape female slaves and to lash servants with his own hand – distributed gifts throughout the quarters, and noted in his journal that on Christmas, “a barbecue is given, beef, mutton, and pork, coffee and bread being bountifully provided.” On the morning of Dec. 25, right after opening presents and emptying stockings, masters would bring their families down to the slave cabins to watch blacks perform dances and songs that had been handed down from Africa.
Frederick Douglass, remembering boyhood Christmases on the Eastern Shore of Maryland, wrote:
From what I know of the effect of these holidays upon the slave, I believe them to be among the most effective means in the hands of the slaveholder in keeping down the spirit of insurrection. … These holidays serve as conductors, or safety-valves, to carry off the rebellious spirit of enslaved humanity. But for these, the slave would be forced up to the wildest desperation; and woe betide the slaveholder, the day he ventures to remove or hinder the operation of those conductors! I warn him that, in such an event, a spirit will go forth in their midst, more to be dreaded than the most appalling earthquake.
The holidays are part and parcel of the gross fraud, wrong, and inhumanity of slavery. They are professedly a custom established by the benevolence of the slaveholders; but I undertake to say, it is the result of selfishness, and one of the grossest frauds committed upon the down-trodden slave.
The Yuletide season was an unquiet time throughout the nation on the brink of the Civil War – and not just among black Americans. Judging from period newspapers, Christmas 150 years ago was just as politicized as it is now, if not more so. With the nation splitting in half (South Carolina had seceded on Dec. 20), each side of the Mason-Dixon Line tried to claim the holiday as its own.
In the South, the Augusta Chronicle accused the Yankee Puritans of being joyless Christmas-haters: “Our broad Union is divided between the descendant of the Norman Cavalier reverencing Christmas, and the descendant of the Saxon Puritan repudiating it … Let us hear no more of a “Cotton Confederation” but let us have instead (what may sound like a jest, but which has something of seriousness in it) a Confederation of the Christmas States.”

Culturally, Christmas in 1860 was also at a strange transition point. In many parts of America, it was still celebrated as a riotous old pagan Saturnalia: working-class revelers known as “callithumpians” paraded through the streets in drag or blackface (sometimes both), firing off guns and starting street brawls, defying annual attempts by the city fathers to ban Christmas, as it were. A few years earlier, the Grinch-like Horace Greeley had complained that the day was simply an excuse for New York’s “young men and boys” to drink themselves silly: “As early as 10 o’clock we saw, in Broadway, between the Park and Broome-st., about a dozen parties of boys, each numbering from four to ten persons, nearly every one grossly drunk, and [some] being dragged along by the neck and heels by their hardly less drunk companions.”Meanwhile, several hundred miles closer to the North Pole, the same day’s Philadelphia Inquirer called Christmas a “good old Yankee custom” and added: “If Charleston growls and, playing the Scrooge, would curse our Christmas carol, let us hope that the Marley’s Ghost of her old patriotism will soften her by and by.”
But commercialized, mass-market Yule was already coming into its own. An article in the New York Herald analyzed Christmas retail trends much as a newspaper today might do. (Candy sales were up compared to the previous December, while jewelry sales were down: consumers, anxious about the political news, were economizing on gifts.)
American Christmases in the mid-19th century do not seem to have had much religious significance – neither for the callithumpians, nor the proto-shopaholics, nor anyone else. Many, if not most, Protestant churches did not even have Christmas services, though some staged holiday parties, pageants, and “entertainments.” The New-York Tribune remarked in 1860 that only gradually was the festival starting to become as widely observed as more important national celebrations like the Fourth of July, Thanksgiving, and New Year’s Day.
Very soon, however, Christmas more or less as we know it today would emerge. A young magazine sketch artist, Thomas Nast, was on his way home from covering Garibaldi’s conquest of southern Italy; two years later, in the pages of Harper’s Weekly, he began publishing his iconic images of Santa Claus. In Galena, Ill., the middle-aged shop clerk Ulysses S. Grant was busy attending to his customers’ last-minute demands. Ten years later, as president of the United States, he would sign into law a bill declaring Christmas a national holiday.
As for the slaves Henry and George, the teenage Charles and the nameless mother and daughter, it is not known how they spent future Christmases. Perhaps they survived that bitter December to celebrate in freedom.


Sources: Macon Daily Telegraph, Dec. 24, 1860; Easton (Md.) Gazette, Dec. 22, 1860; Daily National Intelligencer, Dec. 11, 1860; Augusta (Ga.) Chronicle, Dec. 25, 1860; Randall M. Miller and John David Smith, eds., “Dictionary of Afro-American Slavery”; New York Times, Jan. 14, 1862; Drew Gilpin Faust, “James Henry Hammond and the Old South: A Design for Mastery”; Kenneth M. Stampp, “The Peculiar Institution: Slavery in the Ante-Bellum South”; Peregrine Wroth, “The Yule Log,” manuscript inWashington College Archives; Philadelphia Inquirer, Dec. 25, 1860; New York Herald, Dec. 25, 1860; Susan G. Davis, “ ‘Making Night Hideous’: Christmas Revelry and Public Order in Nineteenth-Century Philadelphia” (American Quarterly, Summer 1982); Stephen Nissenbaum, “The Battle for Christmas”; Hank Stuever, “Tinsel: A Search for America’s Christmas Present”; New-York Tribune, Dec. 25, 1860; New York Times, Dec. 26, 1860.

Adam Goodheart
Adam Goodheart is the author of the forthcoming book “1861: The Civil War Awakening.” He lives in Washington, D.C., and on the Eastern Shore of Maryland, where he is the Hodson Trust-Griswold Director of Washington College’s C.V. Starr Center for the Study of the American Experience.