LUNES 11 DE JULIO DE 2011
En España se destinan varios millones de euros cada año dirigidos a la investigación sanitaria, tanto a través del FIS como con otros organismos y agencias. Además, multitud de centros de investigación españoles participan en los programas del VII Programa Marco de la Unión Europea.
Sin embargo, muchísimos programas y proyectos que obtienen financiación después poco se sabe de su aplicación real en el mundo sanitario o en la mejora de la salud de la población. De hecho, la única asociación posible es cuando los artículos científicos añaden la financiación recibida incluyendo el número del proyecto y la entidad financiadora.
Una forma de mejorar la difusión de los resultados de investigación sería lanzando una base de datos de proyectos de investigación con el tema, el investigador principal, el importe del proyecto, las publicaciones derivadas y las patentes o licencias derivadas del mismo. Pero además, tal y como sostiene este breve pero interesante artículo publicado en el British Medical Journal con el título "We should publish the cost of each piece of research", otra buena forma de mejorar la difusión y la evaluación de los proyectos sería incluyendo junto al tipo e identificación del proyecto, el coste total de la investigación.
¿Es proporcional el dinero gastado y el resultado obtenido? Sería interesante pedir transparencia también a los fondos de investigación, y no sólo a la que realiza la industria farmacéutica sino a la de institutos, grupos de investigación, fundaciones, etc. Tal vez haya más de una sorpresa...
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