Los hallazgos, publicados en la revista Science, muestran que esta diversidad es 20 millones de años más antigua de lo que en un principio se pensaba.
«Con los resultados que presentamos en este artículo hemos reescrito toda la historia de la Amazonia en lo que se refiere a la evolución de su biodiversidad», explicó el Dr. Alexander Antonelli, del Departamento de Botánica y Medio Ambiente de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), uno de los autores del estudio.
Durante todo este tiempo abundaban las teorías sobre el impacto de los Andes en la diversidad de la selva amazónica, pero hasta ahora no se había podido determinar los vínculos causales.
Dirigidos por el Dr. Antonelli y la Dra. Carina Hoorn de la Universidad de Amsterdam (Países Bajos), los investigadores usaron datos geológicos, filogenéticos y moleculares relativos a los últimos 65 millones de años para comparar el patrón de la biodiversidad actual de la Amazonia con los registros de levantamientos de los Andes.
«A partir de varios fósiles dispersos y de especies de árboles de la época sospechábamos que la diversidad del Amazonas había surgido a partir de la separación de África», señaló el Dr. Antonelli. «Decidimos examinar todo el periodo. Principalmente he trabajado en la coordinación de un análisis de estudios basados en el ADN [ácido desoxirribonucleico] acerca de las relaciones entre las diferentes especies de plantas y animales. Hemos examinado cientos de publicaciones científicas y hemos encontrado que muy pocos de los especímenes son tan recientes como pensábamos.»
Según sus resultados, la biodiversidad amazónica está vinculada con los Andes, una zona que se creó tras el choque de las placas tectónicas de la costa del Pacífico.
«El levantamiento en la zona central y septentrional de los Andes fue un proceso parcialmente sincrónico causado por reajustes de las placas tectónicas», escriben los autores. «La subducción de las placas del margen pacífico causaron un levantamiento en la zona central de los Andes durante el Paleógeno. La posterior ruptura de las placas en el Pacífico y la consiguiente colisión de las nuevas placas con las placas de América del Sur y del Caribe aceleró la creación de montañas en los Andes septentrionales.»
La cordillera surgida también desempeñó un papel muy importante en los cambios medioambientales, obligando a la fauna y la flora a adaptarse a condiciones de vida nuevas. El equipo descubrió que los cambios sufridos por la corteza terrestre alteraron los grandes humedales de la zona norte de Sudamérica, que se fue secando con la formación del Río Amazonas. Por tanto, las diversas plantas y animales dispusieron de tierra virgen nueva en la que establecerse.
«Nos sorprendió que existiera este vínculo tan fuerte entre la formación de los Andes y la diversidad en la Amazonia», explicó el Dr. Antonelli. «Esta zona se consideraba una especie de paraíso en el que la evolución podía discurrir sin interferencias, pero no ha sido así en absoluto; muchas cosas han pasado en esta región».
El equipo señaló la necesidad de proseguir con las investigaciones en esta zona. «Entender los mecanismos que subyacen a la formación y la evolución de la biodiversidad del Amazonas sigue siendo un importante reto que requerirá una colaboración científica interdisciplinar sin precedentes», escriben los autores.
«Los estudios evolutivos vinculados con la filogenia molecular y la formación de fósiles deberían centrarse en los registros del Neógeno y en las zonas ricas en especies pero de las que se cuenta con pocas muestras. En el futuro, la investigación debería concentrarse en la interfaz entre las zonas cenozoica y cratónica, así como en la zona de transición entre los Andes y la Amazonia occidental (tierras bajas). Esta zona, junto con la franja meridional de la Amazonia, ha sido rápidamente ocupada por seres humanos, pese a lo cual apenas se conoce desde el punto de vista científico.»
A este estudio contribuyeron investigadores de Brasil, Chile, Países Bajos, España, Suiza, Estados Unidos y Venezuela. |
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