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miércoles, 27 de octubre de 2010

ENTENDAMOS EL ESTRÉS TRAUMÁTICO INFANTIL

ENTENDAMOS EL ESTRÉS TRAUMÁTICO INFANTIL
Cómo responder al peligro
Antes de que podamos entender lo que significa una “experiencia traumática” o “el estrés traumático” debemos pensar en qué reconocemos y manejamos el peligro. La mente, el cerebro y el cuerpo están programados para que hagamos que el peligro sea lo primordial para nosotros. Las cosas que representan un peligro cambian durante el transcurso de la niñez, de la adolescencia y de la adultez. Para los niños más pequeños, las piscinas de natación, los tomacorrientes, los venenos y los objetos afilados son cosas peligrosas. Para los niños de edad escolar, caminar a la escuela, correr en bicicleta por la calle o subirse a lugares altos presentan nuevos peligros. Par los adolescentes, el acceso a los automóviles, pistolas, drogas y tener más independencia —especialmente de noche— son nuevas dimensiones de peligro. Los peligros cambian de acuerdo con el lugar donde viven los niños y conforme a cuáles sean las circunstancias de la familia. Por otra parte, los peligros varían según la historia de las sociedades y de las culturas.
En una situación peligrosa suceden tres cosas. Primero, tratamos de establecer cuál es el peligro y cuán grave es. Segundo, tenemos fuertes reacciones emocionales y físicas. Estas reacciones nos ayudan a tomar medidas, aunque éstas podrían ser muy perturbadoras y difíciles. Tercero, intentamos buscar la forma de hacer algo que nos ayude a protegernos del peligro. Tratamos de prevenirlo, de protegernos a nosotros mismos y de proteger a otras personas, o hacemos algo para evitar que el peligro empeore. La forma en que nos sentimos ante un peligro depende de dos cosas: de cuán grave pensemos que pueda ser el peligro y de lo que creamos que podemos hacer para contrarrestarlo.
Cuando el peligro se torna en trauma
Vivimos a diario rodeados de peligros. A medida en que los niños y los adolescentes crecen, van aprendiendo acerca de distintos tipos de peligro. Siempre buscamos maneras de que la vida sea más segura. Sin embargo, a veces suceden cosas terribles dentro y fuera de la familia. Éstas pueden surgir de imprevisto, en el momento menos pensado. Los niños podrían experimentar traumas diversos en el transcurso de la niñez a la adolescencia. Algunos traumas, tales como el de maltrato infantil o presenciar actos de violencia en el hogar, pueden ocurrir repetidas veces y por mucho tiempo.


para acceder al documento completo pinchar el siguiente enlace :


http://www.nctsnet.org/nctsn_assets/pdfs/edu_materials/Entendamoselestrtraumtico.pdf

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