sábado, 31 de marzo de 2012

La infancia desprotegida


La infancia desprotegida

Niña hondureña
Foto original de Vicente Baos
En todos los países subdesarrollados, la infancia es una de las principales víctimas de la pobreza y el desamparo. Chicas que muy jóvenes quedan embarazadas, familias numerosas en un entorno de pobreza económica, ambiente machista que da poca estabilidad a las familias, entre otras razones, provocan que un número importante de niños queden en situación de abandono o exclusión social. Asimismo, las estructuras gubernamentales son muy débiles o inexistentes para dar una atención adecuada a dicha situación. Niños de la calle, empleo infantil, sobreexplotación en el ámbito familiar son situaciones comunes que privan a sus víctimas de un desarrollo físico y cultural apropiado.
Muchas ONGs se dedican a esta labor, y en esta ocasión, he podido comprobar cómo funciona Nuestros Pequeños Hermanosen los países de Centro y Sudamérica. En Honduras acogen a cerca de 600 niños de todas las edades en una gran extensión a unos 60 Km de Tegucigalpa. Divididos en casas por edades y sexos, bajo la tutela de un "tío " o tía" adulto, en grupos de 15 a 25 personas, conviven y comparten su vida y sus pertenencias. Dentro del rancho acuden a la escuela para recibir su formación académica regular y de formación profesional, los más mayores. Los mejor preparados, podrán acudir posteriormente a la Universidad, viviendo en pisos de la organización. Además acogen a familiares de dichos niños en situación de desamparo, como por ejemplo, una madre gravemente afectada de una enfermedad neurológica que tiene a sus hijos en NPH. Tienen una clínica interna, y una clínica externa para atender a pacientes de las comunidades cercanas, que fue donde desarrollamos nuestra labor.
En Nicaragüa, atienden a unos 200 niños en un modelo similar. En este país, el propio Ministerio de la Familia del Gobierno lleva a niños en situación de desamparo para ser acogidos por la institución.
De fuertes convicciones católicas, la ONG inculca a los niños un espíritu de solidaridad con sus hermanos y de compartir lo que se tiene.
Las historias de sus habitantes son siempre muy duras. Niños y niñas de la calle que han sobrevivido en bandas; otros que vivían con abuelas que fallecen y quedan sin nadie que les cuide, a pesar de tener padres; ambientes de alcoholismo y maltrato familiar muy comunes. No siempre la adaptación es fácil y requiere que existan normal estrictas de funcionamiento.
La financiación proviene de las donaciones y del sistema de apadrinamiento personalizado. Como todas las ONG, la crisis económica está mermando los recursos. Esta ONG tiene una gran implantación en EEUU y Canadá, así como en Italia, Austria, Alemania y España.
Su labor es muy meritoria. El trato que nos dispensaron y la ayuda que nos dieron fue impagable. Nos alojamos en las casas para los voluntarios que tienen en sus instalaciones. Hay voluntarios, sobre todo voluntarias,  que permanecen un año en dichos países. En Honduras, contamos con la gran ayuda de Hedder y Jenny, dos enfermeras estadounidenses, que coordinaron el trabajo con la comunidad.

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