viernes, 24 de diciembre de 2010

Disminución del estrés del prematuro para promover su neurodesarrollo: nuevo enfoque terapéutico

Medicina Universitaria
Disminución del estrés del prematuro para promover su neurodesarrollo: nuevo enfoque terapéutico
Se ha creado una nueva filosofía para el cuidado del niño prematuro, basada en la atención del desarrollo como una forma de aproximación humana y de sentido común para cubrir las necesidades del bebé prematuro y su familia. Las investigaciones han demostrado que los niños que reciben una atención centrada en el desarrollo, tales como modificaciones ambientales, modulación de luz y ruido, ayudas posturales: rollos o soportes laterales, estructurar la manipulación directa, conductas autorregulatorias, así como el involucro de los padres, en el marco de tratamiento médico de las Unidades de Cuidado Intensivo Neonatal (UCIN), han mejorado los resultados neuroconductuales a largo plazo. El NIDCAP (Newborn Individualized Developmental Care and Assessment Program), es una intervención integral del cuidado del desarrollo. El instrumento mas importante utilizado en el NIDCAP es la observación formal y repetida del neonato por personal entrenado y certificado. Estas observaciones se basan en los esfuerzos del neonato para alcanzar la autorregulación, que se manifiesta como conducta de acercamiento o rechazo. Cuando el estímulo sensorial es apropiado, el neonato mostrará una conducta de autorregulación hacia el mismo. Cuando la estimulación es inapropiada o excesiva el neonato manifestará una conducta de rechazo o estrés. El plan de cuidado del neonato, incluyendo las recomendaciones del cuidado individualizado y los cambios ambientales se diseña con base en el estado de desarrollo actual, el estado clínico del paciente y las necesidades de la familia. Conforme el neonato madura, las recomendaciones se van modificando. El personal encargado del cuidado observa de manera sensible y nota las reacciones del neonato a cada manejo o intervención, para realizar los ajustes apropiados.

Medicina Universitaria.2010; 12 :176-80
Palabras clave: Recién nacido; Estrés; Prematurez; Neurodesarrollo; México


 

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