martes, 9 de noviembre de 2010

Descubriendo los colores de la piel


Descubriendo los colores de la piel
Por si parecieran pocas las diferencias existentes entre hombres y mujeres, un científico ha descubierto que el color de su piel también difiere. "La de ellas es más verdosa y la de ellos más rojiza", según los resultados de un estudio publicado en las páginas de 'Journal Psychological Science'.
FUENTE | El Mundo Digital13/12/2008
A simple vista y conscientemente, esta diferencia no parece percibirse, pero tal y como revelan los datos extraídos de este trabajo, realizado en la Universidad Brown, "el color es un elemento importante para reconocer el género sexual de un individuo y también puede proporcionar información útil para reconocer objetos", explica Michael J. Tarr, profesor de Oftalmología y Ciencias Visuales y de Ciencia Lingüística y Cognitiva de la Universidad estadounidense de Brown.

Este descubrimiento tiene importantes implicaciones en la investigación científica cognitiva, por ejemplo, en los estudios psicológicos sobre la percepción de las caras (un proceso por el que el cerebro y la mente entienden e interpretan los distintos rostros) y en los trabajos que se desarrollan sobre cómo y por qué se maquillan las mujeres. También podría mejorar la actual tecnología capaz de reconocer una cara (necesaria para la lectura de las fotografías digitales). "Nuestro estudio supone un paso adelante en el intento de atribuir un papel al color para utilizarlo en la clasificación del género sexual".

Tarr y Adrian Nestor, los responsables de este estudio, analizaron imágenes de 100 rostros femeninos y otros 100 masculinos. Fueron fotografiados bajo las mismas condiciones de iluminación y posición. Tenían una expresión neutral, ninguno estaba maquillado y no llevaban gafas ni ningún otro accesorio. En las imágenes no se reflejaba el pelo ni el vello facial para no alterar la gama cromática. Los dos investigadores utilizaron un escáner de tres dimensiones y un software específico (MATLab, frecuentemente empleado en universidades y centros de investigación) para analizar la cantidad de pigmento verde y rojo que se localiza en las caras.

A través de esta tecnología se recrearon distintas imágenes andróginas a partir de los 200 rostros iniciales. Se desfiguraban las caras para que tres observadores decidieran el género de cada imagen, simplemente distinguiéndose un dibujo de formas degradadas y colores.

Los observadores que participaron eran tres estudiantes de la Universidad Brown. Cada uno de ellos tenía que clasificar unas 20.000 imágenes como masculinas o femeninas. Después, se midieron los colores rojo y verde contenidos en ambos grupos para determinar así la influencia real de este elemento.

"Si había más gama de rojo, la imagen tenía más probabilidades de ser hombre y si era más verdosa, mujer. Los observadores usan el color de una cara cuando intentan identificar su género, especialmente si las formas de los rostros son ambiguas o incluso se han ocultado, como en ocurre en este trabajo", concluye el científico.

Al finalizar el estudio, se comprobó que los tres estudiantes clasificaron las imágenes como hombres al 50%, excepto uno de ellos, que señaló el 63% de los dibujos en el grupo masculino.

MÁS DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES

"Las imágenes de los hombres tienden a mostrarse más oscuras y rojizas que la de las mujeres, excepto la zona de la boca y los ojos", añade el investigador. Las mujeres muestran labios más oscuros, rojos y azules mientras que el ratio rojo-verde es mayor en los hombres en la parte baja de la nariz. "Este enfoque en los rasgos faciales principales hace que el mapa de color humano sea objetivamente distinto entre cada individuo", comenta Tarr.

El contraste de luminosidad entre los rasgos principales (los ojos y la boca) y el resto de la cara constituye uno de los elementos que facilitan esta clasificación de género, pero "parece generar más caras femeninas que masculinas. Con este estudio demostramos que los componentes cromáticos son señales razonablemente fiables que suponen una ayuda adicional", sugiere el investigador.

Además de la luminosidad y de los colores, "también notamos diferencias en las formas de los rasgos". Así por ejemplo, en general, las mujeres tienen la boca más estrecha mientras que los hombres tienen la nariz más protuberante.

"Nuestros resultados muestran que los observadores son sensibles a las diferencias de color locales cuando otros elementos, fundamentalmente las formas, muestran una imagen degradada", concluye Tarr. "El color tiende a ser ignorado en la clasificación del género sexual. No reclamamos que se utilice de forma exclusiva sino que sea un elemento más a tener en cuenta", propone el científico.

Históricamente, la contribución del color al reconocimiento facial ha sido en gran parte rechazada, sin embargo, los estudios más recientes han desafiado dicha posición y, en particular, los resultados de dichos trabajos acreditan que el color tiene un rol en la representación visual de objetos.

Autor:   Laura Tardón

No hay comentarios: